[Prologo] Un encuentro casual.

Y por alguna razón había llegado a aquel lugar, una isla conocida como la del principio y el fin, ya había recorrido algunas de sus calles, nada había llamado su atención a pesar de que en la plaza principal estaba la mejor de las atracciones, muchos rumores corrían en lugar, mismo que simplemente había ignorado, no tenia en mente seguir más en aquel lugar.

Camino hasta el puerto, buscaba un bote o algo para salir de allí, como era su costumbre se iría como polizonte o bien robaría algún pequeño bote para poder moverse, algo llamo su atención pues había un sujeto de extraña apariencia sentado sobre el muelle, sin duda no era humano, lo dedujo por su apariencia, además de la prominente cola que tenia, debía ser alguna de esas criaturas, de las que muchas veces escucho hablar, un hijo del mar.

Seguramente llevaba mucho tiempo allí, aunque no se trataba de una persona muy amistosa necesitaba saber si había algún barco o bote que zarpará de aquel lugar, camino hasta donde se encontraba, al parecer estaba ensimismado observando l nada, pues su expresión lucia alejada de aquel sitio. –Disculpa, sabes si saldrán botes en las siguientes horas…- Pregunto, esperando que al menos aquella pregunta fuese respondida, tirando al suelo aquella colilla del cigarrillo que acaba de terminar, la apago usando la suela de su bota.

La respuesta que esperaba no tardo en llegar, él hombre pez giro su mirada hacia ella, se notaba aplacible y sereno, era sumamente raro para ella toparse con alguna persona con aquel semblante, quizá se debía a que en los últimos meses únicamente había estado rodeada de piratas y tipejos que se hacían llamar piratas, una respuesta cortes y amable fue lo que recibió, asombrándose un poco, por la manera en la que hablaba el chico, sin duda no era un pirata, se ofrecía a llevarla. Sin saber que decir ante la propuesta del hombre pez, le observo curiosa, había visto a personas parecidas a el, sin embargo esta era la primera vez que veía a uno de cerca.

-Gracias por la oferta… Más no quiero incordiarte con un simple viaje, no se a donde voy y solo busco salir de aquí en el primero barco que salga…- Contesto, con serenidad y amabilidad, intentando que sus palabras no le causaran un desaire al chico, mas al desconocer de esa criatura, sentía curiosidad. Curiosamente mas palabras provenían del chico, quien ahora se presentaba y le decía su nombre. No estaba del todo equivocada, se trataba de un hombre pez, o gyojin como mejor eran conocidos.

-Darrah… Ese es mi nombre…- Expresó observándole mas detenidamente, su piel era de un color, azul, que sin duda en el agua, era un gran camuflaje, había escuchados historias y rumores sobre las criaturas que venían del fondo del mar, mas nunca imagino que tendría a una frente a ella, al menos no tac pronto, y estando en aquel mar. –Es un gusto…- Estiro su diestra hacia el chico en forma de saludo, mientras sus labios se curvaban en una media sonrisa. –Trabajas en este lugar llevando a los viajeros…- comento, más que comentario era una pregunta, recordando que se ofreció a llevarle.

Como viren esperaba la proposición fue negada como de costumbre, este ya lo esperaba simplemente sonrió como tenía acostumbrado para luego responder en un tono amable-Esta bien, aún así si necesitas ir alguna parte puedo llevarte, pero si no tienes rumbo puedo darte uno.-Dijo en un tono amable como caracterizaba al Gyojin pero a la misma vez tenía algo de frialdad.

Darrah es un nombre peculiar, jamas lo había escuchado...-Dijo un poco sorprendido Viren pues el tenía vasto conocimiento y un nuevo nombre era algo intrigante, algo que jamas había escuchado algo "interesante"-El gusto en conocerte es mio Darrah, tu nombre es interesante al igual que tus palabras, admitó que eres una persona de muy interesante-Dijo en un tono curioso y un poco frío.

La verdad no, soy un marine, que paseaba por el lugar ya que este es mi tiempo libre, siempre vengo al puerto a ver lo que mas me gusta y admiró que es el mar...-Dijo en un tono tanto tranquilo y un poco serio, mientras los ojos cristalinos del Gyojin miraban la inmesidad del mar.

Algo le indicaba a la rubia que el chico estaba acostumbrado al tipo de contestación que le dio, pues no cambio en lo absoluto su semblante, era extraño encontrar a personas con ese tipo de actitud, apacible, fría y distante, comúnmente, era buena para predecir las reacciones de la gente que la rodeaba. Una nueva invitación llego, mas que invitación se trataba de darle una sugerencia sobre el rumbo que debería tomar. Dejo de mirarle y observo el mar. Ella era una persona que no seguía un rumbo en concreto, solo se dejaba llevar por la corriente, sin un rumbo, y sin un barco, navegaba en un mar de incertidumbre, que en lugar de preocuparle, simplemente la fortalecía.

-Si me das un rumbo a seguir… Mi vida perdería todo sentido….- Ella era una persona que no esperaba que le marcaran que camino seguir, pues le gustaba tomar, atajos, desviarse, toparse con obstáculos, así era entretenida su vida. –Mi nombre peculiar…. No creo que tenga ningún significado en especial, es solo un nombre más… así como yo soy solo una persona más… En cambio, a mi me sucede al revés, para mi eres tu quien me resulta interesante…- Se sentía intrigada ante la presencia del chico, sentía curiosidad de saber de aquellas historias que los marineros contaban en sus noches de borrachera.

Más las sorpresas llegaban a medida de que escuchaba las palabras del peliníveo, se trataba de un marine, nunca lo habría imaginado. Un gyojin en la marina, eso era algo que ella creía único, cada uno tenia sus razones, pro lo tanto no preguntaría más.-Puedo hacerte compañía mientras espero llegue un barco…- Comento a medida que se sentaba sobre el muelle a una distancia poco considerable, para no incomodarlo.

A simple vista el escuchar hablar a la chica parecía ser que aunque tratasen de entenderla era una tarea difícil, ella gustaba de dar respuestas incoherentes, cosas que para muchos no tenían un sentido, más que para ella, el sentido no tenía nada que ver. Ella se sentía como una hora a la merced del viento, en aquellos lares, mas en lugar de ser el temor el que la embargase, era la adrenalina la que se apoderaba de ella, de no saber que cosa nueva le depararía el día de mañana.

El mantenía esa calma y serenidad aparente, seguramente le había dejado confuso por lo que había dicho, mas no se tomaría la molestia en aclarar sus palabras, un comentario sobre su nombre fue expuesto. Pensó con calma lo que le decía, que su nombre significa sabiduría, no lo sabia, no conocía el significado de su nombre, y las únicas personas que podrían darle una razón o un significado a tal palabra, estaban muertos, por que simplemente se limito a sonreír ante la expresión dada.

-Pareces una persona culta, para procesar con rapidez un nombre y darle un significado… Gracias, ahora se lo que mi nombre significa…- Una serie de diálogos comenzaron a llegar a sus oídos, una pregunta, de done era. Hacia mucho que no recordaba cual era su lugar de origen, había enterrado su pasado y todo lo que le concernía a el. No quería mentirle, mas recordar le resultaba un tanto doloroso, por lo que no lo hacia, ni siquiera se esforzaba en ello, tomo la misma actitud que el y se dispuso a admirar la tranquilidad del mar.

-Soy de alguna parte del Grand Line… Con sinceridad no recuerdo con certeza de donde…- No sentía incertidumbre o inquietud al no recordar, sentía tranquilidad, quizá aquella tranquilidad que emanaba su compañero de charla la contagiaba. –Pero tu si recueras de donde eres, no es verdad… Cuéntame como es la isla Gyojin…-

Para muchos el pasado era una manera de hacerse fuerte ver sus errores, y los de los que les precedieron eran un incentivo para lograr sus objetivos, más para aquella ojicarmesi, el mirar a su pasado, no encontraba nada, nada que la motivase o le diese un ejemplo de que hacer y que no hacer, por eso es que su futuro siempre estaba colgando de un hilo, siempre ansiosa de conocer nuevos lugares, anhelando recorrer todos los mares, aunque no tenia una sed de conocimiento este llegaba con forme viaja.

-El recordar no me es necesario, todo lo que tengo que saber lo se y no necesito mas…- Le escucho hablar, mientras observaba el agua tratando de imaginar las descripciones que el gyojin le daba con aquel fervor, tratando de imaginarlas, cosa que le pareció un poco cómica, pues como podría imaginarse un lugar en el que nunca había estado. Podía notar cierto sentimiento en sus palabras, mas no tenia la certeza de que sentimiento se trataba, quizá era nostalgia por el lugar de procedencia.

-Vaya, por lo que puedo leer en tus palabras, es como si se tratase de un lugar encantador… Espero poder ver con mis propios ojos lo que has descrito…- Estaba tranquila, aunque se sentía inquieta, el chico era todo lo contrario referente a ella, le era agradable conocer a personas como el gyojin, quienes siempre mostraban una sonrisa.

-Tu lugar de procedencia suena increíble… Gracias por compartir este relato…- Continuaba sentada en aquel lugar imitando la acción del chico de perder su vista en el mar, una gaviota cruzaba el mar, entrando en el agua y saliendo de ella con un pez dentro de su pico. Las cosas eran tan distintas para cada persona, cada situación era vista desde contestos diferentes. No era una persona de compartir sus gustos u opiniones, pero siempre que estaba de buenas podía hacer una excepción.

Ahora ya tenía en su mente una nueva información, procedente de un hijo del mar, no mas historias de aquellos bucaneros, las cuales se quedaban cortas ante las descripciones que el chico le daba.

Imagino un par de veces a aquellas criaturas de las que tanto escucho de otra manera, un tanto agresivas y violentas, más en ese momento se estaba dando una impresión muy diferente de aquellos seres, no era observadora para distinguir de una persona buena a una mala, las mascaras siempre estaban puestas y era a veces difícil ver a través de ellas, mas la calma que el chico desprendía al verlo tan conectado con el mar, le recordó al mar, no solo por su color de piel, si no porque el mar, el ser humano y quizá las criaturas como el, tenían 2 facetas, aquella que mostraba tranquilidad y la segunda, la mas temible la de poder causar un caos, sin duda la ira del mar era la que mas sorprendía pues destrozaba con furia lo que encontraba a su paso.

Quizá al igual que ella cuando la furia y la ira se apoderaban de él mostraba esa faceta. Escucho aquella invitación, sonrió ante la propuesta. –Tal vez algún día la acepte, si nos volvemos a encontrar…- Seria una oportunidad de ver lo que el chico le narraba. Callando ante las siguientes palabras. Un futuro por delante, por ahora solo le interesaba conseguir los medios para crear su futuro, un futuro soñado, quizá un mero ideal, mas un ideal que la mantenía a flote a todo momento.

-El futuro… No se que me depare, solo espero cumplir lo que quiero…- Dijo con un poco de recelo, pues hablar de su futuro y sus ideales era un secreto, algo que no se permitía a si misma compartir con alguien mas. Había dejado de ver el mar, para prestar atención a sus palabras, no se percato de cuando aquel pez volvía al agua, más el sonido el agua romperse, le llamo la atención y regreso su mirar al mar.

-Ver tu actitud y tu comportamiento me recuerda tanto al mar…- Ella era una persona que gustaba de pasar tiempo de calidad en el mar, quizá por eso se sentía cómoda con el chico a su lado. – Eres tan parecido a el, aunque no te conozca lo suficiente, puedo deducirlo…-

Quizá el chico no había entendido sus palabras al momento de hablar, ella siempre dejaba las palabras al aire a merced de las personas para que las interpretasen como quisieren, más ahora parecía que el chico quería una respuesta concreta, mentó para si misma cual era la mejor manera para responder. –No lo digo por tu color de piel, lo digo por la calma y la tranquilidad con la que estas en este momento…- Cruzo sus piernas y llevo sus manos atrás de sus caderas recargándolas sobre la fría madera del muelle. –El mar es algo a lo que todo marine o bucanero teme… Las historias que escuche sobre los tuyos, siempre fueron historias donde ustedes son violentos y agresivos… Cada historia tiene algo de verdad, una verdad que solo puedes descubrir y apreciar con tus propios ojos…-

Se sentía en confianza para expresar aquel pensamiento que tenia. –Mi vida esta regida por los principios del mar, una fuerza que muestra calma y serenidad, una paz que arrulla a quienes la pueden apreciar… Más no todo es perfecto, hasta las cosas mas bellas tienes sus imperfecciones, en este caso la imperfección del mar radica en lo cruel que puede llegar a ser con aquellos que lo desafían… A eso me refiero, se que los tuyos tienes una fuerza incontenible, como la del mar, es aquella fuerza y la calma que puedo observar en ti, lo que me deja formarme este criterio… No por nada son los hijos del mar…El tener esa dualidad, el verla reflejada en ti y en los tuyos… Me hace pensar que ustedes son como el…- Aquella faceta a la que se refería solo era mostrada por unos cuantos, pues había conocidos personas que eran sumamente buenas, o personas que eran muy agresivas, no había un equilibrio en ellas.

-Apreciar algo que no conoces o te es desconocido, no siempre implicaba temor, si no darte la oportunidad de conocerlo… Tememos lo que desconocemos...- La fuerza y la calma, era algo que ella desconocía, y que sin duda debía aprender para fortalecerse a si misma, el vivir de aquella manera, buscando el equilibrio correcto entre esas fuerzas internas con las que siempre peleaba. –Espero haber sido clara o al menos darte una idea de lo que intento decir…- El frescor del atardecer se aproximaba y también podía observar como la gente empezaba a moverse, quizá ya era tiempo de ir a averiguar si podría salir de aquella isla esa noche.

Al menos esta vez había sido clara y sus palabras habían sido entendidas por el chico pez, nunca habría imaginado tener una platica con un ser como él. Tan distintos en apariencia, pero con algunos puntos a favor en tanto a su pensamiento. –Justicia… Mmm no lo había visto de aquella manera… Aunque en este mundo todo es posible… Tu lo has dicho son violentos, por el irrespeto que se les ha mostrado, eso los ha llevado a dejar de lado aquella tranquilidad que puedo observar en ti, para hacer frente a lo que se les ha hecho… Lo mismo pasa con ser humano, al no saber como reaccionar ha mostrado su lado cruel…- Un ciclo que se repetía y se repetía como el bien lo decía, a cada ser en ese mundo le gustaba tomar la justicia por propia.

Por un momento noto de nuevo aquella frialdad en las palabras del chico, por lo que simplemente guardo de nuevo silencio, quizá había tocado un tema que no le era fácil tratar, y lo dejaría de aquella manera, así podrían reanudar aquella conversación en un futuro, si tenían la suerte de que sus caminos se cruzasen de nuevo.

-Mmm ha llegado la hora de marcharme…- Expresó mirando un par de metros delante de ella, un navío que se preparaba para zarpar, no se había dado cuenta de en momento el movimiento en el puerto había empezado, se sumergió en aquella platica que perdió la noción del tiempo. –Ha sido un gusto hablar contigo Viren…- Se puso de pie y se disponía a marcharse. –Hasta la próxima, espero podamos continuar es conversación en aquel lugar al que llamas Hogar, cuídate… Ja nee!..- Dio media vuelta y camino hacia el barco que estaba allí preparándose para partir, subió a este y solo espero un par de minutos para que se pusiera en movimiento, se sentó sobre la cubierta muy cerca de unas delas barandillas donde podía observar el mar, atrás había dejado quizá a un nuevo amigo.

Una buena experiencia se llevaba de aquella plática, más aun seguía latente aquel pensamiento que la abrumaba, el que quizá ella terminaría siendo como los demás, un ser que deja arrastrar por la crueldad. Dejando de pensar en ello, saco un cigarrillo y lo encendió, observando aquel mar que dejaba atrás, no muy lejos podía ver aquellas nubes extrañas que sin duda traerían una tormenta, el viaje a su nuevo destino estaría entretenido.

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