¿Un corazón dulcemente congelado?

Von Lust Julieth, marine con buenas habilidades para la navegación por mares que yacía entre las calles del alfa y el omega, en pocas palabras "Logue Towm". Dónde todo pirata quisiera tener su inicio y, que a pesar de esto la chica había elegido tal isla para ser un punto de sus diversos inicios. Esta caminando con su vestimenta poco usual el cual se trataba de una especie de mini-falda que le dejaba la mayor parte de las piernas al descubierto, una blusa que de igual manera le dejaba la mayor parte del pecho al descubierto, su pelo rosa siendo alumbrado notoriamente por la luz del sol, siendo este de un color más claro a lo que se aparenta. ¿Qué buscaba la chica?, tan solo pasar el tiempo, entretenerse con algo que la haga alejarse de aquél mundo al menos por un tiempo.

Sus pasos con aquellas botas de corto tamaño hacían que el piso dejara salir un pequeño sonido, el cual no era el único, puesto que aquellos pasos del sin número de personas que le rodeaba igual sonaban a la par. Su mirada pudo fácilmente divisar una especie de bar lujoso en comparación a muchos otros, el cual hizo que su mirada se fijara totalmente en él y dejara salir una pequeña sonrisa de satisfacción. Caminó lentamente hacia aquél establecimiento con el único fin, el cual era llegar a tal local y obtener un buen tiempo antes de iniciar su nuevo y largo viaje.

Entrando al bar pudo notar a varios civiles, los cuales podrían ser piratas, cazarecompensas, marines o tan solo simple personas. Su vista notó una mesa, la cual se encontraba cerca de un hombre de buen vestir, por no decir extraño... El cual se encontraba cerca del mostrador de aquella cantina. La chica con dos colas de cabello y parte del pelo saliendo como dos orejas de conejo por delante de su frente se dispuso a caminar hacia la mesa que había visto al entrar al bar, siendo esta el punto de atención de aquellos hombres quizá pervertidos del bar, los cuales dejaban escapar uno que otro halago a la chica, pero esta simplemente se mantuvo callado y observando aquella mesa tan solo sonrió, viendo que sería una mesa tranquila y por tal razón tan solo prosiguió a sentarse en la misma, dejando descansar su cuerpo y observando hacia el cantinero. - ¡¡¡Ooooeeeee!!! - Dejó salir aquél llamado mientras le hacía señas al mismo para que vaya a tomar su orden.

Con sus pensamientos infantiles de momento andaba ajeno a cualquier cosa que pudiera pasar a su alrededor, pero su mirada fue atraída por una mujer que entró al establecimiento con quien sabe que fin, puesto que la misma parecía estar como si se estuviera muriendo cosa que alertó a la chica que inocentemente observó hacia el cantinero para ver si el mismo la había visto, pero en ese mismo instante pudo sentir como aquella chica caía en su mesa, pudo pensar que la misma se había muerto en ese momento por lo que dejó salir un grito mirando aterrada a la mujer. Su alteración fue calmada por la voz desgastada y muerta de la chica, la cual le hacía al parecer una petición. ~ ¿Frío? ~ Pensó rápidamente para luego pararse del lugar y tomar a la chica por las caderas y acto seguido hacer que el brazo de la misma cayera por encima de su hombro, todo esto para mejor movilización para ambas. - Descuida, yo te ayudaré. - Comentó con tono alegre mientras caminaba hacia lo profundo del bar.

Caminando lentamente se pudo encontrar con el dueño, el cual se dispuso a pararse frente a ellas con una actitud firme. - ¿A dónde creen que van?. - Dejó salir con suma autoridad observando directamente a la peli-rosa. - Soy una oficial de la marina, ni nombre es Von Lust Julieth y requiero de su ref... Refrii... Refrigerador ¡Si, eso! - Agregó presentándose ante el dueño con una actitud distraída. - ¿No ve que ella está muriendo?. - Agregó esta vez en tono bajo mirando a la misma con cierta curiosidad, no sabía el por qué su cuerpo estaba tan dañado. - ¡Oh!, un miembro de la marina, de haberlo dicho antes. - Comentó con voz de disculpa para mostrarle el lugar por donde tendría que ir a lo que la chica solo asintió con un rostro de felicidad.

Pudo llevar a la chica por entre los pasillos de aquél lujoso bar, en el cual tan solo abrió la puerta de la zona conocida como "Zona Helada" y dejar que aquél frío salga de manera instantánea, un leve frío rodeó a la peli-rosa, la cual no llevaba una vestimenta para andar en ese tipo de zonas, pero podría aguantar un pequeño momento dentro de la misma, al menos hasta que la chica se sintiera mejor. - ¿Te encuentras bien?. - Cuestionó a la mujer mientras la dejaba descansar en aquél helado piso rodeado de ventiladores helados, esperando una respuesta por la misma tan solo guardó silencio, esperando que no pase ninguna desgracia.