[Prologo] El día que juré lealtad

Era una noche oscura, como pocas, la luna estaba peculiarmente pequeña y las estrellas eran ocultas por una tediosa nubosidad, perfecto para camuflarse entre las sombras evitando ser descubierto, la única pregunta era, ¿Por qué alguien querría hacer algo así?, muy simple, escaparse de las garras del gobierno, en esta isla donde la mayoría eran prisioneros piratas lo más normal era la esclavitud, una esclavitud que obviamente no todos están dispuestos a vivir. Y entre tantos prisioneros que aprovechaban el abrigo de la noche oscura, parecía ser que solo uno logró salir de los territorios peligrosos, a lo lejos podía escucharse algunos gritos, piratas que fracasaron en su intento de fuga y marines que reprochaban y denigraban a los mismos.
Centrándonos en aquel único y grandioso fugitivo que logró eludir la vigilancia, se encontraba corriendo en las costas cercanas a un puerto, ágil y e imperceptibles como la mas audaz criatura de la noche, ayudada por sus cuatro patas, Kira había logrado lo que ninguno más pudo hacer, aquel zorrito se detuvo en el puerto, observando hacia sus alrededores esperando encontrar alguien más, aquel joven con quién viajaba desde hacía un tiempo, había sido capturado, y ahora estaba en algún campamento esperando al amanecer para ser llevado a la zona de construcción de aquel enorme puente, si la noche pasaba sin rescatarlo, en el día sería prácticamente imposible tomando en cuenta la cantidad de guardias en la zona de construcción, pero Kira sabía que no podía hacerlo solo, necesitaba un milagro, algún hombre fuerte que esté dispuesto a ayudar, el zorro era reconocido por su astucia y si encontraba alguna persona, buscaría la forma de hacerse entender para obtener su apoyo.

Vaya que aquella chica tenia una suerte de los mil diablos, el barco en que navegaba como polizonte había naufragado hacia un par de días, y utilizando un par de barriles y tablas había llegado a aquella isla, su sorpresa fue enorme al percatarse de que se encontraba en Tekila Wolf, un lugar infestado por la marina, a control del gobierno mundial. Hacia días que había permanecido escondida entre unos arbustos y un hueco en la tierra, seguramente el refugio de algún prisionero cuando intentaba escapar. Hacia 2 días que estaba en el lugar, y necesitaba moverse, buscar un nuevo sitio donde permanecer segura y buscar un medio para salir de allí.

Por las noches salía en busca de alimentos, podía estar con lo mínimo por un par de días pero no debía permitirse estar sin fuerzas en caso de tener que escapar. Aquella noche aprovecharía para poder cambiar su lugar de escondite, refugiada entre las sombras, ayudada por aquellas ropas negras, y ocultando su cabellera rubia bajo el sombrero, se movía ágilmente, estudiando los cambios en las guardias, y observaba como muchos de aquellos prisioneros sufrían, aunque quisiera ayudarles, no era parte de su problema, primeramente se ayudaría a si misma a salir de aquel infierno en el cual no quería ser descubierta o terminaría con el mismo destino que muchos de ellos.

Un pequeño ruido llamo su atención, aquellas escarlatas iris se dilataron, buscando una mejor visibilidad y buscando de donde provenía aquel sonido, pudo observar a un pequeño animal en forma de zorro. –“Genial…”- Mentó para si misma. –“La cena esta servida… Solo resta como atraparlo…”- Comenzó a moverse silenciosamente, midiendo cada paso que daba, sin hacer ruido hasta estar muy cerca de aquel animal.

Kira comenzó a olfatear de repente en las cercanías, si su nariz no le fallaba, y nunca lo hacía, sabía que se trataba de un humano en las cercanías, comenzó a buscar ese rastro, con alfo de suerte encontraría alguien que sirviese para ayudar a Andrei, no pasó mucho cuando aquellas enormes orejas que poseía percibieron una perturbación cercana, definitivamente el humano estaba cerca, y por sus movimientos pensaba sorprender al animal, era la oportunidad perfecta – Kyu – dejó salir un agudo sonido, casi parecido al maullido de un gatito bebe, su pequeño hociquito apenas si se movieron para dejar salir ese sonido desde su interior.
Lo único que debía hacer, era ganar la atención de aquella persona, si ella intentaba capturar al animal, este debía esquivarla con astucia y provocarle para que le siguiera hasta el campamento de marines donde tenían a los recién ingresados prisioneros, aquellos que habían bajado de un barco recientemente, en aquel campamento cercano no eran demasiado los marines y si tenía suerte, el humano serviría de distracción para que Kira liberara a Andrei. Aunque cabía la posibilidad de haberse topado con alguien fuerte capaz de neutralizar a los marines fácilmente. Una vez que Kira tuviera la total atención del humano, correría sin perderse de vista hasta el campamento.

Aquel animal, estaba allí pretendía atraparlo y matarle, le podía servir de alimento, para los próximos días, más un pequeño sonido proveniente del animal la puso en alerta, un aullido, haciendo que se detuviera en seco y dejara de moverse, únicamente buscando con su mirar que nadie en las cercanías se hubiese percatado de su presencia. Todo estaba tranquilo, parecía que nadie se había dado cuenta, aunque no estaba muy cerca del campamento no quería que nadie la notara.

-“Lindo zorrito, no te muevas y te prometo que nada te pasara…”. Pensó con malicia, se acerco más al pequeño animal y trato de sujetarle, sin éxito alguno pues el animal comenzó a moverse y solamente logro rosarle la cola. –“Demonios…”- Bueno era cierto que era una idea loca y nadie le juraba que aquel animal se dejaría capturar y cooperaria. –“Tks…”-

Atraparía a ese zorrito, solo esperaba no ser descubierta en el intento.

Aquel zorro esquivó a la dama y con un ágil movimiento tomó su sombrero para comenzar a correr con el mismo en su boca, el cuadrúpedo era realmente ágil, y no demoró demasiado para llegar al pequeño campamento metiéndose entre las piernas del guardia que permanecía despierto, si aquella persona quería su sombrero debería enfrentar al guardia que estaba despierto mas los otros 4 que dormían en la campaña.

En el mismo lugar, fuera de la campaña atados a unos árboles, habían tres prisioneros, uno de ellos reconoció al animal sonriendo de alivio al verlo – Kira – dijo mientras veía como el animalito escurridizo le ponía las cosas complicadas al guardia – Kira vete de aquí – dijo a modo de orden al notar que estaba haciendo una estupidez, no podría por si solo sacarlo de allí, pero no muy lejos de Kira podía llegar su salvación en cualquier momento, y cuando eso pasara, Kira aprovecharía para morder y romper las cuerdas que sujetaban a Andrei.
Mientras tanto de la campaña, alertados por el alboroto salían 4 marines más en ropa interior y desarmados, no parecían ser de un rango mayor a recluta, los más fuertes ya habían partido hacia el puente con los demás prisioneros.

Las cosas comenzaban a salir no de la manera en que aquella fémina planeaba, pues el animal le tenia planeadas un par de sorpresas. Su cabellera dorada, de pronto cubrió su rostro al ser robado aquel sombrero. –Oye es mi favorito…- Dijo en un leve susurró al animal, a modo de reclamo, pues aquel sombrero viejo era invaluable para la rubia.

Sigilosamente le siguió, cuidando de no ser vista y manteniéndose lo más cercana al suelo posible, evitando ruidos innecesarios. Aquel animal planeaba algo, de eso se pudo percatar al ver a donde se dirigía. Un campamento montado por algunos marines con un par de prisioneros, el mismo campamento que había visto montar aquella tarde. –“Demonios…”- Porque Aquel animal le guiaba hasta allí, es que acaso tenia dueño y se trataba de un marine.

Esa fue al primera idea que surco su cabeza la ver al animal pasear debajo de las piernas de aquel marine, que estaba tumbado en el suelo descansando, un par de voces se comenzaron a escuchar, provenientes de los marines. Eran 5, ó al menos eso pudo contar, pues no veía a ningún otro marine afuera aparte del que tenía entre sus pies aquel preciado sombre. Y los 4 que habían salido semidesnudos.

No tenia alternativa, comenzó a moverse por los alrededores, sigilosamente hasta quedar detrás de un par de arbustos, donde podía ver que había un par de sujetos maniatados. Sujeto 2 de las piedras cercanas y las lanzó, estas piedras cayeron un par de metros delante de los marines, provocando ruidos y que se alertaran aún mas. Aprovecharía ese momento cunado se dispusieran a salir de allí para recuperar su sombreo y darle un merecido al animal y futura cena.

Kira dejó caer el sombrero junto a Andrei y luego se perdió entre unos arbusto por el lado contrario del que estaba aquella mujer pirata, el marine que estaba de guardia la siguió solo por puro orgullo de desquitarse con el animal, mientras que los otros que acababan de salir de la tienda miraban confusos la escena de su compañero perdiéndose tras de un simple zorrito, en ese momento, unas piedras llamaron su atención causando que estos comenzaran a revisar entre los arbustos saliendo por el lado contrario.

Aquel zorrito no tardó demasiado en volver por un lado diferente, justo detrás de Andrei para comenzar a morder aquellas cuerdas – Kira… eres el mejor – dijo con una sonrisa mientras sentía como sus manos se iban aflojando, aún se preguntaba que era el segundo ruido que sacó a los guardias pero no era lo más importante – ¿De quién es esto? – preguntó tomando el sombrero mientras giraba sus muñecas tratando de recuperar la sensibilidad en ellas – Kyu – dijo el zorrito escalando hasta el hombro de Andrei – Creo que me lo quedaré… ahora debemos irnos de aquí - dijo el peli azul quién además de tener unos cuantos raspones y moretones, vestía únicamente un pantalón negro y estaba totalmente sucio. Ahora lo único que restaba era buscar un barco en el cual huir

Aquel sombre que primeramente había sido dejado a un lado del marine ahora se movía gracias al animalillo en cuestión y dejado cerca de uno de los sujetos maniatados. Ahora si que ojicarmesi no entendía nada. El animal se escabullía y uno de los guardias le seguía, mientras los demás iban detrás del ruido ocasionado por las piedras que había alanzado, ahora era su oportunidad de recuperar lo suyo.

Se disponía a acercarse mas a aquellos sujetos cuando el animal regreso, bastante ágil y escurridizo. La fémina se quedo quieta, pues podría regresar el marine que perseguía al zorrito. Su sorpresa fue que ayudo a romper las cuerdas de uno de los sujetos atados. –“¿Pero que…?”- Pensó la chica, espero que el sujeto y el animal se comenzaran a escabullir entre los arbustos, tal y como lo había hecho ella. Aprovechando que el chico no sabía de ella, se coloco a sus espaldas y tomándolo por sorpresa le tapo la boca para que no gritara y le arrastro por los arbustos para poder esconderse.

-Este sombrero es Mío…- Dijo en un susurró muy cerca de su oído. – Y lo tomare de regreso... Simplemente mantente callado y no hagas ruido alguno…- Explico mientras tomaba el sombre y se lo ponía, elevando mirada por encima de los arbustos, vigilando, aun no regresaban los sujetos, ni el que había seguido al zorrito ni los que habían ido a investigar por el ruido causado.

Sacudió un poco aquel sombrero y luego comenzó a escabullirse entre los arbusto, aún no podía cantar victoria pues tenía que encontrar la forma de salir de aquella isla del infierno, pero lo primero ya estaba hecho, mientras salía, una manó cubrió su boca y comenzó a jalarlo hacia a atrás, Andrei no gritó por su propia seguridad, pero si hizo un pequeño intento de zafarse al principio, intentó del cual desistió cuando sintió aquel cuerpo pegado a su espalda - ¿Qué? – pensó abriendo sus ojos abruptamente, su rostro se ruborizó al instante, con tan solo hacerse a la idea de que podía ser una mujer perdió totalmente el razonamiento lógico, parecía como petrificado o nervioso, Kira a su vez saltó del hombre de su compañero y comenzó a seguirlo desde el suelo, no parecía intentar ayudar a Andrei.
Luego la voz de la mujer tomando su sombrero confirmaron las sospechas del navegante – Es una mujer – se convenció aún con los ojos abiertos, mientras tanto la misma dama no parecía soltarlo ni siquiera cuando observaba tras los arbustos, acciones que ponían aún mas nervioso al chico quien tenía miedo de voltear a ver.

Ahora debía tener mas cuidado, pues no estaba sola, observo a su alrededor no sucedía nada. Dirigió su mirar al pequeño zorro, el cual lucia tranquilo y despreocupado. Comenzaba a entender lo que pretendía él animal. Utilizarla a ella de señuelo y rescatar a su amo. Muy mal hecho, miro con molestia al animal.

–Zorrito malo, te convertirás en mi cena…- Aun seguía tapando la boca del chico, nuevamente volvió a murmurar cerca de su oído. -Bien ahora que te he ayudado a escapar… Que te parece si me ayudas a salir de este lugar… Tú y tu mascota me lo deben, no lo crees…- Soltó un poco al chico, quitando su mano y esperando su contestación. Aunque quizá esa demoraría un poco pues el ruido en el campamento comenzaba a alertarla.

Era necesario salir de allí y buscar un nuevo escondite mientras encontraba una manera de salir de la isla. Libero al chico y comenzó a moverse, haciéndola una seña de que la siguiera, entre mas se alejaran del lugar, mas seguros estarían. Paso por delante del zorrito y volteo para observar si aquel chico y el animal le seguían, se escabullo hasta llegar a un lugar cercano al muelle.

Andrei se mantuvo sin oponer resistencia, veía a su acompañante tranquilo – ¿Tu la trajiste Kira? – pensaba mirando al zorrito sin poder pronunciar palabra alguna, entonces recordó que no tardarían en volver aquellos sujetos que lo habían apresado – Mierda – realizó un mínimo esfuerzo por zafarse cuando las palabras de las chica llamaron su atención - ¿Qué yo le ayude? – se alejó un poco recuperando el aire pues aquella mordaza le había sofocado un poco – Oye… - no terminó de decir nada cuando vio que la mujer comenzaba a alejarse, Andrei y Kira le siguieron ya que no parecía haber otra salida – ¿Tienes un barco? – preguntó entre susurros sin dejar de seguirla.

En caso de que la respuesta fuese negativa Andrei debía pensar rápido, observaba a su alrededor tratando de ubicarse en el lugar, aquella brisa salada le hacía saber en que dirección estaba la costa, y por ende era un punto de referencia para orientarse, una vez en la costa, podrían usar el mismo barco que usaban los marines para transportar prisioneros – Si no tienes uno entonces tu deberás seguirme a mí – dijo con mucha confianza en si mismo, si había algo de lo que podía alardear era sobre su sentido de la orientación.

No tardo en llegar cerca del muelle, ya podía relajarse un poco, solo un par de candiles alumbraban el muelle, así que no serian delatados en al oscuridad, faltaban un pasar de horas para que comenzara a amanecer, apenas y escucho al chico hablar y dio media vuelta para mirarle a la cara. –No tengo uno, por el momento, pero podemos conseguir uno, ese no es problema… Lo será si no quieres ayudar…- Expresó, no tenia la intención de volver a prestarle ayuda como distracción al chico, esta vez seria él, quien fuera el señuelo, mientras ella encontraba una forma de salir de aquel lugar.

-Y porque debo seguirte…- Eres todo poderoso dios, y tiene un barco… Lo dudo si estabas amarrado como prisionero…- El chico sonaba confiado, más esa confianza a ella no le servía, muchos en el pasado, habían intentado hacerse los chulos con ella y habían terminado muertos, en manos del enemigo o en manos de ella misma.

No había señal en el lugar de alguna presencia, podían moverse con facilidad, hacia los botes del lugar, mas no debía actuar precipitadamente, pues nunca faltaba el estúpido que se dormía dentro del vote para salvaguardarlo de los ladrones.

El chico fue silenciado fácilmente, y la actitud chula que había intentado adoptar se extinguió como una llama en el agua – Ok, no te enojes mujer – respondió levantando una ceja y haciendo señas de calma con sus manos – Valla que carácter – pensó con cierta resignación y molestia, pero debía reconocer que esa chica tenía carácter – Lo de seguirme lo decía porque sé donde está anclado el barco que me trajo a esta isla, era un barco pequeño, viejo y sucio, pero servirá para salir de aquí… Además… - sonrió nuevamente mientras metía su mano dentro de sus pantalones, y no era en los bolsillos precisamente, sacando de allí una pequeña brújula – si estaba amarrado era porque mi especialidad es la navegación y no el combate – dijo a modo de excusa por el comentario reciente, había ocultado la brújula en ese lugar para evitar que se la arrebataras, era su tesoro personal y no deseaba perderlo.
- Nos subimos a un bote y de allí al barco… será más fácil pasar desapercibidos en un barco de ellos, y por lo que pude ver mientras me trían con dos personas es suficiente para navegarlo – Andrei observó la brújula y luego observó a la mujer esperando su respuesta.

No se trataba de enojarse o no, para ese momento no tenia manera de pensar en enojarse, únicamente se enojaría si aquellos marines que habían dejado en el campamento los encontraban y les atrapaban, allí si que estaría realmente furiosa. Sonrió de medio lado ante las palabras del chico, al parecer tenia un barco, eso era mejor que robar uno.

-Tienes uno, porque no lo dijiste antes. Eso es genial…- Al parecer las cosas mejoraban el chico sabia navegar. Y lo mejor, tenía un barco. – Y que esperamos, andando…- Por los planes del chico, debían moverse en uno de los botes propios de aquellos que lo vigilaban no tomarían importancia al ver un propio navío moverse, si aun no había una alerta de que se les escapo un prisionero.

Miro al chico, sentía cierta desconfianza, pero no tenía alternativa si quería salir de aquella isla de esclavos, tendría que confiar en el. –De acuerdo te sigo con este plan… Pero si intentas algo o dejarme atrás para escapar por tu cuenta, te aseguro que no lo lograras…- Dijo mientras empujaba al chico hacia una de aquellas barcazas.

Nuevamente una amenaza de parte de la chica, se notaba que tenía carácter y eso era muy necesario para sobrevivir a adversidades como esto, le agradaba saber que por lo menos no trataba con una princesita malcriada hija de un tenryubito – No necesito hacer eso – dijo refiriéndose a lo de dejarla atrás – Kira… ve – le dijo con unas simples palabras que el zorrito pareció comprender perfectamente, lo envió a asegurarse de que no hubiese alguien durmiendo dentro del bote que usarían para llegar al barco, Kira era mas sigilosa y ágil, por le había enviado. Se quedó calmado observando a su compañero desde las sombras y cuando vio que el zorrito se sentó junto a un bote sonrió – Perfecto… vamos – susurró acercándose al bote con sigilo, al subirse, quitó unas cuerdas y cuando la mujer se subiera tras de él echaría el bote al agua – Perfecto, ahora el barco no está lejos de aquí – dijo observando unos riscos que usaba para orientarse y luego observando su brújula para así tomar los remos y navegar ese pequeño bote hasta el barco.

Al observar las acciones del chico se podía dar cuenta de que dependía mucho de aquel animal al cual el llamaba Kira. Resultaba muy habilidoso, su utilización, pues quien podría sospechar de un zorrito que parecía un bebé, era una idea ingeniosa y aun mas al ver que este estaba domesticado y bien entrenado. Aun así eso no quitaba que quería comerlo.

Al igual que el chico cuando hubo estado asegurada aquella barcaza en la que se moverían provisionalmente, comenzó a moverse hacia esta, subiendo en ella, tomo uno de los remos y comenzó su labor. No había planeado terminar de aquella manera en ese lugar, tampoco había planeado terminar varada en esa isla, ninguna cosas le había salido bien hasta ese momento mas que escapar un par de veces de ser atrapada, solo esperaba que la fuga diera resultado.

La noche hasta ese momento seguía igual de tranquila, el sonido de las aguas cortadas por el paso del agua y el movimiento de los remos era el único sonido de ambiente, Andrei remaba en coordinación de aquella chica con la cual escapaba de la isla, hasta ese momento, muchas cosas habían mantenido ocupada su mente, como el salir de allí, y no había pensado con claridad muchas otras cosas como… ¿Qué hacia una mujer allí? ¿Quién era? Entre otras dudas, sin dejar de remar, aprovechando la calma del momento para presentarse un poco dudoso aún – Me llamo Andrei… – dijo con la intensión de romper aquel silencio y saber un poco más de aquella mujer – Y él es Kira… - agregó señalando con su mirada al zorrito.

El bote mientras tanto siendo dirigido por Andrei ya podía apreciarse aquel barco algo deteriorado del cual le había hablado para poder escapar, como ya se lo había dicho antes, su apariencia no era la más atractiva, pero flotaba y era lo que importaba.

Aquella calma por momentos se podía sentir terrorífica, pues en una isla como aquella nada bueno se podía esperar, quizá en cualquier momento un grupo de marines podría salir de la nada y saltar sobre ellos, capturándolos y mandándolos junto a otros esclavos por el resto de sus días, y ese no era el futuro que la chica deseaba.

Remar, acaso no quedaba de otra, remar hasta llegar a aquel sitió donde el chico tenia su barco y luego, que seguiría, podría cortarle el cuello, más eso seria una mala idea, necesitaba de un navegante para poder salir de aquella isla, y un buen barco, en condiciones decentes al menos para que sobreviviera y pudiese llegar a otra isla muy lejos de la marina, su idea de matar estaba descartada. Al menos hasta ese momento. Siguiendo el ritmo del ligero oleaje se movían en aquella barcaza.

El silencio reinante se vio irrumpido, por las palabras del chico, presentándose y presentando al animal que le acompañaba. –Así que son Andrei y almuerzo de repuesto… ¿Qué hacen en este lugar?...- Pregunto la chica mientras veía al animal con ganas de comérselo. Ya estaban por llegar, solo esperaba que la situación donde el barco estaba no se complicara.

Andrei esperaba la respuesta u algún comentario de parte de aquella mujer, específicamente esperaba su presentación, pero no fue eso precisamente lo que recibió. Su comentario causo una graciosa reacción en el zorrito que levantó sus grandes orejas y abrió aquellos dos enormes ojos rojos lo más que pudo por la impresión, un pequeño sobresalto y saltó a ocultarse bajo las piernas de Andrei – Jaja… muy buena broma – sonrió un poco el chico, realmente no sabía si la mujer hablaba en serio o solo bromeaba, por lo que había vistote ella hasta ahora, nada era seguro.
Mientras tanto, el bote ya estaba junto a aquel barco, y por uno de sus costados una red de cuerdas caía hacia la altura suficiente del bote – Quien sabe cuanto más tardaran en dar la alarma, subamos de una vez – dijo asegurando la red y subiendo al barco con Kira en su cabeza. Una vez arriba echó un vistazo general, confirmando que no hubiese nadie – Todo despejado – pensó extendiendo su mano para ayudar a subir a la mujer de la cual no sabía nada aún.
– ¿No tienes nombre? – insistió un poco más, al menos un apodo o alguna forma para referirse a ella debía existir. Sería más fácil la comunicación hasta salir de aquella endemoniada isla.

Si algo que a la rubia no le gustara es que tomaran a broma sus comentarios, porque rara vez bromeaba, principalmente cuando se encontraba ebria, a lo que miro seriamente al chico y contesto. –No bromeo… Parte del paga que me realizaras por ayudarte, será ese zorrito como almuerzo…- Expresó, buscando con la mirada al animal que curiosamente se había asustado y ahora buscaba refugio cerca de su dueño.

–Oh vamos… Solo será una pequeña mordida, juro que no te dolerá…- Su sonrisa era evidente, buscaba seguir asustando al animalito.

En algo había cierta razón, debían salir de aquel lugar antes de ser descubiertos. Sin demora subió por la red de aquel barco y de es manera abordo el navío en el que viajarían, no presto atención a la ayuda que le ofrecía, observando a sus alrededores contesto. –Darrah… Por ahora es lo único que sabrás de mi…- Expreso con seriedad mirándole con aquellas iris escarlatas, las cuales se intensificaban con ayuda de aquella de esa oscuridad. –Y bien… Que esperamos…- Aquello no parecía un simple comentario, si no una orden, si se detenían a platicar, las consecuencias serian las peores.

Desde aquellos comentarios, Kira se mantuvo todo el tiempo con sus orejas bajas en el hombro de Andrei, obviamente el animalito estaba asustado, y no era para menos, aquella mujer era de cuidado. Mientras, la mujer rechazó la ayuda del joven quien implemente se encogió de hombros y escuchó el nombre de la dama, su nombre seguido de unas palabras que parecieron sonar como una orden – Ok Capitana Darrah, ¿Lista para irnos? – dijo aceptando esas instrucciones con un ligero aire de sarcasmo, no era costumbre del chico el discutir por cosas así, además. Siempre había viajado como grumete y recibía ordenes de a montones. Lo primero quitar el ancla para luego izar la única vela – Al parecer abra un oportuno viento – agregó sintiendo aquella pequeña brisa en su rostro, otra gran facultad que tenía era la de leer el clima, no sabía como lo había conseguido, pero siempre acertaba.

- Vamos a East Blue – con sus manos en el timón, dio un giro que en cuestión de unos minutos los ubico en una corriente de viento que llevaba el barco por si solo en dirección al destino previamente anunciado por el navegante.
- Pronto dejaremos atrás las cercanías de este lugar, mientras… yo tengo algo que hacer – dijo entrando a la parte inferior del barco, allí tenía que estar su bolso con un cambio de ropa, obviamente Kira se había ido con él, no dejaría a su compañero al alcance de aquella mujer.

Sabia que aquella actitud que había mantenido contra el zorrito era efectiva, aun se tenía que desquitar por querer ser utilizada por ese par como señuelo para su fuga. Recargándose sobre la barandilla del navío, saco un cigarrillo y lo encendió, escuchando las palabras del chico con cierto sarcasmo. –Mide tus palabras niño, en estas aguas siempre pueden ocurrir accidentes…- Les observo retirarse. –Oye no me dejaras al almuerzo de repuesto haciéndome compañía… Me da miedo estar sola…- Dijo con fingida inocencia mientras miraba al animalillo. Quien corrió detrás de su amo.

Ya se encontraban de regreso en aquel mar, que curiosamente no se había mostrado Benévolo con la rubia la primera vez, ahora tenía una nueva oportunidad para salir de aquel lugar, esperando no naufragar de nuevo. Una brisa marina comenzó a golpear las pequeñas velas, acompañándoles en aquella travesía, en la cual no sabia donde terminaría.

Continuo fumando aquel cigarrillo, el navío se abría paso en medio de aquellas oscuras aguas. Las cuales aun le tenían deparadas muchas sorpresas a aquella mujer, aquella pequeña parada no había sido mas que un contratiempo menor.