El castillo de Salamander.

Después de una de caminata hacia el castillo, la joven Shirona mientras camina por las calles del reino de Lynnel, solo observa a la gente que sigue con sus actividades hasta estas horas, teniendo todo el día para hacer algo de provecho, siempre dejan las cosas para ultimo momento, pero eso no le importa a la joven peliazul y sigue en camino en para llegar rápidamente al castillo, ahora después de llegar a la puerta principal lo primero que ve son los jardines principales aunque hay un detalle es una calle que va directo a la entrada del castillo y alado de ellas hay un laberinto que se compone de todo el jardín principal después de eso solo se alcanza a notar 2 fuentes, 1 de cada lado para distinguir el lado izquierdo del lado derecho, y así la gente que se pierda en este laberinto pueda ubicarse en las fuentes para salir de ahí.

- Un laberinto con jardines, valla... – Dijo mientras se dispone a caminar confiandoze que Mitsuke y el peliblanco la acompañaran sin estar consciente de otras cosas que le puedan molestar, al caminar directo hacia la puerta del castillo, se pregunta si hay gente viviendo ahí, aunque por lo cuidado que se encuentra el jardín parece que la pregunta es algo ilógicas por que ese tal salamander parece cuidar bien su casa u hogar.

Al llegar a la gran puerta de la entrada del castillo la joven Shirona mira por los lados por si hay algún timbre o alguna palanca por tirar para llamar la atención de Salamander o alguien que le pueda atender a los recién llegados, al mirar a su derecha solo encuentra un compartimiento con un botón como si fuera una especie de alarma, al quitar el cristal que le cubre para evitar llenarse de polvo, ella presiona el botón con la diestra, solo se escucha un sonido agudo y simple apenas entendible a las afueras del castillo.



[Dentro del castillo]

- Parece que tengo visitas, interesante, Midna puedes atenderles por favor, haz le sentirlos cómodos además si quieren quedarse a dormir preparales habitaciones, si preguntan sobre mi diles que les atenderé mañana, hay que darles confianza y comodidad a nuestros invitados – Dijo una voz femenina mientras revela una sonrisa de felicidad, aunque solo se ve su silueta sentada en una sala oscura donde solo se ve una luz que ilumina la puerta del cuarto, invisible en pocas palabras mientras detrás de la puerta esta una chica pelirosa con un traje de sirvienta quien se aproxima a la puerta principal para atender a los recién llegados por ordenes de su dueña.

[Afuera del castillo]

La joven Shirona sigue de pie esperando a que la atienda mientras se guarda el resto de sus cosas en su cintura para dejarlas visible por si el mismo Salamander viene atenderla, después de que se abre la puerta completamente, la peliazul solo mira con atención la iluminación de los interiores del castillo, en pocas palabras el corredor principal con una alfombra roja que da elegancia al castillo, después de bajar un poco la cabeza mira a una chica de la misma estatura justo enfrente de ella con una mirada seria.




- Bienvenidos al castillo de Salamander, Mi nombre es Midna y por ordenes de ella, puede pasar a quedarse yo les atenderé a todo lo que me digan – Dijo la pelirosa mientras da una reverencia de respeto, ahora es decisión de grupo pasar o irse de aquí.

Al final nos despedimos sin pena ni gloria de la armería del abuelete, como mínimo ahora ya teníamos toda la información que necesitábamos, y Shirona ya nos puso a andar en dirección el castillo de Lyneel. Me sorprendió la presencia del albino durante la caminata, seguramente e había encuriosido el tema del Salamander o solo nos seguía por aburrimiento.

La camina, cabe decir, que fue larga, más larga de lo que me esperaba, desde la ciudad el castillo no se veía tan lejano pero al empezar a andar por el único camino rural que conducía al siniestro lugar me fui enterando de la larga travesía que nos esperaba. Tuvimos que pasar por partes muy difíciles de seguir con piedras y runas que nos podían tapar el camino, también por zonas llenas de barro, provocado por la lluvia anteriormente finalizada, y hasta tuvimos que pasar por un pequeño bosque y un pantano… ¡Pero al fin habíamos llegado a la entrada del castillo!

Este gozaba de un grandioso y florido jardín, con bastante variedad de flores, mayoritariamente rosas, pero lo malo de ese bonito jardín eran los pasillos de plantas que provocaban un pequeño laberinto. En ese momento me fijé en Shirona, esta parecía decidida a ir por cierto camino, seguramente lo seguía por intuición y yo confiado en ella la seguí.

Durante ese camino no habíamos hablado mucho, sobretodo con el albino, él cual tenía ganas de conocer. Finalmente llegamos a la entrada y yo en alerta por cualquier cosa espere que respondieran desde dentro a los toques de Shirona. Al principio no ocurrió nada pero de pronto la puerta se abrió con una preciosa doncella dentro, esta nos dijo que eramos los invitados de salamander pero yo sinceramente no me confiaba mucho de una persona que vivía solitariamente en un castillo, como si de un vampiro se tratara.

- ¿Podemos confiar en ella?

Le pregunté susurrando a Shirona para que solo lo pudiéramos escuchar los tres aventureros, y aunque la cara de la doncella no parecía que fuera mala o estuviera tramando algo, yo no me podía confiar tan fácilmente.

La bella doncella nos dio acceso libre al castillo donde solo queda la decisión de grupo en seguir adelante o retirarse, parece algo raro ya que Salamander nos esta esperando y claro mandar una sirvienta a atendiéndonos parece algo raro y fuera de lo común, antes de decir algo la joven peliazul solo escucho palabras de Mitsuke sobre si se puede confiar en ella, dudando unos segundos solo se imagino que tipo de cosas puede pasar dentro del castillo y el porque salamander se quedo con esa cosas tan grande para 2 personas parece algo terrorifico pero no importa el chiste es que vienen a desafiarlo, - No nos queda otra si queremos ver a salamander, solo hay que estar alerta por si algo raro pasa – Le respondió en el mismo tono girando un poco la cabeza para mirar a Mitsuke, después de un rato el peliblanco que esta presente dijo algo sobre que quería saber como se llaman los que ha acompañado durante el recorrido, la joven peliazul lo mira y sonríe.


- Soy Shirona lockser un gusto en conocerte – Dijo mientras sonríe y solo queda esperar a que los demás tomen su decisión – Vamos dentro o nos largamos - Espera la respuesta de los demás ya que no le gusta obligar a la gente a tomar sus propias decisiones.

Me quede pensativo ante la elección de los dos, ambos querían entrar y yo no me iba a negar, igualmente estaba alerta por lo que nos podía pasar en esa mansión, parecía oscura y fría, como si solamente vivieran un pequeño grupo de personas. En ese momento me planteé la posibilidad de que el tal Salamander fuera el jefe de un grupo de bandidos, aunque la elegancia que quería mostrar con lo de la doncella y demás, me izo replantearme la idea, después me volví hacia el albino para responderle su pregunta.

-Me llamo Mitsuke Otomo encantado

Le dije sonriendo mientras le daba la mano, seguidamente él entro junto a Shirona dentro de la mansión, me quedé unos momentos sin moverme, no era un cobarde pero tampoco un suicida. Esa situación me izo recordar a tiempos pasados, a casos parecidos a esa como emboscadas sorpresas y secuestros exprés, pero tal vez estuviera equivocado, puede que solo fuera una persona obstinada, que le gustaba la soledad y se sentía bien en ella.

-Venga entremos y que sea lo que dios quiera

Con inseguridad entré detrás de Shirona y Claude, una noche en esa casa solo me hacía pensar en cuentos de terror pero a la vez sentía demasiada curiosidad hacia ese Salamander y lo buen espadachín que podía llegar a ser, así que en ese momento sería capaz de hacer cualquier cosa para saber quién era.

Las personas se adentraron al castillo sin saber quien es el tal salamander el cual la peliazul estaba hablando todo el día, pero algo si es muy seguro, es como si entraran a la boca del lobo, pero no importa, el ambiente que se siente en el castillo es algo pesado, como si la oscuridad de alguien se esta apoderando del lugar, aunque parece tranquilo por el hecho de que el gran pasillo solo esta alfombrado a los lados hay varias columnas en forma de U invertida y puertas que conducen a otros lugares del castillo, la criada quien los guia por el lugar solo se mantiene con los brazos cruzados pero debajo de su cintura como si se estuviera cubriendo la falda, por su forma de actuar y caminar no levanta sospecha alguna, al terminar de recorrer el gran pasillo, hay 3 rutas por elegir, unos escalones alfombrados que conducen a otra puerta para llegar a la segunda planta, el corredor de la derecha lleva a la sala de espera y la izquierda a otro corredor que lleva a otros lugares y los dormitorios, al terminar de ver por los alrededores la criada se da una vuelta completa para mirar a sus invitados.

- Me temo que la ama Salamander no podrá recibirlos de inmediato pero pueden pasar a la sala de espera, les ofrece una noche cómoda en los dormitorios para que mañana hablen con ella, si quieren cenar, la cena estara lista dentro de 1 hora, a mi ama le gusta tratar bien a las visitas –

Dijo retirándose del lugar tomando el camino de la izquierda para preparar las habitaciones y la cena por parte de Salamander, aunque el único camino que pueden tomar los 3 tipos es el de la derecha, solo la mente de l a joven Shirona revela que quiere pasar la noche tranquila para estar al 100 mañana y hablar con Salamander y conocerla a ella, ya que no resulta ser hombre si no mujer. Una linda sonrisa desvelo mientras voltea a mirar al músico y a Mitsuke – Parece que tendremos que seguir sus reglas de ahora en adelante, no hay ninguna prisa en ver a Salamander - Dijo mientras toma el camino de la izquierda, gira la perilla de la puerta para abrirla y lo primero que ve es una sala de estar como lo dijo aquella sirvienta.

Después de abrir la puerta totalmente ella se sienta en un sofá todo acolchonado dejando su sombrilla y su katana a lado de ella para evitar molestias al sentarse – Bien ahora nos toca esperar – Dijo mientras bosteza un poco para escuchar lo que tienen que decir sus compañeros.

Al entrar al castillo pode observar cómo era este por dentro, en general era bastante tétrico, como si en ese lugar no hubiera corriente eléctrica. Aunque visto detalladamente me pareció cada vez más a la típica mansión que suelen tener, en las películas de serie B, los vampiros, las típicas antorchas flameantes que iluminaba todo el interior de los típicos pasadizos largo y de piedra que dejaban mucha oscuridad a entre ver, la gran alfombra roja que conduje a los lugares principales del lugar y etc. Solo porque no era supersticioso pensé que la idea del vampiro era una chorrada.

Después de un corto pero laberintico recorrido la sirvienta nos llevó a una especie de zona de estar, esta estaba bien amueblada pero con unos muebles que a mi parecer parecían tener bastantes años, más de 15 como mínimo. Allí nos conto que “la” tal Salamander no nos podía atender inmediatamente y que esperásemos aquí. Como mínimo ahora sabíamos que se traba de una mujer y algún tipo de pista debía ser como mínimo.

-Por tal como la ha nombrado la sirviente parece ser una mujer.

Dije intentando aclarar un poco con Claude el tema del sexo de Salamander, después me quedé callado como el resto, no podíamos hacer más que esperar aunque yo continuaba con mis sospechas. Al ver que la sala era amplia y viendo que mis compañeros se sentaban en los sillones yo me saqué las dos claymores y empecé a practicar los golpes, y la ejecución de mi arte de combate especial.

El grupo se mantiene calmado mientras que se discute el tema de Salamander, mas que nada saber su sexo, hombre o mujer, algo raro que tenga ese tipo de nombre el cual la joven shirona solo se levanta un poco para mirar al musico quien le pregunta - … ah … - fue interrumpida por Mitsuke ya que la sirvienta habia mencionado que era mujer antes - Yo creo que es una mujer, Lo de Salamander ha de ser un titulo de prestigo o un nombre clave por asi decirlo - Dijo mientras juega con sus manos para hacer mimica y explicar un poco los detalles.


Después de un rato la sirvienta entra por la puerta por donde entro el grupo, manteniéndose callada por un rato, pero después de unos segundos alzo la diestra como si cargara una charola pero ah de ser una reflejo normal entre las que traban en su profesión – Bien la cena esta lista, pueden seguirme por favor – Dijo la sirvienta mientras abre la puerta para que pasen los invitados, la peliazul se levanta tomando su sombrilla y su katana colocándolas en su cintura para que esta sirva de equipaje - Solo una pregunta mas antes de avanzar Midna ¿Salamander es mujer y porque se llama así? – Pregunto mientras alza su diestra y la coloca en sus barbilla, parece algo loco pero la sirvienta esta dispuesta a recibir preguntas por las altas sospechas que se generan en el castillo.

Nos tuvimos que esperar un buen rato en esa habitación hasta que volvió la sirvienta, durante ese tiempo se había hecho un vacio incomodo ya que los tres estábamos sin decir mucho entre nosotros, las últimas palabras que había escuchado fueron las de su comentario apoyando mi tesis de que era una mujer y añadiendo la información de que seguramente Salamander solo sería un seudónimo o similar.

Volviendo al momento presente la sirvienta nos había comunicado que la cena ya estaba lista, por lo parecido éramos como unos invitados de honor, ¿sería por el motivo de que enfrentarse a la tal Salamander ya era un honor? ¿O podía ser que nos estuviera engañando? No supe fiarme del todo con la sirvienta pero seguí el juego de mis compañeros y sin decir nada importante me guardé sudado las Claymores en la espalda y seguí a Shirona y la jovencita mientras intentaba escuchar la conversación de la que hablaban.

-Espero que la comida este buena...

La pregunta de Shirona se quedo en silencio vació, la cual la sirvienta se quedo firme - Salamander es mujer, pero usa ese nombre debido a que quiere mantener un anonimato, saben, ella trata muy bien a sus invitados por que no le gusta estar sola, pero los que la desafían los trata como si fueran invitados de honor, en pocas palabras el que la desafié quiere que este al 100% de sus capacidades – Dijo la sirvienta mientras el grupo sigue con la caminata directa al comedor. Al llegar al comedor, la puerta de madera ase un rechillido algo irritante pero no lo suficiente para quejarse, después de eso, la sirvienta asienta la cabeza y apunta la mesa para que los invitados vean los que hay que comer.


Pavo, vinos y algo de pan al horno para comer agustamente, después de eso la peliazul toma asiento enfrente del pavo sin esperar a que sus compañeros tomen algo de confianza, sus ojos quedaron iluminados por la buena comida que pone sus manos como si fuese hacer una especie de oración, pero la baba que le sale de la boca por la comida le interrumpe tomando asiento adecuadamente, antes de que empiece a comer toma algo de vino con mucha confianza, si realmente sabe algo raro el liquido lo escupirá sin pensarlo 2 veces, al levantar la copa con la diestra, el vino de color rojizo no emite nada raro y lo empieza a dar sorbos mientras toma un pan y una pierna de pavo.

Al comer un poco de esto y pasarlo por su garganta, le peliazul toma de nuevo el vino para pasar bien la comida, esta quiere hacerle otra pregunta a Midna - Midna tengo una pregunta, ¿porque salamander le gusta ser desafiada? - Una pregunta algo interesante en medio de una comida muy sabrosa.

La pelirosa se queda mirando a los invitados después de ser recibida por la pregunta de la peliazul reacciona ante esto de una manera rara pero le cuenta lo siguiente, manteniéndose en la misma posición – La ama Salamander se gano la fama de ser la mejor espadachina de Lyneel o mejor dicho del North Blue, en pocas palabras busca a alguien que sea tan fuerte como ella porque busca cualquier desafio, pero quien pierde siempre los saco del castillo por su propia seguridad, pero después de perder contra ella quedan con algún trauma que mejor los llevo al hospital mas cercano - Dijo mientras espera a que le pidan otra cosa, tiempo sobra y comida también, la historia de Salamander puede ser contada con las palabras de la sirvienta.

Al terminar la caminata camino del comedor mis ojos se inundan de luz radiante al ver toda la comida que hay sobre la mesa, manjares, seguramente, y todos para nosotros. Mi abdomen grita desde su posicion que quiere probar eso y llenarse de comida, saborear esa comida de reyes.
Mientras me siento en la mesa a mi cabeza acuden pensamientos enfermizos: la comida puede estar envenenada. Un mohin florece en mi rostro con el desagrado de una rosa pisoteada, pero pronto se desvanece como el humo al ver a Shirona comer a gusto sin peligro, asi que me lanzo al ataque, probando un poco de la carne que tenia delante. Mastico, trago y saboreo, impregnandome del olor y del sabor de la comida, deliciosa.
- ¿Tan poderosa es Salamander? - pregunto a Midna con la curiosidad latiendo en mis ojos, con la certidumbre de presenciar a mi primer personaje poderoso en mi andar, escribiendo los dialogos en mi mente y tomando fotografias visuales del lugar para despues, cuando haya recorrido mas viaje, recordar esto con añoranza y gratitud, sintiendo este mi primer paso.

Las tildes no me van, lo siento u-u

Mientras andamos la sirvienta nos afirmo el sexo de la espadachina con el seudónimo de Salamander, además de contarnos de que esa mujer era bastante solitaria y cuando venían visitas las recibía a gusto, sobretodo si eran desafiantes. Con lo que contó me quedó algunas dudas en mi cabeza sobre la soledad de Salamander… ¿Si se sentía tan sola porque no intentaba hacer amistades? Ya que se mantenía en el anonimato podía con su identidad de verdad hacer amistades y demás.

Me quedé pensando hasta llegar al comedor, ese lugar muy buen decorado, con muchos cuadros y ventanas que hacían de ese lugar un sitio estupendo donde la comida servida podía parecer el triple de deliciosa. Y hablando de comida cabía destacar dos cosas: 1. El aspecto más bueno que tenía la comida de cada plato del largo comedor, con su pavo relleno, el vino y demás y 2. Estaba muerto de hambre. Intente disimular sentándome tranquilamente y esperando a que Shirona empezara a comer para yo hacerlo, pero al probar el pavo la boca se me izo de agua y me derritió al solo tacto del paladar ese trozo de carne.

Durante la comida también nos hablo un poco más sobre Salamander, ese título de tanto prestigio que tenía que le obligaba a buscar a alguien que se acercara a su nivel, aunque la mayoría terminasen con traumatismos y en el hospital. En ese momento me reí un poco y apoye mi mano en el hombre de Shirona con una sonrisa dulce en la cara.

-Confio en ti Shirona, haras que la sirvienta esta la tenga que llevar al hospital a ella.

Quien desafié a Salamander queda con algún tipo de traumatismo, algo raro pero curioso, tanto es su poder para dejar así sus oponentes sin heridas tan graves como para que en vez de un tipo de sangrado por la batalla solo quedan con algo tipo de shock mental, la joven Shirona solo se queda mirando un poco la mesa mas especificamente el vino, quedandose callada por algunos minutos, pero Mitsuke toca su hombro para decirle una cuantas palabras para animar un poco - Bien es cierto, aunque no busco matarla, mas bien ganarle – Dijo esto mientras sonríe un poco, momentos después se dispone a seguir comiendo para luego escuchar la pregunta del músico, quien le pregunta a la sirvienta sobre que tan poderoso es Salamander.


- Bien el poder de Salamander es algo intimidante y no le gusta que le subestimen, siempre le pide a sus desafiantes que saquen lo mejor o todo su poder para poder vencerla, pero no es suficiente siempre acaban igual - Dijo mientras se mantiene igual en la misma posición.

Verdad, o mentira quien sabe solo eso se descubrirá mañana, aun queda algo de cena y la joven Shirona sigue comiendo para tener energías para mañana pero después de comer solo se queda un tiempo sentada para que se le pase la comida.

Mi comentario pareció animar a Shirona respecto al duelo, seguramente sería un duro enfrentamiento aunque tal como comentaría segundos después la sirvienta, todos los que lo han intentado aún peleando con toda su fuerza no lo han conseguido… ¿Tendría algún truco especial Salamander? ¿Alguna técnica mortífera? Eso quería averiguar yo en ese momento.

-¿Y la tal Salamander con que estilo de combate pelea? ¿Lucha con espada y escudo? ¿Lanza? ¿Hachas?...

Mientras iba diciendo un cumulo de armas con las que podía combatir esa misteriosa espadachina, me cogí la copa semivacía de mi plato y la rellene con un poco mas de vino, al terminar de hablar me tomé un trago del vino mientras lo olfateaba nuevamente, parecía ser de una buena cogida aunque no era un experto en vinos.

-Estaba muy bueno, te agradezco la comida

Finalmente termine de comer y con este gesto quise agradecer la hospitalidad que nos estaba dando la mujer, después me quedé silencioso esperando a que mis compañeros terminaran de comer también.

La pregunta de Mistuke dejo en silencio el lugar, el silencio no incomodo a ninguno de los presentes, así que la sirvienta solo da una breve reverencia mientras asienta un poco la cabeza, luego de ponerse firme tras accion, esta da una sonrisa de confianza a sus invitados – La ama Salamander utiliza una espada al estilo Nodachi, una katana algo exagerada pero la utiliza con un gran dominio, en cuanto a su estilo, mil disculpas, pero solo puedo decir que el lugar donde es desafiada, he tenido que arreglarlo varias veces, debido a que su espada genera chispas en el suelo – Dijo mientras da una reverencia para disculparse.

Esto no intimido para nada a Shirona ahora sabe que utiliza una katana de lo doble o tripe tamaño al actual de la katana de doble filo, aunque ella solo tenga esa arma no se puede confiar del poder de Salamander, esto se hizo pensar un poco las cosas, aunque tenga la confianza y apoyo de Mitsuke, aun le falta un poco mas de ella por así decirlo para desafiar totalmente a Salamander, aunque ahora solo se la pasa bebiendo sorbos de la copa de vino, esta espera a que sus compañeros también se le pase el momento, mientras esto ocurre la joven peliazul mira los ojos de la sirvienta para hacerle otra pregunta para matar el tiempo.

- Salamander… ¿Cómo le hizo para adueñarse del castillo? - Pregunto mientras pone su mano, la diestra, para pensar un poco acerca de ello, una pregunta muy curiosa porque también se revela un poco de su pasado.

Por lo que parecía utilizaba una larga katana como arma para combatir, seguramente debido a lo largo que era la katana le permitía a parte de asestar golpes rápidos una fuerza sin igual, pero a la vez yo confiaba en Shirona, no la había visto pelear, lo sé pero yo confiaba en ella, seguro que sería capaz si ya había tenido la intención de retar a Salamander, una locura para muchos pero creo que para ella no, tenía también una bella arma con la que combatir y si estaba en problemas la ayudaría.

De pronto me sorprendí con la pregunta lanzada por ella misma hacia la mayordoma, ¿podía ser ella la misma Salamander? ¿Entonces qué necesidad tenia de cosplayarse de sirvienta? Pensé sorprendido mientras me quedaba mirando fijamente a la que ahora ya no sabía ni quién era, podía haber pasado que se vistiera así para mantener amistades durante la espera pero también podía habernos dicho la verdad de principio y hacer lo mismo, aunque puede que entonces los desafiantes tuvieran demasiadas ganas de pelear que se olvidarían de hablar con ella, creo que lo entendí pero quise asegurarme.

-¿En serio eres Salamander?

La pregunta de Shirona dejo bien callada a la joven sirvienta, pero ella no tiene mas opción que responder así que ella abrió la boca para decir algunas palabras en tono suave – El castillo quedo abandonado después de lo ocurrido hace 800 años, después de lo que hicieron los ancestros de los ternyubitos, el castillo quedo totalmente solo, desapareciendo el rey y sus sucesores, como pueden ver este castillo fue reformado con un arduo trabajo hace 24 años atrás, creo que el mismo tiempo que la ejecución del rey de los piratas Gold Roger, en cambio Salamander se adueño del castillo hace 10 años, como nadie vive aquí solo por alguna maldición fantasmagorica nadie es tan tonto o loco para meterse solo al castillo, era fácil meterse y buscar por todo el castillo las cosas antiguas pero valiosas - Se mantuvo tranquila mientras da unos breves parpadeos para mirar a Mituske y responderle su pregunta.

- No soy Salamander, tenemos el mismo color de pelo rosa, una coincidencia creo yo, pero ella es mas… bonita, creo… - Dijo mientras dudaba ya que no era muy buena para dar descripciones acerca de la gente que vive con ella, pero de nuevo vuelve a parpadear para responderle al músico – Termine sirviéndole a Salamander, hace 10 años, ella se convirtió en Salamander al ser la mejor espadachina el North Blue en un torneo y la gente la aclamo como una princesa tras ganar, sin recibir ninguna herida, en pocas palabras tras recibir su premio se quedo con el castillo y su nuevo hogar, en cambio yo fui contratada, es todo -




Al terminar la oleada de preguntas la joven peliazul se levanta de la mesa, con algo de miedo tras escuchar lo que ha hecho Salamander, aunque parece poco pero es algo que no ha sido herida en combate desde que fue proclamada con ese nombre, pero quiere decir que su anonimato a terminado, por eso la gente de aquel bar quedo sorprendida al escuchar su nombre, “La mejor espadachina del North Blue” y el grupo esta en la boca del lobo, aunque la cordialidad puede acabar en cualquier segundo y todo se va al mismo infierno, pero no queda de otra mas que seguir unas simples reglas, Paciencia, Comer y dormir, ya que hay que estar listos para lo que viene después, después meditar un poco las cosas, aun manteniéndose tranquila, la joven Shirona solo se queda mirando un poco a la sirviente – Bien se me paso la comida, es hora de ir a dormir, si salamander quiere que este al 100% de mis capacidades aceptare sus reglas, Midna puedes llevarme a mi habitación – Dijo entusiasmada mientras cruza sus brazos como si se diera un abrazo de auto confianza, ahora queda esperar a que sus acompañantes digan algo o si ya tienen sueño, solo el tiempo lo dirá.

Tranquilamente esperé a que la ¿sirvienta? Primero respondiera a Shirona, en verdad toda esta historia se había empezado a entrelazar como hilos aleatorios y al final dejándome bastante liado. Intente captar todo bien y deje que contara primero la historia de cómo se habían llegado a hospedar allí, por lo pareció desde que este castillo se convirtió en un lugar abandonado la tal Salamander se puso a vivir aquí. Si hacía 10 años desde eso seguramente ella tendría actualmente una edad similar a la mía, no creo que fuera a vivir aquí sola siendo aún una niña.

Después hablo sobre mi pregunta que hasta hacia unos segundos veía lógica pero que ahora ya no sabía ni que pensar, la sirvienta decía que no era Salamander pero que se parecían, intente pensar en soluciones lógicas a todo esto como que fueran hermanas o similar, pero al decirme que fue contratada hace diez años, con la victoria de Salamander del título, me destrozo todas mis pesquisas. Finalmente me deshice de todo lo pensado anteriormente e intente no pensar mucho en eso, solo eran mayordoma y ama.

Sinceramente estaba agotada de tanto pensar en posibilidades y necesitaba una cama, ya no pensaba en la posibilidad de un ataque sorpresa o de un veneno en la comida solo pensaba en poder relajarme hasta mañana para poder disfrutar del combate. Hasta me había planteado de que si Shirona no podía con ella podía intentarlo yo, así vería cuales son mis habilidades actuales y lo que mejorar.

-Yo también creo que iré a descansar, ¿podrías indicarme mi habitación?

Dije con sueño mientras daba un largo bostezo, esa comida tan rica necesitaba además ser digerida bien, sería como un insulto ahora empezar a hacer exceso de movimiento, eso si mañana ya estaría perfectamente para cualquier cosa.

Después de las intrigas y de la historia algo confusa, la joven Midna ase una reverencia para abrir la puerta del comer, la joven peliazul aun parada se dispone a caminar sosteniendo sus cosas con ambas manos, por si algo raro pasar de un momento a otro, ya después la sirvienta sigue con la caminata en los recorridos para llevarlos al pasillo donde hay muchas puertas que se supone que detrás de ellas están los dormitorios mientras caminan la joven Midna le responde al peliblanco sobre si fuese derrotada Salamander - No lo se, pero seguro que seguira viviendo en este lugar y en cambio a mi, le seguiré sirviendo, paga muy bien - Dijo mientras voltea a mirar el grupo y señala las habitaciones - A mi izquierda se encuentra una habitación para la peliazul, a mi derecha se encuentra las 2 habitaciones para ustedes caballeros, como ven cada uno tiene una habitación, con comodidades, tiene una cama y varias cosas, el baño se encuentra al final del pasillo atrás de mi, creo que es todo iré a recoger los platos del comedor – Dijo mientras se retira abriéndose paso entre el grupo.

Momentos después la joven Shirona mira a Mitsuke y al peliblanco – Bueno me tengo que ir a dormir, chicos me imagino que nos tocara la puerta mañana cuando nos quiera atender Salamander, Buenas noches - Dijo en tono suave mientras da un leve bostezo, ya el sueño le esta ganando por un día tan agitado, ya después de girar la perilla para abrir la puerta de la habitación correspondiente.



Lo primero que mira es una cama elegante con una sabana roja, practicamente e 2 pisos ya que el segundo es pura decoración, aunque las sabanas son rojas tienen los bordes de color dorado como si fuese una melena, al ver esto la joven Shirona tira sus cosas al suelo, para poder tirar el sombrero y quitarse el chaleco que tiene puesto, al quitárselo solo tiene una pijama como si la cargara todo el día, pero es parte de su traje ya que tiene el color azul, parece como si cuidara mucho su piel ya que la tela que tiene no alcanza a cubrirle bien, como ella espera así que para cuidarse bien solo se pone ese vestido azul, debajo de su ropa normal que siempre acostumbra llevar, después de eso, solo quita la sabana roja para dejar la cama descubierta con otra frazada del mismo color, - A dormir - con un poco de frió ella se acuesta tapándose un poco, dejado de su cintura y se duerme pensando en el gran día de mañana.