Conociendo "Amistades"

Un sujeto con blanca vestidura se paseaba por las calles de aquella famosísima ciudad llamada "Loguetowm", en la cual había sido ejecutado el anterior rey de los piratas Gol D. Roger. Aquél pelo azulado ondeaba como el bailar de una bandera mientras que aquella mandíbula de esqueleto la cual era un preciado objeto para si mismo, que reflejaba aquella maldad que poseía en su corazón seguía puesta en su mejilla derecha, sin molestarle ni nada por el estilo. Siempre mantenía aquellas dos manos insertadas en su bolsillo y mostrando un rostro despreocupado y desganado, más la sonrisa sádica y vividora nunca la dejaba demostrar en ese andar... Todo andaba básicamente normal hasta que de un momento a otro observó unas personas salir con rapidez de lo que parecía un establecimiento de comida rápida o algo por el estilo, así que el peli-azulado tan solo sonrió escupiendo un poco de saliva hacia su derecha y caminando tranquilamente hacia el mismo lugar ya mencionado.

Cada paso dejaba salir una leve polvera, muy corta y pasiva ya que andaba caminando en concreto de aquella fina ciudad. Hasta que una leve muestra de sangre se dejaba ver brotar por aquella puerta abierta del local y la cual no inquietó ni alarmó al sujeto de curiosa vestimenta y gran cicatriz en el pecho, el cual tan solo prosiguió su caminata hacia dentro del lugar, viendo la escena del "crimen" más solo notó una camarera asustada y un hombre rodeado por "bravucones". - ¡Je!... Así que ese maravilloso desastre lo hiciste tú. - Dejó salir con un tono prepotente mientras que observaba al más especial de todos, aquél sujeto de vestimenta negra y cicatriz en el rostro, además de una sádica y maniática apariencia.

- Creo que aquí se verá tachada mi "buena acción" del día. - Musitó sarcásticamente mientras que lanzó un puñetazo hacia un peli rojo de aquella banda de bravucones, más el sujeto tan solo bloqueó su ataque con su mano y sonrió con rostro superior más el peli azul tan solo correspondió con una gran y sádica sonrisa realizando una llave en el brazo del mismo y dando una voltereta para luego efectuar un golpe con su pierna izquierda hacia el estómago del sujeto, dejando que el mismo pase por el lado del peli plata y choque con uno de los otros sujetos. - ¿Soy bienvenido cierto?... Solo quiero matar. - Dijo mientras que se colocaba a espaldas de aquél sujeto interesante y observaba cuidadosamente los movimientos de aquellos sujetos.

La matanza habia comenzado, la cicatriz del rostro del joven de ropajes goticos se estiraba mas y mas, gracias a una sonrisa notable que mostraba unos dientes blancos como la nieve. Los Piratas que rodeaban al chico de largos cabellos se reian a carcajadas mientras que daban pasos cortos una y otra vez, cerrando las posibilidades de escapar con cada avance de los que alborotaron la paz de Loguetown, que ya Monster lo consideraba su hogar. Recordando su hogar Maxwell recobro su cara de seriedad, ahora mirando con unos ojos vacios, todo un orgullo de asesino. El chico estaba listo para rematar a cada uno de los hombres que lo rodebanan, meras moscas inservibles, cucarachas que debian ser exterminadas.

Sus acciones se vieron interrumpidas por otro chico, este tenia un aspecto aun mas interesante, y al chico de pelo plateado le causo intriga. Un chico con una musculatura sobresaliente, y como extra una cicatriz que se extendia por todo su pecho hasta su pelvis. Su pelo era de un color verde fosforecente, con un estilo moderno parado en punta. Tenia un tono de piel moreno, todo lo contrario al chico Espadachin. Lo mas extraodinaro de ese chico era un pedazo de hueso, al parecer una mandibula, que se encontraba en el mismo lugar. Todo lo demas el Samurai lo paso por alto, ya que veia como los insectos se adelantaban en el ataque. El hombre que recien habia aparecido exclamo sobre algun desastre que habia hecho el joven Maxwell, el chico simplemente sonrio falsamente, escondiendo la irritacion que tenia.

El joven Monster volvio a la accion, y con una rapida movida de ojos conto a 6 hombres rodeandolo. -Pan comido.- Exclamo en un tono omnipotente, causando ira en los presentes Piratas. -Si quieres matar adelante, no te detendre, solo no entrometas.- Termino con una rapido suspiro, mientras se posicionaba flexionando sus rodillas, con su hombro derecho mirando hacia adelante. Su mano derecha fue hacia el mango de su querida espada, el chico estaba listo para atacar.

Uno de los piratas no soporto mas, y con una Katana en mano arremetio contra el ser apodado "Monster". -Gente inculta, que no sabe como controlar un sable.- Pensaba mientras afirmaba fuertemente el mango y lo desenvainaba con suma rapidez. Los sables chocaron con una velocidad impresionante, causando chispas alrededor del acero de las Katanas. Forcejeando el joven se encontraba con el atrevido pirata, para simplemente sonreir. El chico giro su cintura, y con rapido movimiento de piernas acerto una patada mortifera al estomago del oponente, haciendo que bajara su cabeza y se retorciera en dolor. Sin darle oportunidad el joven levanto su largo sable en el aire, y con la punta de su Nodachi de doble filo, atravezo desde la nuca hasta la yugular del Pirata ya muerto. El joven se giro completamente, dandole la espalda al oponente y aun con un fuerte empuñadura, estiro su Katana, cortandole parte de su espalda, abriendo su nuca en dos. Un recuerdo del baño de sangre volvio a la mente del chico, y simplemente rio. -Quien mas?- Dijo con su Nodachi en el hombro, ya con la hoja ensangrentada de un rojo escarlata.

El sádico peli azul había escuchado las palabras de aquél intrigante sujeto, más solo dejó salir una fría sonrisa con boca abierta la cual hacía que aquella mandíbula se estirara de la misma manera que sus labios. La verdad se trataba de un ser realmente interesante digno para ser un compañero de si mismo más de igual manera tendría que ganarse su confianza de algún modo así que tan solo tendría que analizar al chico cuidadosamente para saber qué piensa y qué es lo que realmente quiere en su vida asesina. Un leve tatuaje de un cráneo de carabela en la parte trasera de su costado era divisado por el que le mirara en dicha parte puesto que el día andaba meramente cálida y con una brisa agradable en el local.

Ahora le tocaba al peli plata, el cual había mostrado una katana, es decir que se trataba de un espadachín y que de por si, sus habilidades de batallas eran muy buenas por lo que había realizado hace rato. Esta vez uno de aquellos criminales se lanzaron al ataque nuevamente, haciendo un ataque con una espada, más esa pelea no era de su interés al menos no del todo... Ya que las habilidades del pirata de sonrisa similar a la suya le eran interesantes. - Joo... Ustedes son literalmente basuras. - El prepotente pirata realizaba dicho comentario con tono orgulloso y superior, además de mostrar una gran confianza en sus habilidades de batalla. - ¿Quién se ofrece? - Dijo mientras que en un abrir y cerrar de ojos observaba como una considerable cantidad de sangre pasaba por encima suyo, cayendo al piso de manera instantánea y ensuciando un poco aquella chaqueta blanca. - Tch... - Sonido de molestia que realizó el joven de esquelética mandíbula para luego observar a un sujeto de aspecto fuerte.

- Oee... ¿En verdad te crees fuerte?... ¡Basura! - Comentó y vociferó al final para luego tomar aquella katana del supuesto espadachín ya muerto y asesinado por aquél peli plata y empezar a correr hacia el monstruoso hombre. Aquella escena fue rápida más el mismo criminal extraño parecía mostrar ciertas habilidades ya que cuando Jack le iba a realizar un corte diagonal desde su hombro izquierdo hasta su costado derecho el mismo detuvo la espada con sus manos secas, dejando una leve sorpresa en el rostro del mismo. Más sin embargo el chico de la cicatriz en el pecho efectuó un salto por encima del sujeto para así mismo que el brazo del criminal sea alzado hacia arriba y Jack le inserte una fuerte patada en la nuca, forzando a que el mismo suerte la katana y en ese mismo instante el pirata le corte el brazo, dejando que aquella escena se vea lentamente, aquél brazo siendo desprendido y la sangre saliendo a chorros. - ¡Jajajajjajajajajaja... Jajajjajaajjajajajajaja! - Reía locamente mientras observaba al sujeto gritar de dolor en el piso, más solo le faltaba una cosa y fue lo que hizo... Finalizó el dolor del mismo clavando aquella espada en el pecho de este y lanzando un corte desde el mismo centro, haciendo que el cuerpo de aquél sujeto sea partido por la mitad en un instante.

Las personas empezaron a gritar, sean hombres o mujeres... Esas escenas sangrientas eran demasiado para sus ojos, todos empezaron a correr, más el cantinero decidió entrar en su refugio donde poseía un artefacto de comunicación o algo por el estilo. - Lo mismo pregunto... ¿Quién más se ofrece?. - Agregó copiando el diálogo de su sádico compañero de batalla, mientras que sus ojos observaban a cada uno de los cuatro criminales sobrantes.

Las escenas presenciadas por el chico de pelo plateado fueron bastante inconveniente. Al parecer un buen samaritano quizo ayudar al joven de la cicatriz en el rostro. Dejando inconsiente a uno, que todavia se encontraba girando en el suelo, con un poco de vomito en el suelo y en sus labios. -Te falto este.- Susurre mientras daba un corte vertical bajando su espada, dirijida al cuello del hombre que se encontraba llorando de dolor. La cabeza se desprendio del cuerpo, y solamente se podia ver un charco de sangre fusionado con vomito, y una cara paralizada con unos ojos abiertos como platos. El chico llamado Monster noto lo sucia que estaba su espada, asi que con un suave agite se deshizo de cualquier sobre carga de sangre en la hoja. Acto seguido flexiono sus rodillas hasta estar al nivel adecuado, y con la ropa de el recien muerto empezo a limpiar su cuchilla mientras que al parecer por los ruidos, el otro joven se hacia cargo de las cucarachas.

Maxwell se levanto arrascandose la nuca. Con un poco de irritacion dibujada en su cara. -Eres demasiado ruidoso- Le decia al "compañero" que ahora estaba partiendo a un insecto en dos para finalizar los llantos de dolor. -Jajaja, un insecto debe sufrir. En este mundo solo pueden sobrevivir los fuertes.- Decia con unas carcajadas, mirando hacia los otros tripulantes y compañeros de los asesinados. Los sujetos se veian enojados, al mismo tiempo que unas lagrimas pasaban por sus rostros al ver los cadaveres de los que habian sido asesinado a mano de estos dos locos.

-Y los debiles moriran.- Exclamaba finalizando su frase, mientras empuañaba su espada fuertemente, y corria con su cintura inclinada, mientras que una sonrisa hacia claro el placer que tenia matar a alguien. Un grito de uno de los piratas se escucho, junto con unas maldiciones a los dos Muchachos. Un puño veloz impacto en el cachete de Monster, el chico perdio el conocimiento por un segundo, mientras que con la fuerza del golpe y la velocidad de su corrida el cuerpo del chico fue expulsado hacia atras. El Pirata empezo a reir, pensando que habia acertado un golpe mortal al chico. Maxwell recobro la conciencia mientras estaba suspendido en el aire, y giro su cuerpo para quedar con su cabeza perpendicular al suelo. Estiro su brazo para parar el rumbo de la caida, y reforzandose con su codo giro segun las agujas del reloj, callendo con sus rodillas flexionadas en el suelo, deslizandose un poco en el suelo, causando que bastante polvo se levantara.

El joven estaba enojado, bastante. Escupio un poco de sangre a su lado, y con la muñeca se acaricio un poco la herida. El actor del puño venia en picada contra el chico. Este inteligentemente aprovecho la accion loca, y con el mismo brazo que se acaricio agarro un poco de tierra del suelo y se lo lanzo al hombre en sus ojos, oscureciendole la vista por unos segundos. Esos segundos fueron suficientes para que el chico se reincorporara, y con un ataque simple, flexionando un poco las rodillas y con su hombro derecho mirando al Pirata, su Nodachi atravezo el estomago del hombre. La mano libre estaba colocada al final de la larga Katana, ayudando con la palma para que la hoja ocasionara friccion con los intestinos, prologando el dolor.

Mucho no paso, y el hombre estaba llorando en dolor, el dolor punzante y las heridas emocionales al ver una Katana atravezandote el estomago eran los suficiente para dejarlo fuera de combate, pero esto no era suficiente para el Mounstro. El chico desenvaino el sable de la barriga del hombre, y con una patada en la misma herida hizo que el hombre callera de espalda al suelo. Con su arma en el hombro, el chico dio unos pasos hasta llegar a la altura de la cara del atacante. El joven de pelo plateado levanto su pie, y empezo a dar multiples pisotones en la cara del hombre, con todo el odio posible.

El criminal de extraño tatuaje en la espalda aún mantenía aquella sonrisa maniática en su rostro observando el inerte cuerpo del abusador de mujeres, el cual yacía en el suelo desangrándose mágicamente como a todo pirata maligno le gustaría ver. Dentro de unos momentos pudo escuchar aquellas palabras de su "compañero" actual de lucha, la cual simplemente no se molestó en prestarle un poco de atención ya que de cualquier modo no le era molestoso aquél acto. Pudo divisar como el mismo finalizaba con la vida de aquél sujeto que había dejado en el suelo de aquél gran golpe cuando entró hacia la cantina, más solo se limitó a sonreír sádicamente observando de reojos al sujeto de pelo plateado y curiosa sonrisa. Nuevamente las cosas se tenían que poner drásticas, pues la verdad no se podía creer que aquellos sujetos eran tan débiles más sin embargo otros dos se encontraban alejados de los dos sobrantes, aquellos dos recostados de la pared sin decir ni una palabra, tan solo cruzados de brazo y esperando su turno ya que al parecer se trataba de los dos integrantes más poderoso de esa lúgubre banda pirata.

Otro comentario fue escuchado por parte del peli azulado, el cual relevaba nuevamente al chico de actitud gótica y extraña el cual le halagaba con sus sádicas palabras de su tono de voz, cosa que tan solo hizo que Jack hiciera un poco de presión con su puño observando al chico de reojos. - En verdad eres irritable, jejeje... - Masculló bajito acompañado de una leve sonrisa al final, mostrando un leve agrado y al mismo tiempo desagrado en las palabras del joven de oscura vestimenta el cual se preparaba para iniciar nuevamente con otra batalla con unos de los dos piratas que andaban rodeándolos en ese entonces. Esta vez el sujeto que se encontraba frente a él poseía unas manoplas de puro metal, además de tener un cuerpo aparentemente muy fuerte... Este sería un tipo duro de derribar más el sujeto con el hakama blanco no parecía mostrar rostro sorprendido aunque lo estuviese, ya que aquél rostro psico-maniático permanecía en libertad de expresión.

- ¡Aquí voy! - Vociferó mientras empezaba a correr hacia aquél sujeto de gran cuerpo, además de formado a diferencia de su ya muerto compañero. En ese instante Jack pensó en utilizar la misma estrategia que con el otro novato, pero al lanzarle el corte él sujeto tan solo sujeto aquella Katana con dos de sus dedos derechos, sonriendo con superioridad, más en ese instante Jack efectuó el mismo salto que realizó en la mini batalla anterior, más sin embargo todo salió diferente. Aquél sujeto al verlo encima de él, tan solo utilizó su otro brazo para sujetarlo por el estómago y quebrar la katana con aquellos monstruosos dedos a la par que luego sujetaba con ambos brazos super desarrollados de lado a lado el estómago de Jack sujetando al mismo por ambos costados y haciendo una fuerte presión mientras reía sádicamente. - Maldición... - Dijo entre dientes mientras que sujetaba aquellos grandes brazos con los suyos e intentaba zafarse de tal bestial llave.

El dolor era notable, esta vez el rostro de Jack mostraba un cierto quejido pues sentía como su cuerpo era literalmente aplastado, así que sencillamente tendría que efectuar una táctica para zafarse de esa llave rápidamente o terminaría muy mal. - ¡Cómete esto! - Vociferó muy alto mientras que con algo de fuerza lanzaba una gran patada hacia la quijada del sujeto, el cual al ser golpeado se debilitó un poco provocando que el mismo sangrara un poco por su boca, más lo sorprendente fue que no se dio por vencido aún seguía sujetando fuertemente el cuerpo del joven pirata. En ese instante los pensamientos del pirata se vieron tachados, no sabía que hacer y aquél fuerte hombre si sabía que hacer ya que no tardó ni 5 segundos para que el mismo saltara en su mismo eje, para luego efectuar una fuerte presión al peli azulado haciendo una especie de suplex de lucha libre, azotando el cuerpo del sujeto del Hakama blanco contra el piso violentamente, haciendo que el mismo se abriera un poco en el lugar de aquél impacto.

- Mierda... - Dejó salir aquella mínima palabra acompañada de un quejido leve y casi in-notable, para luego sentir como su cuerpo estaba tendido en el piso, más eso no podía acabar en ese instante ya que el peli azulado tendría que pensar en algo rápido y pues... Había algo que nunca soltó, y era el pesado que quedaba de aquella Katana quebrada por el hombre bestial y de hecho era su pase para poder ganar ese enfrentamiento. Así que tan solo lanzando una fuerte puñalada hacia el pecho del sujeto casi sorpresiva simplemente se dispuso a efectuar toda la fuerza que le quedaba en ese instante, clavando la misma en el centro del pecho evitando tocar el corazón, pero algo andaba extraño... Aquél sujeto no se movía ni nada, solo mantenía aquella sonrisa de superioridad en su rostro para luego demostrar mucha confianza separando sus brazos hacia arriba dejando libre el cuerpo de Jack y empezando a reír locamente.

En ese instante la idea que andaba planeando se iba a cumplir, ya que cuando el sujeto observó hacia el techo fue tachada su muerte... Puesto que en ese entonces el pirata lanzó una patada horizontal de izquierda a derecha hacia aquél cuchillo, golpeando el mismo de manera brusca y bestial haciendo que el mismo se doblara dentro del cuerpo del criminal y en ese mismo instante que por ende el cuchillo cortara su corazón desde adentro. - ¡Idiota! - Dejó salir en tono de superioridad el peli azulado mientras que observaba el cuerpo del gigante caer y al mismo instante escuchaba aquellas pisadas fuertes detrás de él, se trataba nada más y nada menos que de su compañero, el cual estaba adornando el cuerpo de su oponente. - ¿No es suficiente? - Musitaba mientras se disponía a colocarse de pie, sintiendo aquél dolor de aquella caída, más solo observaba a los últimos dos recostados de la pared. - Espero que termines rápido con ese cadáver, estos son los peores... - Musitó mientras tronaba sus nudillos y sonreía emocionado, esperando a su compañero.

La pelea del chico peliazul habia sido bastante dificil. Suerte para Maxwell, no habia tenido que luchar con ese sujeto de gigante estatura y notable musculatura. El compañero al parecer habia sido derrotado en mas de un escenario, aun asi, habia salido victorioso de una rapida e inteligente movida. No era tan mal compañero, quien sabe, probablemente la espada del chico Gotico se ubiera roto al igual que la otra. Una mirada desilusionada se vio dibujada en la cara del joven de pelos grisaceos. No se imaginaba lo que haria sin su Katana, su mas fiel compañera y la unica que lo ha protegido en toda su vida. La siguiente emocion fue enojo, el simple hecho de imaginarse sin su Katana le hervia la sangre por dentro, el ceño fruncido se podia notar de kilometros.

El chico veia como otras dos personas se encontraban en una esquina, recostando sus cuerpos en la pared, sin hablar ni siquiera un poco. Por su posicion superior al parecer eran los mas fuertes de la tripulacion que yacia muerta en el suelo. Sus emociones no se daban a relucir al ver a toda su tripulacion innerte, con partes del cuerpo salidas y vomito saliendole de sus bocas. Su serenidad sorprendia al Chico Gotico, al parecer habia personas como el, sin escrupulos. Uno de los tipos salio de las sombras que provocaban la esquina. Se veia con una botella gigante de cerveza, y se la estaba empinando. Termino con su trago, y dio vuelta la botella para notar que no habia mas, y lanzarla a una pared del bar. El viejo tenia una cara decrepita y estaba claramente borracho, no era un oponente digno de Monster, aun asi, el no le importaba a quien matar.

El chico audaz se fue contra el hombre de la misma manera, esta vez viendo cualquier golpe imminente que podria venir de la rapidez. Llego practicamente ileso cerca del viejo borracho, y siguiente dio un corte horizontal, tratando de cortarle el cuello de una vez. El viejo solamente rio, antes de curvar su espalda y esquivarlo por los pelos. Esto soprendio al joven espadachin, y antes de que pudiera reaccionar al movimiento, sintio un fuerte dolor punzante en su estomago, la punta del zapato del viejo habia entrado en su barriga en una manera notable. El enemigo simplemente se encontraba con los brazos arriba, gritando vergonzosamente como si se tratara de una patada de Kung-fu. El joven de la Katana sintio un liquido salir de su boca, era sangre. El siguiente movimiento del viejo fue algo espeluzante, giro con su pie metido en la barriga del chico, ocacionando un dolor imposible de soportar, haciendo que el gritara de dolor, junto con eso, se encontraba desafiando la gravedad, con su pierna izquierda ahora en el aire. El borracho flexiono su rodilla izquierda, y estirandola en una velocidad impresionante impacto con su pie la quijada del chico. El Espadachin salio volando por los aires, y cayo de cabeza en el suelo, sentia dolor en la quijada, como si le ubieran dado un disparo con una bala. Se encontraba retorciendose en el suelo de dolor. -Maldito anciano.- Susurro mientras sintio lo mismo que antes, y arrodillado en el suelo un vomito de sangre salio de su boca, ensuciando sus ropas y su boca. Se levanto con ayuda de su Katana, con sus rodillas temblando. El anciano tambaleaba de lado a lado, con una sonrisa y unos ojos rojos que se caian de sueño. El chico estaba ya furioso, mas de lo que habia estado en su vida, se podia decir que todas las emociones que habia estado guardando de tantos abusos las dio a relucir. El recuerdo de su padre borracho viniendo de noche y golpeandolo, pequeñas lagrimas salieron de sus ojos. -Aaah! Muere de una vez- Un grito de guerra que temblaba las montañas, pero no fue lo suficiente. Los cortes no hacian nada, cada tajo que el joven Maxwell daba fallaba, como si estuviera peleando con su sombra. El Anciano simplemente se encontraba esquivando los ataques con movimientos inpredecibles, tambaleando curiosamente de lado a lado, arriba y abajo. En un instante, el viejo bajo hacia abajo como si se ubiera undido en la tierra. Pero no era asi, sus dos palmas lo mantenian en el suelo, mientras sus piernas se encontraban en el aire, dos golpes por las canillas al chico, y perdio su equilibrio, antes de caer, el anciano subio con la fuerza de sus brazos, y un rodillazo en la espalda fue como termino. Se escucho un hueso tronar, sin parar, el anciano tomo de sus piernas, exactamente de sus tobillos, y lo lanzo con unos giros hacia el joven Peliazul que se encontraba precenciando la pelea.

Aquél compañero de batalla que poseía al parecer iba a iniciar otra pelea, esta vez uno de los dos sujetos que andaban en la esquina había salido, tratándose de un anciano sin músculo y que por tal razón el peli azul tan solo sonrió al verle. Mientras que luego observó como el peli plata y sádico espadachín se abalanzó en contra de aquél viejo decrépito con intención de acabarlo de una vez por toda así que tan solo el chico mandíbula fijaría su vista en aquél sujeto que aún seguía en las sombras. El mismo se notaba muy confiado, no mostraba su rostro ni nada por el estilo ya que guardaba su cabeza baja y un sombrero que cubría el ya mencionado rostro. No pasaron minutos para que en el local se escuchara una estúpida voz en todo el establecimiento, la cual llamó la atención del capitán Jack haciendo que el mismo volteara a la pelea y que para su sorpresa el viejo es el cual le andaba dando una patada a su "compañero" mientras que luego observó aquellos movimientos maniáticos del mismo que andaban pasando de manera sorprendente. El rostro del luchador se encontraba realmente sorprendido, no se podía explicar como un viejo se podría mover tan drásticamente como lo andaba haciendo ese extraño de ahí.

- ¡¿Pero qué demonios?! - Vociferó no muy alto observando como su compañero era derribado y caído al suelo mientras que en ese mismo instante el peli azul iba en su ayuda pero dicho sea de paso que le dejaran ir en su socorro. - No se te ocurra moverte... - Una voz siniestra se escuchó en los oídos de aquél pirata, mientras que por no sabe qué cosa no pudo moverse... No podría ser que en verdad sintió algo de temor, pero no podía explicar aquél hecho ocurrido recientemente así que tan solo su cuerpo se quedó sin movimiento, totalmente paralizado viendo como le daban una cruel paliza a su quizá futuro compañero. Después de unos segundos de dolor vio como el cuerpo del chico de apariencia gótica era lanzado hacia él, cosa que no dudó atrapar con ambas manos haciendo que su cuerpo se impulso un poco hacia atrás, para observarlo detenidamente y luego observar al viejucho ese.

Esta vez era el turno de Jack, pero no podría lucirse en dejar a su "compañero" donde aquellos sujetos le pudiesen matar, así que tan solo saltó por encima de aquellos cadáveres de los ex-compañeros de aquellos dos asesinos sujetos, mientras que depositaba el cuerpo de su compañero en una silla que andaba en el mismo local. Por otra parte aquél dueño de la cantina andaba llamando a la marina, para que tomara cartas en el asunto, más aquél cantinero fue sobornado para que solo culpara a aquellos dos quizá nuevos camaradas y no culpara a los verdaderos causantes de aquella imprevista batalla. El chico del Hakama blanco empezó a caminar hacia aquél viejo que del cual tendría que tener mucho cuidado si no quería quedar como el peli largo sujeto. - keshesheshe, adelante jovencito. - Palabras débiles y entre cortadas realizadas por aquél viejo borracho mientras que Jack no dudó en ir a pelear contra el mismo. - ¡Maldito Viejo!. - Voceó fuertemente para empezar a correr en contra de aquél viejo del cual lo iba a amenazar con un puñetazo pero cuando el viejo se preparaba para esquivar flexionando su cuerpo hacia atrás como si de una mesa se tratase, aquél inteligente luchador saltó en el mismo instante para que el viejo tan solo viera aquella silueta sobre su cuerpo y coloque ambas manos sobre el porque ya sabía que se iba a ganar por ese error. Y en efecto, se escuchó un fuerte golpe en el local al igual que el crujir de huesos de aquél viejos, el cual gritaba de una manera dolorosa y sujetaba sus manos a intercambios por aquél dolor. - ¡Ja! menudo idiota. - Dijo el prepotente pirata confiado de sus habilidades y creyendo que ya había ganado aquella batalla, pero todo iba a cambiar en un abrir y cerrar de ojos, cunado sintió aquél gran golpe en su espalda que le forzó a salir disparado como si de una bala se tratase en contra de su voluntad, dejando salir de su boca un líquido transparente a la par que chocaba violentamente en contra de el mostrador de aquella taberna, quedando tendido sin casi poder moverse.

No obstante el pirata no se daba por vencido, ya que a esfuerzos se reincorporó y empezó a caminar hacia el anciano pero solo sintió un fuerte golpe en su costado, como si de una patada se tratara pero había algo realmente extraño, aquél anciano estaba a 5 metros y el mismo salía disparado hacia donde se encontraba su compañero chocando nuevamente y esta vez con aquella pared, dejando una leve grieta en la misma. - ¿No crees que te pasaste?... Enma-Taichô. - Dijo aquél viejo refiriendo sus palabras hacia su jefe, el cual tan solo se limpió las piernas para empezar a irse de la cantina. - No molestes... Son solo críos. - Palabras finales dichas por el sujeto para irse por completo de aquél local, mientras que el anciano se dispuso a seguirlo.

El cuerpo del peli azul yacía en el piso con dolor en todo el cuerpo, pero los mismos no le impedían moverse al menos estable, así que tan solo observó a su compañero de reojo. - Oe... Fue una buena batalla... Tenemos que salir de aquí... La marina debe estar por llegar... - Musitó con tono forzado, esperando una respuesta por parte de su quizá futuro amigo.

El joven Monster se encontraba desdichado en el suelo, con un informe medico se podria decir que tenia su mandibula rota, mas unas costillas terminando en la misma descripcion. De su refinada boca salia un poco del nectar escarlata, escupiendolo y tosiendolo en peligrosas cantidades. El chico no sentia sus brazos, era imposible de moverlos como si un elefante se ubiera sentado arriba del muchacho. Sus piernas, milagrosamente si las sentia, ya que no habia sido atacado por abajo de su cuerpo. Con una fuerza considerable, logro levantarse moviendo su cintura a la par con su rodilla, levantandose solamente con una pierna para despues caer de trasero al suelo y furiosamente precenciar la pelea que estaba ocurriendo.

El chico que aun era desconocido para Maxwell estaba luchando con el anciano que lo habia destrozado, por un momento un enojo interno le dio las fuerzas suficientes para agarrar la Katana que se encontraba a unos pocos centimetros de el y apoyarse con esta. La pelea seguia, el viejo obviamente habia esquivado facil el puño, pero algo inesperado paso. El compañero de armas dio una pequeña finta, y salto por arriba del viejo que se encontraba casi bailando el limbo. Un crujido y gritos de dolor fueron lo siguiente, una risa loca era señal de que el compañero habia triunfado en el ataque -Tsk, fue pura suerte.- dijo el chico con celos al ver que su ataque habia funcionado. La felicidad no duro mucho, un fuerte estruendo escucho el joven y con unos ojos abiertos de miedo vio como el otro que se encontraba escondido entre las sombras salia junto con una patada devastadora que chocaba en la espalda del muchacho de pelos verdes, que con tan fuerza salia volando como un torpedo hacia un contador del bar. Otro grito de dolor rodeo el oido de Monster que al mismo tiempo con un poco de fuerza interior se apoyaba en la Katana y lograba levantarse.

Otra patada, y esta vez a su propio nakama dejo sorprendido a Monster, el chico no lo podria creer, habia atacado a su propio compañero que esta vez dejaba una grieta enorme en la pared. El viejo simplemente dio unas palabras y se largaron por la puerta de la taberna, que estaba casi como que un huracan le ubiera pasado por arriba. El chico miro de reojo al peli largo, y le expreso unas palabras sobre que debian salir de ahi rapidamente. -La verdad no me puedo mover.- Dijo maldiciendo a la mala suerte, con la fuerza restante trato de levantarse, apoyando sus dos manos en su larga Nodachi y usandola como baston. Unos cuantos pasos y llego al lado del joven peli verde, que yacia en el suelo medio muerto. Monster extendio su mano para que el chico se apoyara con el, y asi mutuamente ayudarse para salir lo mas rapido posible de ese bar. La suerte empeoro cada vez mas, cuando 5 Marines se posaron en linea en la puerta de la cantina. -Ustedes, bandalos, dense por vencido y saldran vivos, si no esperen lo peor.- Vocifero una voz fuerte que se encontraba en la mitad de la fila. Maxwell maldicio en su cabeza, y con un puño libre choco con la madera del bar. -Al parecer la pelea no se ha acabado.- Dijo en un tono aburrido, mirando a su compañero.

El peli-azul observó como su compañero se estaba incorporando de manera forzada tras escuchar aquellas palabras que dijo antes... Pudo notar que el mismo se notaba bastante lastimado, y eso en verdad sería un problema si las cosas se complicaban. El pirata forzó a que su cuerpo volteara para darle el frente al peli-plateado el cual le ofreció la mano a lo cual Jack tan solo sonrió y correspondió ejerciendo fuerza para que el gótico no se esforzara mucho en ese entonces, no quería causar problemas. - Jejeje... Ya veré cómo te ayudo. - Dijo en un tono satisfecho mientras que sus ojos se quedaron abiertas hasta más no poder, manteniendo un claro rostro de sorpresa que mantuvo por un tiempo... Más se preguntarían ¿por qué el rostro del peli azul?, pues simplemente por aquellas voces, que dudosamente no reconocería tal autoridad llamándole. - Pro... Blemas... - Musitó bajito exhalando aire con profundidad mientras observó de reojo a su compañero. - Tienes razón... No a acabado, déjamelo a mí. - Dijo para asomarse a la ventana con mucho cuidado.

Al asomarse a la ventana tan solo pudo observar un total de 5 marines para luego dejar salir una especie de quejido o simplemente sonido de molestia. - Será difícil... - Masculló para luego dar varios pasos hacia atrás y observar una especie de mesa, la cual le sería bastante útil y en un abrir y cerrar de ojos escuchar unos gritos. - ¡Maldita mocosa! - Palabra ofensiva pronunciada por un marine para que Jack se mostrara más sorprendido que de costumbre... ¿Qué había pasado?, pues la verdad lo averiguó bastante rápido, puesto que un viejo rostro entró al bar, al cual miró con alegría. - Tch... Así que nos volvemos a encontrar. - Dijo para luego observar la ventana nuevamente y observar que dos marines andaban en el piso, uno de estos dejaba una marca de sangre, al parecer se había desnucado en la caída, mientras que el otro era despertado con un golpe en el rostro, parándose y quedando frente a los demás. Más había otro dato, pero dato que estos no sabían... Ya que desde las sombras asechaba otra marine, la cual se mostraba con mucha más experiencia que aquellos de allí afuera. Más Jack solo se enfocaba en los de afuera, puesto que no veía a la que yacía detrás de ellos.

Su cuerpo se movilizó relativamente rápido, para saltar por sobre la mesa y efectuar una larga patada que golpearía la mesa y la dirigiría hacia los marines... Esta provocó que por lógica la intenten esquivar y en ese mismo instante el pirata de mandíbula esquelética salió disparado hacia fuera corriendo con la máxima velocidad que podía ejercer, pero notando en el camino una especie de escena que armaba otro sujeto, que al parecer no le importaba matar. * ¿Otro aliado?... * Pensó sonriente para aprovechar que aquellos marines se encontraban distraídos por el espadachín de misterioso aspecto y efectuó una especie de golpe certero en la cabeza de un marine, utilizando el mismo cuerpo como apoyo para impulsarse y saltar en un giro de 150º grados esquivando por los pelos una bala que le había disparado uno de los artilleros y en ese mismo instante cayendo con las piernas hacia abajo y su máximo peso, quebrando los huesos del hombre de aquél marine... Tan solo faltaba uno que andaba consciente, más esa larga batalla no acabaría en ese momento... Puesto que observó dentro del bar y vio a la chica, la cual yacía dirigiendo su cuerpo como tal cual cazador en la oscuridad se pareciese. - ¡Beatrice, cuidado! - Vociferó para que la peli-plata escuchara su voz y evadiera aquella mujer dentro del bar.

El campo de batalla se veía asediado en su totalidad, los 5 Marines que habían llegado acorralaban a los dos problemáticos piratas y los dejaban sin salida alguna mas que luchar. Eso lo sabia perfectamente el joven Monster, el cual ya se veía recargando fuerzas para una futura contienda necesaria si querían salir con vida y libres de ese Bar. Su enorme espada se encontraba aun reposando en la funda de color negro azabache, que brillaba con la luz de la lampara del bar. La funda mencionada lo ayudaba a mantenerse en pie, justo como un viejo ya terminando los últimos anos de vida. Desenfundo la Katana, una verdadera obra de arte sin duda, la hoja fácilmente tocaba el techo si era extendida. Maxwell trato de pensar la situación, el otro muchacho se encontraba apoyado a una ventana cercana, viendo como pasaban las cosas, viendo eso, tomo la funda, solida como un bastón, y la uso como uno mismo, apoyándose de esta. La Katana serviría para atacar, mientras la funda serviría de apoyo, simple.

Antes de que pudiera intentar algo con su plan, la voz del compañero lo saco del juego. Al parecer le estaba hablando a alguien, fijo su mirada hacia arriba, observando a una chica de poca ropa dio dos golpes certeros uno cada uno en la nuca de un desdichado Marine que se encontraba sin prestar atención a futuros ataques por la espalda. Un movimiento muy inexperto por parte de ellos, pensaba el chico peli-largo, sin saber que estaba cometiendo el mismo error, ya que una de ese grupo de Marines, al parecer mas inteligente que los otros, se metía como un gato por la entrada de atrás y los arrinconaba perfectamente. Para suerte de ellos los números estaban iguales, al ver como dos de los Marines fueron noqueados, uno quedando completamente paralizado.

Un grito de dolor se escucho por parte de un Marine, mas una llovizna de pólvora y balas. El primer pensamiento del chico de cabellos grises fue si era otra persona que quería ayudar a estos buenos samaritanos. Su predicción estaba sumamente correcta, un joven de buen porte clavo una Katana por la espalda de uno de los Marines, para después crear una barrera de carne de los futuros disparos que provenían de los rifles de los compañeros del moribundo.

La siguiente acción fue por parte del compañero dañado, era impresionante para el joven ver como el otro se recuperaba tan rápidamente, pero si lo pensaba bien el que mas recibió golpes fue el Gótico. Una patada con suma fuerza mando dirigida una mesa de madera hacia los demás reclutas que se encontraban inocentes en la puerta. Uno cayo a la trampa, y fue victima de un golpe vicioso en el cráneo, con un gran movimiento acrobático, el Nakama aterrizo en las costillas del oficial, rompiéndolas claramente.

Un grito de alerta fue lo que le advirtió a Monster que estaban en problemas. - ¡Beatrice, cuidado! - Grito el peli-azul al ver como la chica gato saltaba sobre el bar para hacer un ataque sobre la chica indefensa. El grito fue suficiente para alarmar al joven Aurie, que al notar movimiento a sus espaldas uso su plan que tenia planeado desde el principio. Al notar a la joven de pelos blancos tratar de concentrar un golpe en el cuello de la joven, se movió rápidamente usando de apoyo su funda para atravesar uno de sus brazos en un estoque, y dejar inutilizable esa extremidad. La otra chica seria la protagonista, y el caballeroso Maxwell dejaría que ella la terminara.

Ciertamente el día se hizo tenso, tantos balazos hicieron colisión en el cuerpo del anciano que no podía ni defenderse, aún tenía la espada clavada en su pecho, y este aun derramaba gran cantidad de sangre, sumándole a eso los orificios de bala que le hacían sangrar aún más, su cuerpo se comenzó a enfriar y a tornar pálido, tanta sangre derramada le hizo perder el conocimiento y pronto llegaría lo inevitable, su muerte. Los marines recargaban sus armas de fuego, derrocharon tanta bala y no fue capaz de atravesar la carne de su aliado –Lastima…- comento con un tono de voz serio y un rostro cambiante. Se agacho para tomar la espada que había dejado caer el marine, sonriendo apunto a la cabeza de uno de los presentes delante de él, su intención era clara, lanzarle la espada y matarlo en el acto, tenía tanta precisión en eso que no importaba nada, con su mente desarrollada sabía calcular todo y penetrar al su oponente con una espada sería bastante fácil. Sin embargo, algo interrumpió su movimiento, un joven de cabellera verde hizo un ataque frontal con los restantes que no pudieron evitar dicho movimiento y cayeron al suelo, posiblemente muertos o inconscientes.

-Imagino hay más marines dentro, desperdiciar esta espada sin sangre en su hoja sería malo, además, queda un marine ahí dentro- Bufo girando su torso en dirección a la puerta del bar, busco y con rapidez encontró al marine restante, era una chica, vaya una marine que tiende tantas emboscadas e ideas tan rápido sería una buena contrincante pero no estaba para más, aquellos disparos de bala alertarían a varios marines que se aproximarían rápidamente –Vendrán rápido…- pensó a la vez que sonreía. Observo a la chica descender del techo y desde ese momento estaba en su mira atacarla, tenía aun la espada en su mano lista para ser lanzada como un dardo.

Un ataque provisto por el otro equipo de piratas dentro del lugar era impresionante, reflejos instantáneos de parte de ambos le agradaba –Vaya…- comento al ver a la marine tocar el suelo firme del bar. –Es hora….- dijo lanzando la espada como un dardo en dirección a la chica, quien al levantar su brazo diviso un brillo provenir a él, y quizá antes de que esta reaccionara la espada se le hubiera enterrado en la extremidad, causándole un sangrado y una herida profunda, y evitando claramente su ataque de hielo, los otros piratas solo podían sentir la espada cruzar a su lado sin siquiera dañarles un poco, –Un gusto Aaron L. Marck para ustedes…- bufo sonriéndole. –Ahora en marcha, los marines no tardan en venir…- comento en última instancia saliendo disparado hacia otro sitio, el puerto.

Su llamado de alerta había servido al parecer, puesto que aquellos "compañeros" se mostraron alerta en contra de aquella marine que había sido descubierta por suerte, claro, se quería evitar daños o perdidas de compañeros. Por lo pronto pudo ver a los marines faltantes los cuales fueron básicamente vencidos, fácilmente derrotados, cosa que no le causó gracia al peli-celeste, pues sabía que esos eran solo novatos y que algún día tendrá que pelear contra tipos más fuertes que los que se había encontrado en ese largo día. Su rostro se vio forzado a observar hacia aquél bar, donde pasaban aquellas sin número de acciones dentro del mismo y que de por sí pudo ver como algunos ataques de sus futuros nakamas o actuales, resultaban contra la chica, que al parecer no sangraba, cosa que dejó sorprendido al pirata. - ¡¿Pero qué mierda?! - Vociferó mientras corrió hacia la puerta del bar en busca de ayudar a sus compañeros.

Su cuerpo pudo casi alcanzar a sus compañeros mientras vio una katana que pasó por el lado de su mejilla, la cual observó como pasaba lentamente casi a medio metro de el mismo lado de la cara ya mencionado. Sus nakamas pudieron pasar por el lado de él, a no muy alta velocidad pero una agradable para poder salir de ese lugar, su cuerpo se vio detenido cuando escuchó unas palabras de alguien que se presentaba y que daba una alerta, la cual de por si sería muy problemática con el estado de aquellos piratas y, en ese momento tan solo provocó un leve quejido de molestia. - Pronto nos veremos, Marine. - Dijo mientras cerró la puerta de aquél bar para que la marine pierda más tiempo en salir. - ¡Rápido, eso no la detendrá!, como vieron no es humana. - Dijo en tono alto, para empezar a correr hacia el puerto junto a sus otros nakamas, no mirando hacia atrás, pero manteniendose alerta a cualquier sonido extraño de todo el lugar, observando a cierta distancia a aquél sujeto dueño del bar, mientras que el peli-celeste se acercó hacia el mismo desde la espalda, para así sujetarlo por la camiseta y empezar a correr junto a él. - [i]Tú me las debes.[/i] - Comentó para finalizar mientras continuaba arrastrando a aquél sujeto, robandole 10,000 B de su ganancia, como muestra de gratitud para quizá perdonarle la vida.

¿Qué demonios había pasado? Era la única pregunta que tenía Monster en la cabeza mientra era ayudado de una chica voluptuosa. Solo quería una simple pelea callejera con unos piratas, el llegado de el chico peli-verde era ya algo extraño de por si, pero, todos los Marines, incluso mas piratas a ayudarnos. Este día se estaba volviendo un Armaggedon con cada movimiento de las patas del reloj. Su cara perdida no ayudaba mucho para darse a conocer, resumía lo que había pasado ahora mismo. La chica de hielo lanzó algo mientras abajo, y uno que cordialmente se presentó, y el cuál nombre Monster no recordaba ya que no es muy bueno recordando cosas nimias, atravesó su brazo disparandole un proyectil en forma de sable. Claramente con la velocidad Maxwell no pudo notar lo que era, pero eso ya no importaba, ya que paró por unos minutos cualquier movimiento hostil por parte de la enmascarada.

-Gracias por la ayuda.- Expresó eecostado del hombro de la mujer, salió rápidamente por la puerta principal, comandado por el primer ayudante de la pelea. El peli-celeste, o cualquier color que fuera, cerró la puerta detrás de nosotros, atrasando diminutamente a la helada. Sus gritos eran molestosos, sin duda, cualquier sonido alarmante cubriría sus oídos, se encontraba en un estado bastante sensible, después de ser vencido por aquel anciano, cualquier cosa le molestaría. Sus pasos cojos se dirigían al puerto, justo como todos los demás piratas. Contando por las apariciones, eran cuatro añadiendo su persona, un número no muy incomodo de estar, simplemente le gustaba el estar solo. Eso no significaba que le gustará la soledad, compañeros fuertes siempre eran bienvenidos abajo del ala de sus amigos, o como se llamaran los que darían la vida por ti, cosa que Maxwell ni en sueños haría. Una suave risa salía delicadamente de sus labios ¿Por qué diablos le ayudaban? ¿Qué hizo el para merecer ese trato? No los conocía en la totalidad, y lo ayudaban como si fuera un Nakama de la misma tripulación. Solamente prosiguió como un perro fiel con la ayuda, después de todo le convendría escapar de ese lugar, no le gustaba la cárcel.