Llegando a Logue Town.

Dom Jun 05, 2011 10:22 am

El viaje fue bastante largo, aunque para el joven no fue tan larga la espera, teniendo en cuenta la compañía que le hacía distraerse de todo lo demás, aquella peli-rosada de la cual no quería separarse ni un instante, Aredhel. Al anclar el barco en el puerto, ambos bajaron por la rampa de desembarque, posando así pie en la mítica ciudad de Logue Town, donde el rey de los piratas había perecido.

Tras haber bajado, el joven espadachín observo a su acompañante y le sonrió amablemente, con algo de emoción en su mirada, para luego decirle. - Y bien, Ared, ¿A donde deseas ir? - Preguntó este con suma serenidad y algo de energía, esperando ver cual sería la reacción de la muchacha, teniendo en cuenta que el pensaba hacer todo lo que ella deseaba, ya que como había dicho en aquella habitación, el haría que fuese feliz por el resto de su vida.

Entonces, observó a su alrededor sin separarse de la muchacha, viendo lo que sería el comienzo de la ciudad, en el puerto, el cual estaba atiborrado de gente que iba y venía de aquí para allá, dejando muy en claro que su estadía en aquel sitio podía ser bastante interesante.

Dom Jun 05, 2011 11:07 am

El viaje para la joven había resultado más corto de lo esperado, pero lógicamente se debía a la buena compañía que tenía, pues siempre que está al lado del peli-azul sus problemas desaparecían y lo aburrido se volvía divertido y bien sabido es que cuando uno se divierte más rápido parece que corra el tiempo y pronto se acabe el día. Nada más llegar, los jóvenes bajaron del barco al anclar por la rampa correspondiente, junto a una marabunta de pasajeros que parecía que tuvieran prisa por bajar el primero. Al poner al fin pie sobre la famosa ciudad, la chica caminó lentamente junto al chico de la capa, observando lo que podía ver del lugar bastante interesada, pues nunca había podido estar en esa ciudad antes en su vida.

El pirata se dirigió a la chica nada más bajar, preguntando a que lugar deseaba ir, pero debido al desconocimiento de la chica sobre esa ciudad, prefirió otra opción. -No conozco este sitio, así que mejor demos un paseo y así la vamos conociendo. Seguro que encontramos algo interesante aquí~ -comentó bastante alegre la chica, un tanto emocionada pues ese podría ser el comienzo de sus aventuras, quizás allí viviesen una primera y divertida secuencia de sus vidas, o por lo menos eso esperaba la de rosados cabellos.

Y eso así como la chica, pasa su brazo alrededor del brazo del chico y comienza a caminar junto a este, algo tímida por la acción que había emprendido esta vez ella, por lo que fijaba la vista al frente y se concentraba en su paseo, para así evitar otro de sus tantos sonrojos que el joven provocaba en ella, pues nunca antes se había sonrojado tantas veces en su vida.

Dom Jun 05, 2011 11:28 am

La joven, como siempre, dio una idea sumamente genial para que pudiesen recorrer la ciudad y conocerla mejor, ya que ninguno de los dos había puesto pie en Logue Town con anterioridad, además, la idea de pasear con ella se le hacía sumamente gratificante, y lo fue aún más al sentir como esta se encaramaba de su brazo, haciendo que se sonrojase mientras comenzaban a caminar por las inmediaciones del puerto.

Al parecer, los muelles estaban llenos de tiendas de pesca, reparaciones de barcos, bares y restaurantes de paso para los viajeros que hacían "escala" en Logue Town, por lo que no podían adentrarse mucho en la isla y al tener localidades alimenticias cercas podían ir y venir con total tranquilidad. Realmente era una ciudad hermosa, pero, ¿Acaso estaba prestando tanta atención a su alrededor? Para nada, ya que estaba aún más atento a la hermosa muchacha que tenía sujetándole el brazo, y como si sus labios se moviesen por si solos, preguntó. - Ared, ¿hay... Alguien hmm... Especial en tú vida..? - Cuestiono algo nervioso y sin dirigirle la mirada, ya que su rostro parecía a punto de estallar, y no quería que esta lo viese de tal manera, ya que podría pensar que estaba enfermo o quién sabe que. Pero, más que nada estaba sorprendido ante su pregunta, ¿Como se le había ocurrido preguntar eso? Ni el mismo lo sabía, y tampoco entendía muy bien el por que, aunque... Poco a poco iba dándose cuenta.

Dom Jun 05, 2011 1:11 pm

Mientras caminaban tranquilamente por el puerto de la ciudad de Logue, la pareja pirata podía ver como el lugar estaba lleno de diferentes puestos y tiendas, como reparaciones de barcos, puestos pesqueros y restaurantes para los turistas sobretodo y recién llegados a la ciudad. Cosas que eran típicas en todos los puertos de las diferentes ciudades, por lo que no era nada extraño para ella ni novedoso.

Sin más, la chica seguía caminando tranquilamente junto al chico, al cual agarraba del brazo acarameladamente, sin fijarse en que a ojos de los demás parecían una pareja de enamorados, aunque igualmente la chica tenía un leve rubor en sus mejillas, aunque poco notorio. Sin esperárselo por parte del chico, el pirata peli-azul le formuló una pregunta a la de rosados cabellos, pregunta que la dejó dudosa por unos segundos, pues preguntaba si había alguien especial en su vida, ante lo que, después de pensarla, le miró con una sonrisa amable para proceder a responderle con normalidad. -Claro, mis padres son especiales para mí -contestó la joven, sin darle a cabo una respuesta exacta a la que esperaba el chico, pero, aun no había terminado. -Bueno...y tú también, eres especial para mí -terminó de añadir manteniendo su sonrisa, para luego volver su rostro hacia delante continuando su paseo junto al chico.

Dom Jun 05, 2011 1:55 pm

El puerto siempre había sido considerado un lugar de bastante movimiento, barcos llegando y también sin número de mercancías que seguramente luego serían vendidas dentro del gran número de tiendas que había dentro de Logue Town. Y es que aquella ciudad ofrecía de todo, una metrópolis que tenía mucha afluencia de gente. Solomon había llegado hace muy poco a aquella ciudad aunque ya la había vistado muchas veces antes, había sido casi una parada a modo de descanso para poder ver algunas cosas y visitar algunas tiendas.

Obviamente lo que más le había llamado la atención había sido una tienda de armas y espadas que se encontraba no muy lejos de la entrada principal a la ciudad. Se distrajo con la visión de armas antiguas, casi reliquias y también algunas si mas nuevas e interesantes, katanas formidables, de lo último que había llegado… luego compraría alguna.

Después de aquella improvisada parada en la tienda producto de la curiosidad, los pasos de Solomon lo llevaron hacia el puerto sin tener pensado hacerlo, era como un paseo que no estaba planeado por ningún motivo, solamente era producto de la casualidad, producto de un destino que se iba formando de manera aleatoria con cada paso mas que daba dentro del puerto de Logue Town. Así los pasos tranquilos y quizás hasta parsimoniosos del marine lo llevaron a lo largo del puerto y hasta un poco mas allá.

Y es que un sector del puerto en aquella oportunidad se encontraba completamente atiborrado de gente, cosa que el elegante marine no apreciaba mucho ya que si habría de tener compañía, prefería que sea de gente algo mas distinguida, no de pescadores y mercaderes. El espadachín marine iba vestido habiendo combinado previamente su uniforme regular con elegancia que le daría la distinción que necesitaba sentir, separándose del resto pero identificándolo como tal. De pronto la vista de Solomon se fijó en la tranquila caminata de una pareja, una encantadora chica pelirosa y un muchacho peliazul que en su distraído andar no sabían que se dirigían a la parte menos agradable del puerto, donde abundaban malandrines y delincuentes, definitivamente no era lugar para una dama y hasta el hombre podría correr peligro también.

Aquella situación hizo que Solomon, como parte de las responsabilidades que tenía como soldado de la ley, les advirtiera de aquel predicamento esperando que hicieran caso a su consejo ya que las consecuencias de no hacerlo podrían ser funestas, quien sabe que harían los criminales escondidos como lobos al acecho al ver a una pareja de turistas caminando por donde no debían. Se acercó a ambos con una sonrisa encantadora, esperando ser de ayuda.

-Muy buenas, joven y señorita... disculpen la intromición mas solo es para decirles que el rumbo que toman es bastante peligroso, mas allá se esconden rufianes de la peor calaña, seguro son turistas... no se apenen, si quieren yo los puedo guiar. Me llamo Solomon, un gusto-

Y aquel "trabajo" si es que ellos se lo permitían, era mucho mejor que caminar sin rumbo alguno, de esa manera les podría mostrar la ciudad a los turistas y pasar un buen rato ya que no parecían malas personas. Quizas estaba equivocado pero sería solo cuestión de afinar la percepción, y eso se lograría mientras la tertulia prosiguiera.

Dom Jun 05, 2011 2:40 pm

La respuesta de la joven sorprendió y exalto al peli-azulado muchacho, el cual ahora tenía sus mejillas ardiendo a más no poder ante las palabras dichas por la chica. Era especial para ella, y no podía creerlo, aunque, ¿A que se referiría?, ¿Acaso era lo que el estaba pensando? Pues, esa pregunta no pudo ser respondida, ya que una para nada familiar voz se hizo escuchar en las cercanías, haciendo que este girase su rostro hacía donde provenía aquella voz, viendo a un joven que se acercaba advirtiéndoles con sus palabras que en aquella área del puerto siempre había malandrines y rufianes, y aunque este pudiese deshacerse de ellos, era mejor no poner en peligro a su acompañante.

Entonces, y como muestra de agradecimiento, Sieg se giro completamente hacía el recién llegado y le dedico una leve reverencia, para luego expresarse hacía el. - Muchas gracias por la advertencia, me llamo Sieghart, y si, nos gustaría que nos guiase un poco, ya que somos nuevos por aquí. - Expresó sonriéndole con amabilidad, observando a su alrededor un poco distraído, ya con sus mejillas en su tonalidad normal, además de que iba a esperar a que la muchacha que le acompañase se presentase también, ya que al ser tan educada de seguro lo haría. Luego pensaría en las palabras de la joven, ya que el momento había sido interrumpido por aquel sujeto, pero ya habría tiempo para preguntar más directamente.

Dom Jun 05, 2011 7:45 pm

Pues en un primer momento parecía que no había estado equivocado en sus deducciones acerca del tipo de personas que eran, por lo menos hasta aquella primera impresión todo había estado bastante tranquilo y afortunadamente no parecía haber causado tanta sorpresa como hubiera imaginado al principio, por lo menos no parecía haber interrumpido mucho la tertulia privada de ambos tórtolos. La chica tenía aquel rubor típico en las muchachas cuando estan con el chico al que quieren, o que por lo menos le gusta... el propio Solomon había causado reacciones equivalentes en otras jóvenes y tenía muy en cuenta que no debía incomodar demasiado, despues todo eran turistas.

Aquello se había confirmado con las palabras del chico que además de presentarse con cierta educación y formalidad le indicaba al espadachín marine que en efecto su ayuda si sería necesaria para poder transitar por la gran urbe que era Logue Town, si, sabía que para gente que no estaba muy familiarizada podría llegar a ser hasta abrumador... pero no pasaba nada. Podría ayudar en algo y de paso ser la escolta marine a modo de turista siendo este un trabajo menos pesado que lo podía ser una ronda de vigilancia normal.

Solomon sonrió de manera encantadora y en eso se le ocurrió una buena idea, de esa manera podría solucionar un asunto que había dejado pendiente en una tienda cercana de allí, pero teniendo experiencia en citas y demás galanteo podría sugerirle algo a Sieghart y de paso el quedaría bien con su linda acompañante.

-Perfecto... que tal si vamos primero por la zona de las tiendas y restaurantes, quizas quieras comprarle algún detalle a la señorita, comer algo o simplemente disfrutar de lo que la ciudad tiene para ofrecer...-

Sugirió sin disipar su sonrisa esperando la contestación de alguno o de ambos interlocutores en la tertulia. El día realemente estaba encantador y si todo iba como planeado pues tendría su preciada y esperada mercancía en sus manos en poco tiempo, por lo menos esa era la idea.

Lun Jun 06, 2011 12:23 pm

Mientras los jóvenes paseaban tranquilamente por el puerto de Logue y mantenían su conversación, un hombre apareció de la nada, o más bien para la joven apareció de la nada, pues no estaba mirando al frente, precisamente, por lo que al mirar hacia delante, se topó con su imagen sin esperárselo. Se trataba de un hombre alto, de recatada imagen y elegantes rasgos, todo un caballero podría decirse. Este se encontraba alertando a los civiles sobre una zona específica de la ciudad, pues se encontraba en ese momento asediada por malhechores. Al encargarse de la seguridad y estar alertando a los civiles, la muchacha le dio que pensar sobre el hombre, pues seguramente trabajaba o colaboraba con la marina de la ciudad. Este, que se presentó bajo el nombre de Solomon, les puso al corriente respecto a la situación de la zona a la que iban y además se ofreció como guía por la ciudad.

Antes de que la arqueóloga pudiera mediar palabra, el chico peli-azul se adelantó a ella, aceptando su invitación amablemente y presentándose también ante el susodicho, por lo que la joven también habló. –Yo soy Aredhel, encantada y agradecida por su gesto~ -respondió serena la muchacha, esbozando una leve sonrisa. Después de esto, el hombre propuso enseguida un planning, el cual consistía empezando por visitar las tiendas y zonas de restaurantes, por lo que no pudo evitar reír suavemente y asentir con su cabeza. –Me parece perfecto, ¿tú que opinas Sieg? –le preguntó, girando su rostro hacia su acompañante, esperando su respuesta.

Lun Jun 06, 2011 12:47 pm

El peli-azulado escuchaba atentamente al recién aparecido muchacho, el cual les daba algunas ideas de donde podrían comenzar con el recorrido, visitando las tiendas cercanas o los locales alimenticios, como lo eran aquellos restaurantes tan fáciles de notar en las cercanías. Pero antes de decir nada, su acompañante habló, respondiendo al recién llegado y formulando una pregunta al espadachín que tenía tomado por el brazo, a lo que este sonrió y comenzó a pensar a donde podrían ir, ya que quería llevarla a algún sitio bonito y agradable.

Entonces, observo en la distancia un poco, un restaurante bastante llamativo al lado de una tienda de armas, rara localización para esta última, ya que no se acostumbraba ver localidades de esa índole tan cercanas la una con la otra, aunque bueno, tampoco había visto muchas como para decir si eso era extraño o no, solo se dejaba llevar por sus pensamientos. Entonces, se aferro un poco más al brazo de la joven y exclamó aún sonriente. - ¿Te gustaría ir a comer algo? - Le dijo con una voz amable y enérgica, esperando su respuesta mientras fijaba su mirada en los ojos de su acompañante, perdiéndose nuevamente en ellos hasta que le hiciesen reaccionar.

Lun Jun 06, 2011 1:12 pm

El rubio marine asintió ante lo que pasaba ante sus ojos, ambos se habían presentado dejando saber sus nombres y el marine, que siempre trataba de recordar detalles como aquel, lo tendría bien presente para alguna otra oportunidad o sino mas bien para el transcurso del día que estaban a punto de pasar. Por lo menos esa era la impresión que se llevaba Solomon al oír a la pelirosa acompañante de Sieghart, Aredhel, que aceptaba la sugerencia de buena manera mientras solo quedaba ver si es que el joven peliazul también estaba de acuerdo con ello. Los ojos azules del marine se posaron sobre la pareja; si es que todavía no lo eran se veía que por lo menos estaban en camino de hacerlo.

Al escuchar la propuesta de Sieghart de invitarle a comer a la muchacha lo que generó la sonrisa del marine, afortunadamente si es que no querían caminar mucho no había demasiadas opciones donde poder comer algo decente y que no hiciera quedar mal al muchacho. Tan solo había un pequeño pero acogedor restaurante cerca de la tienda de armas a la cual Solomon había querido ir desde hace algun tiempo, si bien no estaba seguro creía recordar que la especialidad de aquel lugar era la comida típica japonesa… si bien no era del estilo de Solomon frecuentar lugares tan comunes y nada llamativos seguro que aquella pareja si lo haría ya que seguro que para ambos lo mas importante era la compañía mutua, nada mas.

-Perfecto. No se si habrán visto en su transitar un establecimiento que seguro encontrarán encantador, el ambiente es bueno y la comida es muy recomendada… vamos, esta cerca de aquí-

Comentó el elegante marine manteniendo la sonrisa cortes, iniciando el desplazamiento hacia el lugar y dándoles el espacio suficiente para no llegar a molestarlos con su presencia, además que no los acompañaría a la cena sino que por mientras tenía otros planes. Estos se encontraban al frente del destino de los otros dos civiles.

-Bueno, tengo algunos asuntos en la tienda de al frente, pero no tardaré… seguro regreso antes que terminen, pero descuiden, no quiero importunarlos, no los voy a interrumpir-

Les dijo a modo de momentánea despedida al adentrarse a la tienda sabiendo que ellos harían lo propio con el restaurante. Ya casi no podía esperar a tener en su mano la empuñadura de las katanas que había solicitado en aquella tienda, cuyo pedido había llegado ese mismo día. Era solo cuestión de unos minutos mas.

Lun Jun 06, 2011 4:05 pm

El hombre, cual guía turístico, guio al par de piratas hasta un restaurante, el cual se encontraba junto a una tienda de armamento, lugar extraño para colocar algo así, pero igual, el local se veía encantador. Mientras caminaban tranquilamente hasta el susodicho lugar el hombre hablaba del sitio, dando aún más la imagen de guía. Al llegar allí, pudo verlo de más cerca, era un sitio adorable, con mesas tanto dentro como fuera, a la joven le pareció más cómodo quedarse fuera y de paso así disfrutaban del buen tiempo que hacía, por lo que se sentó en una de las sillas de una mesa de pareja.

-Ven Sieg, aquí estaremos bien -comentó sonriente la chica, tomando la carta del restaurante que había sobre la mesa, mirándola detenidamente. Mientras, el rubio hombre informó de que tenía asuntos que atender en la tienda de armamento antes vista, y que volvía más tarde, ante lo que la joven se limitó a asentir con su cabeza y sonreír. -Todo tiene muy buena pinta, así que pediré lo mismo que tú. -comentó alegre, cerrando la carta y dejándola sobre la mesa, esperando a que el chico decidiera.

-¿Les puedo atender? –preguntó un hombre vestido elegante, con un delantal y una bandeja en mano, pues se trataba de uno de los camareros del restaurante, esperando a que los chicos le dijeran que iban a tomar. –A mí para beber agua mineral, por favor~ -respondió la muchacha con su típica sonrisa.

Lun Jun 06, 2011 4:26 pm

El muchacho les guió caminando por aquel transitado camino del puerto, dirigiéndose a donde el joven peli-azul pensaba ir desde un principio, por lo que aquel guía debía estar bastante atento a los movimientos de Sieg, o tal vez solo era coincidencia el que fuesen hacía aquel establecimiento. Al llegar a la entrada, el muchacho se encamino a la tienda de armas diciéndoles que tenía algunos asuntos allí, y acto seguido la peli-rosada llevo al pirata hacía una mesa, diciéndole que lo que el quisiese ella también lo querría, con otras palabras claro está.

Entonces, el camarero llego y la joven hizo su petición de bebida, un agua mineral, a lo que Sieg observo la carta por arriba y expreso. - Traiga dos pollos teriyaki, por favor. ¡Ah! Y también, agua mineral. - Expreso este sonriendo mientras el camarero se iba, clavando su mirada nuevamente en la muchacha que tenía en frente, en su misma mesa, quedándose absorto en sus pensamientos hasta que los platos llegaron a la mesa.

A simple vista se veía que era un manjar realmente delicioso y suculento, además de que el aroma haría hasta despertar a un moribundo con tan solo palparlo unos instantes, y sin perder más tiempo expresó. - Buen provecho, espero sea de tu agrado. Por mi parte, no podría desear un mejor plato que este, ni mejor compañía tampoco. - Dijo esbozando una sonrojada sonrisa, al tiempo que tomaba los cubiertos y se preparaba para comer, esperando que ella comenzase para así seguirle el ritmo, sin sacarle los ojos de encima por una extraña e inevitable razón.

Lun Jun 06, 2011 9:57 pm

Giró la cabeza una vez mas al ver que sus inesperados acompañantes entraban con tranquilidad al pequeño restaurante que el mismo rubio marine les había recomendado para que satisfagan el hambre que habían dicho sentir. No les pasaría nada en algunos minutos en los que Solomon terminaba sus asuntos asi que el elegante representante de la ley de los mares se dirigió con presteza dentro de la tienda de armas que estaba tan cerca del restaurante donde ellos habían entrado. Sus pasos tranquilos lo guiaron hasta el mostrador donde atendía un venerable anciano de bigotes y barba, modesto pero respetable, el negocio al que se dedicaba sin lugar a dudas era interesante y esperaba tener en el anciano a un facilitador para algunas otras cosas en el futuro.

Aquel hombre se sorprendió enseguida del porte y distinción de Solomon y era claro que lo recordaba ya que apenas había fijado sus ojos negros en los azules claros del marine supo cual era el motivo de su llegada a su establecimiento justo en el día en que se vencía el plazo de espera que se le había dicho que tardaría la mercancía que había pedido en llegar... y ese esperado día precisamente era ese mismo, cuanta buena fortuna en todos los horarios y demás circunstancias no?. Y es que la dama forjadora del destino siempre le mostraba su aceptación colocándolo en posiciones favorables.

El anciano le sonrió de manera amable a Solomon para después llevar sus manos a la cabeza como si quisiera recordar algo, algún nombre o lugar... cosa que sin duda alguna estaba relacionada con las hermosas katanas que había pedido con anterioridad.

-Pedí unas katanas especiales, buen señor, el pedido seguro ha debido llegar hoy y el nombre de la reservación responde a Solomon Goldsmith, su servidor-

El anciano tuvo un cambio en su expresión hacía evidente que lo recordó. Se retiró a buscar las katanas, cosa que le tomó pocos minutos ya que regreso con las hermosas armas cubiertas en una seda finísima. El trato del anciano con aquellas formidables katanas era del cuidado con el que se maneja una antiguedad invalorable. Solomon no pudo resistirse y las sostuvo entre sus manos, eran ligeras pero a la vez muy fuertes, unas aramas excepcionales. Lanzó la seda al aire y colocó el filo de la katana para que al caer choque con ella... el filo era tal que parecía que la hubiese cortado sin siquiera tocarla.

-Muchas gracias-

Concluyó después de cancelar el pago con los berries correspondientes... habría terminado la pareja de cenar?. Bueno, era cuestión de ver, tampoco quería interrumpir

Lun Jun 06, 2011 10:26 pm

Vengo de aqui

** Aquel dia parecia muy hermoso, por un lado un cielo presioso, por otro un clima casi primaveral y finalmente el aroma a mar que se podia disfrutar en aquella zona de la ciudad... sinceramente no habia nada que supere a eso para aquel espadachin ... nada menos obiamente una batalla con todas las letras de la que sabia que disfrutaria si se diese la oportunidad.

Su paso era tranquilo y calmado y su rostro se mostraba reflexivo y tranquilo, analisaba dentro suyo lo mejor que podia hacer para mejorar esa situacion en la que se encontraba y finalmente no hallaba una solucion para aquel dilema... de donde conseguir un barco. Y fue en ese momento que frente a el mientras caminaba se aparecio un restaurant bastante hermoso donde destacaba una pareja sentada en una de las mesas... sobre la misma se podia ver un plato bien servido de pollo que rapidamente paso a estar en primer plan del pirata que para ese momento recien habia recordado que no habia comido nada aun ese dia.

~~ Hmmnn ... pollo ... podriamos comer verdad Kat? ~~

Dijo motivado por ver la comida, mas entonces recordo nuevamente que debia ahorrar dinero para conseguir un barco y entonces en su mente aparecio un calculo donde se veia que si gastaba dinero en comida tardaria mucho mas en conseguir su barco por lo que no podria darse el lujo de gastar dinero en un buen restaurant, lo que causo mucha frustracion y con esta molestia en su rostro dijo con un tono triste.

~~ No podemos gastar berries ... estamos quebrados ~~

Tras decir esto se freno en seco observando a unos metros de distancia fijamente aquel plato de pollo que lo habia obsesionado, lo observaba fijamente y se notaban sus ojos brillosos de deseo, hasta parecia pervertido su mirar, como si mirara a una mujer hermosa, pero el no le prestaba atencion a la mujer de la mesa, sino a ese pollo que hacia que su estomago comenzara a rugir en ese momento. **

Lun Jun 06, 2011 10:54 pm

La caminata continuó, personas interesantes continuaban alejándose de ella un tanto por su aspecto y otras pocas miradas nada placenteras con intenciones poco deseables, pero ella estaba muy concentrada en girar sobre su pie como una bailarina y sonreir como si fuese el juego más divertido del mundo, hasta que Von se detuvo y chocó contra él de cara, por la poca altura que tiene, terminó con el rostro en la parte alta del brazo fornido del pirata

- auch! porque te de... -

Los olores se mezclaron y pudo definir la mayoría de ellos, para algo era cocinera y su oficio era su mayor alegría, luego de los gatos, las maromas y Von; así que olisqueó como un gato, el aire y giró el rostro hacia el plato que su compañero admiraba como si fuese la última comida en todos los mares

- pues... yo puedo cocinar algo aún mejor -

Dijo con seguridad adentrándose y balanceando sus brazos de atrás a adelante mientras caminaba de forma graciosa se acercó a la mesa donde se encontraba el famoso plato y dos personas desconocidas, que parecían mirarse con más hambre entre ellos que con la comida y aclaró su garganta

- disculpen... puedo ver eso de cerca? -

Pregunta apuntando con los dos dedos índices hacia la comida que estaba frente al caballero, con aquellos ojos morados mirando hacia él y una sonrisa de caricatura puesta en sus poco ordinarios labios negros, un aspecto de arlequín sin cordura y la sonrisa no ayudaba demasiado a su aspecto.

Mar Jun 07, 2011 1:50 pm

El elegante marine ya tenía sus esperadas katanas en su poder, se sentía mucho mas cómodo con ellas y bueno, seguro muy pronto las podría probar como era debido, con la sensación de una buena batalla y con la hoja de las misma rebanando algo, lo que fuere. De todas maneras Solomon no se había olvidado que parte de su responsabilidad como improvisado y privilegiado guía de aquella pareja que en aquellos momentos debía seguir comiendo con tranquilidad en el restaurante tradicional japonés que les había recomendado. Salió de aquella tienda teniendo plena vista de lo que pasaba al frente del restaurante, de hecho podía ver que ambos estaban platicando animadamente pero en aquel instante algo perturbó su visión.

Un par de individuos ciertamente sospechosos se pararon al frente del lugar interrumpiendo la visión, pero lo que mas le llamó la atención al marine es que se veían extrañamente fascinados con la mesa en la que sus inesperados acompañantes estaban sentados. Se acercó sin llamar la atención pero antes que pudiese hacer alguna pregunta ambos desconocidos se adentraron en el restaurante para dirigirse explícitamente a la mesa de Sieghart y Aredhel. Acaso habría alguna especie de rencilla entre los cuatro individuos?. Sería lamentable para la pareja ver su tertulia interrumpida por tal intromisión.

Por eso fue que el rubio ingresó también al lugar a modo de precaución. Solo fue cuando la desconocida mujer señalaba de una manera completamente maleducada al plato que estaban degustando, quizás en una postura de provocación pero de que si era una molestia para cualquiera eso si era seguro. Se acercó manteniendo la tranquilidad y la sonrisa en su rostro parecía perenne por lo que solo hablar en un tono de voz fuerte más no imperioso que hiciera notoria su presencia. Sus vestimentas lo distinguirían como un representante de la ley, las personas encargadas del lugar lo conocían.

-Disculpe señorita pero creo que esta perturbando a los comensales, le ruego que si es que no ha venido con la intención de comprar su propia comida se retire del establecimiento, gracias-

Dijo con tranquilidad mientras sus dos katanas estaban listas con la diestra empuñando una de ellas disimuladamente, demasiado sutil como para que lo notasen para liberarla si es que era necesaria, cosa que solo se vería obligado a hacer si sus intenciones no eran mas que simple curiosidad. Se mantenía alerta también percatandose del desconocido acompañante masculino y cualquier movimiento suyo.Habría que esperar lo que respondían.

Mar Jun 07, 2011 3:50 pm

** El espadachin era obiamente visto como una amenaza, en su espalda portaba sin demasiado disimulo su espada de gran tamaño que por poco no llegaba a ser gigante y sus vestimentas eran las tipicas de alguien que disfrutaba de refrescarse ya que no hiba muy armado de ropas, vestia unos pantalones oscuros y un chaleco. Su vista era algo perturbante en ese momento mas algo corto rotundamente su consentracion en la misma, se trato de la chica que le acompañaba, Kat, quien con su caracteristica personalidad se metio en la situacion demostrando algo de orgullo sobre su manera de cocinar, entonces Von sonrio un poco y recordo que aun podian conseguir un lugar donde cocinar y ella podria encargarse de prepararle algo mejor ... mas nuevamente su forma de hacer las cosas volvio a dejarlos al descubierto, ella se acerco y algo descaradamente se coloco a observar la comida como analisando de que estaba echa, su preparacion y sus condimentos a lo que Von suspiro y elevo su mano derecha a la altura de su rostro preguntandose por que terminaban siempre en la misma situacion.
~~ Kat... ~~
Entonces algo mas agravo la situacion, detras de el aparecio una quinta persona al escenario, se trataba alguien que por sus ropajes era facilmente identificable como un miembro de la marina, algo tranquilo y de manera servicial pero con caracter trato de que Kat se alejara de la mesa, ese simple instante fue suficiente para que el espadachin analisara la situacion... era una de sus caracteristicas especiales, sus ojos observaron como tanto el joven que estaba en la mesa como el marine poseian armas visibles a simple vista al igual que ellos dos ... lo que podia terminar en una lucha pareja... algo que le vendria biewn en cierto punto, mas conocia las caracteristicas de kat, si comenzaba una batalla esta no terminaria bien ... era inestable como para estar haciendo que luche todo el tiempo por lo que se desidio por una estrategia mas amistosa.
~~ Mujer... deja ya de hacer eso, cuantas veses tengo que decirte que no te acerques asi a la gente, existe algo que se llama espacio personal ... ven aqui que voy a enseñarte ~~
Mientras desia eso se acerco a la chica pasando su brazo derecho por el cuello de ella como si la abrazara pero de esta manera atrapando su cuello mientras que su mano izquierda revolvia un poco de manera algo juguetona pero a la vez reprendiendo a la chica por su comportamiento mientras que la alejo unos pasos de la mesa asi tratando de romper con la tension del momento tratando de convertir eso en una situacion mas comica, entonces luego de unos instantes esperando que Kat le ubiese entendido la solto y le dedico una sonrisa mientras que observo al marine.
~~ Lamento los inconvenientes ... pero sepa entender que pasamos largas jornadas sin comer en altamar, somos peones contratados para cuidar las mercancias de unos barcos comerciantes y aun no cobramos un berrie asi que no podemos alimentarnos... verdad Kat? ~~
Pregunto el espadachin esperando que su compañera ubiera entendido las palabras que queria decir el pirata y asi quizas, con la mejor de las suertes despertar la compasion del marine o de la pareja y quizas... solo quizas conseguir comer algo de esa delisiosa comida. Ademas rezo en su interior por que la chica se volviera aunque sea unos instantes racional y no lo echara todo a perder. solamnete la observava, esperando que ella respaldara su relato.**

Mar Jun 07, 2011 5:18 pm

Antes de recibir ninguna respuesta de su nueva ocurrencia por adivinar los ingredientes de aquel plato y la obsesión de hacer un plato aún mas delicioso para Von, un caballero se acercó con voz imponente y elegancia, que para Kat tal apariencia superior y elegancia fingida no era nada agradable, apreciaba más a las personas alegres y honestas consigo mismas, pero eso era una opinión personal de las pocas que tenía sobre la gente a su alrededor

- sólo quiero verlo de cerca, yo se cocinar y podría hacerles un plato mil veces más delicioso! -

Dijo animada, dando leves pero silenciosos aplausos como si festejara algo en especial, ignorando totalmente al hombre que seguía pareciendo poco importante, pero antes de continuar concentrada en la bella y alegre pareja, siente el brazo de Von rodearle el cuello con cariño y luego de una ligera reprimenda le hizo retroceder, dejando que ella se diera cuenta de las armas que portaba el caballero extraño y que debía ser consiente de a quienes se le acercaba

- si si, asi es -

Ni siquiera escuchó bien las palabras de su compañero de andanzas, los ojos morados se habían fijado en las armas del nuevo allegado, le llamaban de una forma extraña, el deseo de pelear y descargar su ira en el cuerpo de un estirado como él, era una enorme tentación, pero nuevamente ahi estaban los ojos de Krauser sacándola del trance y devolviéndole la eterna sonrisa

- Lo siento -

Miró a la pareja e inclinó su cabeza hacia un lado y puso sus manos una en cada mejilla en su pose de "gatita tierna" que como de costumbre por el peinado, el maquillaje y los ojos de aquel raro color, de tierno pasaba a ser algo perturbador para algunos, aunque su gesto siempre es sincero, nunca nadie parece entender lo que este significa.

Miér Jun 08, 2011 6:30 pm

La joven esperaba a que el peli-azul decidiera el plato que comerían, pues prefería que él eligiera que comerían, así de paso probaban lo mismo y compartían un mismo tipo de comida. Después de un vistazo dado por este, eligió por los dos para comer pollo teriyaki, ante lo que la joven sonrió mirándole, le pareció una buena elección realmente. El camarero tomó nota y siguió con su trabajo, mientras tanto esperaban, hasta que el plato llegara a la mesa y pudieran degustarlo finalmente, pues el estómago de la joven se quejaba poco a poco.

Y sin más, el mismo camarero volvió tiempo después, sirviendo los platos de la comida pedida por los piratas, colocándolos sobre la mesa, frente a cada uno. Tenían realmente una pinta increíble, dos manjares servidos que tan solo su olor alimentaba a los presentes y las manos de la peli-rosa casi se descontrolan para comérselo rápidamente, pero no podía dejarse llevar por un instinto tan banal, además no era así como la educaron ni quería mostrar una faceta tan fea. Tomó educadamente los cubiertos y antes de hacer ninguna acción, miró al joven que tenía frente a ella y le sonrió. -Que aproveche~ -comentó la joven, cortando un trozo de la comida con su cuchillo y se lo llevó a los labios con el tenedor delicadamente, tomándolo y comiéndolo lentamente, saboreándolo detenidamente, cambiando su rostro a uno de felicidad ante el sabor tan agradable que le procedía del alimento. -Delicioso, realmente delicioso~ -exclamó la arqueóloga, tomando otro trozo de la comida y volviendo a masticarla tranquilamente, manteniendo su rostro de felicidad por la comida.

Mientras a pareja disfrutaba de la comida tranquilos y juntos, sin esperárselo para nada, una muchacha apareció junto a ellos, mirando detenidamente la comida que ambos degustaban y preguntando si podía echarle un vistazo a la comida, ¿cómo se podía tener tan pocos modales? fue lo único que pensaba la joven ante la escena, pues le pareció muy incómoda la situación acontecida. Sin responderle, la chica miró a su compañero peli-azul para ver que opinaba, pero antes de poder decir nada, el rubio chico que antes acompañaba a la pareja, apareció hablando por ellos. Agradecida, asintió con su cabeza sin nada más que decir, terminando de comer la deliciosa comida e intentar seguir disfrutando de la compañía.

Miér Jun 08, 2011 8:20 pm

El muchacho observó a su acompañante y le sonrió mientras la veía empezar a comer, por lo cual prosiguió con lo suyo, imitando su acción y tomando los cubiertos con la mayor delicadeza posible, intentando ser, en vano, algo más educado de lo normal, para así, luego de tener los cubiertos en sus manos, comenzar a cortar y desguasar el manjar que allí se encontraba, llevando trozos bastante disparejos y mal cortados, o más bien desgarrados, del pollo a sus labios, comiéndolo con suma lentitud, disfrutando del sabor lo más posible, obviamente sin sacar los ojos de encima a su acompañante.

Entonces, una muchacha llego a la mesa, admirando la comida de ambos, más sin embargo, este se encontraba muy ocupado observando a la joven que le acompañaba en la comida, ensimismado en sus pensamientos que giraban en torno a la muchacha, y sin darse cuenta siquiera, su plato ya se encontraba vacío, por lo que se dispuso a tomar un poco de su agua mineral, observando a la joven con una enorme sonrisa dibujada en su rostro, esperando que esta también terminase su alimento para así volver a entablar charla con la susodicha.

Miér Jun 08, 2011 8:30 pm

Al ver que era honesta y despreciadamente ignorada, su molestia fue notable y salió caminando así como entró, no le agradaba ser mirada de esa forma y no tenía necesidad de mantenerse en aquel lugar, ella podría cocinar algo mejor en otro lugar sin tener que ver a un tipejo estirado amenazándole con sutileza

- vaaaaamonos -

Dijo bostezando, para Von y se retiró del lugar sin esperar nada más, desapareciendo del lugar.

Miér Jun 08, 2011 9:25 pm

La distinción del marine era notable, todas aquellas personas lo podrían percibir, por lo menos las recien llegadas que tal como transcurrían las circunstancias parecía indicar que los buenos modales, el trato social y las maneras de comportarse con desconocidos eran inexistentes en ellos. Pero aquello, por mas raro que pudiera parecer, no nublaba su racionalidad en el sentido que habían terminado de entender ya sea de la manera explícita con la que Solomon se había dirigido al tema o de la sutileza de los gestos de incomodidad de Aredhel o la simple pero respetable postura de solo ignorarlos que asumió Sieghart eran de lo mas elocuentes.

Solomon se mantuvo lo mas diplomático posible observando la reacción de los recien llegados que sin dudarlo fue la acertada simplemente se retiraron del lugar. El marine simplemente asintió viendo como se iban de aquel establecimiento. La labor del marine hasta el momento estaba resuelta por el momento, y sus compañeros podrían seguir con su tertulia sin interrupción.

-Bueno, no les robo mas tiempo valioso, estaré cerca, pero no se preocupen, tendrán privacidad-

Comento tras hacer una venia a modo de momentánea despedida, acomodándose en una mesa a una distancia prudente procurando no molestar. La vista de aquella deliciosa comida había causado un antojo que no descansaría hasta verse satisfecho; si bien no era un lugar de lo mas elegante, la comida si se veía exquisita... podría sacrificar algo de ambiente a cambio de la excepcional comida por lo menos en alguna ocasión no? Una ves sentado en el sitio elegido, una de las mejores mesas del lugar, levantó la mano pidiendo el menú que seguro se le traería con la debida prontitud. No le gustaba esperar mucho.

Miér Jun 08, 2011 9:41 pm

** El espadachin observo un instante a la pareja, en verdad parecian muy unidos, eso quito de su ser el espiritu de batalla y su rostro se torno aburrido, el ambiente se destenzaba y ese alito de guerra que por un instante habia nacido moria de la misma forma ... esas maneras algo tontas que tenian los sentimientos humanos de borrar molestias.

~~ Si ... ~~

Dijo y observo un instante al marine, no le agradaba demasiado, paresia ser bastante organisado, pero en el fondo no estaba buscando batalla asi que simplemente sonrio un poco y siguio caminando tras Kat con tranquilidad, efectivamente en aquel lugar no pasaria nada interesante **

Dom Jun 12, 2011 3:29 pm

En realidad ya existía un poco de incomodidad de parte del marine al seguir a aquella pareja que quizás solamente estaba esperando que se retirara para poder sentirse algo mas cómodo, cosa que por cierto era completamente normal y comprensible, el mismo Solomon querría pasar tiempo a solas cuando cortejaba a una hermosa dama y seguramente Sieghart también, fue por eso que en vez de pedir algo de comer, simplemente ordenaría un café y unos panecillos.

El pedido no tomó mucho tiempo y en pocos minutos la pequeña taza y el platillo de los panecillos estaban ya vacíos con apenas algunas migajas en su superficie. Si bien no estaba completamente satisfecho el hambre terminaría siendo saciada mas adelante y segurmente en algun otro lugar. Por lo pronto ya había servido de ayuda suficiente a aquella pareja que pareció perdida, pero que ahora ya parecían tener mas idea de los lugares peligroso para no adentrarse dentro de ellos, ya había cumplido con su labor.

Se acercó a la mesa de Aredhel y de Sieghart simplemente a despedirse, quien sabe... quizás se volverían a ver en otras circunstancias.

-Bueno, yo me tengo que retirar, ha sido un gusto conocerlos-

Dijo Solomon sonriendo de manera cortés para después hacer una leve venia, girar sobre sus talones en media vuelta y salir del lugar. Seguramente habrían muchas otras cosas de las cuales encargarse en los alrededores

Mar Jun 14, 2011 6:57 pm

El muchacho continuaba observando a la joven que se encontraba delante suyo, mirándole con suma atención mientras esta terminaba de comer, pero de pronto, recordó algo que hacía tiempo quería hacer, y como el marine se había ido, decidió llevarlo a cabo. - Enseguida vuelvo, Ared. - Expresó mientras se levantaba del asiento y se dirigía a la cercana tienda de armas, entrando a esta y dirigiéndose en las estanterías y demás, buscando dos armas que quería llevarse consigo, las cuales para su desgracia no parecían venderse en aquel local, por lo cual decidió buscar por la ciudad algún establecimiento que si las vendiese.

Así se encamino el muchacho, dirigiéndose por las inmediaciones sin tardar mucho, ya que no quería hacer esperar a la muchacha, y así fue como encontró el lugar donde vendían lo que quería: Un espadón y una guadaña de tres filos, las cuales pago para luego dirigirse al restaurante, pero al doblar una esquina sintió un fuerte dolor en su cabeza, producto de un potente golpe propinado por alguien de desconocida identidad. Lo que no sabía el muchacho era que despertaría en otra isla, perdiéndose en el camino de la vida.

Spoiler:

Llegando a Logue Town.

Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.

Re: Llegando a Logue Town.