[PASADO]Amistades que no se eligen - Página 2 29zrdle

Unirse al foro, es rápido y fácil

[PASADO]Amistades que no se eligen - Página 2 29zrdle
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Ir abajo
avatar
Invitado
Invitado

[PASADO]Amistades que no se eligen - Página 2 Empty Re: [PASADO]Amistades que no se eligen

Lun Ago 08, 2011 6:16 pm
Vio tras algunos segundos a su compañero reaparecer. Con su mano alzada y una sonrisa decorando su rostro lo saludaba desde arriba de una de las edificaciones más bajas de la ciudad. ¿De qué ciudad preguntarán? De Loguetown, la ciudad del alfa y del omega, aquella que vio nacer y perecer al más grande de los piratas, y aquella que ahora veía partir a un joven lleno de sueños y de anhelos. Esperaba poder volver a ver a su morocho compañero, pues él sabiamente lo había dicho. Habían sido simplemente dos desconocidos con objetivos similares, dos jóvenes inexperientes, más una buena relación había nacido. No importaba cuanto se esforzara en negarlo, Serge sabía que no olvidaría con facilidad aquel día. Porque aquel era un comienzo ¿De que exactamente? No podía decirlo, pero definitivamente era el primer paso para llegar a algo grande.

Levantó su mano derecha, como siempre vendada, y le devolvió el saludo. Luego volteó y soltó el cabo que mantenía a su pequeño navío junto a la costa, para más tarde impulsarse con el borde del muelle y acomodar la vela. Viento en popa el espadachín retomo su viaje marítimo. No tenía idea de a donde iría a parar, lo que si sabía era que necesitaba un lugar para comenzar a entrenarse. Debía adaptarse a Oniji Hakkai, su nuevo espadón, lo antes posible...

avatar
Invitado
Invitado

[PASADO]Amistades que no se eligen - Página 2 Empty Re: [PASADO]Amistades que no se eligen

Lun Ago 08, 2011 6:41 pm
Así pues andando sobre los tejados evitando constantemente los disparos provenientes de los marines logro llegar al callejón donde se encontraba aquel edificio, entro como siempre por la puerta escondida escuchando como los marines se preguntaban a donde había ido y tomaban otro rumbo diferente, aspiro para después comenzar a toser dado que en aquel sitio había ahora una gran cantidad de polvo “Pero qué diablos y ahora que han hecho, porque hay tanto polvo maldición” pensaba para sí mismo al tiempo que buscando con la mirada no lograba divisar a ningún otro vagabundo, el sitio parecía ahora totalmente abandonado, las pocas pertenencias que ahí se mantenían estaban regadas por todo el lugar, casi como si hubiesen tenido que salir improvisadamente –Pero que…- su voz hizo un eco aterrador denotando que en efecto nadie más se encontraba ahí ahora, busco y rebusco por cada rincón del sitio pero no logro encontrar el mas mínimo indicio de las almas que antes ahí habitaban con tranquilidad. No fue sino hasta que se alejó observando por una ventana del segundo piso como unos cuantos sujetos se mantenían afuera con algunos extraños artefactos colocados en la base del edificio, tardo unos segundos en darse cuenta de lo que estaba sucediendo y para cuando lo hizo comenzó a correr en dirección contraria –Mierda!- grito con fuerza mientras observaba al frente otra ventana sin vidrio que daba al techo de otra cosa.

Por algunos momentos todo pareció moverse en cámara lenta, un ruido ensordecedor se hizo presente al momento que partes del edificio comenzaron a derrumbarse, grandes bloques de roca comenzaron a caer a sus lados mientras una que otra golpeaba directamente en su cuerpo provocando un dolor intenso. Con sus últimas fuerzas llego hasta aquella ventana y salto con fuerza logrando alcanzar el otro tejado y rodando por este pues sus piernas habían perdido fuerza, lo único que pudo ver fue aquel edificio desplomándose para después encontrarse sumergido en la entera oscuridad.

Paso el tiempo y ruidos extraños provenientes de algún lado le despertaron, sus ojos apenas si lograban ver a través de una oscuridad casi total, observo el cielo, las estrellas ya habían salido en compañía de su dama principal…la luna que mantenía parcialmente sus mejillas de un color celeste, giro su cabeza y pudo observar entonces la ciudad llena de multicolores provocados por algunas linternas encendidas, no tenía conocimiento de que hora era, aunque por la gente que recorría aun las calles se deducía que no era demasiado tarde, sin embargo su cuerpo se encontraba rendido a tal punto de no responderle, cosa que ni siquiera le interesaba, se encontraba feliz de no haber muerto sepultado bajo aquel edificio –Vaya…sigo teniendo la suerte acostumbrada, me pregunto…¿cuánta suerte tienes contigo…Serge?- y tras vociferar aquellas últimas palabras cerro de nueva cuenta sus parpados sumiéndose en un sueño profundo y amable, donde su mente no tenía fronteras y donde la miseria, el hambre y la injusticia eran cosa…de otro mundo.

[Cerrado]

Volver arriba
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.