En busca de Salamander.

Ya era demasiado el hecho de hablar con una personas de ese calibre, si se le puede decir, ya que la joven Shirona solo cruza sus brazos para auto abrazarse, debido a los escalofríos que siente en este momento, al acercarse de nuevo en ese lugar, Mitsuke le daba palmadas para que se calmara, para alivio de la peliazul - Si le saque información a ese tipo, se donde se encuentra salamander, pero ahora puedes ir a comprar lo que necesitas, me quedare a hablar con alguien de aquí – Dijo mientras toma asiento de nuevo y sigue con los brazos cruzados ya que no se le quita el shock, aun se mantiene con nervios por el hecho de que el tipo enmascarado sigue mirando a la chica, pero ella lo ignora, - Buff - Respiro profundamente mientras cruza las piernas para sentirse un poco mas tranquila después de hablar con aquel, después de esperar un poco mas solo le dice algunas indicaciones a Salamander.

-Mira resulta que salamander se encuentra en el castillo de Lyneel, no se como es, pero me imagino que es la única persona que se encuentra en ese lugar, pero… necesito mas, no quiero ir así como así, es peligroso… - Dijo mientras observa a un lado, el lado izquierdo si se puede decir.

La chica parecía nerviosa, no sé que le había contado esa travesti, pero ya con la poca autoestima que tenía ella, seguramente le dijo información interesante pero a la vez espeluznante podía ser. No tardo mucho en contármelo, ya sabía dónde estaba localizado el tal Salamander y por lo que me contó estaba situado en el antiguo castillo de Lyneel, supongo que ese sería nuestra próxima dirección. También me comento la idea de que fuera a comprar provisiones y armas, cosa que seguramente habría notado al yo ir sin ningún tipo de equipamiento de combate, y parecía que ella también tenía que comprarse algo en especial.

-Tu tranquila, no dejes que la situación te sobresalga, ¿vale? Tú respira hondo y piensa, si haces así no tendrás que estar nerviosa por nada… ¡Ahora vengo!

Sabía que la chica necesitaba ánimos y con mi comentario es lo que intentaba conseguir, yo siempre había sido una persona decidida, valiente, a veces alocado, sobretodo en mi juventud, y lo único bueno de todo eso es que pensaba con tranquilidad pudiendo analizar la situación, aunque después actuara de la forma que mas me pareció más divertida. Pero todo eso era el pasado, y ahora tenía que centrarme en comprar las armas, así que con una sonrisa hacia Shirona salí hacia la armería.

Tuve que andar durante unos diez minutos, pensando en ese castillo de arriba de la ciudad, un lugar místico y antiguo, en el que se escondía un hombre muy fuerte, parecía sacado de un comic o similar. Al llegar a la armería me quedé fascinado por el tipo de armas que había allí expuestas, al principio no sabía de qué tipo escoger y demás pero pensando en el pasado supe que había unas armas perfectas para mí.

Entre dentro decidido mientras observaba curioso tanto a los clientes como el vendedor, este último parecía un anciano, seguramente de unos 60 años y con una larga barba blanca, este me recibió con una sonrisa y la verdad es que me cayo bastante bien el viejuno.

-¡Hola buen hombre! Por casualidad no tendréis dos claymores, ¿verdad?

El viejo riendo afirmo con la cabeza, mientras esperaba que encontrase las claymore me fue contando lo buenas que eran y de la buena elección que yo había hecho, entonces me reí yo, sabía que había hecho una buena elección porque en el pasado ya había combatido con ese tipo de armas, durante mi época de cazarecompensas, que recuerdos, en esos momentos me manejaba bien con esas armas aunque ahora con el tiempo supongo que estoy bastante oxidado, todo es cuestión de entrenamiento.

-¡Ah! Si también ponme un revolver con un paquete de munición, nunca se sabe cuando uno la puede necesitar jaja… Además me traerá los recuerdos de mi mujer, ella antes utilizaba una igual.

El hombre se sorprendió que le dijera eso pero continuo con su risa momentos después, no tardo mucho mas de 5 minutos en reunir todo lo que le había pedido, tampoco me había salido tan caro como pensaba así que se podía decir que había sido una buena compra, entonces después de la compra le di la mano al buen hombre y con las armas equipadas, me dirigí otra vez hacia la taberna donde me esperaba Shirona.

La joven Shirona solo se quedo observando la ventana que tiene a su derecha, esto lo hizo para ver el atardecer que tiene enfrente, se esta haciendo tarde y solo mata el tiempo para que llegue el atardecer, debido a que la hermana le dijo que espera, pero tiene muchas cosas que hacer, por ejemplo seguir tomando un poco mas de agua o jugar con el maestro de juegos, pero también la platica con el enmascarado que tarde o temprano tiene que llegar, así que solo respiro hondo para relajarse mientras piensa unas cosas – ( Si ese Salamander es muy fuerte entonces estaré en problemas ya que si no consigo una arma mas fuerte no podre ganarle, lo malo es que si no soy paciente no se me recompensara nada) - Pensó mientras se recarga en la mesa con los brazos cruzados y coloca su cabeza en ellas para acostarse y relajarse mas.

- bufff - Dijo mientras se relaja aunque luego de sentir un leve dolor en la espalda se pone firme para esperar a Mitsuke.

No tardé mucho en llegar a la taberna, el tiempo se me había pasado volando con las compras y demás, bueno también aproveche de camino por mirar en el periódico haber si decían alguna noticia interesante, ciertamente no hubo nada de lo que memorizar y con aire aburrido icé mis últimas pasas hasta llegar al bar. Al entrar volví a pensar en Shirona, ¿Qué habrá hecho durante este tiempo? Se suponía que tenía que hacer alguna cosa en especial aunque no recuerdo bien que era.

La localicé en el mismo lugar de antes, parecía aburrida pero continuaba con su continuo nerviosismo, parecía que solo hacía que esperar y entonces me sentí mal al irme a hacer comprar dejándola aquí aburrida. Me acerqué a la barra para pedirme algo para mí y para ella y con una sonrisa tranquila me senté a su lado.

-Lo siento por la demora, tenía que comprar algunas cosas necesarias, ¿Tú no has hecho nada durante este tiempo?

Pregunté mientras le enseñaba las claymores que me acababa de comprar, a la vez yo también me las quedaba mirando, no me había fijado lo bonitas y de buena calidad que eran, con unas decoraciones muy visibles y unas palabras en un idioma remoto- Debí preguntarle al viejo que significaban estas letras- suspiré por mí mismo.

El tiempo paso y la joven Shirona se quedo en un estado de pensativa debido a las noticias recientes de Salamander, ahora que ella ya tiene la ubicación de el, es hora de ponerse en acción, pero todavía tiene cosas pendientes que hacer, una vez que llega Mitsuke el le pregunta sobre que a hecho ella en todo el tiempo que lleva en ese lugar, la peliazul parpadea un poco para mirar a Mitsuke y responderle a esa pregunta – Nada solo matando el tiempo - Dijo mientras sonríe, después de eso Mitsuke le enseño unas espadas claymore, que tienen unas extrañas escrituras dentro de ellas, como Shirona no sabe nada acerca de las runas inscritas solo se imagina que Muramasa tiene respuesta del significado de ellas.

-¿ Fuiste a la tienda de Muramasa? - Le pregunto mientras mira la espada claymore, esta pregunta tiene un chiste, la calidad de las armas debe de ser buena para tener escrituras y palabras en otros idiomas que actualmente no se entienden.

Me quedé pensativo mientras le daba una bebida recién salida de la barra, ¿La tienda de Muramasa? ¿Quién cojones era ese Muramasa? ¿Un comerciante tal vez?... En esos momentos la ignorancia y la idiotez se apoderaron de mi cuerpo haciendo que no pensara en lo más lógico en esos momentos, me quedé durante unos segundos desconcertado, ignorante se podría decir. Tenía que relajarme y pensar bien en su pregunta, ¿donde le había dicho yo que había ido a comprar? En una tienda de armas, ¿Cómo se podía llamar el propietario de tal tienda? Muramasa!

-Por casualidad no te referirás a un anciano medio calvo propietario de la armería, ¿verdad?

Pregunté inocentemente mostrándome un poco aturdido, supongo que la cerveza se me había empezado a subir a la cabeza, provocando que me costara un poco mas captar las cosas. Por ese motivo decidí dejar de beber de la cerveza que tenía en mano y concentrarme en las palabras de Shirona, si ella tuviese la intención de ir a esa tienda ya podíamos haber ido juntos los dos anteriormente.

Aunque tal vez uno de los recuerdos de Shirona se revele sobre ese tal Muramasa, aunque no lo conoce del todo, si no hubiera sido por el y otros 2 ancianos, Shirona no seria espadachina en la actualidad, aunque muestra una ligera sonrisa mediante los recuerdos que ella siente, al parecer tiene una historia mas que contar aunque no sea una personal, mas bien una experiencia de ase tiempo.

- Me imagino que si, la hermana mas fea me menciono algo acerca de Muramasa, en ese momento estaba muy nerviosa pero después de que te fuiste me acorde algo sobre el, el tal Muramasa le puedo considerar un padre y si, para mi que es el dueño de la armería local – Dijo mientras cruza sus brazos para iniciar otra conversación.

- ¿Quieres que te cuente la historia? - Pregunto mientras mira a los ojos de Mitsuke, no quiere aburrirlo con tanta historia pero según el librito contar alguna experiencia para mejorar como persona es bueno para iniciar conversaciones y una amistad única.

- ¿Una historia?

Dije curioso mientras centraba mi vista en ella, ¿Qué tipo de historia podía ser? Su pasado tal vez, o puede que alguna leyenda típica de Lyneel. Antes de responderla me quedé unos segundos pensando, no perdía nada por escuchar esa historia, de momento no me había encontrado con ningún pirata ni parecido, y además esa historia podía interesarme desde el punto de vista de así saber más sobre la joven Shirona.

-Me parece bien pero espérate un segundo ahora vengo

Le comenté mientras me levantaba de la silla, ese exceso de alcohol no solamente había provocado en mí cierto grado de borrachera sino que también me dio ganas de sacar aguas menores, con una sonrisa apretada me dirigí hacia el baño con un poco de prisa. Este estaba bastante sucio, sobretodo las paredes que estaba llenas de garabatos y substancias varias, en esos momentos no sabía si estaba en un baño o a uno portátil, de esos que te encuentras en la calle.

Busqué entre la multitud de urinarios vacios el que más limpio estuviese, por suerte había uno en condiciones, mirando a los lados me dispuse a descargar el agua, esta con un color amaríllenlo oscuro empezó a salir rápidamente dándome un buen gusto por la descarga que estaba haciendo. En esos momentos pasó uno de los momentos más extraños que pasé en mi vida de pirata.

Mientras estaba felizmente vaciándome por dentro, entró de repente una chica en el baño, eso me alarmo ¿Me habría confundido de baños? ¿Se habría confundido ella? Sin poder reaccionar la chica, cuya cara no se podía ver demasiado se acercó hacia mí, ¿Qué me iba a hacer? En ese momento cerré los ojos para relajarme y cuando los abrí… ¡Dios! ¡Porque tuve que abrirlos! Allí a mi lado se había quedado la señorita meando a mi lado, en el urinal para hombres.

Mi boca no se pudo abrir mas en ese momento y pasé uno de los momentos más frustrantes y incómodos de mi vida, no sabía que decir aunque ya no hacía falta decir nada. La señorita que estaba a mi lado era el camarero travesti meando tranquilamente, lo peor es que al verme observándole me guiño el ojo. Ya no pude hacer nada más, me quedé roto con cara de poker. Sin decir nada me limpie y salí de los baños a paso rápido hacia Shirona.

-Por favor cuenta

La historia que la joven Shirona tiene que contar es acerca de como inicio una vieja leyenda acerca de muramasa y “La Epada del Dagon”, pero al momento que ya iba a contarla Mituske se paro para ir al baño, lo cual dejo tiempo para pedir algo de comer y mas agua de limón, después de alzar su mano, la camarera se acerca para anotar las ordenes - Quiero una jarra deagua de limon y camarones empanizados por favor – Dijo mientras mira a la camarera quien anota los pedidos, cuando se aleja la camarera con los pedidos de Shirona por fin sale Mitsuke pero con algo diferente, ha de tener algo raro o algo le paso, pero no importa, al sentarse en la mesa por fin ya era el turno de contar la historia.


- Mira cuando era una niña me contaron una leyenda de lyneel, antes el castillo fue atacado por un dragón, después de que lo mataron, los médicos le sacaron los huesos, carne y órganos para sus estudio según de la medicina forense, pero era una fachada, realmente ese dragon fue tallado en armas legendarias y una de esas fue forjado por Muramasa, ese viejo tiene la fama de hacer armas de una calidad suprema pero necesita materiales, así que la “Espada del Dragon” fue una de sus creaciones –

Dicha estas palabras se quedo esperando su pedido ya que hablar con el estomago vació no es muy bueno, necesita comer algo después de un día tan aburrido.

Escuché entusiasmado la historia de Shirona, esa leyenda de la que me hablaba me sonaba de algo pero seguramente era algo normal, en la mayoría de ciudades y países tienen leyendas bastante parecidas entre ellas, por ejemplo a mi me sonaba de que en el castillo le atacaban el dragón y tal entonces se quiere comer a la hija del rey en su guarida pero aparece el caballero justiciero que lo mata y la sangre del dragón se convierten en rosas. Una historia bonita pero a la vez sangrienta en cambio la gran diferencia de mi leyenda con la de Shirona no era el tema de la espada sino la de que ese abuelo fuera su creador.

No me pude creer a primera vez que ese viejo armero fuera parte de una fabula tan antigua, seguramente la fabula fuera de hace cientos de años, seguramente lo que pasaba es que eran rumores extendidos por el propio comerciante para hacer publicidad de su tienda, pero a la vez sentí en parte de mi mismo que esta leyenda era verdadera al ver lo curradas que eran mis claymores.

-¿Entonces crees que aún tiene esa espada? ¿O quieres que te haga una personalizada?

Pregunté curioso mientras observaba mis claymores con asombro por si habían sido en verdad hechas por una persona de tal renombre aunque tampoco sin hacerme falsas ilusiones.

Cuando el pedido de la joven Shirona llego, sus ojos se iluminaron los la docena de camarones empanizados que le sirvieron, una comida digna para ella aparte de tener una deliciosa y sabrosa agua de limón, una vez que toma un camarón con la diestra se la come rápidamente para seguir con la historia aunque Mitsuke parece preguntarle algo apresurado ya que la quiere contar con partes debido a que necesita comer después de estar esperando la hora indicada para actuar.

- No, no creo, la “Espada del Dragon” se perdió, pero no para siempre,esta perdida en algun lugar, además de que esa espada se hizo con los dientes del dragón, con todos, no puede hacer una igual porque solo existe una en el mundo-

Dicha estas palabras la joven Shirona debe de aclarar la confusión de la historia ya que el viejo muramasa y el actual no son los mismos pero se sabe que el muramasa de la tienda tiene mas 100 años, el cual pasa por la mente de Shirona cree que el fue el fundador de la escuela de los espadachines, al saber poco sobre la historia de muramasa, todavía hay otra historia mas a fondo, La “Espada del dragón”, el ninja y muramasa, todo en uno, una arma legendaria, un maestro herrero y el ninja.


- La leyenda que te conté trata acerca de las armas forjadas a través de un dragón, pero debido a su extinción, si se puede decir así, esas armas son únicas, se puede decir que la arma que se forjo la hizo Muramasa un ancestro del actual Muramasa, de hecho la caida del Muramasa que forjo esas armas paso en el mismo momento que los veinte reyes que destruyeron el Reino Antiguo, ochocientos años atrás lo que es ilógicoque el Muramasa actual sea el que forja armas muy poderosas mas bien es descendiente de esa familia -Dijo mientras recompone un poco de aliento.


- Pero… 300 años después esa arma fue utilizada por un ninja … ese ninja fue entrenado en esta isla y fue el primer propietario de la “Espada del Dragón” … -

Interrumpió estas palabras para comer otro camarón, también funciona como un tiempo por si Mitsuke tiene que ordenar algo para comer.

La chica no tardó en aclararme esta leyenda que me había contado, mientras lo hacía observé que había pedido algo de comer, de pronto me entro el hambre a mi también, debían ser las 2 o por allí. Un poco distraído escuche sobre el viejo Muramasa, ¿Un descendiente? Eso era más lógico que pensar en un anciano milenario. Se me escapó una pequeña risa por haber pensado en esa barbarie pero volví a ponerme serio para que Shirona no pensara mal de mí, según escuche supe que había bastantes posibilidades de que la espada de dragón estuviera en alguna parte de isla o que hasta formara parte del armamento de ese tal Salamander.

- ¿Entonces quieres preguntarle al actual Muramasa sobre la localización de esta espada? Tengo la extraña sensación de que la puede tener ese espadachín tan famoso en la área… Por cierto a mí también me ha entrado hambre jeje.

Dije intentando ser serioso aunque de mientras mi barriga empezaba a gruñir, me quedé unos segundos con un silencio incomodo pero de golpe vi pasar a la camarera por el lado y tranquilamente le pedí algo de pescado para comer.

-Espero que hagan buena comida aquí… ¿Qué tal están tus camarones?

Al terminar de comer otro camarón la joven peliazul se vio rodeada de otra pregunta aunque algo lógica pero la localización exacta no se sabe en la actualidad, ni mucho menos los descendientes del actual muramasa, después de beber un poco de agua de limón, la peliazul pasa la diestra por su boca para limpiarse las sobras después de respirar y parpadear para recomponer la platica.

- Quisiera preguntarle acerca de la espada pero la he buscado desde que era una niña, de niña he entrenado como espadachina, de hecho mi sueño es encontrar esa espada y ser la mejor espadachina del mundo, pero… la espada del dragón no creo que sea del arsenal de salamander - Dijo mientras revela una sonrisa ya que la espada es algo que tiene en mente pero obsesionarse con algo es muy malo y puede afectar a la persona en si, después de un breve momento al parecer Mitsuke tiene hambre algo que nota la peliazul pero cada quien se pide su comida ya que no le gusta compartir sus propios alimentos - Estan ricos son lo mejor de aquí - Dijo mientras come otro camarón y sigue para contar la historia.

- El primer propietario de la espada del dragón fue un tal Hayabusha, después de 300 años de ser forjada por fin se le dio un uso para el camino de la espada, pero esa utilidad se le dio después de tanto tiempo, después de que hubo una guerra por la arma mas poderosa de las 3 espadas, La Espada del Dragón Negro la que se hizo con los huesos del dragón, es por eso que Hayabusha fue uno de los elegidos en portar el arma pero mientras estaba de viaje de entrenamiento fuera de la isla, su familia quien guardaba la espada fue asesinada por la obtención del dragón negro, de ahí en adelante la Espada del Dragón fue utilizada para la justicia y el corazón vengativo de Hayabusha … - Dijo mientras come otro camarón, la historia que cuenta la peliazul es acerca de las armas que fueron forjadas pero la utilidad que cuenta cada una fue para propios propósitos de sus propietarios, algo raro, pero es una historia donde las armas fueron utilizadas para diferentes caminos y diferentes metas, aunque guardadas y ocultas, esas armas solo la pueden portar gente que es digna de ellas.

La escuché entretenidamente aunque tengo que reconocer que me costó entenderla, me había dado mucha información de golpe y además de una supuesta leyenda que poco a poco empecé a creérmela más. En esos momentos, cuando ya lo había entendido todo quise pensar bien en lo de la espada, si su objetivo era conseguir esa legendaria espada, seguro que le sería una ardua faena aunque la de convertirse en la mejor espadachina del mundo no se quedaba lejos.

-Muy bien entonces cuando terminemos de comer se lo vamos a preguntar, ¿vale?

Dije asintiendo con una sonrisa, no me esperaba que esa historia me hubiera interesado tanto, cuando haya vuelto a casa se la contaré a mi hija, seguro que le gustara esa leyenda. Mientras estaba en mi pensamientos vi que la camarera me había traído ya un plato de salmón bien grande, en ese momento se me izo la boca agua, pero para no parecer hambriento escondí esa sensación y con moderación empecé a degustar ese pescado.

-¡Está muy bueno!

Exclame felizmente al probarlo, se notaba que debía ser una captura del mismo dia, aún conservaba ese buen gusto y esa frescura de los primeros momentos, además de la sal que hacía a ese pescadito de un color brillante e bonito. Mientras comía felizmente pensé en sacarle algún tema de conversación a Shirona, y el tema que más me encuriosaba era el de porque quería ser la mejor espadachina.

-Por cierto, ¿porque motivo has decidido llegar a ser la mejor espadachina del mundo?

La platica y la leyenda se ponen mas interesantes, es por eso que la vida de Shirona trata de revivir la vieja leyenda, pero lo interesante es que quiere la espada para usarla para ella y lograr convertir sus sueños en realidad - Si, mas vale preguntarle – Respondió mientras toma agua, aunque parece que todavía hay mas de la historia, solo tiene un poco ya que la mayoría de la historia esta oculta en los viejos libros donde esta la academia de espadachines no muy lejos de aquí, ya después de comer un poco de camarones, solo quedan la mitad de estos, 6 en total, ya el estomago de la peliazul se esta llenando por la comida, aunque todavía le falta quiere acabarselo para no desperdiciar nada.

Momentos después Mitsuke le hace una pregunta a Shirona acerca del objetivo de convertirse en la mejor espadachina, esto hizo que recordara algo de su pasado y como ella era hija única con padres asesinados, aunque como era muy pequeña desconoce a sus padres y fue adoptada por los viejos de la academia, quien la criaron y entrenaron como una espadachina, al pensar un poco de ellos solo revela una linda sonrisa y abre su delicada boca para decir palabras en tono suave - De hecho gracias a esa vieja leyenda, la “Espada del Dragon”, la historia de Hayabusha, me inspire para ser la mejor espadachina, ademas de que fue el destino que me introdujo al camino de la espada – Dijo mientras cierra los ojos y revela una linda sonrisa, ahora solo queda terminar de comer, después de ir para ver a Muramasa y prepararse para ir a ver a Salamander.

-Así que esa espada izo que tuvieras este camino… es una buena meta a la que seguir.

Dije mientras me iba comiendo el salmón, eso mismo me izo pensar a mí mismo, ¿Cuál era mi meta final? Era una difícil pregunta con una difícil respuesta, ¿lógico, no?, yo desde siempre había querido salir a la mar y explorar lo secreto, descubrir nuevas cosas, conocer nuevas amistades, pero ese no era motivo suficiente para convertirme en pirata. Lo que más me izo declinarme a esta profesión fue mi pasado, mi pobreza, esa que solo hacia sufrir a mi mujer y a mi hija, la única que me puede hacerme convertir en algo tan peligroso pero a la vez intrépido como lo es un pirata.

No tardé mucho en terminar de comer, se podría decir que el pescado estaba tan bueno que me lo comí lo más rápidamente porque el solo perder ese gusto que tenia me hacia enfermar, pero a la vez al terminármelo sentí un vacio estomacal, como si mi estomago quisiera conservar esa preciada comida. Ahora ya estaba preparado para la acción, me tomé un vaso de agua con tranquilidad y esperé a que también terminara Shirona de comer.

-Cuando quieras

Luego de terminar de comer y contar lo que sabe de la historia, la joven Shirona solo alzo su mano para que la camarera rápidamente le atendiera y esta retirara las cosas con la paga correspondiente, al terminar de comer y pagar, esta se paro de la mesa para ver que tambien Mitsuke había terminado de comer, aunque feliz y aliviada todavía necesita unas cosas para ir en busca de ese tal salamander.

- Bien esperame en la salida del bar - Dijo mientras toma dirección para hablar con el enmascarado que lleva horas esperandola, por si las dudas era algún tipo que trata de aprovecharse de ella, ella tenia una estrategia de hacerlo esperar hasta que se hartara y revelar las verdaderas intenciones del tipo ese que la espera.

Al llegar a la mesa la joven peliazul toma asiento recorriendo un poco su falta encima del asiento con la diestra mientras pone su pierna izquierda en la silla ya luego se sienta completamente con los brazos cruzados – Dime… ¿Que quieres? - Pregunto mientras parpadea para ver los ojos debajo de la capucha del tipo - Solo soy un viajero, me puedes llamar Augustus, solo estaba esperando el momento adecuado para decirte que te tienes muchas cosas pendientes por hacer antes de ir a buscar tus sueños niña - Dijo mientras tosía un poco tapándose con la diestra para no faltarle el respeto a Shirona, ella se mantiene tranquila pero un poco decepcionada por el hecho de las palabras tan tontas del tipo que lleva esperandola horas - Bien como quieras, se muy bien que no voy a dejar la isla hasta que termine de comprobar algunas cosas y le gane a Salamander - Dijo mientras da un golpe en la mesa con la zurda y paso a retirarse del bar, ya en la salida del bar esperaba a que Mitsuke saliera, por si sale o ya salio, solo menciono estas ultimas palabras – Por aquí vamos a la tienda – Dijo en tono suave mientras abre su sombrilla y se dispone a caminar aun faltan 3 horas para las 8:00 de la noche, la hora en donde cae la noche.

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