Reencuentro inesperado

Por fin estaba libre del abrazo de aquel sujeto, tambaleándose llego a donde estaba la pelicastaña quien se disponía a disparar una nueva bala de aquel cañón, como pudo llego cerca de la chica, ya que gracias a ella había logrado que el gigante quela sujetaba la soltase, escucho la petición de la chica, así que había llegado a parar su arma, la fémina la había tomado y por lo visto necesitaba municiones, dirigió su diestra a su espalda a la pequeña bolsita donde tenia unas cuantas cajas con las municiones, por lo que saco una y se la arrojo.

-No las desperdicies de acuerdo…- Expresó esperando que la fémina a su lado las tomase y continuase con lo suyo, al parecer comenzaban a tomar control de la situación, sin embargo un fuerte crujido le llamo la atención y dirigió su mirar por el lugar buscando a los 2 chicos, y observo como el gigante había desaparecido junto a uno de ellos, el peliazul con él que se había topado antes de abordar aquel barco, el sonido del agua fue completamente claro, se escucho el chocar de un cuerpo grande contra el agua, observo la barandilla rota, por donde había visto al chico por ultima vez, busco a Kamui con la mirada, estaba solo a un par de metros de donde las 2 chicas estaban.

Kamui permanecía quieto y observante, que demonios le pasaba porque no había ayudado al otro chico con el grandulón, tan ajena estaba a lo que sucedía que se olvido del grandulón que estaba frente a ella al estar observando a los otros 2, no se percato de que aquel gigante se acercaba nuevamente a ellas. Sintiendo nuevamente aquella opresión sobre su cuerpo la cual le quitaba el aire que había recuperado, pensando como demonios había sido tan distraída que de nuevo aquel fortachón la tenía en sus garras.

Sintió el dolor en su cuerpo cuando fue lanzada sobre la cubierta del barco, rodando un par de veces sobre el suelo luego del impacto, se quedo unos segundos quieta mientras escuchaba como su compañera sufría el mismo destino que ella, observo como aquel musculoso se acercaba a su nakama y le golpeaba. –“¿Qué esta pasando?...”- Se pregunto al ver que Kamui no había hecho nada para ayudarse a si mismo ni al otro chico, es que acaso se había quedado petrificado ante esos sujetos, no había tiempo para quedarse en el suelo mirando, con un poco de dificultad por el golpe se puso de pie, buscando algo en la cubierta que le ayudase, lo que sea que fuese, entro una cuerda y un pedazo de fierro, seguramente eran de los dueños del barco, estaban solo a unos 3 metros de donde estaba ella. Eso seria suficiente para lo que quería hacer.

Para su buena suerte un sujeto extraño llego en su ayuda, haciéndole frente al gigante que estaba en cubierta, lamentaba no poder hacer mucho, peor les dejaría aquel gigante a Yuna y al extraño chico, tomo la caja de municiones que había quedado en el suelo y se acerco a chica entregándosela en las manos. –Te cuidado linda, entretenlo mientras regresó…- Expreso y camino hasta donde estaba el barandal roto tomando la cuerda y el pedazo de metal (es una barra de metal poco pesada de aproximadamente un metro de alto, similar al bastón), sin duda aprovecharía aquella distracción que estaba creando el recién llegado, tomo el suficiente aire y se lanzo al agua.

Comenzó a nadar buscando a aquel grandulón y al chico que estaba con él, pudo observarlos un par de metros debajo de donde ella estaba, se dirigió nadando hacia donde ellos estaban podía ver como el chico estaba en problemas pues su brazos estaban atrapados, tal y como ella había estado atrapada anteriormente con el otro grandulón, nado hasta estar sobre ellos y sujetando la barra de metal con ambas manos la lanzo con todas sus fuerzas, dirigió el extremo de la barra hacia la cara del sujeto mas precisamente hacia la nariz al estar abrazando al chico no tenia manera de defenderse del golpe, lo golpeo con todo lo que pudo, sabia que el grandulón tenia que soltarle y agarrarse la cara por el dolor, pues seguramente le faltaría el aire por lo que acababa de hacer, lanzo la cuerda sobre el grandulón, esperando que el chico se zafara del agarre y pudiesen amarar al grandulón por un momento para que ambos pudiesen nadar a la superficie y salir del agua.

Off:

Por increíble que pareciera, aquella idea de hacerle cosquillas al gordo parecía funcionar ya que la presión sobre el cuerpo de Andrei era cada vez menor y pudo sentir como el gigante se retorcía por la risa – Perfecto – pensaba el pirata mientras comenzaba a zafarse de aquel mortal agarre, entonces fue en ese momento que la vio, justo cuando alzó sus ojos hacia la superficie para comenzar a nadar tan pronto pudiera puso observar una silueta femenina, y no cualquier silueta, era Darrah la que venía quizás en su ayuda, al instante notó que la fémina lanzaba algo en dirección a ellos, más precisamente hacia el rostro del gigante y al impactar Andrei pudo liberarse por completo.

En ese momento en el que tenía su cuerpo totalmente libre notó además una cuerda que también había lanzado Darrah, casi creyó comprenderla o quizás simplemente habían pensado lo mismo. Andrei sujeto la cuerda tan rápido como pudo y aprovechando el momento de dolor del gigante rodeó sus piernas con la cuerda sin complicarse demasiado y sin presionarlo, difícilmente el gigante podría darse cuenta del mismo por la desesperación de querer salir y cuando el mismo hizo el intento de nadar a la superpie Andrei realizó un simple jalón para apretar el nudo repentinamente juntando sus piernas, con la piernas amarradas no podría patalear para salir fácilmente, además el nudo fácil de hacer era un nudo que al mismo tiempo se apretaba más con la presión, era un simple nudo de saco que cualquier navegante podría hacer. Una vez apretado el nudo, el chico nadó tan rápido como pudo hacia la superficie evitando quedar al alcance del gigante.

Sin dudar un solo instante en el agua la rubia había actuado como mejor le había parecido, la necesidad de sobrevivir y vencer de alguna a aquellos mastodontes eran más grandes que su orgullo, confiaba en aquella fémina que había dejado en cubierta minutos antes de entrar al agua, y ahora estaba sumergida en aquellas aguas intentando liberar a aquel chico del agarre en que lo tenían de la mejor manera en que le era posible.

Dejando atrás a la chica en cubierta, a su nakama y al recién llegado distractor, logro su cometido, al observar al peliazul como se libraba de aquel abrazo en el que era prisionero sintió cierto alivio, y observo como el chico utilizaba la cuerda que había lanzado para poder imposibilitar al grandulón durante unos minutos, los cuales les serian esenciales para poder escapar y regresar a la superficie.

El chico comenzó a atar al grandulón, la parecer había leído sus pensamientos, comenzó a anudar al grandulón con la cuerda, por lo que cuando el finalizo su cometido, comenzó a nadar de regreso. Tosió un par de veces y comenzó a respirar profundamente al salir del agua, respiro un par de veces intentando llenar sus pulmones de tan preciado aire. Comenzó a nadar de regreso al barco para abordar por unas escalerillas de cuerda y madera.

Sentía aun preocupación por lo que se mantenían aun con el otro gigante, de momento el grandulón en el agua tendría dificultades para nadar a la superficie y liberarse, al subir al barco se encontró con el otro gigante en el suelo con un par de heridas y quemaduras, quizá a causa de la pelicastaña. –Vaya… Creo que no debo preocuparme más…- Expresó en voz baja, mas sabia que aquello no seria suficiente para parar a aquel par, de grandulones, quizá si lo inmovilizaban como al otro terminarían con un poco mas de ventaja. Sin perder el tiempo, se dirigió a Andrei. –Pon en marcha esto ahora…- Ordeno sin dejar pauta a replicas, entre más pronto comenzaran a moverse mas ventaja tenían.

Se dirigió a los otros chicos,. –Ustedes ayúdenme a encontrar algo con que atarlo, una cuerda o una cadena serian suficientes…- Debían dejarlo fuera de combate y sacarlo del barco mientras se ponían en movimiento, la chica comenzó a hurgar entre los barriles que había cerca de los cañones para comenzar a rodar uno de ellos, ese barril terminaría en el mar junto al grandulón.

Una vez terminado aquel nudo, Andrei comenzó a nadar con desesperación hacia la superficie dejando atrás al gigante, no le importaba nada más, quería llegar con desesperación a la superficie y al salir, tomó la bocanada de aire más grande que pudo, luego de expulsar ese aire siguió respirando con algo de exageración. Al ver que Darrah ya estaba subiendo al barco, Andrei decidió seguirla por el mismo camino sin perder más tiempo.

Ya sobre la cubierta, poco se fijó el navegante en el resto, lo primero que buscó con sus ojos fue a su fiel amigo – Kira – gritó con preocupación, por suerte al instante un montón de cuerdas amontonadas comenzaron a moverse dejando salir la pequeña cabeza del zorrito que se había quedado oculto en ese lugar – Kyuu – corrió hacia Andrei inmediatamente para lamer su rostro – Basta, basta… - dijo el chico también contento de verlo, pero tampoco era para tanto. El pequeño reencuentro fue interrumpido por las palabras de Darrah quien le ordenaba poner el barco en movimiento. Andrei bajó al zorrito y miró la expresión seria de la rubia - Vale, pero podrías darme un respiro ¿no? – dijo cerrando sus ojos y dirigiéndose a la palanca que levantaba el ancla con una expresión de desinterés y pesadez total.

Cuando terminó de levantar el ancla preparó todo para marcharse, realmente no prestaba atención a lo que los demás hacían pero sabía que ya tenían la situación controlada. En ese momento cuando escuchó a los piratas suplicar por su vida, el chico sonrió de lado como si le causara gracia el cambio de papeles, además casi podía adivinar el destino que Darrah elegiría para ambos - Decidan pronto porque ya estamos saliendo - terminó de decir cuando el barco se ponía en marcha.

La idea original de la chica había sido arrojarlo al mar junto con un barril de pólvora y hacerlo explotar en medio del mar disparándole, era consciente de que únicamente desperdicia pólvora a lo tonto, por lo que al escuchar la sugerencia de la chica, prefirió hacerle caso, y tomo la cadena que ella le arrojaba para enredarla entre los pies, las piernas y las manos del grandulón, quien lucia algunas heridas y un brazo muy lastimado.

-Mmm… Gracias por la idea… ¿Y tú eres?...- Guardo silencio, no había escuchado el nombre de la chica, o posiblemente si, peor al estar tan atareada con el grandulón no lo había notado, elevo su vista y se percato de que había mas gente de la que pensaba, al principio eran solo 4 y ahora podía ver al chico con un animal extraño, a la fémina a su lado y al otro chico, al cual miro con la misma cara que habia mirado a la chica, preguntandose quien era. Por otro lado en algún lugar debía estar Kamui aun inconsciente.

Había un sujeto menos en cubierta, el gemelo del que estaba ahora encadenado, el cual seguramente ahora estaba en el agua ahogándose, por lo cual arrojó el barril vacío al agua en dirección a él, y subió la escalerilla como precaución. Escucho los ruegos del fortachón y se inclino cerca de él para hablarle. –Lo siento, no nos tuviste piedad, porque habría de tenerla con ustedes…- Expresó con sarcasmo, a decir verdad lo que verdaderamente deseaba era matarles con sus propias manos, una mala costumbre de ella el resolver todo mediante la muerte, pero para su mala fortuna no estaba sola así que debía controlarse, o no podría parar después.

Comenzó a empujar al sujeto por la cubierta, era sin duda pesado, así que le indico a la otra chica que le ayudara, la cual accedió y entre las 2 terminaron por mandarlo al agua atado con aquellas cadenas, si su hermano no le ayudaba de alguna manera, se terminaría ahogando por el peso de las mismas. –¡Adiós! Y Gracias por el barco… Prometo cuidarlo muy bien…- Se despidió de aquel par que ahora se quedaba en el agua mientras el joven de cabellera azul le replicaba. Al acercarse a el observo con detenimiento a aquella peculiar mascota. Estaba segura de haberla visto en algún otro lado.

-¡Almuerzo de repuesto!...- Exclamó, al recordar al animalito y a su dueño, no podía estar equivocada, al verlo se le había hecho familiar, pero no lo había reconocido, sin duda en ese momento ya recordaba quien era. -¿Andrei?... No es verdad…- Recordó como había sido usada por aquel par para salir de Tekila Wolf. –Ok, ok… Te dejare respirar, aunque no prefieres que te ayude a respirar personalmente…- Aquel incidente con el chico le había resultado muy peculiar, le guiño el ojo en señal de complicidad, para después regresar su atención a la cubierta y buscar a su nakama, el cual encontró escondido entre algunos barriles, quizá alguno de ellos le había ayudado al dejarlo allí.

El barco ya estaba en movimiento y comenzaban a dejar atrás aquellos peculiares hermanos, en medio del agua. Comenzó a arrastras a Kamui por la cubierta, estaba muy agotada como para cargarlo por si misma. Lo llevo dentro del barco y lo dejo acostado sobre una de las camas que había, lo revisaría mas tarde, por ahora debía averiguar que pasaba en cubierta con los otros 2 extraños.

Off: