Diana Farrrow

-Nombre:Diana Farrow

-Alías: The Huntress

-Sexo: Femenino

-Edad: 19

-Raza: Humana

-Cargo: Cazarrecompensas novata

»Facultades:

*Velocidad X2: La Velocidad del personaje es superior a la de cualquier persona normal, pudiendo moverse a velocidades algo elevadas.
*Precisión x2: Capacidad para acertar con eficacia ataques a corta, larga y media distancia.
*Experto en X Arma concreta: Tú personaje se ha entrenado con un arma en concreto sacando el máximo provecho posible a esta. (Arco y flechas)

-Agilidad: Provee al usuario la capacidad de realizar saltos, giros y demás movimientos gráciles en cualquier superficie, e incluido en el aire al girar y demás.
1 Punto de Creación
-Incansable: El personaje aguanta bastante el cansancio, cansándose menos que cualquier otro.
1 Punto de Creación


-Profesión: Artillera

-Akuma No Mi /
-Debilidades: /

-Descripción Física: Esbelta joven de figura femenina. A pesar de dedicarse a un oficio tan peligroso como el de la caza de piratas, no descuida su imagen. De complexión delgada, posee una piel clara aunque saludable. Musculatura discreta y proporción altura-peso correcta. Su cuerpo presenta curvas generosas, las cuales no se molesta en ocultar más de lo necesario. Su rostro se define por unos grandes ojos violetas, una nariz afliada y una boca pequeña. Es de cara estrecha, lo que acentúa su imagen femenina. Viste ropas cómodas, prácticas, pero siempre cuidando la estética. Que no estorben sus movimientos, le permitan llevar armas ocultas como dagas o algún que otro veneno; y que luzcan bien.

Spoiler:

-Descripción Mental: Podría decirse que esta chica tiene dos facetas. Socialmente y estando de buen humor, sin preocupación alguna que la perturbe; se muestra alegre y despreocupada, que no duda en bromear, divertirse y reír. Es coqueta y algo prepotente en lo que a belleza respecta. No obstante, es una mujer de ideas claras y mente resuelta. Cuando llega el momento de ponerse seria, guarda su sonrisa y se centra totalmente en el asunto. Para ella, el fin justifica totalmente los medios, y no dudará en recurrir a cualquier treta para lograr sus fines. Sabe diferenciar perfectamente entre la vida exterior y su trabajo, y prefiere anteponer este último. Cuando hay dinero por delante, es capaz de abandonar todo tipo de principios, siempre que esto no suponga un obstáculo para sus planes o fines futuros.

-Meta: Su sueño es ser temida como la mayor Cazarrecompensas de la historia, con el mayor número de piratas a sus espaldas y la mayor cantidad de berries en sus bolsillos. Sueña con ser rica y poderosa, y que los niños susurren su nombre y quieran seguir su ejemplo. Quiere ser una leyenda.

-Historia: Nació en una isla desconocida, pues no lo recuerda. Sus primeros recuerdos provienen de la Isla de Eerie, donde junto a su padre luchaban por sobrevivir a la amenaza de unos pájaros gigantes y unos caníbales. Huían, se escondían y luchaban con ellos cuando era necesario. Sobrevivían. El padre de Diana fue quien le enseñó a vivir con los sentidos siempre alerta, a moverse como un felino y a disparar con el arco de manera que no hiciera falta una segunda flecha. Hacían una pareja de cazadores increíble, y nunca los caníbales y los pájaros estuvieron tan cerca de desaparecer que cuando eran acosados por las letales saetas de los dos parientes. No obstante, la hora llegaría pronto para el padre de Diana, y no sería un nativo de la isla quien le diese muerte.

Unos piratas, ansiosos por conseguir poder, saquear y demás cosas que hacen los piratas; llegaron a la isla. Allí, el padre de Diana trató de negociar con ellos una manera de salir de la isla, para él y para su hija, pues habían llegado años atrás con un naufragio. Sin embargo, lo único que encontró fueron las carcajadas del barbudo pirata y una muerte rápida por un disparo en la sien. Al parecer, lo habían tratado como un animal y le habían dado caza. Diana, desde su escondite, lo presenció todo. Esa misma noche, preparó sus flechas.

Los piratas se internaron en el bosque, y no pasó mucho tiempo hasta que uno de ellos cayó desplomado al suelo, con una flecha en el cuello. Se alarmaron, pero siguieron caminando, alerta a todos los movimientos. No fueron capaces de prever la siguiente muerte, ni la siguiente, ni la siguiente... Finalmente, sólo el capitán quedaba. Diana se mostró ante él y le disparó de frente, rozando con su flecha su piel. El hombre levantó la pistola y cuando iba a disparar, se quedó quieto. La flecha iba impregnada de un veneno paralizante de acción rápida. Ese hombre moriría, sí, pero su destino sería el de ser devorado por los nativos.

Ella, por su parte, cogió un bote del barco de los piratas y comenzó a remar. Entonces tenía dieciséis años. Ahora, con diecinueve, se dedica profesionalmente a eso de dar caza a los piratas. Y no se le da del todo mal.