[Privado] La prisionera de Azkaban.

Mar Jul 19, 2011 2:13 am

Han pasado 10 horas desde que la joven peliazul fue arrestada por aquel marine de los vendajes, la herida le va sanando poco a poco porque al parecer le dieron atención medica para que ella no muera por una falta grave por ese delito, aunque es mínimo romper un establecimiento y pagarlo con unas horas de prisión, pero poco a poco ese delito sera cosa del pasado.

La chica solo se queda recargada en la pared pegando su cabeza un poco, las ropas de la lluvia se ven algo rasgadas y polvorientas, ella esta pensando en unas cosas sobre porque desde que ella ah empezado a entrenar como espadachín ah perdido todos sus encuentros, sin generar ni una victoria hasta la fecha - Tagachi... Teru Teru Bozu... - Musitó mientras traga saliva con cada palabra, parece una loca por las cosas al azar que dice, sin sentido y falta de carencia, pero no tiene nada que hacer para matar las fastidiosas horas que le quedan para ser libre de nuevo

Pero en su tranquilidad y falta de orientación uno de los carceleros que es un tritón de la especie de los sapos alcanza a escuchar estas palabras - Esa mocosa esta diciendo algo... - Dijo aquel guardia mientras se queda mirando a la peliazul, su mirada es bastante dudosa porque ninguno de los prisioneros puede e hacer algo para zafarse de un lugar bastante cuidado. Tras unos breves momentos otro de los guardias interrumpe las acciones de aquel guardia para que siga patrullando - Mueve las piernas gordo inútil, nos pagan para vigilar no para estar viendo los prisioneros - Menciono otro carcelero mientras se pone de pie para mirar lo que el otro guardia esta mirando.

- Esa niña esta diciendo unas cosas muy raras, lleva así 10 horas, ¿Estará loca? - Se preguntó mientras se toca un poco la barbilla.

- Claro después de estar aquí por unas horas la gente se vuelve loca por unas horas, ademas de que estos prisioneros están bajo nuestro cuidado, ademas de que estos prisioneros son un medio para entrenar a los reclutas... - Dijo mientras abre la celda para empezar a tirar de las manos encadenadas de una indefensa Shirona, quien se levanta enseguida para seguir aquel triton.

Al recorrer el cuartel general de la marina, pasando de pasillo a pasillo, la peliazul es llevada a una especie de arena que sirve para entrenar a los reclutas jóvenes, la arena es al aire libre que se encuentra ubicada en la parte trasera del cuartel general de 50 x 50 metros como de largo y ancho, la pared es de 10 metros de alto con pinchos a su alrededor para evitar fugas, en pocas palabras es el patio que todo cuartel tiene para entrenar y dejar a los prisioneros libres a su merced.

Cuando Shirona abre los ojos para recibir la luz del sol, es pateada por aquel tritón, la patada es tan fuerte que la manda al centro de la arena, ensuciando su ropa mas de lo que ya esta, el vendaje en su codo izquierdo se mantiene firme dejándola sana y salva, tras levantarse y ponerse de rodillas, se le arroja una espada de practicas junto con unas llaves, estos objetos fueron entregados por los carceleros.

- Bien mocosa, queremos algo de acción así que alguien vendrá en muy poco tiempo a usarte como muñeco de practicas, pero eh algo que tengo que advertirte, si ganas se ta acusara de fuga y estarás mucho tiempo en las rejas, si pierdes pues espero que salgas bien porque mañana se repetir lo mismo uno y otra vez hasta que cumplas una semana - Al decir estas palabras los tritones se retiran de la arena para subir una planta mas arriba y mirar el espectáculo desde un sitio seguro donde también otros marines puede ver el espectáculo. Un trato bastante cruel, ya no le queda de otra mas que participar en estos juegos.

Mar Jul 19, 2011 3:49 pm

Agotado, cansado, frustrado…muchos eran los adjetivos con los que se podía calificar al actual estado del Teniente Oneiros quien, tras su compra en la Calle Principal de la Isla, había optado por volver al Cuartel. En un solo día había tenido más experiencias que muchos de los veteranos Marines en toda una vida; había contemplado, horrorizado, la destrucción del mayor Cuartel de todos los Blue, también había sido testigo del responsable de tal atrocidad, su terrorífico poder y lo lejos que se encontraba de alcanzarlo. Por último había observado de brazos cruzados, sin poder hacer nada por evitarlo, la destrucción del Puerto de la ciudad a la que había jurado proteger. No era el mejor día del Marine y no prometía mejorar. Había aguardado impaciente la llamada del supuesto Almirante que acudiría como refuerzo a la ciudad. La llamada nunca se había realizado y su Den Den Mushi mantenía los ojos cerrados descansando en un reparador sueño que llenaba de envidia al Espadachín. ¿Cuánto tardaría en volver a relajarse de tal forma? No lo sabía y no deseaba averiguarlo. La ignorancia a veces era mucho mejor que el conocimiento. Lento y pesado fue su caminar, interrumpido por una joven silueta que se interponía en su camino. Alzando sus verdes orbes se encontró, cara a cara, con lo que parecía ser un simple Recluta. Como bien correspondía, el joven Marine saludó a su superior quien, a pesar de su estado de ánimo, le devolvió el formal saludo. El silencio no tardó en romperse.

- Teniente Oneiros, se requiere su presencia en la zona de entrenamiento. Una prisionera espera un castigo por sus crímenes y es deber de los oficiales superiores acudir como verdugos. ¿Puede seguirme?- A pesar de que nada pudo reflejarse en el frío semblante del Marine, este, se encontraba altamente contrariado y sorprendido, ¿castigo? ¿verdugo? ¿de qué demonios estaba hablando aquel Recluta? Deseó preguntar si era una broma de mal gusto, pero el joven ya había echado a andar antes de que pudiera abrir la boca. En silencio lo siguió.

Observó satisfecho, y olvidando el nudo en el estómago que se le estaba formando, como las reparaciones avanzaban de forma veloz y satisfactoria. Lo que había sido una pila de escombros volvía a asemejarse a la estructura que se había erigido orgullosa antes de sucumbir a la fuerza del Nuevo Mundo. Eso alegraba enormemente al Marine. Poco le duró la alegría y la satisfacción de cumplir con su trabajo. Si alguna vez le hubieran preguntado al Marine en sus años de infante en si creía en el lado oscuro de la Justicia habría respondido fielmente que tal cosa no existía. Años de experiencia le habían enseñado a ver las cosas de una forma más fría…si ahora le hubieran preguntado lo mismo no habría dudado en describir la escena de la que era testigo. Lo que debería de ser una sencilla zona de prácticas al aire libre había sido dotada de un toque harto macabro. Paredes repletas de afilados y letales pinchos rodeaban la arenosa zona, impidiendo cualquier salida. Decenas de cientos se situaban alrededor del lugar, palcos para que los espectadores disfrutaran del triste espectáculo que significaba la muerte. Y en el centro del lugar, herida, desaliñada y agotada permanecía una mujer armada únicamente con una espada de prácticas…contuvo como pudo las ganas de vomitar.

- Hemos llegado, le deseo suerte Teniente Oneiros, aunque seguro que no tiene problema en destrozar a la escoria Pirata. ¡Por la Justicia Abso…!- El Recluta no acabó la frase, no pudo hacerlo. La diestra del Teniente se había cerrado velozmente antes de hundirse con fuerza en el rostro del joven Marine. No había podido más.

El ataque había sido certero y eficaz, dejando inconsciente al Recluta sin nombre. Si no hubiera mantenido cierto autocontrol habría degollado al joven sin duda alguna. Aquella imagen lo asqueaba y lo avergonzaba, ¿desde cuándo podía llamarse Justicia a tal espectáculo? No era más que un insulto al orgullo del Teniente, a sus sueños y a lo que tantos años había dedicado con tanto esfuerzo y derramamientos de sangre, de su propia sangre. Aquella locura acabaría allí mismo. Tomó de la cintura del joven el arma que portaba, observando con cierta curiosidad que se trataba de una katana en muy buenas condiciones. Sería mucho mejor que un arma de entrenamiento como el que ahora portaba la prisionera. Sin perder tiempo se dirigió al interior de aquel circo. Su mera presencia causó sensación…le costó muchísimo no lanzarse a los palcos para acabar con aquellos que observaban complacidos el espectáculo que se iba a producir. Tras lo que sucedería allí no sonreirían nunca más. No podrían hacerlo.

- Privada de tu libertad, de tus armas…¿qué te queda ya? El honor y el orgullo es lo único que mantienes por tu heroica resistencia…permíteme ser testigo de aquella fuerza que guardas en tu interior en un digno combate entre Espadachines.- Lanzó en dirección a la herida mujer la katana robada. Un segundo después ya había desenvainado dos de sus diez Kodachis, tres en cada lado de la cintura y cuatro a la espalda, bajo la larga chaqueta que lo distinguía como un rango alto.- Soy el Teniente Oneiros F. Balmung…desearía saber el nombre de mi adversaria a quien, por el maltrato sufrido por la escoria que ahora nos observa atentamente, le concedo el primer golpe.- Brazos lacios, caídos. Mirada penetrante y atenta que no podía ocultarse tras las gafas…estaría listo en cualquier instante.

Miér Jul 20, 2011 11:47 am

La peliazul se quedo tirada en el suelo mirando las llaves que están a escasos centímetros de ella, al parecer el juego de los marines es ver que ella se defienda de las batallas de entrenamientos contra otros reclutas gane o pierda da igual le quedan 14 de las 24 horas para cumplir su condena, así que sin otra opción toma las llaves con ambas manos, mientras se pone de rodillas para liberarse de las esposas, al poner las llaves en los huecos las esposas se abren dejándola con las manos libres, pero cuando es libre solo escucha la voz de un personaje masculina, así que ella voltea para mirar a un marine, por su aspecto y uniforme es igual al de la momia, dando entender que el marine que se enfrento anteriormente no era un simple recluta.

- No te preocupes solo cumplo una condena de 24 horas de prisión, no soy una criminal pero si pongo resistencia entonces si lo seré, solo quiero cumplir mi condena e irme de aquí - Respondió en tono suave mientras se pone firme, pone su atención a la espada que le arrojo su oponente, esta parece ser una arma mucho mejor que la espada de practicas que le arrojaron sus carceleros, pero con la herida en el brazo izquierdo sanando poco a poco no le queda otra mas que usar simplemente un estilo de una espada, así que con la diestra toma la espada y luego pone su pose de kendo para usarla con ambas manos a la vez.

- Shirona Lockser del North Blue - Respondió ante la pregunta generada por el teniente, así que ella coloca el lado plano de la espada dando un giro rápido de la espada para colocarla de una forma donde sus golpes solo sirven para golpear no para cortar, ya que si le ase mucho daño al teniente su condena de 24 horas aumentara. La peliazul toma carrera directa para ubicarse a 1 metro de distancia enfrente de su oponente para darle un golpe de 180° grados en su estomago de manera horizontal y abarcar gran espacio en su golpe.

Miér Jul 20, 2011 12:40 pm

Lejos de renunciar al poco orgullo que aún mantenía, la presa se decidió a combatir. Liberándose de los grilletes que la inmovilizaban la mujer de azulados cabellos se alzó, empuñando el arma que le había ofrecido el Teniente. Este, impasible, frío, silencioso…observaba con atención cada uno de los movimientos de la que iba a ser su rival. La mujer le instó a no preocuparse por ella pues su castigo era únicamente de un solo día. ¿Pena? Era vergüenza lo que revolvía en aquellos momentos el estómago del Marine. Había sido testigo del más macabro lado de la Marina…no podía perder el tiempo en espectáculos como del que estaba formando parte. Derrotaría a su adversaria y mandaría que la sacaran del lugar en seguida. Nadie se divertiría a costa del orgullo de un Espadachín. No si Balmung lo podía evitar. Shirona Lockser fue el nombre por el que conocería de ahora en adelante a la fémina presa, venida del North Blue para acabar en una sucia celda…resultaba patético. Su acero limpiaría el honor de la espadachina.

Shirona pareció aceptar el ofrecimiento de dar el primer golpe, pues se colocó en posición, una bastante rígida y formal en opinión del Teniente, y se lanzó al ataque. Una vergüenza mayor, cercana a la humillación, fue lo que sintió cuando observó detalladamente el sencillo ataque realizado por la mujer. Un corte lateral con ambas manos usando la parte roma del arma…¿en qué lujar dejaba eso a Balmung? La vergüenza dio paso a la ira. No tendría piedad alguna y es que por muy herida que estuviera la mujer, un ataque así resultaba una ofensa directa contra su honor y orgullo de espadachín, aquello que más valoraba el Marine.

Avanzó con un veloz y firme paso para recortar la escasa distancia que separaba a ambos contrincantes a la par que su diestra se dirigía en la búsqueda del arma rival. El entrechocar del acero resonó en el improvisado circo haciendo que los ánimos del público se avivaran. Una vez detenido el ataque de su enemiga, el Teniente mantuvo la postura, bloqueando la katana enemiga con su kodachi, a la vez que su siniestra realizaba un veloz corte ascendente a la altura de ambos antebrazos de su enemiga. Al estar los dos brazos juntos sujetando el arma las posibilidades de dañar ambos brazos aumentaba. Si acababa con los brazos de la mujer el combate acabaría.

Jue Jul 21, 2011 1:17 pm

El choque del acero de ambas espadas fue lo que dejo al publico algo impresionado, al parecer la peliazul se esta haciendo mas fuerte ya que su poder se compara al de un teniente de la marina y enfrentarse a 2 en un mismo día ya es un logro, aunque su fuerza puede ser igual no es suficiente como para tener una estrategia victoriosa ya que su objetivo es ganar el tiempo suficiente para irse de aquí, este combate no es que significa mostrar quien es el mas fuerte sino ser libre de este macabro juego en pocas palabras cada quien tiene su objetivo.

El bloqueo de la espada por parte del teniente dejo completamente indefensa a la peliazul quien en vez de empujar a su oponente o seguir con el choque de espadas tan solo segundos solo se percato de que el teniente dio un corte ascendente lo que hizo la peliazul es usar su velocidad para retroceder safandose del primer bloqueo de espada, su defensa es usar la espada en forma horizontal para bloquear el ataque ascendente, al poner su defensa apenas alcanzo a bloquearlo gracias al impacto directo de espadas, la fuerza generada por el ataque del enemigos fue lo que mando a volar a la peliazul a unos pocos metros cayendo de pie y firme pero con las rodillas algo flexionadas, dejando su vista y atención enfrente del teniente.

- Es fuerte... - Dijo en tono bajito mientras pone su pose de kendo dejando la espada en posición vertical. Una ofensiva con una sola espada puede ser una muy mala idea ya que luchar contra alguien que tiene 2 espadas en la mano y coordinarlas al mismo tiempo es realmente una desventaja significativa.

Ahora su estrategia es esperar a que el teniente ponga su ofensiva ya que lo único que puede hacer la peliazul es jugar a la defensiva bloqueando y esquivando ataques hasta fastidiar el publico y estos se retiren, si el publico se llega a retirar del lugar por el duelo entonces la peliazul puede hablar con el teniente y explicarle el malentendido de como llego hasta aquí.

- Es hora... ya di mi ataque... - Dijo animada mientras pone una cara bastante seria, se puede apreciar que tiene una determinación en sus ojos ya que sus ánimos de ganar y aparte de poner en marcha su plan puede que sea le mejor opción de ser libre.

Vie Jul 22, 2011 6:32 am

El feroz choque entre los aceros volvió a hacer acto de presencia cuando la mujer, incapaz de detener en su posición inicial el segundo ataque del Marine, se retiró para hacer frente a su otra arma. El precio a pagar por no recibir un grave corte en sus desgastados brazos fue alto, y es que la mujer se vio impulsada varios metros hacia atrás. Aun así, demostrando gran habilidad, la prisionera logró aterrizar de forma eficiente, recuperando su postura inicial. Esto iba a ser un ciclo sin fin. Aquella postura solo era efectiva en combates contra enemigos que usaran una única arma…si no era harto complicado evadir un gran número de ataques. Balmung contaba con diez armas, pudiendo manejar varias a la vez. Si lograba bloquear la única arma que usaba la mujer, o la pillaba desprevenida, sus ataques serían complicados, o hasta imposibles, de evadir. Le tocaba a él.

- No me contendré…- No lo haría. Ella podía hacer lo que gustara. Si deseaba atacar con el filo romo del arma podía hacerlo. Pero sufriría aquel error en sus propias carnes. El Teniente se encargaría de ello.

Llevó una de sus espadas a la boca y desenvainó otra de sus Kodachi restante, quedando ahora siete ocultas bajo su larga chaqueta. Acto seguido el Espadachín, para sorpresa de muchos espectadores, se dejó caer hacia delante. Como si se desmayara, como si se desvaneciera…algunos Marines se levantaron al momento de sus asientos, indignados ante la posible derrota de uno de los suyos, dispuestos a abandonar la escena. No fue así. El siguiente movimiento del Espadachín los detuvo. Antes de caer por completo recuperó la compostura y aprovechando la fuerza de su propio peso se impulsó velozmente hacia delante recortando la distancia que lo separaba de su adversaria en un momento. No desperdició su agachada postura y lanzó dos ataques ascendentes. El primero fue con el arma que poseía en la diestra, la afilada arma había acariciado sutilmente la arena que conformaba el suelo del lugar y al alzarse lanzó parte de este en dirección a los ojos de la mujer, a la par que la hoja buscaba el pecho de esta. Si funcionaba su táctica, aunque esquivara el corte la arena la cegaría momentáneamente para que su segundo ataque diera en el blanco. El arma zurda surcó el aire buscando otra vez los antebrazos de la mujer. Si todo surtía efecto dejaría cegada temporalmente a su contrincante, la dañaría gravemente en el pecho y la incapacitaría para seguir con el combate. Cualquier cosa que acabara antes con aquella locura de espectáculo le valía.

Sáb Jul 23, 2011 1:56 am

El turno de su oponente pasa con cada inquietante segundo, dejando bastante concentrada a la peliazul observando la extraña postura que ase su oponente aprovechando el momento para cambiar el lado plano de la espada al lado filoso. De la nada el teniente saca una tercera arma poniéndosela en la boca, esto dejo sorprendida a la mujer quien mira como el tipo se deja caer en el suelo apropósito, la chica pensó varias cosas acerca de este momento ¿un estilo de pelea que consiste en dormirse en medio de la batalla? u ¿otra táctica para acabar con este infierno? quien sabe, pensar las cosas no acabaría este combate, segundos después no terminaba la posición, el teniente quedo en una posición que le permitió dar un gran impulso que carga directo contra la peliazul.

La peliazul no se quedo quieta y es hora de aprovechar el factor de la velocidad, como ella fue entrenada para cargar solo una o dos armas a la vez esto le permitirá moverse un poco mas rápido que los demás espadachines que llevan mas equipo, el poco peso que lleva por cargar solamente una espada en este momento le permitirá responder un poco mas rápido a la ofensiva de su rival, así que ella puso en marcha un plan, al momento de que su oponente dio ese salto directo ella dio un salto flexionando ambas rodillas a la vez respondiendo al mismo tiempo que el tienente, ella coloco su cuerpo hacia la derecha así evitara el corte ascendente de la espada derecha pero para bloquear la espada izquierda solo coloco ambas manos al lado derecho de su cuerpo dejando estirado su brazo izquierdo a la vez flexionando un poco el codo del brazo derecho todo esto para poner la espada en posición horizontal y bloquear la espada ascendente izquierda de su rival.

Con una posible defensa en acción es hora del contraataque, como la carrera de su oponente es en dirección recta y la extraña posición que dio anteriormente, tal vez no tenga tiempo de responder a un ataque a los lados derecho o izquierdo de su cuerpo que por lógica se refiere a las costillas desprotegidas del teniente, en este caso como la joven salto hacia la derecha y bloqueando el ataque, le permitirá esos segundos dar un golpe en la parte izquierda de su rival mas específicamente en sus costillas, una vez que salto hacia la derecha con su defensa inicial dejando una distancia de un metro dio un giro de su cuerpo hacia la izquierda quedando enfrente de su rival, rápidamente fijo su vista en las costillas del teniente coloco su espada en posición de dar un ataque ascendente invertido, de arriba hacia abajo en forma vertical, como ella esta usando la 2 manos en la espada el poder de la espada y corte aumenta, así que ella usaría esta ligera ventaja para usar el corte, a la vez que trata de generar el corte ella quiere estampar contra el suelo al teniente para dejarlo en el suelo.

Spoiler:

Lun Jul 25, 2011 2:38 am

Su oponente podía ser muchas cosas, criminal, asesina…daba igual. Era una buena espadachina y aquello era lo más importante. Adelantándose a sus movimientos se lanzó contra el propio Marine quien, incapaz de detener sus movimientos, lanzó el primero de los cortes al aire junto al montón de arena que, sin encontrar ojos en los que meterse, se perdió en el aire antes de volver al suelo del que provenía. El segundo ataque del Marine resultó más acertado, obligando a la mujer a bloquear la pequeña arma con su prestada katana. Extrañamente la mujer, en vez de realizar un sencillo corte al desprotegido Marine, optó por complicar en exceso sus movimientos para, únicamente, realizar un golpe descendente en pos de partir por la mitad al Teniente. No funcionaría. La preparación de tan costoso ataque había dado tiempo de sobra al Marine para replegar sus brazos, abarcando así un menor espacio, y, viendo lo predecible del golpe de su adversaria se limitó a girar ligeramente para que la pesada arma se hundiera sin gran resultado en la arena. Podría haber aprovechado para pisar la hoja del arma de su contrincante, desarmarla y, seguramente, acabar sencillamente con la mujer. Pero no lo hizo.

- Se acabó.- Susurró el Teniente envainando sus armas y alejándose del centro de la arena. Uno de los muchos reclutas, en este caso un Gyojin, se dirigió hacia donde se encontraba el Marine quien detuvo la carrera del humanoide con un seco golpe.- Atendedla y volved a encerrarla. Si se repite de nuevo esta actividad me encargaré personalmente de que se os aplique la pena capital a todos.- Sentenció el Marine sin dejar de caminar y sin devolver las atemorizantes y rencorosas miradas que se le dirigían. Estaba a cargo del Cuartel, su voz era la ley. Si la ley los condenaba a muerte, estaban muertos. En silencio se retiró con un destino poco fijo en mente. Necesitaba caminar.

Off: En vista de que te ausentas y no has editado lo que te pedí en dos días he optado por acabar con el tema. Ya lo continuaremos un día de estos.

[Privado] La prisionera de Azkaban.

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