[Prologo] Coincidencias

Miér Jun 15, 2011 2:27 pm

La llegada del rubio marine a aquel lugar había sido casi de mera casualidad mas seguramente tendría implicancias de alto nivel dentro de los planes del espadachín. Un error en el papeleo había hecho que el lugar de la parada para el marine cambie de manera no prevista, el de Solomon no había sido solamente un caso aislado sino que mas bien un grupo de sus compañeros mas estaba en la misma situación, cosa que dicho sea de paso había sido una casualidad muy buena para aquel variopinto grupo de marines dentro de los cuales estaba una amiga entrañable. De cualquier manera ni bien habían bajado de la embarcación que los había transportado la confusión reinó en aquel lugar y muchos se dispersaron por las inmediaciones de aquel lugar.

Solomon quedó fascinado por la forma ostentosa y formidable que tenía Marine Ford, una base marine mucho mas grande de la que podía recordar ya que en su niñez el rubio marine había visitado aquel lugar en compañía de su padre, un almirante de la marina de antaño; sin embargo habían muchas cosas que no había visto en mucho tiempo y otras tantas que apenas recordaba, algunas otras le parecían completamente nuevas. A diferencia de la mayoría de sus compañeros que parecían completamente perdidos sin tener idea alguna de donde ir excepto el mismo instinto, Solomon si sabía por donde tenía que transitar para encontrarse con lo mas selecto de la marina en la actualidad.

Para hacerlo tendría que adentrarse en el cuartel principal, área dentro de la cual habían muchas restricciones para el libre tránsito, pero que Solomon si conocía por el pasado vivido en aquellas épocas pasadas cuando niño. De todas maneras esperaba que no hubiese alguien lo suficientemente viejo y con una memoria notable como para recordarlo con total nitidez, después de todo ya era un hombre. Actuó tal y como lo haría un guardia de aquel cuartel, como si tuviese toda la experiencia del mundo, se podría decir que si la tenía. Cuando vio una ventana de oportunidad ingreso al lugar caminando por los pasillos del lugar, se distrajo con la vista de la antigua biblioteca, ahora completamente remodelada, asi que no se percató que alguien se aproximaba hacia él.

El choque fue inesperado por lo que como era de esperarse en la intachable cortesía del marine se excuso de aquella falta de atención pero la cara de la mujer al frente suyo le pareció sumamente familiar. Acaso sería posible…?

-Discúlpeme, lo siento muchísimo Almirante Alagondar… ha sido una falta de atención inexcusable-

Comentó haciendo una venia y con una leve y sutil sonrisa en el rostro al ver como el destino lo había puesto al frente de la mismísima, almirante de flota. Aquella leve sonrisa no expresaba la alegría interna del rubio marine al conocer a tal personalidad con poco tiempo dentro de la marina cuando muchos otros no habían tenido el gusto ni de verla en carne y hueso. Bueno, aquello también podría traer problemas… quizás notaría que el no era un soldado asignado a ese lugar y las preguntas surgirían… pero en fin, mejor era no preocuparse por eso todavía.

Miér Jun 15, 2011 4:16 pm

Era una de nuestros primeros viajes que realizaba junto a un grupo de marines, no podía esconder la ligera muestra de emoción en el rostro aunque no quería demostrarlo mucho debido a que debía permanecer en una postura firme y recia. Mostrar sentimientos emotivos haría pensar un juicio diferente de mi personalidad a los demás y probablemente un desprestigio.

Pero a cada avance simplemente se sentía desubicada, no es que supiera mucho sobre navegación pero sentía algo que no iba del todo bien, cuando al fin llegaron a su destino, no es que necesitara de un letrero para saber en dónde estaba (aunque lo había) - ¿Marine Ford? - ¿Pero cómo? No se suponía debían llegar ahí, pero no era que estuviese molesta por visitar ese lugar simplemente no le gustaban los errores y menos si no los cometía ella. Desembarco de aquel navío donde iba para buscar a su amigo Solomon que seguramente podría ir a explorar tal lugar con ella, también habría menos posibilidades de perderse, pero al cabo de un tiempo de búsqueda y de preguntar si lo habían visto se dio cuenta que había abandonado el barco antes que ella, pidió indicaciones sobre su paradero y ahora si dejo aquella nave para comenzar a caminar ignorando las sugerencias de permanecer para en un momento continuar con el verdadero destino, aunque claro como solamente era una sugerencia no obedeció.

Debía sentir lo que era estar parada en un lugar como ese donde los grandes marines y las leyendas de justicia también lo habían estado, pero también podría perderse dadas las dimensiones del enorme lugar por lo que debía buscar a su compañero. - ¿Mr. Solomon? Esta por aquí ¿Mr. Solomon? – Decía a cada seis o siete pasos que daba adentrándome en las tierras de justicia de Marine Ford.

Después de unos momentos de no recibir respuesta me silencie y simplemente comencé a caminar, llevaba el uniforme completo y en perfecto estado, zapatillas relucientes y el cabello algo discreto en una coleta. Estaba tan concentrada en ver y apreciar cada detalle que no me di cuenta en qué momento me había perdido… ¿Otra vez? Primero fue un error en la navegación y ahora una desubicación… En definitiva este es un día extraño, tantas fallas no pueden ser cometidas en tan poco tiempo. Camine buscando alguna clase de mapa pero no encontraba nada, debía estar atenta con los ojos bien abiertos.

Después de unos momentos a la lejanía pude ver un porte distinguido y una cabellera rubia en un mismo cuerpo, por lo que seguramente se trataba de Solomon así que corrí a alcanzarlo viéndolo como se estrellaba frente a alguien, con ese ya serian tres cosas inusuales. Finalmente le había alcanzado y ante la emoción de haberlo visto no preste la suficiente atención para notar que la persona con la que estaba era una almirante así que llegué por la espalda y le cubrí los ojos. - Te encontré Solomon - Aunque después de notar la presencia de aquella alto mando, lentamente retire mis manos de los ojos de mi amigo para ponerme en una pose erguida y hacer un saludo marine. - Y yo que recién hablaba sobre hacerse un juicio falso… - Pensé mientras suspiraba avergonzada.

- Es un placer conocerla almirante -

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