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Lagi Schmetterling & Byakuran
Mar Ago 09, 2011 9:28 pm
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La arena bajo los pies de ambos rivales era suficientemente estable para un combate, ya que se encontraban relativamente cerca de los árboles pertenecientes al bosque de la isla. Los combatientes tenían una clara vista el uno del otro aún con la neblina que cubría el lugar, y el viento no era particularmente fuerte. Los miembros de ambas facciones pasaban por el lado de ambos, marchando directo a la lucha en mitad de la playa.
La arena bajo los pies de ambos rivales era suficientemente estable para un combate, ya que se encontraban relativamente cerca de los árboles pertenecientes al bosque de la isla. Los combatientes tenían una clara vista el uno del otro aún con la neblina que cubría el lugar, y el viento no era particularmente fuerte. Los miembros de ambas facciones pasaban por el lado de ambos, marchando directo a la lucha en mitad de la playa.
- InvitadoInvitado
Re: Lagi Schmetterling & Byakuran
Jue Ago 11, 2011 10:40 pm
La batalla era encarnizada, pues al poco de sobrepasar el puesto de la marina, todo lo que se cernía ante los ojos del marine era batalla, una batalla que parecía propagarse por toda la isla. Lo único que se podía distinguir de aquella situación eran marines y piratas, pues los otros grupos estaban en una gran minoría en comparación a estos otros, por lo que se valían de alianzas entre otras facciones para su supervivencia, por lo que de igual forma, difícil eran de divisar las pequeñas facciones. El ambiente era muy incomodo por la humareda que se levantaba en ocasiones, sobre todo cuando había colisión entre enemigos, cosa que era mayor en el centro de la isla, ya que era el cenit del enfrentamiento entre ambos bandos, los que tenían villanas intenciones y los que pretendían apresar a los delincuentes. La batalla se sentía como estar en una zona nueva cada vez que avanzabas, puesto que el contacto entre aliados se dificultaba por ciertos enemigos que conseguían pasar las primeras líneas de defensa y por ello debían de estar en constante alerta a posibles ataques sorpresas.
El joven pelirrojo se abría paso como podía, que en este caso no era otro que a golpes en defensa de su vida, pues los ataques no cesaban y todo se dificultaba bastante. Su fiel compañero no se quedaba atrás y servía a su amo, pues este se valía de todos los medios que tenia a su alcance para defenderse y ayudarlo, claro que al tratarse de un animal no es que pudiera encargarse de todos por sí mismo, para ello estaba ahí Lagi. Juntos avanzaron hasta el apogeo de la batalla, el punto más álgido de esta estaba marcado por grandes combates y enfrentamientos entre combates individuales de cargos ostentosos, y por combates de menor importancia desde ciertos puntos de vista, puesto que se trataban de enfrentamientos de simples rasos o piratas débiles que se enfrentaban los unos a otros en general sin ningún tipo de orden e importancia en sus golpes.
Los nudillos del joven aún no se resentían por los golpes que había tenido que otorgar a más de un pirata de fuerza vulgar que se trataba de aproximar para herirle o, en ciertas circunstancias, atacar a un aliado por la retaguardia, algo típico de los rivales a los cuales combatían y, desde su punto de vista, bastante deshonroso, aunque el joven jamás había visto honor suficiente en una batalla… Nunca habría un bando ganador ni perdedor, siempre quedarían vencidos, al menos es lo que le demostró en otras ocasiones su experiencia como ex-recluta, el lugar en cual más enfrentamientos pudo llegar a ver. Dicha experiencia y el entrenamiento de su maestro era con lo que contaba para sus opiniones en la batalla. El joven estaba tan inmerso en sus pensamientos y en la batalla que no se daba cuenta que a pesar de lento, el tiempo pasaba, por lo que debería centrarse de una vez y enfrentarse a un enemigo capaz y que mereciera la pena abatir, es decir, una persona que difiriese de rango respecto a los de fuerza vulgar. Su rango ya no era el de un simple recluta, tampoco el de Cipher Pol, sin embargo fue este cargo el que más experiencia en combate le había concedido al pelirrojo, pues ahora sus dotes de combate eran mucho mejores por el hecho de haberse tenido que valer por si mismo en incontables misiones.
- Grrr… - Un gruñido vino provinente del pequeño animal que lo acompañaba, pues parecía ser que Kurokami había detectado una presencia en cierta zona del campo de batalla, una zona que debería estar mejor defendida desde su punto de vista por posibles invasiones, por lo que sin temor y con mucha determinación se dirigió al lugar en el cual creía que se precisaba de su presencia. Se trataba del lugar en el cual la arena de la playa comenzaba a tener contacto con parte del bosque, sin llegar a estar cerca de este ni de lejos, pues tan solo eran las primeras plantas que daban hincapié a este. La tierra comenzaba a volverse dura, algo más sólida que la de la simple playa, y justo allí plantado, de pie, estaba lo que al parecer era un pirata, o variante de enemigo. La suposición no nacía de una idea banal, pues por sus ropajes era algo un poco obvio, aliado no era, puesto que los uniformes blanquiazules diferenciaban dichos miembros, por lo que solo restaban enemigos. También contaba con la idea de que Kuro sospechaba de dicha persona, por lo que debía de confiar en los detalles, pensamientos de ambos para detectar a dicho sujeto.
- Identifícate… - Lagi mostraba un carácter imponente e imperativo, pues conocía el rango que ostentaba y estaba seguro de que aquella persona no estaba de su parte, por lo que la batalla era inminente, a no ser que se diese un suceso inesperado en el campo. El pelirrojo se metió la mano en el compartimento trasero de su cinturón y sacó unos guantes de metal en los cuales enfundo sus manos, pues sabía que aquel rival merecía, de cierta manera, el que se pusiera sus “armas” de combate, ya que todos los enemigos que había vencido con anterioridad fueron con manos desnudas y contundentes golpes que acababan rápidamente con sus enemigos, no merecían más. - Siento iniciar con nuestra conversación de una forma tan ruda o con una orden, pero no tengo tiempo que perder con meros rivales de ideas equivocas e ideales banales… debo proteger a mis aliados en combate y tú, seguramente, serás una mera distracción en todo este proceso… - El pelirrojo explico con sinceridad y tranquilidad el porqué de sus ultimas palabras, no era algo totalmente necesario, más aún debía conocer un poco más a lo que ya había escogido como su próximo contrincante. Mientras observaba a la persona de cabello blanco se acababa de ajustar el guante de la mano siniestra.
- Por cierto, este es Kurokami, mi fiel compañero. Estoy seguro de que esta encantado de conocerte… - La mascota masculló con un pequeño sonido en respuesta a su nombre ante la presentación del pelirrojo hacia esta, pues sería algo a tener en cuenta en el combate que estaba apunto de entablar en el lugar. - Suele morder a mis rivales, así como placarlos… créeme, es algo a tener en cuenta… - La templanza que mostraba en todo momento ante la presentación de su mascota era formidable, digna de un ex-agente del Cipher Pol tal y como él lo era. - Por mi parte, mi nombre es Lagi Schemterling, un teniente de la marina y, al parecer, tu próximo rival. - Aquellas fueron las ultimas palabras que expresó el rojizo antes de hacer una pausa y dejar hueco a la presentación o las palabras que su rival tuviese para él, pues algo de lo dicho hasta el momento debió de hacer la suficiente mella en el albino para tener algo que decir o aportar, después de todo Lagi había hecho su presentación, era justo esperar una por parte de este otro.
El joven pelirrojo se abría paso como podía, que en este caso no era otro que a golpes en defensa de su vida, pues los ataques no cesaban y todo se dificultaba bastante. Su fiel compañero no se quedaba atrás y servía a su amo, pues este se valía de todos los medios que tenia a su alcance para defenderse y ayudarlo, claro que al tratarse de un animal no es que pudiera encargarse de todos por sí mismo, para ello estaba ahí Lagi. Juntos avanzaron hasta el apogeo de la batalla, el punto más álgido de esta estaba marcado por grandes combates y enfrentamientos entre combates individuales de cargos ostentosos, y por combates de menor importancia desde ciertos puntos de vista, puesto que se trataban de enfrentamientos de simples rasos o piratas débiles que se enfrentaban los unos a otros en general sin ningún tipo de orden e importancia en sus golpes.
Los nudillos del joven aún no se resentían por los golpes que había tenido que otorgar a más de un pirata de fuerza vulgar que se trataba de aproximar para herirle o, en ciertas circunstancias, atacar a un aliado por la retaguardia, algo típico de los rivales a los cuales combatían y, desde su punto de vista, bastante deshonroso, aunque el joven jamás había visto honor suficiente en una batalla… Nunca habría un bando ganador ni perdedor, siempre quedarían vencidos, al menos es lo que le demostró en otras ocasiones su experiencia como ex-recluta, el lugar en cual más enfrentamientos pudo llegar a ver. Dicha experiencia y el entrenamiento de su maestro era con lo que contaba para sus opiniones en la batalla. El joven estaba tan inmerso en sus pensamientos y en la batalla que no se daba cuenta que a pesar de lento, el tiempo pasaba, por lo que debería centrarse de una vez y enfrentarse a un enemigo capaz y que mereciera la pena abatir, es decir, una persona que difiriese de rango respecto a los de fuerza vulgar. Su rango ya no era el de un simple recluta, tampoco el de Cipher Pol, sin embargo fue este cargo el que más experiencia en combate le había concedido al pelirrojo, pues ahora sus dotes de combate eran mucho mejores por el hecho de haberse tenido que valer por si mismo en incontables misiones.
- Grrr… - Un gruñido vino provinente del pequeño animal que lo acompañaba, pues parecía ser que Kurokami había detectado una presencia en cierta zona del campo de batalla, una zona que debería estar mejor defendida desde su punto de vista por posibles invasiones, por lo que sin temor y con mucha determinación se dirigió al lugar en el cual creía que se precisaba de su presencia. Se trataba del lugar en el cual la arena de la playa comenzaba a tener contacto con parte del bosque, sin llegar a estar cerca de este ni de lejos, pues tan solo eran las primeras plantas que daban hincapié a este. La tierra comenzaba a volverse dura, algo más sólida que la de la simple playa, y justo allí plantado, de pie, estaba lo que al parecer era un pirata, o variante de enemigo. La suposición no nacía de una idea banal, pues por sus ropajes era algo un poco obvio, aliado no era, puesto que los uniformes blanquiazules diferenciaban dichos miembros, por lo que solo restaban enemigos. También contaba con la idea de que Kuro sospechaba de dicha persona, por lo que debía de confiar en los detalles, pensamientos de ambos para detectar a dicho sujeto.
- Identifícate… - Lagi mostraba un carácter imponente e imperativo, pues conocía el rango que ostentaba y estaba seguro de que aquella persona no estaba de su parte, por lo que la batalla era inminente, a no ser que se diese un suceso inesperado en el campo. El pelirrojo se metió la mano en el compartimento trasero de su cinturón y sacó unos guantes de metal en los cuales enfundo sus manos, pues sabía que aquel rival merecía, de cierta manera, el que se pusiera sus “armas” de combate, ya que todos los enemigos que había vencido con anterioridad fueron con manos desnudas y contundentes golpes que acababan rápidamente con sus enemigos, no merecían más. - Siento iniciar con nuestra conversación de una forma tan ruda o con una orden, pero no tengo tiempo que perder con meros rivales de ideas equivocas e ideales banales… debo proteger a mis aliados en combate y tú, seguramente, serás una mera distracción en todo este proceso… - El pelirrojo explico con sinceridad y tranquilidad el porqué de sus ultimas palabras, no era algo totalmente necesario, más aún debía conocer un poco más a lo que ya había escogido como su próximo contrincante. Mientras observaba a la persona de cabello blanco se acababa de ajustar el guante de la mano siniestra.
- Por cierto, este es Kurokami, mi fiel compañero. Estoy seguro de que esta encantado de conocerte… - La mascota masculló con un pequeño sonido en respuesta a su nombre ante la presentación del pelirrojo hacia esta, pues sería algo a tener en cuenta en el combate que estaba apunto de entablar en el lugar. - Suele morder a mis rivales, así como placarlos… créeme, es algo a tener en cuenta… - La templanza que mostraba en todo momento ante la presentación de su mascota era formidable, digna de un ex-agente del Cipher Pol tal y como él lo era. - Por mi parte, mi nombre es Lagi Schemterling, un teniente de la marina y, al parecer, tu próximo rival. - Aquellas fueron las ultimas palabras que expresó el rojizo antes de hacer una pausa y dejar hueco a la presentación o las palabras que su rival tuviese para él, pues algo de lo dicho hasta el momento debió de hacer la suficiente mella en el albino para tener algo que decir o aportar, después de todo Lagi había hecho su presentación, era justo esperar una por parte de este otro.
- InvitadoInvitado
Re: Lagi Schmetterling & Byakuran
Vie Ago 12, 2011 2:37 am
** Ni bien se había incrustado Byakuran en Tequila Wolf, ya estaba envuelto en una gran zona de combate. El ambiente del lugar así mismo otorgaba una tensión significativa, puesto que la neblina hace lo suyo en cuanto a molestar y caldear los ánimos, por no ver o simplemente para muchos sentir la humedad sobre sus cuerpos que se escarapelaban al mínimo sentir. Entre todos los bandos estaban luchando, tanto marines como piratas, y se podía escuchar claramente el chillido que producen dos armas blancas al tener contacto una con otra; armas de fuego, que se escuchan con un "Boom" particular, y claro, no faltaban esos golpes que hacían crujir los huesos de los adversarios... La emoción era inminente, no se podía evitar en la sangre de aquellos hombres el querer siquiera dar un buen golpe sobre un rival ¿El motivo? Desde un susurro hasta un gran insulto era bueno para usar como excusa. Sin dudas, cuando esto acabase, los periódicos inundarán grandes páginas de sus escritos, con el único fin de recrear la trifulca que se desarrollaba, que progresivamente dejaba menos gente en pie. Gran suceso...
El tiempo seguía pasando, y el peli blanco, ya no se mostraba calmado como antes, ya se había metido en batallas que su persona de una manera u otra se había involucrado. Sin embargo para enfrentarse a éstas, éste no hacía más que el mero uso del carpo, la parte media entre la mano y la muñeca, para golpear a sus oponentes que hasta el momento no habían sido más que fanfarrones que cayeron en contados segundos, lo que de verdad valían la pena, seguro se encontraban en luchas de diferente tipo, pero no se podría saber por la densidad que había en el ambiente. Por otro lado, las personas que ya iban quedando en pie se podría decir que ya daban guerra en cuanto a encarar un frente a frente. El navegante no se mostraba nervioso, es más ya se comenzaba a mostrar extasiado por la situación, era como si aquel loco que llevara dentro, quisiera arrancar su piel y se dejara mostrar, pero eso no era necesario, y perdería total cordura de sus movimientos.
-Al fin se comienza a tornar divertido...
Sus palabras no se dejaban escuchar, más que por su misma persona. Sus facciones ya dibujaban aquella sonrisa de medio lado, la cómoda sonrisa que siempre dejaba lucir, la que invita a pensar que Byakuran se encontraba relajado y tranquilo... Esperaba que esta siguiera por mucho tiempo, que se mantenga hasta el final de su estadía en la isla, que seguro no fuera mucha, pero sí muy divertida.
Metió sus manos a los bolsillos de su pantalón, cada uno por su lado. Caminaba seguro, en esos momentos no existía rival que mereciera que volviera a sacar las manos. Ahora, ya se había aburrido, así que dejaba escapar los combates que daba innecesarios, era sólo cuestión de seguir buscando. Al fin su personaje se detuvo, ya no quería caminar, le estaba hartando hacerlo y por mucho tiempo. Se quedó parado con sus orbes cerrados, mientras daba constantes suspiros, los que confirmaban una vez más el aburrimiento que sentía.
Su atención fue captada por un gruñido, pues no había escuchado a ningún animal hasta el momento, al menos no tan cerca de su persona. Miraba por le ojuelo de su ojo derecho al "can", que tenía una apariencia muy particular, era una especie de lobo, pero reducido ¿Podría darse? Byakuran por otro lado, nunca se interesó mucho sobre la veterinario, más por cosas culturales, por lo que en su base de datos, no se encontraba información, más que la que le decía que se trataba de un lobo reducido. Giró en un ángulo de cuarenta y cinco grados, de forma que ahora quedaba frente al animal.
-¿Eh...?-Era sencillo decir esto ¿Por qué de la nada alguien pedía que se identificara? Movió su mirada del lobo, a la persona que se encontraba al lado del mismo. Este rápidamente sacó de un tipo de compartimiento, unos guantes de metal, muy semejantes a los que traía puesto Byakuran, pero que no dejaban ver porque tenía las manos guardadas-. -¿Distracción? ¿Proteger? No entiendo lo que dices... Pero no recuerdo haber golpeado a ninguno de tus compañeros como insinúas... Y el único que se está retrasando a sí mismo, eres tú, tú eres quien se ha detenido frente a mí, pidiendo explicaciones, simplemente podías seguir tu camino e ignorar mi presencia... Después de todo, no hago más que estar parado en este lugar, respirando "aire puro". -Sus palabras fueron muy precisas para el que había atacado a su persona con una orden... ¿No había modales? Era muy fácil decir "Hola ¿Cómo te llamas?", y no atacar de semejante manera y encima haciendo alusión que era un rival, sin siquiera preguntar, pero claro, podría entenderse un poco su desconfianza, ya que no estaba en una escena muy calmada que digamos...
Suspiró... -Pues, no se ve muy encantado de verme... Es más, me gruñe, parece que tiene tu carácter, es tan ofensivo como tú. Muerde y aplaca a tus rivales, supongo que soy considerado como uno de ellos, bueno tus palabras ya me lo dijeron... Y el que tu animal haga eso no me importa, me hubiese importado si siquiera hubieses sido más cortes... -Trataba de ser sarcástico y de volver las palabras que pronunció el peli rojo, el peli blanco ya había considerado desde ya una ofensa hacía su persona.- Buuueno, soy Byakuran Shiota, navegante de Inglorius Bastard's. Un gusto... Supongo que soy tu rival.
No sacó las manos de sus bolsillos. Mas sin embargo estaba alerta... Su intuición era más que él. **
El tiempo seguía pasando, y el peli blanco, ya no se mostraba calmado como antes, ya se había metido en batallas que su persona de una manera u otra se había involucrado. Sin embargo para enfrentarse a éstas, éste no hacía más que el mero uso del carpo, la parte media entre la mano y la muñeca, para golpear a sus oponentes que hasta el momento no habían sido más que fanfarrones que cayeron en contados segundos, lo que de verdad valían la pena, seguro se encontraban en luchas de diferente tipo, pero no se podría saber por la densidad que había en el ambiente. Por otro lado, las personas que ya iban quedando en pie se podría decir que ya daban guerra en cuanto a encarar un frente a frente. El navegante no se mostraba nervioso, es más ya se comenzaba a mostrar extasiado por la situación, era como si aquel loco que llevara dentro, quisiera arrancar su piel y se dejara mostrar, pero eso no era necesario, y perdería total cordura de sus movimientos.
-Al fin se comienza a tornar divertido...
Sus palabras no se dejaban escuchar, más que por su misma persona. Sus facciones ya dibujaban aquella sonrisa de medio lado, la cómoda sonrisa que siempre dejaba lucir, la que invita a pensar que Byakuran se encontraba relajado y tranquilo... Esperaba que esta siguiera por mucho tiempo, que se mantenga hasta el final de su estadía en la isla, que seguro no fuera mucha, pero sí muy divertida.
Metió sus manos a los bolsillos de su pantalón, cada uno por su lado. Caminaba seguro, en esos momentos no existía rival que mereciera que volviera a sacar las manos. Ahora, ya se había aburrido, así que dejaba escapar los combates que daba innecesarios, era sólo cuestión de seguir buscando. Al fin su personaje se detuvo, ya no quería caminar, le estaba hartando hacerlo y por mucho tiempo. Se quedó parado con sus orbes cerrados, mientras daba constantes suspiros, los que confirmaban una vez más el aburrimiento que sentía.
Su atención fue captada por un gruñido, pues no había escuchado a ningún animal hasta el momento, al menos no tan cerca de su persona. Miraba por le ojuelo de su ojo derecho al "can", que tenía una apariencia muy particular, era una especie de lobo, pero reducido ¿Podría darse? Byakuran por otro lado, nunca se interesó mucho sobre la veterinario, más por cosas culturales, por lo que en su base de datos, no se encontraba información, más que la que le decía que se trataba de un lobo reducido. Giró en un ángulo de cuarenta y cinco grados, de forma que ahora quedaba frente al animal.
-¿Eh...?-Era sencillo decir esto ¿Por qué de la nada alguien pedía que se identificara? Movió su mirada del lobo, a la persona que se encontraba al lado del mismo. Este rápidamente sacó de un tipo de compartimiento, unos guantes de metal, muy semejantes a los que traía puesto Byakuran, pero que no dejaban ver porque tenía las manos guardadas-. -¿Distracción? ¿Proteger? No entiendo lo que dices... Pero no recuerdo haber golpeado a ninguno de tus compañeros como insinúas... Y el único que se está retrasando a sí mismo, eres tú, tú eres quien se ha detenido frente a mí, pidiendo explicaciones, simplemente podías seguir tu camino e ignorar mi presencia... Después de todo, no hago más que estar parado en este lugar, respirando "aire puro". -Sus palabras fueron muy precisas para el que había atacado a su persona con una orden... ¿No había modales? Era muy fácil decir "Hola ¿Cómo te llamas?", y no atacar de semejante manera y encima haciendo alusión que era un rival, sin siquiera preguntar, pero claro, podría entenderse un poco su desconfianza, ya que no estaba en una escena muy calmada que digamos...
Suspiró... -Pues, no se ve muy encantado de verme... Es más, me gruñe, parece que tiene tu carácter, es tan ofensivo como tú. Muerde y aplaca a tus rivales, supongo que soy considerado como uno de ellos, bueno tus palabras ya me lo dijeron... Y el que tu animal haga eso no me importa, me hubiese importado si siquiera hubieses sido más cortes... -Trataba de ser sarcástico y de volver las palabras que pronunció el peli rojo, el peli blanco ya había considerado desde ya una ofensa hacía su persona.- Buuueno, soy Byakuran Shiota, navegante de Inglorius Bastard's. Un gusto... Supongo que soy tu rival.
No sacó las manos de sus bolsillos. Mas sin embargo estaba alerta... Su intuición era más que él. **
- InvitadoInvitado
Re: Lagi Schmetterling & Byakuran
Vie Ago 12, 2011 10:14 am
Las palabras del pelirrojo fueron erróneas, pero tan solo desde el punto de vista del rival, pues Lagi se mantenía ante lo dicho. El hecho de que aquel enemigo aun no fuese atacado a nadie no negaba sus intenciones en el lugar, y puesto que aquello era una batalla entre ambos bandos, no tardaría en tener que agredir a algún marine que le tratara de atacar, pues un enemigo era un enemigo, ni más ni menos. La situación era propicia para la confusión y el estar en todo momento alerta, junto con las sospechas de quien podía ser un enemigo y quien no, no ayudaba a escoger o deducir el carácter de cada rival en combate. - Según tú, dices que la distracción proviene de mi parada aquí para combatirte a pesar de no haber hecho acto alguno, mas no por ello significa que sea así realmente… Eres enemigo y aunque no muestres maldad hasta el momento… lo harás. - El joven hablaba seguro de sí mismo en cuanto a las consecuencias que acarrearía el no encargarse del peliblanco a tiempo, sabía que tarde o temprano causaría problemas a sus aliados.
- Respecto a lo de enemigo… así es, formas parte del colectivo al cual mi querido compañero atacaría… mala suerte, supongo… - La mascota se comenzó a desvanecer entre la ligera niebla, provocando que al alejarse a cierta distancia ya no se divisara. Lo que el animal trataba de hacer era camuflarse con el entorno, valiéndose de la niebla fluida por el viento. - Esto comienza, Byakuran… espero que no te molestes por mi carácter, pues como ya dije… tengo prisa. - El joven finalizó su conversación con aquellas palabras, pues lo de que tenía prisa no iba para nada en broma. Debía combatir contra otros y hacer frente en otras batallas, no podía permitirse el lujo de que un simple pirata le entretuviese cuando aún quedaban muchos otros por enfrentar. Pero no estaba seguro del poder que su rival poseía, por lo que debería realizar las pertinentes pruebas con movimientos algo simples, pero rápido. Además no debía obviar el hecho de que su fiel mascota ya estaba camuflada con el entorno en algún lugar al acecho, pues su rival no debía contenerse ni quedar desprevenido en ninguno de sus ángulos, en aquel combate se enfrentaba a dos rivales.
Con los datos que le había proporcionado el albino ya tenía dos cosas, su nombre, ya antes mencionado por el rojizo, y el nombre de la tripulación a la cual pertenecía. Ambas cosas eran algo que el pelirrojo no olvidaría, pues ahora sabía que otra tripulación estaba participando en la trifulca, quizás fuese información de interés en un futuro. - Eh… no te despistes… - El joven dijo aquellas últimas palabras con cierto desdén en cuanto a importancia, pues solo trataba de advertir a su enemigo de que algo ya se aproximaba. Un pausa a sus palabras fue la respuesta, el viento azotaba la niebla y el cabello de ambos rivales, mas aquellos efectos no mermaban el combate del rojizo, ya que por vista no le afectaba, pues a corta distancia combatía ligera era el obstáculo, y tampoco portaba pistolas o armas de rangos que fuesen afectadas por el viento. Era momento de atacar tras haber evaluado la situación, pero como ya tenía pensado desde un principio, antes probaría a su rival.
El pelirrojo inició una rápida carrera con leve zigzagueo de derecha a izquierda tratando de confundir a su rival, pero todo cambió a corta distancia, pues cuando faltaban unos dos metros y medio para llegar al pirata, el marine dio un leve salto sobre una roca de pequeño tamaño situada a su derecha. El salto de rebote le proporcionó velocidad, que ya de por sí era notable, y una altura limitada, suficiente para ejecutar su maniobra en el aire, pues tras el contacto con la superficie, el joven maniobró en el aire valiéndose de su agilidad para tratar de propinar una fuerte patada con la pierna diestra en el torso del enemigo. La patada era horizontal, lo cual hacía que el cuerpo del usuario así se situara en el aire, al menos de una manera aproximaba, sin llegar a ser completamente recto. La mano siniestra estaba preparada en todo momento para usarse a de apoyo en el suelo, en el caso de una respuesta esquiva por parte de su rival, mientras que la pierna avanzaba desde la parte trasera de su cuerpo de derecha a izquierda escudriñando su objetivo, el torso del albino.
- Respecto a lo de enemigo… así es, formas parte del colectivo al cual mi querido compañero atacaría… mala suerte, supongo… - La mascota se comenzó a desvanecer entre la ligera niebla, provocando que al alejarse a cierta distancia ya no se divisara. Lo que el animal trataba de hacer era camuflarse con el entorno, valiéndose de la niebla fluida por el viento. - Esto comienza, Byakuran… espero que no te molestes por mi carácter, pues como ya dije… tengo prisa. - El joven finalizó su conversación con aquellas palabras, pues lo de que tenía prisa no iba para nada en broma. Debía combatir contra otros y hacer frente en otras batallas, no podía permitirse el lujo de que un simple pirata le entretuviese cuando aún quedaban muchos otros por enfrentar. Pero no estaba seguro del poder que su rival poseía, por lo que debería realizar las pertinentes pruebas con movimientos algo simples, pero rápido. Además no debía obviar el hecho de que su fiel mascota ya estaba camuflada con el entorno en algún lugar al acecho, pues su rival no debía contenerse ni quedar desprevenido en ninguno de sus ángulos, en aquel combate se enfrentaba a dos rivales.
Con los datos que le había proporcionado el albino ya tenía dos cosas, su nombre, ya antes mencionado por el rojizo, y el nombre de la tripulación a la cual pertenecía. Ambas cosas eran algo que el pelirrojo no olvidaría, pues ahora sabía que otra tripulación estaba participando en la trifulca, quizás fuese información de interés en un futuro. - Eh… no te despistes… - El joven dijo aquellas últimas palabras con cierto desdén en cuanto a importancia, pues solo trataba de advertir a su enemigo de que algo ya se aproximaba. Un pausa a sus palabras fue la respuesta, el viento azotaba la niebla y el cabello de ambos rivales, mas aquellos efectos no mermaban el combate del rojizo, ya que por vista no le afectaba, pues a corta distancia combatía ligera era el obstáculo, y tampoco portaba pistolas o armas de rangos que fuesen afectadas por el viento. Era momento de atacar tras haber evaluado la situación, pero como ya tenía pensado desde un principio, antes probaría a su rival.
El pelirrojo inició una rápida carrera con leve zigzagueo de derecha a izquierda tratando de confundir a su rival, pero todo cambió a corta distancia, pues cuando faltaban unos dos metros y medio para llegar al pirata, el marine dio un leve salto sobre una roca de pequeño tamaño situada a su derecha. El salto de rebote le proporcionó velocidad, que ya de por sí era notable, y una altura limitada, suficiente para ejecutar su maniobra en el aire, pues tras el contacto con la superficie, el joven maniobró en el aire valiéndose de su agilidad para tratar de propinar una fuerte patada con la pierna diestra en el torso del enemigo. La patada era horizontal, lo cual hacía que el cuerpo del usuario así se situara en el aire, al menos de una manera aproximaba, sin llegar a ser completamente recto. La mano siniestra estaba preparada en todo momento para usarse a de apoyo en el suelo, en el caso de una respuesta esquiva por parte de su rival, mientras que la pierna avanzaba desde la parte trasera de su cuerpo de derecha a izquierda escudriñando su objetivo, el torso del albino.
- InvitadoInvitado
Re: Lagi Schmetterling & Byakuran
Sáb Ago 13, 2011 1:50 pm
La patada de Lagi impactó en el torso de Byakuran, provocando que este fuese proyectado hacia atrás, cayendo de espaldas e impactando su cuerpo contra el suelo y chocando su cabeza contra una roca parecida a la cual había usado el marine pelirrojo para impulsarse. El pirata cayó inconsciente al suelo, sangrando por la parte posterior de su cabeza, totalmente fuera de combate. La lucha se mantenía encarnizada al lado de Lagi, denotando que su rápida victoria no significaba el final de su actuación.
- InvitadoInvitado
Re: Lagi Schmetterling & Byakuran
Dom Ago 14, 2011 9:12 pm
La velocidad que había alcanzado el pelirrojo en el aire era suficiente para tumbar a su rival, pues este no hico movimiento para esquivar debido al poco tiempo de reacción que tuvo. Lagi sabía desde un principio que aquello se trataba de una mera distracción en cuanto a la batalla, pues a simple vista se trataba de un joven peliblanco que no estaba combatiendo en medio de un campo de batalla, por lo que el análisis preliminar lo tachaba de débil. El impacto había provocado que su enemigo golpeara la cabeza contra una roca y que por ello quedara fuera de combate, el pronóstico del rojizo se había cumplido. - Kuro, ven… - El joven lobezno de colores carmesí y azabache hizo acto de presencia inmediatamente después de escuchar la orden de su dueño. El pequeño se mantenía oculto en la niebla esperando al acecho de su presa, que en ese caso, se trataba de Byakuran. Sin embargo sus servicios ya no se requerían, por lo que podía hacerlo volver. - Veamos que es lo que tenía el joven navegante de los… Inglorius Basterds… - El joven hizo una pausa recordando el nombre de la tripulación, pues en ese preciso instante en su mente pasaba el recuerdo que no era el único que estaba en el lugar manteniendo un combate, por lo que debía moverse rápido en sus acciones y dirigir su ayuda en la batalla. Un pirata no era suficiente ayuda para aquella batalla de la cual ya era participe.
- Echaré una ojeada rápida y regresaremos… - El marine se agachó junto al cuerpo inconsciente del albino, apoyándose sobre la pierna diestra semiflexionada y tocando con la rodilla de la zurda en el suelo, así como la punta del zapato de la misma, de esta manera le era mucho más sencillo examinarlo. Su objetivo era rebuscar algún documento de cierta relevancia, arma que sirviera, o cualquier objeto que un futuro tuviera valor alguno, mas una decepción fue todo lo que encontró. El joven no portaba más que unas pocas monedas, que ni necesarios vio de coger el teniente, unos guantes de metal de cierta similitud a los que llevaba puestos en ese preciso instante el examinador y un Log Pose, que desde su punto de vista, no servía para mucho más que sacar algunos berries con su venta, puesto que él no requería de su utilización. - Debía de ser un pirata novicio… - Su comentario finalizaba con un leve suspiro que fue respondido por su compañero animal con un leve sonido agudo. Aquel pequeñín y Lagi parecían entenderse de vez en cuando, algo que era curioso tratándose de un animal. - En fin, pongámonos en marcha, tenemos mucho que hacer aún… - El joven arrebató todos los objetos que poseía el sujeto, su única intención sería la de empeñarlo más tarde para sacarse un poco de dinero. Dinero que le podía venir bien, recordando que con anterioridad había hecho la compra de unas pocas armas de rango explosivas y que, el dinero utilizado como pago, se le restaría de su sueldo al finalizar el combate… siempre que el joven tuviera la suerte de servir bien a su facción combatiendo y superando dichos combates.
Sirviéndose de apoyo de la pierna diestra, el joven se puso en pie sin mucho esfuerzo. Las manos con ambos objetos se las llevó a su compartimento trasero, donde los guardaría hasta poder hacer algo con ellos, de momento aquel lugar era correcto para asegurar los objetos además de ser el único que poseía para dicho fin. - Kurogami, si detectas algo de nuev… - Las palabras del joven fueron cortadas por un ataque sorpresa que trataba de golpearlo por su retaguardia. Dicho ataque tuvo el efecto correcto tumbado al rojizo en el acto, mas este no se mantuvo quieto o se dejo abatir fácilmente, pues al momento de mantener sus manos contacto con el suelo, las utilizó para redirigir su cuerpo hacia el atrás propinándole una patada con ambas piernas juntas, de modo que ahora era su rival el que se desplomaba contra el suelo. - ¡Grrr! - Su pequeña mascota fue acto seguido contra su agresor, de modo que apretando su mandíbula contra el cuello de este acababa con su vida, de una manera lenta y algo dolorosa. Era una mascota fiel y como tal compañero lo demostraba, pues Lagi no tuvo que volver a intervenir contra aquel enemigo que no supo reaccionar de igual manera ante un ataque sorpresa a como lo hizo el pelirrojo. - Bien hecho, Kuro... Vamos, debemos ayudar al resto… - El joven marine partió a toda prisa hacia la batalla, ya sin retirarse de sus manos los guantes de metal, quedando preparado para cualquier combate que emergiera de la nada. Nuevos enemigos aguardaban, por lo que un retraso podía significar impuntualidad, algo que no se iba a permitir que sufrieran sus enemigos.
Su fiel mascota continuaba a una velocidad equitativa a la que mantenía el rojizo, pues el olfato de su compañero le servía en gran medida para detectar aquellos enemigos cercanos, así como los que de verdad merecían la pena combatir. Debía valerse de su gran entrenamiento para enfrentar enemigos que un marine de rango recluta no pudiera abatir, pues para algo ostentaba el cargo de teniente. Proteger a los de menor rango era algo que, mientras estuviese en sus manos, ejecutaría sin problema alguno, quizás de ese modo pudiera redimirse por otros actos de su pasado y comenzar a retomar, por muy leve que fuere, el camino que su maestro le había enseñado con el paso de los años. Su carácter como miembro del Cipher Pol estuvo mostrando un carácter algo incorrecto, pues el arte del combate se había perdido de cierta manera, ya que sus ataques por aquel entonces se basaban en asesinatos rápidos o ejecuciones de tal nivel. Ahora tenia la oportunidad de sacar lo mejor de sí mismo combatiendo por una buena causa, y lo más importante, junto a su nueva tripulación, pues a diferencia de otros tiempos, ahora contaba con compañeros cercanos. Con aquellos pensamientos mezclados con el ruido de la batalla, combatía y se abría paso hasta próximos enemigos el joven marine.
- Echaré una ojeada rápida y regresaremos… - El marine se agachó junto al cuerpo inconsciente del albino, apoyándose sobre la pierna diestra semiflexionada y tocando con la rodilla de la zurda en el suelo, así como la punta del zapato de la misma, de esta manera le era mucho más sencillo examinarlo. Su objetivo era rebuscar algún documento de cierta relevancia, arma que sirviera, o cualquier objeto que un futuro tuviera valor alguno, mas una decepción fue todo lo que encontró. El joven no portaba más que unas pocas monedas, que ni necesarios vio de coger el teniente, unos guantes de metal de cierta similitud a los que llevaba puestos en ese preciso instante el examinador y un Log Pose, que desde su punto de vista, no servía para mucho más que sacar algunos berries con su venta, puesto que él no requería de su utilización. - Debía de ser un pirata novicio… - Su comentario finalizaba con un leve suspiro que fue respondido por su compañero animal con un leve sonido agudo. Aquel pequeñín y Lagi parecían entenderse de vez en cuando, algo que era curioso tratándose de un animal. - En fin, pongámonos en marcha, tenemos mucho que hacer aún… - El joven arrebató todos los objetos que poseía el sujeto, su única intención sería la de empeñarlo más tarde para sacarse un poco de dinero. Dinero que le podía venir bien, recordando que con anterioridad había hecho la compra de unas pocas armas de rango explosivas y que, el dinero utilizado como pago, se le restaría de su sueldo al finalizar el combate… siempre que el joven tuviera la suerte de servir bien a su facción combatiendo y superando dichos combates.
Sirviéndose de apoyo de la pierna diestra, el joven se puso en pie sin mucho esfuerzo. Las manos con ambos objetos se las llevó a su compartimento trasero, donde los guardaría hasta poder hacer algo con ellos, de momento aquel lugar era correcto para asegurar los objetos además de ser el único que poseía para dicho fin. - Kurogami, si detectas algo de nuev… - Las palabras del joven fueron cortadas por un ataque sorpresa que trataba de golpearlo por su retaguardia. Dicho ataque tuvo el efecto correcto tumbado al rojizo en el acto, mas este no se mantuvo quieto o se dejo abatir fácilmente, pues al momento de mantener sus manos contacto con el suelo, las utilizó para redirigir su cuerpo hacia el atrás propinándole una patada con ambas piernas juntas, de modo que ahora era su rival el que se desplomaba contra el suelo. - ¡Grrr! - Su pequeña mascota fue acto seguido contra su agresor, de modo que apretando su mandíbula contra el cuello de este acababa con su vida, de una manera lenta y algo dolorosa. Era una mascota fiel y como tal compañero lo demostraba, pues Lagi no tuvo que volver a intervenir contra aquel enemigo que no supo reaccionar de igual manera ante un ataque sorpresa a como lo hizo el pelirrojo. - Bien hecho, Kuro... Vamos, debemos ayudar al resto… - El joven marine partió a toda prisa hacia la batalla, ya sin retirarse de sus manos los guantes de metal, quedando preparado para cualquier combate que emergiera de la nada. Nuevos enemigos aguardaban, por lo que un retraso podía significar impuntualidad, algo que no se iba a permitir que sufrieran sus enemigos.
Su fiel mascota continuaba a una velocidad equitativa a la que mantenía el rojizo, pues el olfato de su compañero le servía en gran medida para detectar aquellos enemigos cercanos, así como los que de verdad merecían la pena combatir. Debía valerse de su gran entrenamiento para enfrentar enemigos que un marine de rango recluta no pudiera abatir, pues para algo ostentaba el cargo de teniente. Proteger a los de menor rango era algo que, mientras estuviese en sus manos, ejecutaría sin problema alguno, quizás de ese modo pudiera redimirse por otros actos de su pasado y comenzar a retomar, por muy leve que fuere, el camino que su maestro le había enseñado con el paso de los años. Su carácter como miembro del Cipher Pol estuvo mostrando un carácter algo incorrecto, pues el arte del combate se había perdido de cierta manera, ya que sus ataques por aquel entonces se basaban en asesinatos rápidos o ejecuciones de tal nivel. Ahora tenia la oportunidad de sacar lo mejor de sí mismo combatiendo por una buena causa, y lo más importante, junto a su nueva tripulación, pues a diferencia de otros tiempos, ahora contaba con compañeros cercanos. Con aquellos pensamientos mezclados con el ruido de la batalla, combatía y se abría paso hasta próximos enemigos el joven marine.
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