El comienzo de la aventura

Luego de haber abandonado Orange ville el joven pirata se lanza a la mar para vivir sus propias aventuras y hacer lo que le plazca, estando unos pocos días en alta mar el joven se da cuenta de que o es fácil la vida ni mucho menos andar en solitario cuando no se sabe cocinar ni mucho menos navegar por lo cual estar en alta mar mucho tiempo es demasiado duro.

Vaya me muero de hambre, ya hace dos días no como nada además de que no encuentro ninguna isla ¡odio esto!

Aquel chico de pelo castaño ya estaba bastante frustrado por estar en un pequeño vote aguantando hambre y sin llegar aun a tierra firme pateando un pequeño balde que se encontraba enfrente de él, rascándose la cabeza y sin notar que no puede hacer nada el joven agarra una caña de pescar y se sienta en un borde del barco esperando capturar la cena, mientras un sol abrumador ilumina aquel día el cual parece eterno.

Pasando unas cuantas horas el joven de pelo castaño ya estaba dormido mientras que no se veían rastros de haber atrapado ningún pez, el sol ya había bajado un poco y una pequeña brisa refrescaba a Hao mientras que su caña estaba jalando un poco lo cual despierta a este joven.

ah que es esto ¡excelente atrape algo! Comeré como rey hoy

Con una sonrisa en el rostro aquel joven tira de la caña para que su presa no se le escapara y pudiera comer y acostarse felizmente, luego de unos cuantos minutos de forcejeó aquel joven captura satisfactoriamente su pez y entrando a la pequeña cocina que tenia aquel barco agarra un cuchillo y parte la mitad de este mientras que cocina la otra mitad.

que feliz estoy aquí tengo comida para hoy y mañana, que lastima que aun siga atrapado en alta mar ojala mañana logre llegar a tierra firme

Con un leve pensamiento y unos cuantos minutos aquella mitad del pescado estaba lista un tanto quemada pelo lista lo cual sin importarle como estaba disfruta aquel joven mientras la noche cae y él aun sigue en el mar.

que hermosa noche, ojala la estuviera disfrutando con unos amigos en otro barco o tan siquiera en tierra firme, pero bueno esto es lo que me toco y muy pronto vere los frutos de lo que eh decidido ser

Con estas palabras y a plena luz de la luna con las estrellas adornando el cielo el joven se arre cuesta en el mástil de aquel barco mirando las estrellas mientras lentamente se queda dormido con una pequeña sonrisa en su rostro.