Re: Una larga noche.

Miér Jun 01, 2011 9:04 am

La respuesta que dio el joven peli-azul no pudo ser más satisfactoria para la chica, sobre todo por el último piropo lanzado por este, que provoco un leve rubor en las mejillas de la arqueóloga, provocando que esta agachara su rostro avergonzada rascándose una de sus mejillas con su diestra como signo de nerviosismo. Pero una distracción ocurrió que le hizo olvidar su estado, la pregunta del chico acerca de cómo decidió convertirse en pirata. Antes de poder darle una respuesta, la chica se sentó en el borde de la cama, aun con su rostro agachado chocando suavemente los talones de sus zapatos distraídamente, pensando bien en su respuesta.

Una respuesta así traía consigo una inevitable explicación de su pasado, pues su motivo se centraba en ello. A la mente de la pirata volvían recuerdos tristes y dolorosos, revivirlos le hacía sentir en su propia piel nuevamente los latigazos y golpes recibidos en su vida de esclava, lo que provoco que se abrazara a sí misma, encogiéndose con el rostro ensombrecido por su flequillo sin llegar a reunir el valor de contarlo.

Unas pequeñas lagrimas comenzaban a brotar de los ojos de la de rosados cabellos, inevitables por ella, mientras se mordía el labio intentado no sollozar, un pasado traumático llevaba consigo este tipo de cosas, no podía contenerse aunque lo deseara frente al chico. Quería contárselo con tranquilidad, pero le estaba siendo imposible, motivo por el cual se distraía tanto tiempo, pues sus recuerdos tristes se apoderaban de ella ya fuera como terror nocturno o al recordar su pasado. –Yo…yo…-intentó pronunciar palabra la joven, sin éxito alguno, volviéndose a cerrar su boca con fuerza para que no se le escaparan los sollozos que sentía que iban a salir de ella.

Miér Jun 01, 2011 9:35 am

La respuesta de la muchacha no pudo ser más obvia, ya que sin mediar palabra alguna le dejo saber al muchacho que le era doloroso el recordar su pasado, lo cual demostraba con sus acciones y las lagrimas que desbordaban desde sus ojos, a lo que el peli-azul se sintió algo mal por haberle preguntado algo que ella no quería recordar, haciendo que este se sintiese igual, o pero que la muchacha, pero, lo arreglaría, iba a enmendar su error, o al menos eso intentaría.

De pronto, la joven pudo sentir unos calidos y acogedores brazos que la rodeaban y abrazaban con fuerza, teniendo ahora al peli-azul intentando así dejarle saber que intentaba consolarla, y que le brindaba su apoyo, y por si no era suficiente, también se acerco a su oído y le susurro serenamente. - Lo siento... No debí preguntar... ¿Tranquila, si? - Expresó aferrándose a ella con fuerza, sin llegar a lastimarla, si no que la abrazaba para resguardarla entre sus brazos, esperando que con esto se distrajese y dejase de llorar, que olvidase aquellos pensamientos que el joven le había obligado a revivir, por lo cual se sentiría bastante mal cada vez que lo recordase, ya que había hecho sentir mal a la muchacha con su pregunta, y no pensaba repetirla de ahora en adelante.

Miér Jun 01, 2011 10:58 am

Por mucho que intentara hablar de los labios de la joven solo conseguían salir tristes sollozos por la afección de su pasado, el cual evitaba recordar en profundidad para evitar escenas como estas, intranquila y con nervios se veía incapaz de parar, hasta que sintió dos brazos a su alrededor abrazándola, transmitiéndole seguridad y provocando que la joven se fuera tranquilizando poco a poco, se trataba del peli-azul que la abrazaba para que se tranquilizase, sintiendo su calidez y apegándose más al chico, girando su cuerpo hacia el, posando sus manos en su pecho y acurrucándose contra este, sintiendo que a su lado nada malo podría ocurrirle.

Después de un rato de silencio, sus lágrimas dejaron de caer, sus sollozos pararon y su mente se aclaraba poco a poco, su corazón latía con normalidad y solo sentía la calidez del muchacho de la capa que embriagaba sus sentidos y le hacía sentir irremediablemente bien. -Disculpa, ha debido ser incomodo...-musitó la joven manteniendo sus ojos cerrados, con su rostro apegado al pecho del moreno chico de cabellos azules. -Creo que ya puedo contarte lo ocurrido...aunque sea, resumido... -comentó la chica, separándose lentamente del muchacho y dándole la espalda, procediendo a desplazar su cabello hacia delante para dejar la espalda libre y subiéndose lentamente la camisa, hasta un poco más arriba del centro de su espalda, mostrando la terrible marca de los tenryuubitos a fuego en su espalda. -Creo que no hace falta que diga mucho más... mis padres y yo fuimos esclavos del gobierno durante muchos años, yo conseguí escapar por un asalto de rebeldes que hubo, pero mis padres no lo consiguieron... -dijo nuevamente entre lágrimas, pero frotándose los ojos con sus manos.- se sacrificaron por mí... -se volvió a girar mirando al chico nuevamente, aquel que conseguía tranquilizarla aun en aquel estado de shock.

Miér Jun 01, 2011 4:10 pm

El joven continuaba resguardando a la peli-rosa con sus fornidos y acogedores brazos, sintiendo como está se calmaba poco a poco y se acercaba más a el, apoyándose en su pecho mientras la tranquilidad, en parte, volvía a apoderarse de ella. Entonces, se alejo un poco y dijo uns palabras, para luego girarse y comenzar a levantarse la camisa, lo cual provoco un ligero tono carmesí en las mejillas del muchacho, aunque la vergüenza fue rápidamente cambiada por ira y rabia al ver lo que la joven tenía marcado en su espalda.

No sabía de que se trataba, ya que nunca había visto la marca de los tenryuubito, sin embargo, el joven comenzaba a encolerizarse viendo una marca que había sido impresa con acero al rojo vivo sobre la blanca piel de la joven, como si fuera ganado o algún tipo de propiedad. Esto provocaba una ira desbordante en el peli-azul, el cual no podía entender como podría haber gente tan rastrera y desagradable como para marcar como su propiedad a una chica, pero pronto la razón de esa marca fue desvelada, siendo el causante de ella nada más ni nada menos que el gobierno, causando miseria como de costumbre.

Al parecer, logro escapar gracias a un asalto de rebeldes y a sus padres, los cuales se habían sacrificado por ella, o al menos eso decía, por lo cual la ira del joven comenzaba a disminuir, sintiendo algo de lastima por la muchacha, la cual al parecer había vivido una vida bastante dura y trágica, siendo esclava y terminando huérfana, además de quién sabe que más haya tenido que soportar en el trayecto. Sabiendo esto, se volvió a acercar a la joven, rodeándola nuevamente con sus brazos y acercando su rostro al de ella, al tiempo que le susurraba con una voz suave y serena, pero llena de determinación. - Aredhel... Permíteme viajar contigo... Yo mismo me ocuparé de que seas feliz de ahora en adelante. - Expreso mirándola fijamente a los ojos, con una mirada amable y sincera, sintiendo su tan cercana respiración y notando los rastros de las lagrimas que se habían desbordado de sus ojos anteriormente, esperando ver como reaccionaría la muchacha ante la proposición del joven, el cual realmente pensaba cumplir con lo dicho.

Miér Jun 01, 2011 5:30 pm

Es así como el joven peli-azul se acerca a la joven muchacha que se secaba las lágrimas con sus manos, rodeándola con sus brazos nuevamente le dirigió la palabra con firmeza y suavidad para preguntarle si estaba dispuesta a viajar con él y que se ocuparía de que ella fuera feliz desde ese momento. Inevitablemente un notorio rubor imperó en las mejillas de la arqueóloga que posó sus manos en él, la diestra sobre su pecho y la zurda sobre su mismo hombro, llevando su mirada y cruzándola con la suya con una mirada algo sorpresiva, lo que ella llevaba pensando todo este rato se había cumplido, no podía creérselo y en su rostro se formaba una amplia sonrisa para luego proceder a abrazarle rodeando su cuello con sus brazos y apegándose al joven, haciendo que ambos cayeran sobre la cama.

-¿¡De verdad lo dices!? -preguntó aún sin creérselo, mirando nuevamente al amable chico.- ¡Si, si quiero ir contigo! Admito que llevaba pensando en ello desde hace rato. Sería perfecto...-comentó la joven sin caber en sí de gozo, pasando por su mente todas las posibilidades que esas aventuras podrían llevar a cabo, los sitios que explorarían y las cosas que descubrirían, las personas curiosas y criaturas increíbles que podrían conocer.

Sin más, la pirata se puso en pie, sacando del armario su ropa y comenzando a ordenarla y guardarla toda en una maleta de equipaje, sin esperarse siquiera al día siguiente, se encontraba demasiado emocionada ni tan siquiera para esperar por ello. Doblándola toda y guardándola finalmente en la maleta, junto con algunos libros. Luego, la colocó junto a la mochila que antes colocó, preparadas para su viaje.

Miér Jun 01, 2011 6:11 pm

El joven observo las acciones de la muchacha mientras se sonrojaba bastante más que habitualmente, ya que ahora la que iniciaba el abrazo era la joven, la cual se apegaba a el y le hacía caer en la cama con ella, acrecentando el rubor al tiempo que le rodeaba con ambos brazos, dejándole saber cuanto le gustaba la idea de viajar juntos, lo cual hizo que el peli-azul sonriese con bastante energía y emoción, para acto seguido contarle que ella también había pensado en esa posibilidad, cosa que agrado en demasía al joven espadachín.

Entonces, la chica se levanto y rápidamente se puso a ordenar sus cosas, por lo que el joven se recostó en la cama a observar el techo, pensando en todo lo que llegarían a realizar juntos, de la gente que conocerían o de los lugares en los que lograrían poner pie, pero más importante que todo eso, en el tiempo que pasaría con la muchacha, algo que le estaba intrigando desde hacía un buen rato, ya que ese era el pensamiento que predominaba en su mente y que seguiría allí presente por quién sabe cuanto tiempo más.

Pero antes de que el silencio se apoderase de la habitación, el joven peli-azul sonrió alegremente y exclamó. - Me intriga saber que nos depara el futuro... - Y con esas palabras dictadas, giró su cabeza hacía donde ella y se quedo observándola, dándose cuenta que podía quedarse viéndola todo el día sin cansarse, ya que algo bastante extraño y nuevo para el se estaba apoderando de su ser, ¿Que? No se necesita una respuesta.

Jue Jun 02, 2011 9:34 am

Las palabras del chico inspiraron a la arqueóloga, volviendo a divagar en su mente, imaginando todo con lo que se podrían encontrar, todos los sitios por descubrir y tantas aventuras por vivir, como las que siempre leía en sus libros y los sitios que veía ilustrados en estos, todo eso por fin podría llegar a verlo con sus ojos, sin ser un sueño o una mera imaginación. Su vida iba a cambiar a partir de ahora, iba a convertirse en una pirata de verdad y posiblemente con una tripulación con la que viajar y convivir, luchar y confraternizar.

Es así como la de rosados cabellos agita su cabeza levemente para volver a despertar pues volvía a desconectar del mundo como solía hacer viajando al suyo propio. Observo por unos segundos al chico sobre la cama, cruzando sus miradas, sus orbes azules que ambos tenían. Lo que, al darse cuenta de que hacia no pudo evitar sonrojarse levemente y girar su rostro a otro lado, fingiendo que buscaba algo sin más.

-Creo que ya es hora de dormir, mañana nos esperara un gran día ¿verdad? -comentó la joven pirata volviendo a sonreír inevitablemente al chico, mientras se dirigía al cuarto de baño para cambiarse. Después de un breve rato, la chica sale de este con un camisón corto de color blanco y su cabello recogido en una coleta, mientras se acercaba al armario de la pensión, abriéndolo y sacando un par de mantas que había allí. -Toma, para que no cojas frío -le ofreció la joven en un tono amable, para luego dirigirse a la cama y acostarse e esta, metiéndose bajo las sabanas. -Buenas noches Sieg~ -dijo la chica juguetona por el diminutivo, mientras procedía a cerrar sus ojos lentamente.

Jue Jun 02, 2011 9:52 am

El joven sonrió a la muchacha cuando ambos cruzaron miradas, perdiéndose en sus ojos por unos instantes hasta que está corto el contacto visual entre ambos, rebuscando algo entre sus pertenencias, a lo que el joven peli-azul se levanto y desperezó un poco, estirando su cuerpo completamente para luego sacarse aquella enorme y roja capa, depositándola en el sillón donde tenía pensado dormir, mientras veía como la chica se retiraba al cuarto de baño, donde de seguro se cambiaría y demás, lo cual provoco un leve rubor en las mejillas del peli-azul, el cual se disipo rápidamente con una sacudida de su cabeza.

Pero entonces, su rubor se vio intensificado, al ver como la joven ahora portaba consigo un camisón blanco y, para peor, corto, dejando al joven un tanto sin habla mientras esta le pasaba unas mantas para que no sintiese frío en la noche, y una vez más, haciendo uso de su fuerza de voluntad, disipo la vergüenza y se dispuso a contestar. - Gracias, Aredh. Dulces sueños. - Sentenció con una sonrisa mientras la veía cobijarse, para luego dirigirse al sofá y tumbarse boca arriba sobre el, tapándose con su capa y una manta de las que la joven le había otorgado, para luego lentamente sumirse en sus sueños, ayudado por las cosas que imaginaba pasarían en su travesía, aunque en sus sueños, lo más notorio sería la muchacha.

Jue Jun 02, 2011 1:35 pm

La joven no tardó en caer en un profundo sueño, al poco tiempo después de acostarse en la cama, dejándose invadir por el mundo de los sueños y de su subconsciente. En sus sueños aparecían aventuras fantasiosas las cuales protagonizaba el peli-azul acompañado de ella misma. Por primera vez en mucho tiempo, su terror nocturno en el que imperaban sus terribles recuerdos del pasado desapareció, al menos por esa noche, noche en la que pudo descansar plácidamente.

Al día siguiente, la joven fue despertada por los rayos de luz que atravesaban la ventana en la mañana, sus ojos primero se apretaron para luego abrirlos como respuesta ante la luz que le daba directamente. Parecía que ya era momento de despertar, era un día muy soleado por lo que se veía. La joven se colocó sentada en la cama y estiró sus brazos y espalda, para luego ponerse en pie y dirigirse al cuarto de baño, lugar en el que se dio una ducha mañanera y se cambió de ropa, quitándose su camisón de dormir. Para luego proceder a salir del baño y guardar este en su maleta de equipaje, cerrándola y buscando con su mirada al chico, que parecía seguir durmiendo. Por lo que la joven se acercó, ya eran casi las once y si hoy comenzaban su aventura debían ir preparándose desde ese momento. Se acercó al chico dormilón asomándose por la zona superior del sofá y con su diestra picaba con suavidad con su dedo la mejilla de este. -Sieghart, despierta~ -decía con suavidad la de rosados cabellos mientras sonreía mirando su rostro dormido, el cual le parecía bastante mono.

Jue Jun 02, 2011 2:10 pm

El muchacho se encontraba observando el horizonte sobre un barco, que navegaba las calmas aguas de lo que parecía ser el Grand Line, parado sobre la cubierta con un aire de satisfacción y emoción, habiendo logrado entrar a tan poderoso y mítico mar con su tripulación, pero lo que no cuadraba en la imagen era la joven que tenía abrazado a el, la peli-rosa de nombre Aredhel, la cual se encontraba encaramada de su brazo, con suma ternura, mientras el peli-azul sonreía enérgico y emocionado, desviando su mirada ahora hacía la muchacha y acercándose para... ¿¡BESARLA?! Sus labios estaban a punto de unirse, unos escasos milímetros separaban aquellos carnosos y suaves labios de los labios del joven, cuando de pronto algo le hizo despertar de su sueño, si, un sueño, y bastante extraño para el peli-azul.

Al abrir sus ojos noto como algo picaba en su mejilla, girando para ver a la joven que al parecer lo había despertado, estando tan sonrojado que hasta parecía un tomate humeando, por lo que aparto la mirada y se levanto de un salto, para luego observarle de reojo y decirle. - ¡B-buenos días! - Expreso algo titubeante, para luego tomar su capa y dirigirse al baño con bastante apuro. Una vez en el baño, se ducho para enfriar su mente, aunque la imagen de la joven a punto de besarlo no se quitaba de su cabeza, ¿Que rayos le pasaba? No había tiempo de averiguarlo, ya que hoy comenzarían con su viaje.

Una vez bañado y vestido, o más bien semi-vestido, salio del baño y se acerco a la joven, para así decirle algo más calmado y normal. - ¿Nos vamos? - Sentencio esperando a ver cual sería el plan a seguir por parte de la muchacha, ya que este no tenía mucha idea de lo que harían una vez comenzado su viaje, solo tenía en mente el conseguir un par de espadas para poder manejarse en un posible combate, ya que la vida del pirata no era para nada fácil.

Vie Jun 03, 2011 3:00 pm

Nada más picarle su mejilla simpáticamente con su índice, el chico despertó enérgicamente, levantándose rápido y mirando a otro lado dejando un poco confusa a la muchacha. Sin más, el peli-azul se adentró en el baño para darse una ducha mañanera, lo que venía bien después del viaje al que se adentrarían próximamente. Mientras el chico se aseaba, la joven sacó uno de sus libros de su maleta y se dispuso a leer en ese tiempo tranquilamente, amenizando la espera hasta que el pirata saliese y se dispusieran a salir. Precisamente, el libro que leía relataba las aventuras de unos jóvenes intrépidos que viajaban por el mundo, lo que hacía emocionarse más a la peli-rosa, imaginándose en el lugar de ellos.

Un rato después, el muchacho salió del baño, en una actitud más serena que antes, igual que cuando le conoció y se dirigió a la joven preguntando si se marchaban, pues no había parado a pensar cual era la ruta precisa que deberían tomar, no tenía gran entendimiento de los mares, por lo que lo único que se le ocurría hacer era improvisar. Lo primero era salir de la ciudad para dirigirse a otros lugares donde comenzar con sus aventuras, así pues, necesitarían un barco y eso era igual a: el puerto de Lyneel. -¡Sí! Vayámonos, creo que lo mejor para empezar sería dirigirnos al puerto~ -comentó decidida la chica, tomando su maleta con su zurda y con su diestra se colocó su mochila sobre su hombro, sujetándola con la misma mientras caminaba saliendo de la habitación.

Al salir, cerró con llave la puerta y caminó por el pasillo hasta la zona de la recepción. Los dueños no estaban, por lo que dejó la llave sobre el mostrador de la recepción y salió por la puerta junto al peli-azul. -Sígueme Sieghart, llegaremos antes por aquí~ -dijo la chica señalando al frente de donde se encontraban, mientras ya comenzaban a caminar en esa misma dirección, rumbo al puerto.