[Pasado] Y hace unos días...

Un día cualquiera llegó el chico de cabellos rubios a una isla donde, en un principio, aparecía un gran bosque. Hasta ahí todo bien, pero luego había un montón de basura, con mucha gente allí y con diversas casas… ¿Qué estaría pasando en ese lugar? Lo mejor sería pasar del tema y seguir, sin embargo… ¿hacia adonde? Él no sabía adonde ir y tampoco quería preguntar a nadie, ya que no tenían pinta de buena gente… y algunos no tenían pinta ni de personas.

- A ver si viene alguien a quien pueda preguntar… todos tienen pinta de chorizos y gentuza… ¿Por qué habré acabado aquí? No importa, siempre es bueno tener varios tipos de experiencia en la vida para poder saber en cada momento lo que hay que hacer... o eso espero. - dijo Coday, en un susurro para que nadie lo oye, mientras estaba allí parado, mirando a un lado y a otro, esperando que alguien se acercara para preguntarle… no quería ser él el que buscara a alguien entre toda aquella gente.

Los interminables viajes en busca de los que atacaron, por asi decirlo su aldea, no daban frutos y por eso habia llegado hasta un extraño sitio, decian que habia una ciudad por aqui pero solo se veia un monton de escombros, basura y gente que no parecia gente, caminaba entre los escombros, observando la pobreza de este lugar, me hacia sentir tristeza, pero no podia hacer nada por ellos, y la mayoria serian o acabarian siendo criminales, solo espero que no me toque acabar con alguien en estos lugares, lo cual probablemente acabara pasando, pero de momento era hora de seguir andando intentando encontrar a alguien a quien se le pueda preguntar si ser noqueado por su olor.

Despues de unos minutos andando vi a mi querido retrasado compañero de viaje, bueno del viaje que hice con el hace un tiempo, me pregunto que haria aqui, bueno se que es algo retrasado pero es el unico al que podia intentar preguntarle sin acabar en un robo pelea o cualquier tipo de cosa parecida, me acerque a el saludando con la mano, aunque dudo mucho que me vea, y dije cuando me acerque.

Hola de nuevo Coday, veo que volvemos a coincidir en nuestras, travesias, por asi decirlo, y ¿que te trae por un sitio como este?, lo pregunto porque la ultima vez solo estabas interesado en conocer chicas.Le dije con una ligera expresion de sorpresa e interes.

El chico rubio se giró y miró a su ya conocido compañero de viajes, Saphiro. L había dicho que antes solo estaba interesado en chicas… ¿pero que ofensa era esa? TODAVÍA seguía interesándole las chicas. Se lo haría saber, antes de continuar con la conversación... y sobre el porque estaba allí… a eso si que no podía responderle, ya que ni él mismo sabía que estaba haciendo en ese lugar.

- No estaba interesado en chicas… ESTOY interesado en chicas. - dijo Coday, dejando una pequeña pausa para después proseguir. – Y no sé que estoy haciendo aquí… tal vez he venido para comprar algunas cosas o conseguir algo… no lo recuerdo, pero tampoco me importa demasiado… y dime, ¿tu que estás haciendo por aquí? - preguntó extrañado el chico que iba a convertirse en un pirata.

Al acercarme y hablarle se giro, y parecía bastante ofendido por lo que dije de las chicas, increíble, es incapaz de ver su propia mochila pero es capaz de notar la gramática, o puede que solo sea cuando tiene que ver con sus deseos, de todos modos estaba claro que seguía siendo igual de despistado, ya que no sabía no para que estaba aquí, le mire con una pequeña sonrisa y dije.

Me sorprendes, eres incapaz de ver tu propia mochila la cual llevas en el hombro, pero, eres capaz de notar cosas así en la gramática, bueno dejando eso de lado, así que no sabes que haces, bueno tampoco me extraña viniendo de ti(risa entre dientes), y yo, bueno lo de siempre, viajando y eso.

El rubio escuchó sus palabras y no podía quedarse quieto. Le había dicho, de forma sutil, tonto… si hubiera sido despistado, vale, pero eso ya era un insulto. La cosa no quedaría así… no estaba dispuesto a permitir que nadie se metiera con él por la forma de ser que tenía… él estaba contento de ser como era y cualquiera que le dijera o se metiera con eso, lo pagaría muy caro.

- Ten cuidado con tus palabras… no me llames tonto o lo pagarás… aquí parece que no hay ninguna ley, así que… - dijo Coday mientras miraba a todo su alrededor. Después de una pequeña pausa, prosiguió. – Viajar a un vertedero como este… creo que tendrías que cambiar tus rutas de viaje, ¿no crees? Bueno, eso ya es cosa tuya… pero yo elegiría una isla llena de chicas o con un buen clima. - dijo el chico, esperando la respuesta de su compañero, en un tono como si nada de lo dicho antes hubiera pasado.

Mi amigo, bueno, yo lo consideraba amigo, no se que me consideraba el, pero en fin tampoco me importaba demasiado mientras no hubiera confrontaciones entre nosotros estaba todo bien, le mire con una sonrisa y dije.

Jajaja, yo pensaba que las palabras no hacia falta medirlas entre amigos y bromas.(cambiando a una cara seria) Yo no viajo por turismo precisamente, aunque realmente me gustaría viajar por ese motivo, bueno dejando ese tema de lado, supongo que algo tendrías que hacer en la ciudad, sera mejor que intentemos encontrarla, tal vez si encontramos alguien lo suficientemente normal o que tenga aspecto confiable, podamos preguntarle.

Entonces hice un gesto con la mano indicando que deseaba empezar a andar.

Coday se quedó mirando la invitación del chico para empezar a caminar. ¿Qué esperaba conseguir con eso? La verdad es que no entendía nada… bueno, simplemente lo que haría sería empezar a caminar, no sin antes hablar con el chico sobre el entrar a la ciudad… él por lo menos no tenía nada que hacer allí.

- Para ser sincero, no tengo nada que hacer en la ciudad. Por aquí hay algunas cosas interesantes… además, ¿Qué haríamos en una ciudad desconocida? ¿tu tienes algo que hacer allí? Yo es que, la verdad, no tengo mucho que hacer… - dijo el chico rubio con una sonrisa, aunque lo que había dicho era muy cierto. Luego, calló mientras andaba, esperando al contestación

Retire mi mano dejando claro que no íbamos a caminar si no se daba la oportunidad, le mire y dije.

Bueno, la verdad, es que me conviene mas este lugar que la ciudad, solo lo decía por si tenias algo que hacer, pero en fin si te sientes seguro de que no tienes nada que hacer, pues podrías ayudarme en mi pequeño motivo, por el que vine aquí, y bueno por el que voy a todos sitios, solo te preguntare una cosa antes de que respondas si ayudarme o no,¿Te es incomoda la violencia cuando es necesaria, aunque algunos la llamen violencia gratuita?

Me quede mirándole con una mirada penetrante, tenia que saber si me ayudaría o no, aunque si lo hiciera como si no, iba a hacerlo de todos modos, era mi motivo de vida, asi que daba igual la ayuda.

Coday paró y miró detenidamente a Saphiro, como si estuviera pensando fríamente lo que le había dicho. ¿Qué si me incomodaba atacar a gente porque si? Por favor… era o mejor dicho, iba a ser un pirata y como tal, debería hacer frente a muchos peligros, aunque ello suponía enfrentarse a varios enemigos. Sin embargo, le hizo una pregunta antes de dar un si definitivo.

- Bueno, no me importa pegarle una paliza a quien sea, pero antes de que de decir un si definitivo, me gustaría saber una cosa, ya que ahora estoy bastante tranquilo y relajado. ¿No pondrán precio a nuestras cabezas si empezamos a armar jaleo? Aquí no hay ley, pero ya sabes como son esos lobos de la marina… - le dijo el rubio, callando y esperando la respuesta de su compañero.

Al parecer el chico estaba bastante decidido y por una vez parecia que su cara denotaba concentracion, creo que encontre el punto que le hace concnetrarse, luego dijo que no le importaria pegarle una paliza a alguien siempre y cuando no le pusieran precio a su cabeza, le mire y solte una pequeña carcajada par aluego decir.

Tranquilo, no creo que este lugar este observado por la marina, y ademas, no vamos a... como dicen, dejar evidencias, todo aquel que se vea en este tema que trato, no merece vivir pero claro, necesito información y por eso siempre vienen bien las palizas a los que parecen saber cosas, bien, ahora caminemos y te contare por el camino.

Me prepare para encaminarme en busca de los supuestos integrantes de la banda que ataco por así decirlo mi aldea, digamos que había recibido información de gente que tiene muchos oídos y ojos, pero obviamente no iba a dar un paso sin mi compañero, o al menos de momento.

Coday le siguió de cerca, sin saber verdaderamente lo que debía hacer. ¿Qué era lo que su compañero se traía entre manos? La verdad es que todo era un misterio y nada parecía realmente lo que era. ¿Pegar una paliza a alguien porque sabían algunas cosas que se querían saber? Bueno, realmente se había hecho una idea equivocada de Saphiro… era mucho más cruel que él, aunque a simple vista no se notara.

- Bueno, espero que podemos conseguir lo que buscas. Es verdad lo que dices, la marina no pasa por aquí, sin embargo, tampoco creo que sea realmente necesario meterle una paliza a nadie para conseguir algo… aunque bueno, tu sabrás lo que haces… vamos. - dijo el chico de pelo rubio mientras esperaba que le explicara lo que pensaba hacer, ya que, por ahora, él no entendía absolutamente nada de los motivos que le empujaban a pelear con otra persona, a excepción de conseguir algo que no conocía... información se podía llamar.

Empezamos a andar hacia el supuesto lugar donde se reunian los tipos que decian ser de esa banda de sanguinarios,sadicos y malditos hijos de... que habian atacado mi ciudad natal hace tanto tiempo, porfin podria tener un poco de la venganza que tanto deseaba, antes de avanzar siquiera diez pasos el chico dijo algo que me detuvo unos segundos le mire con una mirada cruel que no era tipica de mi, pero acababa siempre poniendo cuando se trataba de este tema y dije.


Precisamente es porque yo se lo que hago, lo que menos se merecen es una paliza, debería torturarlos y curar sus heridas solo para volver a torturarlos, pero no tengo tiempo para eso y unos fanfarrones no pueden ser mas que rasos de ese grupo que busco y no estaré feliz hasta que acabe con su jefe, si no tienes mas comentarios sobre lo que es realmente necesario o no continuemos.

Acabe retomando la caminata, mientras estaba atento a ver cual era su respuesta.

Al parecer, Saphiro se había tomado muy en serio el ir a por esa gente. Deberían haberle hecho algún daño grave, pero realmente Coday no sabía de qué se podía tratar. ¿Qué le habrían hecho para que se pusiera de aquel humor? Nada lo sabía, sin embargo, tampoco estaba del todo seguro de querer preguntarle nada, por si acaso volvía a contestar algo como lo anterior… lo mejor era ir en silencio y seguirle sin decir nada… si él quería hablar, que hablara, pero el chico de cabellos rubios no comenzaría a hablar.

¿Qué será lo que le habrán hecho para que se ponga así? No lo sé la verdad, aunque bueno, espero que no tengamos que mutilar personas y en caos de hacerlo, espero que no nos pille la marina… pensó Coday mientras seguía a su compañero.

Al caminar unos cuantos pasos mas y observar que no preguntaba nada, como por ejemplo que habian hecho para merecer algo asi, sin parar de caminar dije despues de un pequeño suspiro.

No te preocupes, no soy violento con la gente que no ha hecho algo para que tenga que ponerme así, puede que sonara algo brusco antes pero, es, lo que paso ese día, nunca podre perdonárselo, si te estas preguntando que han hecho para merecer mi eterno odio, no sigas preguntándote inútilmente porque aunque me preguntaras no voy a responderte, por lo menos no hoy, ni mañana tal vez en un futuro, si nos hacemos mas que simples compañeros de viajes casuales, tal vez algo como si fuésemos amigos de verdad.

De repente dos tipos, uno grande y gordo junto a otro que era mas bien flacucho pero no superaba el metro setenta, pasaron al lado nuestro riendose a carcajadas mientras decian.

Estas estúpidas ratas de basurero, nos darán todos los tesoros que encuentren solo con mencionarles la cara sonriente, ni siquiera hace falta decir el nombre de la banda jajaja.Dijo el gordo mientras que el otro se reía junto a el.

Me di la vuelta rápidamente y puse la mano enfrente de mi acompañante para evitar que siguiera andando, y le dije en voz baja.

Son esos, la descripción de mi informante encaja, y ademas han mencionado algo que les delata totalmente, aunque hay algo raro, bueno no le daré importancia, encárgate del gordo, matale y entierrale debajo de este montón de basura si lo deseas, o haz lo que quieras con el, solo necesito a uno.

Espere a que mi compañero hiciera el primer movimiento, aunque yo estaba preparado para moverme a la par que el y cuando el tipo flaco se dispusiera a defender a su colega, golpearle y dejarle K.O.

¿Ratas de basurero? ¿Quien se había creído ese ancho armario? Lo más seguro es que el insulto no fuera para el chico de cabellos rubios, sin embargo, lo tomó como tal. Ni corto ni perezoso y antes de que su compañero terminara de hablar, sacó su mano diestra, anteriormente colocada donde guardaba los puñales y lanzó dos puñales, uno al cuello de esa persona de gran volumen y el otro a la altura del corazón. Si uno fallaba, el otro le daría seguro. Además, llevó su mano zurda para sacar otros dos puñales, por si lo necesitaba.

- ¡Ratas de basurero vuestra madre! - fue lo primero que dijo Coday, después de haber lanzado los puñales y que, seguramente, habrían impactado. Luego, se dirigió a su compañero. – Lo que querías era algo como esto, ¿verdad? - dijo con una sonrisa, como si nada hubiera pasado. Luego, fue a recoger los puñales que había arrojado, ya que seguramente todavía estarían incrustados en el cuerpo del colosal hombre, aunque advirtió a su amigo más flaco, pero sin mirarle, aunque con la sonrisa en la cara. – Mueve un solo dedo y te saco los ojos. - fue lo último que dijo.

Antes de poder hacer lo planeado, mi compañero de viajes, había actuado en una explosión de ira causada por la suposición de que el insulto que soltó ese enorme patán, su pequeña demostración de sus capacidades como asesino, acababan de dejar pálido como la cal al acompañante del gordo que había muerto de una forma bastante sangrienta, su cuello no hacia mas que chorrear sangre y su espalda sangraba lentamente formando un charco mas y mas grande, el muchacho me pregunto si esto era lo que quería a lo que yo respondí.

Bueno, mancha bastante mas que mi método, pero si, me sirve perfectamente, y bueno ahora, tu delgaducho, vas a acompañarme, hasta esa pequeña caseta abandonada, y tendremos unas cuantas palabras, si te resistes bueno, ya sabes, mi amigo te sacara los ojos con los cuchillos, algo que creo que sera muy doloroso, ahora ¡anda!

El tipo empezó a andar hasta la cercana casucha se paro a la entrada, cuando llegue le di una patada para que entrara, quedando en el suelo, ahora solo tocaba esperar a mi compañero, pero antes de que viniera, para no perder tiempo, cogí al tipo y le ate a la columna que estaba en el centro de la casucha, salí por la puerta y dije.

Vamos, cuando antes acabemos mejor.

El chico de rubios cabellos se dirigió hacia el cadáver del tipo gordo mientras su compañero Saphiro se llevaba al chico flacucho. Ahora él ya comprendía que le gustaban los chicos flacos. Al recoger las armas, se encontró con una extraña fruta que tenía el gordinflas, sin embargo, debido al aviso de su compañero, se la guardó y fue dentro de la casa. El espectáculo no podía ser más vicioso: un tío colocado en una pared y atado… ahora Coday ya sabía los viciosos gustos del chico de ojos rojos.

- Contesta a sus preguntas o mi sádico compañero te violará de formas que nunca hubieras pensado y que solamente estaban en tus peores pesadillas… y créeme, no podré pararle una vez comienza... es una fiera.. te va a poner mirando para Logue si no respondes a lo que quiere. - dijo con total seriedad el chico de los puñales mientras esperaba que comenzara aquel circo de abusos sin sentido y tocamientos descarados.

El chico al entrar, me dejo perplejo con lo que dijo, y al rehen mas atemorizado todavia, me quede con una cara de poquer increible, no sabia que decir, pero tenia que decir algo y no me apetecia perder mucho tiempo, asi que, intente convencer al rubito de que parara ya con las estupidas obsesiones sexuales.

Quieres dejar de una maldita vez, el tema de las obsesiones sexuales? y repito no me gustan nada fuera de lo normal, en cuanto a sexo se refiere, bah, no tiene sentido discutir esto contigo, al final pasaras de lo que te diga, bueno, vamos a lo que vamos.

Me acerque a una ventana de la casucha, estaba rota como no, pero no la necesitaba entera, rompí un pequeño trozo de cristal y me acerque al nuestro rehén y dije mientras le abría la boca con la mano.

No me importa si hubieras hablado a la primera, no me puedo fiar de ti, así que después de esto, si hablas, tal vez me crea lo que dices.

Entonces le metí el trozo de cristal en la boca, se la cerré y antes de que pudiera intentar escupirlo le di un puñetazo en la cara, haciendo que el cristal se partiera y los trocitos esparcieran por toda la boca haciendo bastantes daños superficiales, dolorosos y sangrantes, pero superficiales, no le impedirían hablar.

Y esto amigo Coday, lo aprendí de un matón que trabajaba para unos mafiosos.

Dije observando tanto al rehén como a mi compañero.

El ataque de su compañero era brutal, sanguinario, digno de elogio en cuanto a un asesino se refería. La verdad es que Coday no podía haberse imaginado que llegaría un momento así. Ahora le tocaba a él ponerse manos a la obra. Le amenazaría de tal forma que se mearía en los pantalones. Antes de hablar, miró seriamente al retenido y sonrió maliciosamente mientras sacaba un solo puñal con su mano diestra y se lo mostraba al capturado.

- Yo no puedo hacer lo mismo que mi compañero… solo sé que si te agujereo un pulmón, todavía vivirás una media hora… tal vez una hora entera antes de que tus pulmones se llenen de sangre y mueras de asfixia… créeme, no te gustaría saber lo que se siente. Más te vale decirnos lo que sabes o de lo contrario… - dijo el chico rubio mientras se acercaba lentamente hacia el flacucho. Todo lo que dijera podía ser utilizado en su contra o a su favor… todo dependía de él.

Mi compañero ahora de tortura, saco una de sus dagas y amenazo al atrapado, que no paraba de escupir sangre cada quince segundos aproximadamente, haciendo crujir mis dedos dije.

Bueno, ahora vas a darme información sobre la... Sonrisa... tu sabes a lo que me refiero, no necesitas que te explique mas o tal vez necesites algo que te refresque la memoria, en fin, habla si deseas no sufrir, si no hablas seguiremos con los cristales, tenemos para todo el día.

El Tipo no dijo nada, me miro y volvió a mirar el suelo, volví a arrancar otro trozo de metal, le abrí la boca que sangraba, le metí el cristal, se la cerré y de nuevo antes de que pudiera escupirlo le di otro puñetazo, creando mas pedazos de cristal incrustados en su boca.

El tipo me miro con los ojos llorosos y dijo intentando no gritar de dolor.

No puedo hablar, me mataran si se enteran de que he usado su nombre, ni si quiera soy uno de los suyos, nos aprovechamos del nombre para sacar provecho, entiéndelo, si te digo algo de ellos me mataran al enterarse de que alguien les menciono, me pregunto como sigues vivo conociéndoles.

Le mire y empece a reír a carcajadas mientras me pasaba la mano por la cara viendo como empezaba a llorar y mi cara formaba una siniestra expresión de lunático, empece a golpearle en el estomago y luego a la cara, así hasta que me aburriera, mientras decía.

Así que, no eres de ellos, jajajajaja, así ¿que he venido y he visto morir a un inocente solo porque queríais sacar provecho?jajajaja, maldito desgraciado.

Cuando acabe de golpearle, estaba en un estado lamentable, pero todavía vivo, limpie las manos de su sangre y mirando a coday dije.

Bueno, si temes que la marina obtenga información de ti sera mejor que le mates, este tipo seria capaz de venderte por unas monedas a esos marines.

Dije intentando limpiarme los restos de sangre que quedaban en mis manos.

Al acabar mi compañero de hablar, apuñalé uno de los pulmones del maniatado. Era algo verdaderamente cruel, pero, claro estaba, había utilizado un nombre falso simplemente para ganar algunas cosas… moriría como el perro que era. Limpie mi puñal de la sangre de ese tipo mientras salía. Era algo cruel pero, ¿Qué más daba? Pronto comenzaría su vida como pirata y no había vida entre los rajados o débiles.

- Bueno, creo que aquí ya no podemos hacer nada más… lo mejor será que nos vayamos de aquí cuanto antes… tal vez nos volvamos a ver en alguna ocasión… - dijo Coday, tomando ya el rumbo hacia el puerto, esperando comer aquella extraña fruta cuanto antes. ¿Qué saber tendría? Que tipo de fruta sería? No lo sabía a ciencia cierta, pero algo era seguro: no era una fruta normal y corriente.

Coday atraveso el pulmon de nuestro reciente rehen, y salimos mientras este limpiaba su daga y se despedia de mi, yo tenia que quedarme para enterrar a estas dos victimas entre la basura, y luego me marcharia, pero me despedi con la mano y dije.

Si, supongo que ya nos volveremos a encontrar, adiós.

Después de eso me prepare a hacer lo que restaba de trabajo e irme.