¿Y esto es?... Solo es un nuevo Comienzó...

No tenia alguna herida aparente, solo un par de golpes y rasguños, todo gracias al grandulón que la había golpeado, ahora ya se sentía un poco mas tranquila de estar bien, aunque no sabia con certeza como se encontraban los demás, al parecer quien estaba peor era Kamui, ya que estaba inconsciente. Escucho al último llegado presentarse y ante su comentario la rubia comenzó a reír. –Jajajaja… Nos has ayudado, crees que te pagare con arrojarte fuera del barco…- Expresó la fémina, de alguna manera el chico había servido de distracción para que ella pudiese ayudar al muchacho que estaba en el agua. Le debía un poco de gratitud. Y lo que mas odiaba era deber favores, por lo que de alguna manera se lo compensaría.

Urgo en el bolsillo de sus caderas y saco una cajetilla de cigarrillos, para su desgracia estaba mojada e inservible su contenido. –Diablos… Me quede sin cigarros…- Eso la ponía de mal humor, necesitaba un poco de nicotina en su sistema luego de aquella pelea. Al mismo tiempo la pelicastaña se presentaba. –Un gusto Yuna y gracias por la ayuda… Oye espero sabes manejar los cañones y las pistolas… Cuida bien la que te he prestado…- No tenia intención de pedirle que se la regresara, después de todo le había ayudado también.

Aquel grupo provisional era un poco extraño, el como se había desenvuelto toda aquella situación, robando el barco. –Yo soy Darrah y soy la nueva dueña del barco si no les importa…- Dijo caminando dentro del barco y buscando entre las cosas un poco de alcohol o cigarrillos, cosa que no podía faltar en ningún barco. Hurgando en unas cajas en la cocina descubrió una caja con un par de botellas, el lugar estaba desordenado, se notaba de no ponían mucho cuidado, sobre una mesa había una cajetilla con alguno, por lo que la tomo y salió del lugar con un par de botellas y los cigarros.

-Alguno gusta… Es parte del botín…- Dejo las botellas sobre un barril y se sentó sobre el suelo destapando una y dando un sorbo largo. –Y díganme que los trae aquí… Yo por lo pronto debo ir a alguna isla a reparar el daño que esos animales le hicieron a mi barco…- Comento mirando a Andrei, preguntándose que hacia allí, es que ya tenia su dinero para pagar su deuda. Tambien tenia inquietud de que hacían allí los otros 2 pasajeros. No podía negar que estaba feliz por la ayuda proporcionada por lo que los llevaría a donde ellos quisieran como pago.

A pesar de que el barco en el que viajaban los recién improvisados tripulantes era nuevo para todos, Andrei logró navegarlo con facilidad y lograr que el mismo se desplazara con mucha eficacia y suavidad por las aguas. Poco a poco, la isla de Shimotsuki fue quedando atrás dejando a la vista de los pasajeros nada más ni nada menos que un inmenso paisaje azulado característico de altamar. El clima era perfecto para navegar, el viento era suave pero eficaz, lo suficiente para guiar el barco sin problemas hacia un próximo destino, el sol brillaba en el cielo despejado con calidez y las nubes totalmente blancas seguían el mismo camino marcado por el viento.

El grandote ya había sido arrojado a las aguas por acción y disposición de las féminas, ¿Cuál sería su destino? Eso no era de la incumbencia del navegante quién se mantenía de espaldas al resto de los tripulantes, revisando que su brújula no estuviera dañada con el reciente alboroto. Escuchó las palabras de Darrah con respecto a Kira, “Almuerzo de repuesto” era el nombre que ella le había puesto a su animal acompañante, el cual al escuchar eso bajó sus orejas y se hizo una bolita en el hombro de Andrei – Se llama Kira – dijo el chico volteando a ver a Darrah y por consiguiente al resto de los tripulantes con una expresión seria, aunque por dentro se sentía extrañamente alegre de que lo hubiese recordado – No has cambiado en nada – dijo esta vez con una sonrisa por el comentario de Darrah de ayudarle a respirar, en el pasado ella lograba incomodarlo con frases como esa, realmente aún le ponía algo nervioso, pero ahora podía evitar demostrarlo en sus expresiones – Mejor ayúdame a desvestirme – agregó mientras se quitaba su chaqueta blanca y su remera azul que estaban totalmente empapadas, no le importó quitárselas en frente de todos, después de todo prefería estar cómodamente sin demasiadas ropa.

Mientras se quitaba la ropa y la extendía en algún lugar para que se secaran dos de las personas se habían presentado, Andrei escuchó sus nombres y los grabó en su mente por las dudas, al mismo tiempo Darrah se quejaba por la perdida de sus cigarros y Andrei terminaba de quitarse las botas para estar totalmente cómodo observando la situación en la cubierta, analizando disimuladamente a los presentes, sentía un ardor en su espalda y era incomodo pero suponía estaría bien. Cuando Darrah volvió con el botín del barco, Andrei rechazó con un simple gesto de mano la invitación a beber y escuchó las palabras que suponía era una indirecta hacia él – Oye… no me digas nada que tampoco me ah salido barato – dijo mostrando su espada raspada y colorada con la marca del barandal del barco, tenía una línea roja de un corte superficial que encajaba con el borde de los barandales del barco.

Por fin podía descansar un momento, disfrutar de aquella tranquilidad y bienestar que el vaivén del barco sobre las aguas les proporcionaba, al parecer la tranquilidad duraba muy poco pues escucho las palabras del joven navegante referente al animal de compañía, estaba contenta de verles vivos, aunque parecía raro, no había esperado volver a verles. -¡Ah!... Se llama Kira… Entiendo… Me alegra verte de nuevo con vida almuerzo…- Recordaba que aquella palabra inquietaba al animal y al dueño del mismo, mas al ser ya conocidos de ella, era un mote en forma cariñosa.

El chico le decía no haber cambiado nada, se quedo un tanto extrañada, pues aunque no lo notara si había cambiado, por lo que llevo su manos posándolas sobre sus senos tocándolos pensativa. –“Si he cambiado, están mas grandes que la ultima vez…”- Quizá el chico se refería a otro tipo de cambio, aunque ese aun estaba por ver si había cambiado o no. Perdida en sus cavilaciones escucho un comentario por parte del chico, el cual hizo que lo mirara fijamente, y abriendo un poco mas sus ojos. Por un momento le pareció haber escuchado que le ayudara a quitarse la ropa. Tardo un par de segundos en reaccionar.

-Vaya ahora ya no te andas por las ramas...- Comentó en voz baja, para volver a hablar. -¿Seguro que quieres hacerlo aquí?... Delante de todos ellos…- Señalo a los presentes. -Yo no tengo problema en ello, pero prefiero hacerlo un poco más privado, ya que conociéndote te apenaras y quiero disfrutar al quitarte la ropa…- Comento con picardía, aunque solo estaba calando al chico, aquel comentario la había tomado por sorpresa, por lo que únicamente le quedaba por hacer era confirmar si solo bromeaba o de verdad había madurado y controlaba sus emociones un poco más.

Los presentes por el silencio en el que estaban quizá se dedicaban a tratar sus heridas, por lo que dejo de preguntarles, cunado estuviesen tranquilos y calmados, les preguntaría de nuevo que harían o que es lo pretendían. Por otro lado Andrei seguía con sus quejas. –Vamos Andrei te quejas más que una chica… Cada que me encuentro contigo, debo salvarte la vida…- Dio otro sorbo a la botella. –Y aun me debes mi pago de la vez anterior junto a los intereses… Mmmm… Y con lo que ha pasado hoy tu deuda se ha incrementado…- comentaba mientas hacia cuentas mentales de la cantidad que el chico actualmente le debía en sus ojos se podía observar como aparecía el signo de Berries.

Regresando a la normalidad lo miro seriamente, no quería recordarle su deuda, pero un trato es un trato. –Y bien… ¿Tienes mi dinero?…- Sabia de antemano que quizá el chico no lo tendría, no había pasado mucho tiempo desde aquel encuentro, aunque tampoco lo podría obligar a que fuese su navegante como manera de pago, pese a lo que le había dicho la vez anterior. -Mmmm… Si no lo tienes dame a mi almuerzo de repuesto y te perdono la deuda n.n…- Observo al animalito junto a su dueño, se trataba de una criatura que le llamaba la atención.

Andrei tragó con fuerza ante el comentario de Darrah, en sus ojos no se podía ver si hablaba en serio o solo lo decía por molestar, su rostro se sonrojó levemente, esa actitud confiada que había adoptado, ahora le estaba jugando en contra, quizás no estaba tan listo como pensaba para enfrentar ese tipo de bromas de parte de una mujer – Eh… no – tartamudeó un poco sin saber que decir o hacer, más el reciente gesto de sujetar sus pechos llamó la atención del navegante a esa parte de su cuerpo, situación que lo puso aún más nervioso, notando que quizás si estaban un tanto más grande que aquella vez. No sabía que pensar ni como evitar que miles de imágenes pervertidas pasaran por su mente ante los comentarios de Darrah, cosas que lo ponían aún más nervioso aunque intentase disimularlo ¿Qué haría? Para su suerte un joven intervino en la conversación, alivianando un poco la carga del momento – El chico tiene razón Darrah, además ya eh terminado de quitármela – sonrió con algo de dificultad alejando sus ojos del cuerpo de Darrah.

Entonces tras las quejas del chico por sus heridas en la espalda la ahora dueña del barco le reclamaba nuevamente le hecho de salvarle la vida – Querrás decir que cada vez que tu estás cerca, mi vida corre peligro – le respondió en defensa de sus palabras, en cierta forma el hablar con ella así le trajo algunos recuerdos de cuando la conoció, era una de las pocas personas que habían aportado un poco a la forma de vida actual de Andrei, forma de vida de la cual no se quejaba ni un poco, aunque siempre apuntaba a mejorar cada vez más, entonces notó en ella esa expresión extraña que anunciaba que su deuda sería impagable - ¿Qué significa eso? ¿Cómo que se ah incrementado? – preguntó temeroso de escuchar su respuesta al respecto, todo parecía indicar que llevaba una deuda impagable.

Realmente Andrei esperaba que hubiese olvidado esa deuda, pero no fue así, por lo cual no tuvo otro remedio que cumplir su parte del trato – No… no tengo tu dinero, por eso me ves aquí navegando tu nuevo barco – dijo señalando al suelo, más específicamente al barco en el cual estaban parados. Kira en ese momento bajó a los pies de Andrei y se ocultó tras de sus piernas atemorizado – No te daré a Kira n.n… – le sonrió con la misma expresión que Darrah mostraba en ese momento – Así que mejor dime a donde quieres que lleve este barco… Desde hoy seré tu navegante – pronunció con cierto aire de grandeza, a pesar de todo los hechos, resaltaba en su mente una cosa que era simplemente maravillosa, el hecho de ser el navegante de un barco por si solo era fantástico, no estaría bajo el mando de otro navegante nunca más, ahora el sería el superior en ese tema, aparte de Darrah claro está.

Mientras tanto, el chico de gafas preguntaba sobre las heridas de los tripulantes, Andrei no tenía nada más que cortes muy superficiales y moretones por lo cual no consideraba necesaria una intervención – Yo estoy bien, pero el que necesita una mano es el barco ¿Alguien es carpintero? – preguntó observando al resto de los presentes, realmente no quería dejar ese daño demasiado tiempo pues podría ser una excusa para que Darrah le cobrara más dinero aún.

Off// yo estoy en otra parte del barco, solo aviso para que no crean que los ignoro igual hare mis post cortos por que no tiene caso matarme en grandes post si no valen nada -w-

On//

La joven pirata se dirigió rápidamente a una sección del barco en donde se almacenaba la pólvora y similares, esta buscaba algo que pudiera reemplazar sus armas perdidas, esta revisaba en cada caja y similares de aquel lugar esto le llevaría tiempo y hasta ese momento no había nada que fuera a servirle hasta que miro una especia de cofre al parecer este contenía un estuche con un sello extraño como de un emblema real Yuna abrió dicho estuche para satisfacer su curiosidad en dicho estuche se hallaban dos armas de fuego muy poco peculiares tenia unas inscripciones y una nota donde se le encargaba este paquete para entregar a una persona que lo esperaría en cierta isla, Yuna no le dio mas importancia a la nota y rápidamente tomo las armas y admirándolas se dijo a si misma


Bien esto me sera muy útil por ahora.

Una vez que colocaba aquellas armas en un cinturón especial que se encontraba en el interior de aquel gran cofre, yuna se coloco las armas en la espalda baja para un desenfunde rápido como esta suele s hacer.

-Jajajaja…- Empezó a reír ante la contestación de Green, aunque se trataba de una broma, no lo parecía para los demás presentes, en este caso el chico que le había indicado que era un medico, quien al parecer únicamente quería continuar con su viaje. Era comprensible aunque tenia una duda, el porque les había ayudado, bien podría haber huido del lugar como la mayoría de la gente cuando comenzó aquella pelea con los grandulones. En algún momento le preguntaría antes de que finalizara aquel viaje.

-Mis heridas no son de cuidado, aunque si quieres revisarme para estar seguro no lo impediré…- Expresó al joven medico, por otro lado observaba las reacciones de Andrei, era interesante encontrarlo de nuevo y en aquella situación en la que se había metido. –Es una lastima que terminaras tu solo… De verdad quería aceptar la oferta de ayudarte…- Pese al repentino cambio de conversación de Andrei de algo podía estar segura, se notaba más seguro que la ultima vez, quizá si había cambiado un poco el chico. -¿Me estas culpando de que siempre estés en problemas?… Muy bien entonces la próxima vez que te vea en peligro no te ayudare…- Dijo de una manera seria. Le hablaría sobre su deuda con ella, no era importante pero quería ver de nuevo aquel gesto de desafío que había mostrado Andrei en su encuentro anterior, más no le fue posible.

Sin duda la suerte estaba de su lado, había logrado robar un barco y ahora un viejo conocido cruzaba su camino con el propio, y lo mejor, sin duda eso le alegraba mas que nada, tener un navegante a bordo, no era tan mala navegando, aun así, no era su fuerte, Ya había conseguido a su segundo nakama, eso era algo para celebrar, aun se sentí un poco atónita y miraba fijamente al chico que navegaba aquel navío, sin necesidad de seguir pensando se puso de pie, y se acercó al chico abrazándolo. –Bienvenido a Bordo Navegante… Llévanos con bien sobre estas traicioneras aguas…-

Las palabras del chico le hicieron pensar en algo, sin duda en la pelea con los grandotes el barco había sufrido daños, por lo que debían repararlo, y debía marcar un nuevo rumbo, mmm se puso pensativa, que lugar cercano seria ideal para poder conseguir un carpintero, de preferencia uno de planta, y que navegase con ellos. Si bien había recorrido un par de islas por esos loares recordaba que Logue Town estaba cerca. –Vamos a logue Town… Pon rumbo a la ciudad del Alfa y Omega… Seguro encontraremos a alguien que nos ayude…- No tenia porque preocuparse por el momento, las cosas poco a poco se acomodaban y ahora necesitaba formar una tripulación. Busco con al mirada a la otra chica y seguía dentro del barco.

-Mmm… Yuna, puedes venir…- Hablo a la chica esperando que subiera a cubierta y se acerco a Green. Lo que iba a decirles no era fácil, pero dadas las circunstancias y lo que había visto a ambos hacer en el puerto sin duda la sorprendió y necesitaba ese tipo de gente a su lado. –Como ya les dije hace rato soy la capitana de este barco y estoy empezando un nuevo viaje, los vi hace rato pelear y ayudarse mutuamente, pese a que todos somos unos completos desconocidos… Debo decir que esa actitud mostrada por ambos me agrada… El chico inconsciente y yo estamos formando una tripulación y necesito nakamas como ustedes, que no dudan en pelear fieramente aun contra oponentes superiores a ustedes…- Lo decía por los 3 presente. –Se que cada uno de ustedes tiene sueños y metas propias, que me gustaría poder observar y ayudar a que sean cumplidas como pago a lo que hicieron este día por mi… Les gustaría unirse a mi tripulación…- Aquellas palabras eran sinceras, apenas tenia a 2 nakamas y necesitaba crecer y sin duda gente como ellos era lo que buscaba. – Lo único que poseo en este momento es un barco y a mi persona como dirigente del mismo y un poco de dinero… Más lo que hice este día fue poner mi vida en manos de desconocidos que sin duda la defendieron… Es por eso que les hago esta invitación a unirse a mi…- Termino de hablar, observando las reacciones Yuna y Green, esperaba que no se negaran, sin duda los quería como miembros de aquel equipo.

Al parecer Darrah no se rendía con la idea de incomodar a Andrei, quién aún seguía un poco sonrojado por la conversación presente – Ya habrá otras oportunidades… - sonrió un poco aliviado por ver había logrado evadir ese detalle – Y no te preocupes Green… La señorita está perfectamente bien, no necesita que la revises por ahora… solo juega con esos comentarios – dijo con seriedad, pero sin pensar en sus palabras ¿Por qué había dicho eso?, no era algo de su incumbencia si la revisaba o no… Andrei notó casi inmediatamente que estaba siendo indiscreto con sus palabras y se dio media vuelta hacia el timón del barco, tosiendo un poco se alejó agregando unas palabras serias sin voltear a ver a nadie – No necesitaba tu ayuda… ya me había liberado por mi cuenta – dijo caminando y sacando su brújula sin decir nada más, el resto de la conversación entre ellos no era de su importancia.

Distraído del resto de la situación Andrei se concentró en buscar una forma de llegar a Water Seven ya que era el lugar más apropiado para reparar un barco, pero al mismo tiempo estaría difícil considerando que estaba en el Grand Line, pero almenos pensando en ello lograba aliviar medianamente su pena – Ir a Water Seven… realmente es muy difícil por ahora sin un Loge Posee… y la isla más cercana por ahora es Loguetown… quizás deberi… - fue abruptamente interrumpido en sus pensamientos cuando sintió unos brazos rodeándolo, al principio se asustó y alertó por la sorpresa, pero al instante sintió algo peculiar en su espalda por causa del abrazo, algo peculiar que prácticamente lo volvió colorado como un tomate en cuestión de segundos, no pudo responder nada a las palabras de Darrah por lo cual se quedó en silencio hasta que ella lo soltó, ni siquiera se volteó a verla ni nada, no quería que notara su rostro colorado ni su expresión, intentó seguir parado de espaldas sin llamar la atención.

En ese momento escuchó la orden de la rubia, realmente tenía un gran instinto para tomar decisiones o quizás ella también sabía de alguna forma que estaban cerca de esa isla – Destino fijado – respondió el navegante con una sonrisa en su rostro y sin perder más tiempo se encaminaron hacia Logue Town. En el trayecto, Darrah reunió a los presentes para dar a conocer un poco más de sus ideales, pensaba formar una tripulación, una tripulación de piratas que a su mando Andrei le veía un provechoso futuro, aterrador, peligroso y escalofriante, pero con un gran futuro al fin de cuentas, y pensaba además que la emoción de un viaje así era lo que le hacía falta ahora – A mi no necesitas convencerme, ya soy tu navegante por una deuda – respondió con seriedad, aunque solo había mencionado la deuda, por dentro estaba dispuesto a seguir a Darrah hasta el final.

-Mmm pues a mi me pareció lo contrario Andrei…- Dijo entre risitas al escuchar la contestación del marinero, aun no conocía el total de las capacidades de su nuevo nakama por lo que simplemente le había ayudado sin pensarlo.

Tras haber hablado con aquellos chicos quienes se mantenían en silencio, ella también lo hizo, guardo silencio y sonrió de medo lado, al recibir una pronta contestación, dejo sus palabras en el aire, para que pensaran en la propuesta que les había realizado.

Se separo del resto caminando a la proa del barco, el destino estaba fijado, y ahora solo quedaba conseguir a un buen carpintero que le reparase el barco. –Tu respuesta me parece forzada Andrei, si no quieres ser mi navegante, te daré una segunda oportunidad de que pagues tu deuda y te libres de mi…-

off:

La noche estaba próxima anunciando el final de un día más, un día que había sido poco provechoso para los tripulantes a bordo de aquel gran navío que habían conseguido mediante una ferviente batalla contra sus originales dueños, su primer acto de piratería en grupo a pesar de que aún no estaban totalmente organizados formalmente. Aún así, con una tranquilidad interna Andrei seguía encaminando el barco hacia el rumbo marcado por Darrah, revisaba cada tanto su brújula y controlaba que el viento soplara a su favor todo el tiempo, parecía que el navegar era algo que hacía automáticamente como andar en bicicleta, no lo pensaba simplemente lo hacía.

Kira trepó por el cuerpo de Andrei hasta su cabeza, en donde se acurrucó como siempre solía hacerlo antes de dormir, parecía un sombrero de piel enrollado más que un ser con vida – Llegaremos en la mañana – dijo con una voz calculadora asegurando sus palabras, la tripulación podía hacer lo que quisiese hasta ese momento y en el puerto decidir exactamente que hacer – Y Darrah… no puedo pagártelo ahora así que tendrás que conformarte con tenerme en tu tripulación navegando tu barco – dijo con una sonrisa apenas visible como anunciando que desde ese momento sería su navegante pasara lo que pasara y no se echaría para atrás a menos que ella misma decidiese echarlo.

Sigue el post en: Puerto de Loguetown

No todo estaba tan mal ahora escuchando las palabras del joven Médico, era obvio que quería seguir en lo suyo y eso era algo que ella no impediría, al contrario entre mejor preparación tuviera su nuevo nakama, no tendrían complicaciones en un futuro.

-Me parece bien, si nos topamos con el carpintero que dices seria lo mejor, así no tendríamos que pasar tiempo innecesario en Logue Town… Y por tus estudios médicos no te preocupes, no pienso entrometerme en ello, tendrás toda libertad para seguir lo tuyo…-

Después de dar aquella contestación al joven comenzó a buscar sus pertenencias, que seguramente debían estar en algún lugar, aquella pequeña bolsa con sus ropas y algo de dinero. La tarde dio paso a la noche y un glorioso y claro manto estrellado comenzó a cubrirles, después de un rato buscando encontró su bolso, y saco de este aquella vieja capa negra que siempre llevaba consigo y la cual le brindaba abrigo, la cual en ese momento le iba perfecta pues comenzaba a refrescar y la brisa se tornaba fría.

Tomo aquella capucha y se cubrió con ella, mientras se sentaba en algún lado de la cubierta del barco, observando por encima de la barandilla como avanzaban sobre aquellas aguas, sintiendo el vaivén del barco que sin duda hizo que se quedara dormida en aquel lugar, estaba tranquila, se sentía segura con aquel navegante a cargo de su barco. Sin duda el cansancio ya hacia de las suyas y la llevaba a los brazos de Morfeo, quizá la despertar se encontraría en el destino fijado…