Re: Esperando una llegada algo peculiar

Lun Sep 12, 2011 11:11 am

Ante la absurda reflexión en voz alta que a modo de monólogo consigo mismo tenía aquel muchacho de cabello blanco; el Capitán pirata sólo colocó ambas manos sobre su cintura, dejando así los brazos en jarra y escuchando toda aquella cháchara- Eres un tipo muy raro ¿Lo sabías?- Le espetó el de rasgos achinados interrumpiendo aquel balbuceo constante.

Cuando Grana por fin pareció decidirse le sugirió su afiliación a la banda de manera temporal, sin ataduras y pudiendo marcharse de la la tripulación cuando quisiera- Lo siento pero en mi barco no entran hombres que no estén decididos de verdad a viajar conmigo.- Musitó con una mirada algo más seria y fría que de costumbre. El pirata aunque para variar mantenía sus ojos cerrados, escondiendo bajo sus párpados aquellos orbes carmesíes dignos del mismísimo diablo, se mostraba ahora con bastante inexpresividad en su rostro, la tradicional sonrisa que adornaba sus pálidas mejillas había desaparecido- Si quieres probarme como pirata puedo demostrártelo.- Enunció alzando su mano diestra enguantada en aquella coraza de metal negro- Pero no admitiré a hombres indecisos en mi banda.

Lun Sep 12, 2011 1:33 pm

Tras escuchar lo que Grana le dijo, el capitán pirata le dijo una frase muy curiosa

-Eres un tipo muy raro ¿Lo sabías? - ¿Raro? Eso sí era curioso, Grana no encontraba nada raro en él, además le parecía que Desmond era exactamente el mismo tipo de persona que era él, descuidado y torpe por fuera, pero más inteligente de lo que aparentaba por dentro. Él, más que nadie, se debería haber dado cuenta de ello.

Grana apartó la mano que estaba tendiendo hacia el moreno, dándose cuenta de que su apretón no iba a llegar por ahora.

- Lo siento pero en mi barco no entran hombres que no estén decididos de verdad a viajar conmigo. - Le dijo Desmond, cambiando su actitud completamente y sugiriéndole poco después probarse como pirata. Grana suspiró, sin entender del todo por que ese capitán le había pedido entonces a un extraño que se uniera a él.
- ¿A ver si me entero, me estas pidiendo que me una para siempre a tu tripulación, o que no me suba? Obviamente no me subiré a un barco de unos piratas desconocidos que podrían ser peores que un tiburón con hambre. – Era completamente ridícula la idea de hacer a la primera persona que pasase por delante suya parte de su tripulación. – En ese caso, creo que han acabado las negociaciones. Por ahora lo único que me ha demostrado tu tripulación es a amenazar y a asustar. Teniendo en cuenta esto, no creo que seáis el tipo de tripulación que busco, busco algo más inteligente… y por último Desmond… no me subiré a un barco, con un capitán del cual desconozco intenciones y forma de ser.

Grana realizó una reverencia a modo de despedida antes de alejarse en dirección opuesta a donde había entrado el rubio. Mientras caminaba para marcharse le gritó una última cosa al capitán.

- ¡Ves con cuidado¡ ¡Ah, y nos volveremos a ver, aún tengo algo que darle a Maese Coday!

Grana se despidió rumbo hacia otra zona más alejada de aquella isla invernal. Cuando volviese a ver a aquellos dos piratas tenía que cumplir su promesa, era un hombre de palabra.

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En lo alto de un edificio y con un telescopio una figura ataviada con una gruesa capa vigilaba la escena y veía la separación de ambos piratas. Bajó el aparato para coger su telecomunicador.

- BK-07 al habla, “Kutouken” ha aparecido en escena, “Shirokami” se ha alejado, aún no sabemos su relación. Esperando ordenes.
- Continúa la vigilancia BK, informanos sobre los movimientos de “Kutouken”, nos encargaremos primero de sus “nakama”.

OFF:

Mar Sep 13, 2011 2:28 am

Al parecer, aquel chico de pelo blanco no se iba a meter en la tripulación, le daría miedo que fuera para siempre, pero si no se era leal a la tripulación, no merecía la pena pedir meterse en ella. Por otra parte, Coday escuchaba atentamente las conversaciones usando sus orejas “despegables”, aunque lo que escuchaba eran simples habladurías de alguien que había dejado mucho dinero por allí o que simplemente había llegado, hablado y se había ido, así que no había mucho más que hacer por allí, aun con todo, el chico desmembrable fue a hablar con su capitán, a ver que era lo que había que hacer a continuación, aunque todo esto cuando ya había regresado las orejas a la posición que les correspondía.

- Dime jefe, ¿Qué haremos ahora? ¿vamos a por más miembros o intentamos que este carpintero se nos una? Puedo ser muy persuasivo cuando quiero… de todas formas, si no se va a unir, no nos hará mucha falta. Además, aquí parece que solamente ha llegado un tipo y ha dado una caja, se habla que estaba llena de provisiones, pero no lo saben, así que no creo que aquí hagamos mucho más... – dijo el chico de cabellos dorados, aunque parecía que hablaba solo por el volumen de voz que estaba utilizando cuando realmente lo que quería era que Desmond le escuchara.

Jue Sep 15, 2011 9:24 am

Al escuchar lo que Coday le comentó sobre aquel hombre que sigilosa y misteriosamente había llegado a la taberna y le había entregado al tabernero algo que mantuvo oculto hasta el último momento para luego marcharse, el Capitán Pirata se intrigó un poco sobre qué sería pero decidió ignorarlo por el momento y contestar a la pregunta de Coday sobre qué es lo que pensaban hacer ahora que habían llegado a esa isla.

Acto seguido realizó un envión con la mano diestra apuntando con el dedo índice hacia lo alto de la montaña, un destino que ni siquiera se veía por la altura de esta y por la abundante pendiente de nieve- Escuché que allí, en lo más alto, había un castillo. Ya sabes lo que significa eso, un castillo igual a tesoros o a algún Conde, Duque, Barón... En definitiva, algún ricachón al que robar. Ese es mi objetivo.- Enunció el pirata con una amplia sonrisa burlesca para luego acariciar un poco su estomago y evocar este un rugido más feroz que el de un león al que le han arrebatado a su víctima- Pero antes tengo que recuperar fuerzas ¡Jajajaja!

Vie Sep 16, 2011 4:28 pm

El capitán pirata señaló con el dedo hacia la cima de la montaña. Al parecer, pensaba llegar hasta allí, aunque el chico separable no sabía bien para que, aunque sus razones tendría y como subordinado suyo, le seguiría, aunque se pondría en marcha antes que Desmond que, como siempre, iba en busca de la comida. Coday, sorprendido ante la pregunta y sin perder demasiado tiempo, se dirigió a su jefe y le habló en un tono entre sorpresa y entusiasmo. – Bueno jefe, yo me voy ya hacia la cima. Queda un buen trecho y tú, seguramente estarás más preparado para subir y no podría seguir tu ritmo, así que si me adelanto, avanzaré bastante hasta que puedas pillar. – le dijo el chico rubio a su capitán mientras, sin nada encima, excepto su ropa de siempre, la cual no protegería del frío demasiado tiempo, se encaminó hacia la montaña sin temor alguno, ya que su fruta y su poder estaban de su lado, además, ¿para que engañarse? Era tonto y nada le importaba demasiado.