Re: BLACK ROAD PIRATES in Loguetown

Sáb Jul 23, 2011 5:05 pm

La experiencia del carpintero con sus constantes labores tanto en la madera como en el metal le dieron por años mucha información sobre el asunto de los materiales de construcción tanto como para piezas pequeñas y finas como eran las que tenían de mecanismo sus botas o el pequeño ayudante metálico que el llamaba cuando gustase hacerlo, así como también ahora relucía su capacidad para encontrar buena madera, aunque fuese normal era mas fácil ser engañado por las apariencias mas aun por que la gran mayoría de manojos de madera que habían por ahí, muchos estaban llenos de nudos o los tablones estaban medio podridos o incluso doblados, eso nada mas indicaba el mal cuidado que le daban a los materiales que vendía ese local así como también el pésimo labor de los del aserradero en donde esa madera había sido cortada originalmente.

-Me pregunto a cuanta gente joderan?- Se decía así mismo acompañándose de un suspiro pesado.

Aunque como siempre en medio de toda una pila de porquería, siempre tiene que haber algo medianamente bueno y en este caso, ubicados en distintos puntos de la enorme pila de tablones de madera, se hallaban tres manojos en perfecto estado y sin rastro alguno de imperfecciones, ni nudos, ni humedad, estaban bien cortadas, el único desperfecto remarcable es que uno de los tablones tenia aun un poco de corteza y una rama que salía de la misma, era lo de menos eso, entre tanta basura no se quejaría con lo poco en condiciones que encontraba aunque era mas raro aun el hecho que la rama tenía un fruto en la misma, una fruta redonda y roja, parecía una mora roja enorme pero algo era claro, el sabor no era el mismo; No había comido nada en toda la mañana aun aquel carpintero perteneciente al reino de los cielos, su hambre no se manifestó hasta ver comida lo que rápidamente le indico al cerebro que necesitaba comer algo sino su día no rendiría -Lo que claro llevo a nuestro inconsciente y guapo protagonista a saltar sobre la misma y comerla entera casi de una sola mordida con sus aserrados dientes como si de una piraña se tratase-.

Claro el horrendo sabor del extraño fruto le llevo a escupir mas de la mitad y a atragantarse por lo repugnante que era; Se podría definir como una combinación entre lo amargo y agrio, sumándole una mescla muy concentrada de dulce y amargo lo que llevaba a una mescla de toda clase de gustos que activaban todas las papilas gustativas al mismo tiempo y generaban una repulsión casi instantánea cuando su lengua toco la parte "carnosa" del fruto.

-Que asco...nota mental no comer algo que no conozca....diablos y si es venenosa?- Su rostro demostraba como caía en la idea de que podría tratarse de algo peligroso.

Aunque de momento no sintiese nada la duda estaba, un veneno tenía tanto acción inmediata como tardía eso lo sabía sin ser un experto era sentido común, lo cual lo llevaba a no bajar la guardia ante su estado físico.

Mientras esto ocurría el navegante ya se encontraba cerca y con todas las compras hechas, incluido el taladro que guardo en su bolso, solo quedaba llevar todo al barco lo cual no resultaría un problema, aunque el navegante no le hubiese ayudado sin darle opción, Kozart, habría podido cargar todos los manojos de madera sin muchos problemas, con toda una vida haciéndolo podía cargar cosas aun mas pesadas incluso. Pero a estas alturas ya no importaba cuanto pudiese cargar, ahora ambos se dirigían rumbo al barco aunque con una mínima parada en una tienda de objetos curiosos, parecía una brujería algo que tenía medio sorprendido al carpintero aunque también curioso al notar las cosas que habían en la vitrina, eso era algo raro, años atrás o en su propia tierra podrían quemar a alguien por algo relacionado a la brujería, esta tienda estaba a la vista de todo el mundo, algo que demostraba la forma de pensar abierta de los habitantes de dicha ciudad como para permitir eso.

En fin la visita de Andrei a la tienda no duro mucho por lo que ambos hombres retomaron su camino hacía el barco aunque algo raro pasaba, la gente al parecer evitaba acercarse a ambos, mas bien ni bien pasaban cerca se alejaban con una expresión de agobio en su rostro, algo que no podía notar el carpintero que andaba de muy buen humor ese día pero el navegante pelinegro y su mascota tal vez si por que estaban mas cerca, un extraño calor en el ambiente, algo así como un cambio de temperatura ya que seguro dentro de la tienda no sentía una temperatura alta pero estando caminando por el puerto si lo mas extraño era que mientras mas se acercaba al alado mas aumentaba la sensación de calor. Pero de repente, el ángel rompió el silencio y pregunto curioso:

-Oye tienen medico en su barco?- Pregunto mirándolo directamente.

Desviando la mirada del camino justo cuando pasaban junto a un sujeto que estaba tirado en el muelle y alguien atendiéndolo, el portador de ese par de cuernos en su cabeza no noto su presencia pero de haberlo hecho se hubiera dado cuenta que era justo lo que el buscaba, mas aun por que era conocido suyo, el semi-medico Green.

Sáb Jul 23, 2011 10:57 pm

Ya completamente despierta y despabilada de aquel sueño que había tenido, se dispuso a averiguar que pasaba, se adentro en el interior del navío y observo a Kamui dormir plácidamente en el mismo lugar donde lo habían dejado el día anterior, dentro de otro de los dormitorios se encontraba aquella chica de castaña cabellera descansando, por lo visto los únicos fuera del navío eran su navegante y el joven médico.

Entro al baño el cual estaba dispuesto al lado del último dormitorio y se lavo un poco la cara, debía revisar el barco que es lo que faltaba si saldrían en seguida del lugar, por lo tanto luego de terminar de acicalarse comenzó a revisar todos los compartimentos del barco, encontrando un poco de provisiones y algunas cosa como pólvora y cuerdas otras cosas de poca utilidad, sin duda aquellos sujetos no se preocupaban por tener un barco bien equipado. –Mmmm tendré que hacer un gasto grande…- Expresó con pesadez en sus palabras, una de las cosas que más odiaba hacer era hacer gastos y usar su dinero en cosas que no fueran para ella misma, sin embargo ahora debía hacerse cargo de ella y del su nueva tripulación, por lo que entro en la habitación de las chicas y dejo sobre una de las camas vacías sus pertenecías.

Aquella maleta y su gastada capa, la cual doblo con esmero y cuidado, sin duda un objeto viejo y muy preciado para ella, saco el dinero del bolso y lo guardo en uno de los estuches sobre su cadera, sacando la cajetilla de cigarrillos y encendiendo uno, ni siquiera había desayunado, tenia la mala costumbre de beber y fumar incluso sin probar alimento, cosa que poco le importaba. Salió de nuevo a cubierta y bajar del navío, percatándose de que no muy lejos de donde estaba se encontraba Green junto a un sujeto o al menos eso era lo que alcanzaba a ver, tirado sobre el suelo, y no muy lejos de el otro sujeto pelirrubio y a su lado su navegante.
Al fin daban señales de Vida aquellos chicos, por lo que camino hacia ellos y en efecto sobre el suelo había alguien herido, se acerco a ellos y pudo comprobar que el joven médico le daba auxilio, sin duda se encontraría bien después de ser atendido por el chico. Por otro lado se pudo percatar de algo, aquellos 2 chicos Andrei y el invitado traían consigo madera, que seguramente serviría para reparar el barco. Observo a ambos chicos, con mucho mas cuidado al rubio, tenia algo muy peculiar que sin dudo hizo que su atención se posara en el.

-¿Tienes cuernos?...- Expresó sin delicadeza ni cuidado a modo de pregunta mientras se acercaba a el y dirigía sus manos sobre la cabeza del chico con cierta curia, había visto a algunos animales con característicos cuernos, mas nunca a una persona. -¿son verdaderos?...- Volvió a preguntar, no le importaba si el chico se molestaba con ella por aquel comportamiento poco común que mostraba la artillera. Por un momento parecía que se comportaba como una pequeña niña al hacer esas preguntas e invadir el espacio personal del chico.

-Oye son lindos tus cuernos…- Expresó dejando de tocarlos y guiñando su ojo al joven, para después dirigirse a Andrei y Green. –Por cierto iré a comprar cosas que necesito en el barco, si no se os ofrece nada regreso mas tarde…- Y así como terminó de hablar y observar a los presentes esperando si tenían una petición o no comenzó a caminar de espaldas emprendiendo su rumbo hacia algunas tiendas.

Dom Jul 24, 2011 3:27 am

Continuaba su atención en aquel pobre hombre, que le sucedía? No tenía idea, pero tenía extrañas marcas, al parecer de algún combate o algo símilar, así que, con lo que pudo, le atendió, primeros auxilios, pues su problema era algo de lo que no tenía conocimiento, porque no habían más marcas de las cuales sacar conclusión alguna, así que continuaba con aquello hasta acabar, no hizo gran cosa, revisión de huesos, de tendones, musculos, de manera muy superficial, todo bien, las heridas ya estaban secas, de hecho, al parecer la inconciencia era lo que no le permitía moverse, de ahí, parecía curiosamente bien, bueno ya pensaría que hacer con él, en ese momento, comenzó a sentir calor, acaso de pronto el sol comenzó a hacer meya sobre él? Comenzaba a sudar cuando escuchó unas palabras de una voz ya conocida para él, iba a levantarse pero cuando casi lo hace, por poco se golpea la cabeza con las tablas que Andrei andaba, evitando el golpe y poniendose de pie correctamente se acercó a la capitana.

Oh, veo que ya desperto, y a donde... Ah! Kozart! Que bueno verte, justo iba a buscarte a tu viejo taller cuando vi a este pobre chico... pero esta bien, que gusto verte, y veo que, de alguna forma, andas con Andrei, bien... por cierto... no sienten un poco de calor?

Mencionó a los tres, al menos había acortado la idea de buscar a Kozart, él repararía el barco, era algo muy positivo, y vio con una gota cayendo de su sien a la capitana hablar de los cuernos de Kozart, luego de aquello, ella anunció que iria a comprar algunas cosas, al parecer, él también iría, y aprovecharía a llevar al chico a un hospital, donde lo atenderían de una mejor manera, así que se acerco al joven desvalido y lo cargó por si mismo, si, poseía fuerza, había hecho un buen entrenamiento físico, y eso le había ayudado a desarrollar un poco de fuerza para poder cargarlo.

Yo ire con usted... Señorita Cohen, llevaré a este pobre chico al hospital y luego haré unas compras

Dijo para irse junto a Darrah, llevando a Itram con él, para llevarlo y dejarlo en el primer hospital que viera, lo dejaría, pagaría algo y que ellos se encargaran, no era conocído para él, así que, todo estaría bien, solo haría una buena acción médica y ya, nada del otro mundo.

Dom Jul 24, 2011 4:22 pm

Ni bien ambos hombres, Kozart y Andrei, llegaron al navío de aquella peculiar tripulación de la que el carpintero solo conocía de momento a un miembro en persona, una mujer salió del mismo. Portaba una larga capa que al parecer tenía como función ocultarla para pasar desapercibida cuando ella lo deseara pero como en este caso no se estaba ocultando mostraba su cuerpo bastante desarrollado, su estilizada silueta desde la punta de los pies hasta el cuello que era cubierta por unos ropajes bastante finos en sin importar que su estilo, no necesariamente era uno elegante pero si se podía notar que no era ropa que se compraba en una barata, variando las tonalidades de los colores entre negro y un rojo escarlata que captaría la atención de cualquier hombre aunque no tuviera ese par asfixiado por la ropa, evidentemente a esa mujer nunca sucumbiría ante el complejo nato que crea mas inseguridad en toda mujer, el tamaño -un complejo que también se aplica en los hombres pero es irse por las ramas en esta ocasión-.

Ese par de ojos carmesí que parecían Ruby´s, se clavaron en algo en específico del joven carpintero, no hacía falta fijarse que lo que estaba mirando con tanta curiosidad, como la que muestra una niña pequeña, eran esos dos cuernos que salían de la frente del ángel, ese par que ni su cabello medianamente largo podía ocultar aunque el carpintero lo deseara.

La incomodidad llego entonces a Kozart, no le gustaba para nada que la gente se le quedara viendo esa parte en especifica de su persona, lo ponía siempre alerta y expectante a la necesidad de golpear al que osara decir algún comentario peyorativo sobre aquella deformidad craneal, como bien le había explicado su medico desde que era niño, mas aun lo ponía a la defensiva y su mirada ya se estaba por tornar mas irritable cuando ella dijo: “¿Tienes cuernos?”

-Si, lo son- Comento incomodo mostrando su molestia que permanecía disfrazada en su tono de voz para aquellos que no prestasen suficiente atención a sus palabras.

Pero justo cuando las cosas comenzaban a caldearse, literalmente, algo le sorprendió.

“Oye son lindos tus cuernos”

Lindos, esa palabra desencajo completamente al alado, su aparente expresión molesta se borro y fue reemplazada por una de sorpresa, casi shockeante, así como también el ambiente de haber aumentado bastante por un momento su temperatura, esta bajo drásticamente hasta volverse nula. La madera se le cayo de las manos después de que la mujer se alejo aunque podría parecer que era por el peso de esta no era así, su cuerpo había quedado paralizado y se podía ver como su brazo aun seguía alzado en la misma posición en la que llevaba los materiales de construcción.

-¿Lin…dos?, ella…dijo... - Rostro parecía estático por el shock mental que había recibido.

Nadie en toda su vida le había dicho algo así, la mujer que lo crio en ese orfanato nunca dijo nada al respecto de el ni siquiera a sus espaldas pero bastaba con ver su rostro para fijarse que sentía desagrado a ellos y su maestro si bien nunca mostro ni molestia ni admiración hacia ellos, el había visto directamente al interior del niño que básicamente había adoptado como su hijo. Pero esta mujer fue diferente, fue la única persona que mostro cierto agrado de ese estigma en la frente aquel ángel caído, aunque este no los viese así eso no cambiaba el efecto que estos causaban en su vida, dolor, y por una vez estos le dieron felicidad.

Tal vez no era para tomárselo muy en serio, pero, viendo la vida que tuvo aquel hombre que nació entre ángeles teniendo alas en su espalda como todos ellos pero siendo considerado como un demonio por aquel defecto en su nacimiento, tenía mucho peso palabras de agrado hacía esa parte de su cuerpo que tanto dolor le había dado de pequeño.

Su cuerpo volteo para buscar a esa mujer con la vista pero ya se encontraba en la distancia como para gritarle, aunque se moría de ganas por clamar con todas sus fuerzas un “Gracias”, no lo iba a hacer, en lugar de eso correspondería de otra forma, una mas propia de el.

-Oye, esa chica me cayo bien... ¿Quien era?- Preguntaba al navegante a su lado

Ahora el calor había regresado pero esta vez un poco mas fuerte que antes incluso un ligero vapor aparecía en la zona, mas concretamente del cuerpo del alado casi como si fuera su aura, un aura que se materializaba para mostrar que el ángel de cabellos rubios y dientes aserrados estaba prácticamente “Encendido”.

Off:

Chess perdón si mi pj ahora no te presto atención, el shock por esas palabras lo dejo tonto xD

Lun Jul 25, 2011 5:43 am

Una sensación un tanto incomoda empezaba a llamar la curiosidad del navegante, desde hacía un momento, había percibido un aumento excesivo de temperatura, no era normal, era algo bastante atípico tomando en cuenta las condiciones meteorológicas en las cuales había amanecido. Comenzaba a preguntarse la causa de tal efecto, recordando en ese momento que dentro de la tienda el ambiente era normal, mientras caminaba aflojó un poco su gabardina dejándola suelta, realmente no era amante del calor, disfrutaba mucho la frescura y por ello tenía la costumbre de andar sin remera. Sus pensamientos fueron dejados de lado por un instante ante la repentina pregunta de Kozart sobre si había un médico en el barco, realmente había uno allí, había subido en el último momento siendo de gran ayuda en el robo del enorme barco, iba a responderle cuando ambos vieron al mismo tiempo a un sujeto desmayado siendo atendido precisamente por la persona en la que Andrei pensaba, Green.

- ¿Como estás Green? – le saludo con normalidad, ahora si pretendía presentarlo ante Kozart como el médico, pero, valla sorpresa se llevó Andrei al notar que no fue necesario decir palabra alguna, ambos parecían ya conocerse desde antes, perfecto, menos energía que gastar, sería su típico razonamiento aunque decir unas palabras no significara gasto alguno. El calor seguía presente en el ambiente y Andrei comenzaba a sudar ya que era el que había estado más cercano a la fuente del mismo – ¿Así que no son solo impresiones mías? – pensó detenidamente, justo cuando su bella capitana hizo acto de presencia en el lugar.

Al ver a Darrah, Andrei le saludo en señal de buenos días con una mediana sonrisa, y antes de poder decir nada, notó hacia donde estaban concentrado los ojos de su capitana, en los cuernos del rubio – Oh, oh – pensó un momento mientras hacía en vano un intento de señales a Darrah para que fuese sutil con lo que estuviera pensando, era obvio que haría algún comentario sobre sus cuernos. Y entonces pasó, sin anestesia sin previo aviso lanzó la pregunta como si fuese cosa de todos los días, la curiosidad que el navegante había esperado un tiempo que él consideraba prudente antes de preguntar algo tan personal como lo parecían ser aquel par de protuberancias en la cabeza del rubio, Darrah lo averiguo sin siquiera conocer su nombre antes. La interrogación no terminó allí, ella se acercó a tocar los cuernos sin permiso alguno y esta vez preguntó por su autenticidad causando que Andrei llevara su palma a su frente como “facepalm” – Te pasaste – fue lo único que pensó en ese momento en que extrañamente la temperatura del ambiente aumentaba cada vez más y las cosas parecían ponerse feas, lo notaba por el tono de las palabras de Kozart, ¿Qué pasaría ahora?, era algo que ninguno de los presentes pudo imaginar, excepto la misma Darrah.

Sin decir nada más, la fémina anunció que aquellos cuernos eran lindos con un característico guiño de ella. Sorpresa, incertidumbre, era la expresión del navegante y quizás la de todos los demás allí, era tanto el shock que no pudo prestar demasiada atención a las últimas palabras de Darrah – Ehhh… no nada – dijo con su boca un tanto abierta, para dejar que la rubia se marchara a hacer sus labores, tras ella el médico llamado Green se fue del lugar cargando al extraño inconsciente.

El estado de shock se perdió cuando vio las maderas de Kozart venirse abajo – ¡Oye cuidado! – pronunció apartando rápidamente su pie para que no fuese aplastado, al mismo tiempo la acción causó que el tirara las que llevaba – ¿Kozart? – Preguntó mirándolo algo confuso, ¿estaba bien?, comprobó que almenos no estaba molesto tras escuchar su balbuceo, lo cual hizo que el navegante dejara salir una pequeña sonrisa – Al parecer estarás bien – dijo mientras levantaba las maderas del suelo, y mientras realizaba tal acción le dejó tiempo suficiente para que el carpintero saliera de su propia impresión. Cuando al fin lo hizo, preguntó por la rubia – Es Darrah Cohen, la verdadera dueña del barco, por lo tanto, la capitana – expresó sin detenerse en la labor de levantar los tablones de madera – ¿Puedes ayudarme con esto? – dijo mirando al rubio para notar que un extraño vapor lo rodeaba y un aura encendida le complementaba – ¿Estás bien? – preguntó sin entender porque estaba así.

Mar Jul 26, 2011 12:37 am

Aunque algo tarde a la pregunta sobre su estado el carpintero contesto de todas formas con un “Si, Estoy bien”, mientras su mirada se perdía tratando de encontrar la silueta de aquella mujer, pero era inútil ya se había alejado.

Darrah Cohen, fue lo que le contesto el navegante de cabellos oscuros como la noche, sin duda alguna no olvidaría ese nombre y tampoco a esa mujer.

-Oye, sobre lo del pago, lo hare gratis- El cambio en su actitud era evidente, ya no se mostraba shockeado ni nada sino mas enérgico.

Un día interesante estaba resultando ser ese, lo que había comenzado como un relajante y fresco día, con un clima muy similar al primaveral, ahora se mostraba más cercano a la más calurosa estación que era el verano, un calor seco que inundaba cada vez con mas frecuencia el ambiente que rodeaba al Skypeano que estaba de pie frente al navio sobre el que tenía que trabajar.

Su mente divago por el espacio como si su alma hubiera salido de su cuerpo, dejando este inherente a todo lo que sucedía a su alrededor, su imaginación estaba en pleno vuelo y esta alimentaba su creatividad al llenar su mente de diferentes ideas para, no solo reparar ese barco, sino también darle una importante mejora y re diseño del mismo, el nunca hacía las cosas a medías o se contentaba con algo completo pero simple, cuando trabajaba lo hacía en serio y fue al cabo de unos segundos en el que su cuerpo se había mantenido estático, que ahora mismo una sonrisa se dibujaba en su rostro, una de lado que junto con su ceño fruncido mostraba claramente en su mirada que algo se le había ocurrido, algo grande según su mente.

-Andrei, ¿crees que podrías ayudarme a mover el barco hasta la playa?- Pregunto calmado pero con ciertos ápices de emoción en su tono de voz.

El ambiente ya se mostraba mas “agradable”, el insufrible calor pre-veraniego se había desvanecido por completo pero se mantenía una cálida brisa que contra restaba el frio que generaba, para los sensibles al mismo, la brisa marina.

Ahora el portador de ese “lindo” par de cuernos, apoyaba su mano en la madera del barco dañado y frotaba un poco el mismo para sentirla, así luego mirar a el navegante para darle un notificado.

-Cambiare el barco por completo, con lo que tenemos aun así le daré un barco capas de atravesar cualquier mar.-

El calor se fue y las ansias por trabajar del alado venían, mientras este ya se encontraba cargando todos los manojos de tablones sin ningun problema hacía dentro del barco para moverlos con el, sin duda alguna su primer barco sería algo increible, al menos ese era su deseo.

Off:

Salgo del tema para reparar el barco.

Vie Jul 29, 2011 9:29 am

Se quedó por un momento esperando la respuesta del carpintero sin demasiado éxito, ya que el mismo parecía seguir muy pendiente de Darrah quien se alejaba para hacer algunas cosas, en el puerto, Andrei también por curiosidad miró a Darrah alejarse, preguntándose a si mismo que era lo que necesitaba comprar, no había prestado mucha atención a sus palabras antes de irse, pero no fue por voluntad propia, más bien fue por la situación del momento. Cuando Kozart decidió hablar nuevamente, propuso hacer el trabajo gratis, palabras a las cuales el navegante miró un tanto sorprendido al principio y luego culminó con un a sonrisa – Darrah tiene su encanto – pensó dándole el crédito de la decisión del carpintero solo a ella – Ok, como quieras – dijo sin perder la sonrisa de su rostro.

Realmente, todo estaba saliendo bien, ahora que el barco estuviese reparado, podrían salir al mar nuevamente hacia un destino nuevo y emocionante, Andrei ya tenía lo necesario para surcar las aguas del Grand Line, estaba emocionado por la aventura que les esperaba, en ese momento sacó de su bolso el taladro que había comprado y se lo pasó a Kozart, justo antes de que este le pidiera ayuda para mover el barco. Al principio el navegante miró el navío y puso una expresión de pereza nuevamente – ¿Es necesario? – preguntó con pocas ganas de hacerlo, pero si había que hacerlo, haría el intento de ayudar – Ok, comencemos de una vez – dijo con resignación ayudando y secundando a Kozart en todo lo que hiciera o necesitase, después de todo, el experto era él.