Prueba de Fuego

Mar Jul 26, 2011 4:21 am

El momento casi había llegado, pronto tendría la ocasión de partir de Logue Town y poner rumbo por fin hacia el Grand Line; su mirada continuaba férrea en todo momento hacia el frente, no pretendía volver por el East Blue en mucho tiempo así que se había asegurado de conseguir una buena tripulación para navegar por el mar más caótico e impredecible del mundo.

Sus pasos tranquilos y calmados resonaban ahora sobre la fría piedra del paseo marítimo; aquellos adoquines de piedra grisácea y sucia se mostraban algo derruidos debido a la enorme cantidad de gente que solía frecuentar la isla antes de zarpar hacia el gran mar. El pirata caminaba como de costumbre con un gesto despreocupado, con las manos en el interior de los bolsillos de su oscuro pantalón y la espalda levemente arqueada hacia el frente. En su rostro una enorme sonrisa se esgrimía ante la idea de abandonar por fin aquel mar de calma y tranquilidad y aventurarse en uno en el que su muerte podía llegar en cualquier momento- Por fin, casi ha llegado el momento.

Mar Jul 26, 2011 8:16 am

No había pasado ni una hora desde su vuelta de Marineford y ya tenía trabajo. Su atención había sido reclamada, junto a la de otros compañeros, para proceder a un brutal ascenso en masa. La Marina estaba en pleno auge y los Piratas no parecían quedarse atrás. Riddick había dado un duro golpe a la confianza depositada en la Justicia, debían de retomarla. Ahora era Capitán…y no solo eso; Por su ejemplar comportamiento y diligencia a la hora de encauzar los problemas en Logue Town había recibido como regalo una Akuma no Mi. Para sorpresa del recién ascendido Marine se trataba, nada más y nada menos, que de una de las más extrañas y poderosas Akumas existentes; una Logia, la Mera Mera. Así pues el pelirrojo había adquirido la capacidad de producir, controlar y transformarse en fuego. Una ventaja que lo hacía prácticamente invencible ante cualquier rival y que lo dotaba de un potencial ofensivo digno de envidia. A él le daba igual. Usuario o no si desconocía como aprovechar las facultades de su Akuma resultaba inútil. En el corto periodo de tiempo que había tenido para ver las habilidades adquiridas había aprendido lo básico; transformarse en fuego para evitar todo tipo de daños, generar este por cualquier parte de su cuerpo y dotarlo de forma simple. No era mucho, pero no había tenido tiempo de más. La Justicia lo llamaba.

Hacía poco que se había avistado en el Puerto a uno de los “más buscados” si es que así se le podía llamar. Desmond F. Devil, Pirata con una escasa recompensa de dos millones de Berries…pero era la recompensa media del East Blue. El mar más seguro de todos no daba grandes leyendas, salvo la de Roger, ¿cuándo volvería a surgir un oponente tan digno como el Rey de los Piratas? El Marine lo desconocía, pero tenía la sensación que no sería el llamado Kutouken. Ojalá se equivocara. Borró tales pensamientos de su mente al reconocer por fin al buscado criminal. Se ajustó los guantes y se encendió uno de sus tantos cigarrillos, para esto se limitó a chasquear sus dedos formando una llama. Se iba a ahorrar mucho en mecheros. Suspiró, deteniéndose frente al Pirata, a unos tres metros de él. La larga chaqueta con el Kanji Justicia a la espalda del pelirrojo lo identificaban claramente como un alto mando de la Marina.

- Kutouken, no tengo nada en contra tuya…pero voy a tener que arrestarte por los delitos de robo, asesinato y piratería.- Comentó desganado el pelirrojo.- Soy el Capitán de la Marina Oneiros F. Balmung…y agradecería que colaboraras, no me apetece destrozar media ciudad solo para cazar a alguien que vale dos millones. ¿Vienes o lo hacemos por las malas?- Le dio una larga calada a su cigarrillo y exhaló una pequeña cantidad de humo. Tenía la sensación de que el Pirata no lo haría por las buenas. Nunca lo hacían.

Mar Jul 26, 2011 8:41 am

El pirata dio media vuelta al escuchar una voz a su espalda. Cuando pudo encarar al individuo se dio cuenta de cuán problemática se había vuelto la situación en tan solo un instante. La procedencia de aquella voz venía directamente de un Marine, pero no de un cualquiera, ese sujeto llevaba una gabardina blanca que le caracterizaba como un alto mando de la Marina; cuando este se presentó con su nombre y enunciando el cargo de Capitán de la Marina el pirata entreabrió los ojos algo sorprendido. Sus ojos siempre permanecían cerrados, el hecho de que los entreabriera y dejara mostrar aquella siniestra mirada de orbes carmesíes, los cuales se asemejaban bastante a los ojos de un diablo, significaba que le preocupaba realmente como pudiera acabar este encontronazo.

Lentamente extrajo las manos de los bolsillos de su oscuro pantalón, portando en estas sus guantes de acero y colocándoselos lentamente mientras sus orbes de fulgurante color sangre se mantenían clavados sobre el marine con una amplia y amable sonrisa en su rostro- Oh, supongo que decirte que no me dejaré capturar es demasiado cliché... ¿No? ¡Qué más da! No me dejaré capturar, tengo que cumplir mi sueño de convertirme en el hombre más fuerte del mundo. - Sabía que lo de su sueño sonaba demasiado risueño y despreocupado para la situación pero quería mantener la fachada de infantil y despreocupado que demostraba siempre a todos. No obstante mientras demostraba esa fachada de bobo e inocente a modo de distracción, su mente cavilaba decenas de posibilidades para el combate que tendría que iniciar a continuación.

Mar Jul 26, 2011 9:19 am

En toda su vida como Marine, nunca, jamás, un Pirata se había dejado arrestar por las buenas, ¿por qué debería ser distinto en aquel momento? Por muchas ventajas que ofreciera el entregarse, ya fuera un juicio más justo o castigos menos serios, los Piratas tenían la manía de ir por el camino complicado. Camino que significaba darse de golpes contra el pobre Marine que estuviera de servicio. Él era el pobre Marine de servicio en aquella ocasión. Suspiró, totalmente desganado, y terminó de consumir el cigarrillo entre sus labios. Al no saber dónde dejarlo se limitó a guardarlo en el bolsillo. Primero capturar Piratas, luego conservar el ambiente. Devolvió la mirada al Pirata antes de contestar a sus enérgicas palabras.

- No sé si estás al tanto, pero a mí no me cobran por escuchar los sueños de la gente. ¿No puedes dejarte arrestar de forma pacífica?- La respuesta era obvia, pero al menos algo preguntaría antes de que diera comienzo el conflicto. Conflicto que daría inicio por parte del Marine. El criminal no parecía tener intención alguna de dar el primer golpe y aunque el Marine odiaba empezar no podía quedarse media hora contemplando en silencio a su adversario.

El ataque sería sencillo, algo que cualquiera podría esquivar para realizar un potente contraataque. Esto último no preocupaba al Marine quien ya se lanzaba a la carrera en dirección a su contrincante. A unos tres metros antes de llegar ejecutó un potente salto elevándose considerablemente en el aire. Una voltereta acompañó a la extendida pierna derecha del Marine que cayó con fuerza en dirección a la cabeza del Pirata. Por el momento se conformaría con calibrarlo…si la calidad iba a juego con la recompensa aquel golpe decidiría el encuentro, si no era así el Capitán podría divertirse un poco con sus nuevas habilidades.

Mar Jul 26, 2011 9:37 am

Con un veloz envite de su brazo diestro interpone el dorso de su mano en la trayectoria de la patada, logrando así que la pierna del marine impacte contra el frío acero de su enguantada mano. Tras el traqueteo metálico el pirata agarra fuertemente con la mano libre, la izquierda, el tobillo del Marine mientras aun se encuentra en el aire y haciendo gala de su descomunal fuerza lo lanza con vehemencia, recorriendo varios metros por el aire y dirigiéndose directo hacia la pared de un edificio con la testa.

Tras lanzarlo por los aires el pirata entrecierra levemente sus ojos al sentir la presión del golpe anterior en su mano, aun estando cubierto por el guante de acero- Vaya, sí que tienes fuerza ¡Jajajaja!- Después de aquella especie de felicitación extraña que Desmond le regala a su contrincante, este se pone a hacer pequeños estiramientos poco serios, como si estuviera calentando los músculos para hacer deporte. Estaba próximo el advenimiento de un duelo entre dos futuros titanes que causarían estragos en el rumbo del mundo y le darían nombre a esta era; más el futuro aun era incierto para los desventurados muchachos que tan solo creían estar enfrentándose a cualquier adversario de poca monta.

Mar Jul 26, 2011 10:06 am

La verdad es que la situación resultaba de lo más graciosa, casi irónica…había un Pirata del montón que no alcanzaba ni la recompensa media del East Blue, la cual rondaba los tres millones, que era capaz de detener una patada del Capitán. Más impactante fue el hecho de ver capturado su tobillo antes de ser lanzado por los aires. Alcanzó a escuchar el piropo del Pirata y no supo reconocerlo como algo serio o una ironía…¿se atrevía a halagarlo cuando había sido él quien lo había lanzado por los aires? Desde luego no era el día del Marine. A este paso tendría que ponerse serio. No le gustaba ponerse serio. La reflexión se detuvo cuando la pared con la que iba a impactar se acercó peligrosamente a él, ¿o era al revés? Daba igual, con un ágil giro aterrizó con los pies sobre la pared, encogiendo sus extremidades para repartir mejor el golpe, ¿y ese idiota valía dos millones? Si la Marine ponía tales precios para vacilar a los Capitanes lo estaban consiguiendo.

- O eres rematadamente inocente o la Marina se chupa el dedo…poner dos millones por tu cabeza es absurdo.- El tono del Marine mostraba un considerable enfado bastante justificado. Se le había informado de la presencia de un Pirata que no representaba problema alguno y ahora se encontraba apoyado cual acróbata contra una pared. Apoyándose en esta salió directo contra su enemigo.

No deseaba mostrar aún sus habilidades, era demasiado pronto para mostrar la diferencia que existía ahora entre ambos. Sabía que el tener una Logia le daría la victoria de forma sencilla…sin ella no habría podido asegurar tal cosa…ni siquiera el salir entero del combate. Ayudado del impulso logrado gracias a la pared se dirigió a su rival con ambas piernas extendidas hacia delante, buscando el hundir las puntas de sus pies en su estómago. Esperaba que su enemigo solo fuera fuerte, si la cosa se alargaba los daños del futuro incendio saldrían de su bolsillo. Se iba a arruinar.

Mar Jul 26, 2011 10:22 am

¡Jajajaja! Parece que te informaron mal, siento si te causo más molestias de las debidas ¡Jajajaja!- ¿El pirata se estaba tomando a guasa un combate contra un Capitán de la Marina? Bueno, tampoco era demasiado raro considerando su despreocupación y picardía naturales. El contraataque del Marine no tardó en ser efectuado, más para el pirata no supuso ningún tipo de sorpresa... ¿Una embestida de sus piernas lanzándose por aire desde tan lejos? Un ataque demasiado simple, el marine demostraba una fuerza y velocidad sin precedentes pero un ataque a corta distancia procedente desde el aire a tanta distancia era fácil de esquivar y de contrarrestar al no tener el soldado un punto de apoyo en el que impulsarse para cambiar su trayectoria en mitad del ataque.

Desmond ladeó velozmente su cuerpo dejando que el cuerpo del marine pasara con la fuerte embestida por su lateral diestro y alzó su puño derecho. Para cuando el vientre del Capitán se encontraba a su disposición se dispuso a asestar un poderoso puñetazo en vertical descendente contra su estómago con la intención de incrustarlo con la fuerza del golpe contra el mismo pavimento.

Mar Jul 26, 2011 10:59 am

Desde luego el Pirata era una sorpresa andante. No solo estaba demostrando una fuerza tremenda, también un humor magnífico. El Marine sacaba ya dos cosas en claro; la primera era que la recompensa se le quedaba muy corta visto el potencial demostrado hasta ahora en el combate. Lo segundo es que el hecho de tener una recompensa tan insignificante a pesar de su fuerza seguramente era causa de su infantil comportamiento. Y es que si el Pirata se estaba haciendo el idiota lo hacía muy bien. Eso daba igual, un Pirata era un Pirata y era motivo suficiente para, al menos, arrestarlo un tiempo. Tocaría demostrar todo el potencial del Marine. La oportunidad perfecta se presentó cuando, sin mayores problemas, su golpe fue esquivado y su enemigo mostró el futuro contraataque. El puño del Pirata fue veloz y certero. Desde luego un golpe así habría dejado a un Capitán normal sin habla…y sin poder moverse del cráter que se habría formado en el suelo. Pero él no era normal, un hecho que quedó demostrado cuando el imponente puño de su enemigo atravesó limpiamente el estómago del Marine sin ningún problema. Lo que había sido el torso del pelirrojo no era otra cosa que un agujero rodeado de llamas. Dos potentes llamaradas que emergieron de sus puños detuvieron el impulso de su golpe y le permitieron ponerse de pie, quedando frente a su enemigo. No puedo evitar sonreír, complacido.

- Bien…pensé que eras un piratucho de tres al cuarto que no merecía mi atención. Me alegro de haberme equivocado.- Un aura de llamas rodeó el cuerpo del Marine.- Permíteme que me presente de nuevo…Soy el Capitán Oneiros F. Balmung, apodado Sento no Ookami y usuario de la Mera Mera no Mi. Siento haberte subestimado. Esta vez iré en serio.- Ya que iba a combatir lo haría bien.

Retirándose con un veloz salto hacia atrás ejecutó, aún en el aire, dos veloces patadas generando dos ondas de fuego en forma de cruz en dirección al Pirata. Lejos de acabar, dos torrentes de llamas fueron generados a partir de ambos brazos del Capitán que, como si de látigos se trataran, cayeron brutalmente sobre el lugar donde debía encontrarse el Pirata generando una destrucción más que considerable. La temperatura aumentaba a la vez que lo hacía la seriedad del combate.

Mar Jul 26, 2011 8:17 pm

Sus orbes carmesíes se abrieron de par en par a causa de la impresión al ver como su puño metálico se sumergía en una incandescente masa de llamas en la posición en la que anteriormente se encontraba el vientre del Marine. A continuación se apartó por propio reflejo con un veloz e impulsivo salto hacia atrás, consiguiendo poner una distancia de diez metros entre ambos- ¿Qué demonios...? Así que eres un usuario de las frutas.- Enunció el pirata algo aturdido; nunca había visto una fruta con un potencial como ese, sin duda el combate se ponía más complicado al conocer esa nueva capacidad de su enemigo.

Sin embargo la demostración pirómana del Marine no acababa ahí; cuando su oponente quedó algo alejado de él dos haces de fuego en forma de cruz emergieron de sus piernas y fueron lanzados contra el cuerpo del joven pirata. Con toda la agilidad y velocidad que pudo realizó una voltereta por el suelo habiendo divisado un único punto ciego en el que las llamas no le alcanzarían y evadiendo así el impacto de aquella cruz de fuego. Más la estrategia no fue del todo efectiva, la parte trasera de su atuendo fue empapada con unas pequeñas ascuas que comenzaron a arder con fuerza, causando que el pirata corriera de un lado a otro de forma desquiciada- ¡¡Aaaaaaah, que me quemo!! ¡¡Que me quemo, que me quemo, que me quemo!!- Tras aquel alarde de estupidez tan cómico comenzó a dar golpes con su propia espalda contra la pared hasta que consiguió apagar las llamas- Fiuuu ¡Por poco me abraso!

Nuevamente no podía distraerse, un nuevo envite procedente de aquellas peligrosas llamas se cernía sobre él, esta vez como dos poderosos látigos de fuego que descendían ferozmente sobre su cuerpo. Con una imponente celeridad desenvainó sus Kukris y los lanzó con fuerza contra los látigos, causando un poderoso corte en estos que interrumpió la concentración de llamas que los formaba para luego aprovechar y saltar con fuerza pasando a través de aquel espacio sin llamas que había creado con el lanzamiento de Kukris, evadiendo de esta manera ser golpeado de lleno por el fuego. Una vez entonces y mientras se encontraba en el aire observó como sus armas descendían del cielo y las asió hábilmente al vuelo con sus manos para luego lanzarlas contra el pecho de Balmung.

Miér Jul 27, 2011 9:24 am

Por fin la seriedad hacía acto de presencia en el combate. El ver a su oponente totalmente sorprendido hizo que el Capitán de la Marina sintiera una gran satisfacción. El poder de las Akuma era increíble, más aún el de las Logia…se sentía un poco invencible, sensación que procuró desechar al momento de su mente. El exceso de confianza era el primer paso a la derrota y, según lo que había oído, una de las mayores debilidades de los usuarios de Logia quienes, víctimas de su propia invulnerabilidad, habían caído ante el enemigo…y es que aún había muchos puntos débiles que reforzar. Aquel combate le serviría de práctica. Sensata resultó la decisión de su oponente de alejarse, aunque no estuvo tan ágil a la hora de esquivar el primer ataque del Marine que logró hacer arder parte de sus ropas. La absurdez retornó haciendo caer al Marine en un profundo enfado. No respondería…se limitaría a hacer Desmond a la parrilla.

Su segundo ataque, más peligroso y potente que el primero, dio la oportunidad de lucirse al Pirata quien, demostrando buen manejo de sus exóticas armas, logró abrirse paso entre las llamas sin recibir el mínimo rasguño…pero el siguiente ataque no sería tan sencillo. Inmóvil se mantuvo el Marine mientras los kukris le atravesaban sin ocasionarle daño alguno, se sentía cómodo sin la necesidad de esquivar. Viendo que su oponente se encontraba en una situación muy desfavorable, y es que en el aire resultaba imposible esquivar, el pelirrojo actuó veloz y extendió su diestra dando un puñetazo al aire. Un ingente mar de llamas emergió de su mano en dirección al indefenso Pirata. Si no lograba esquivar o bloquear tal llamarada el combate acabaría más pronto de lo esperado.

Miér Jul 27, 2011 12:54 pm

Encontrándose en el aire se había expuesto a una situación demasiado peligrosa, más el ataque anterior le había obligado a hacerlo y ya no había marcha atrás. Observando la ondanada de llamas que emergía del puño del Capitán de la Marina y que estaba condenado simplemente cruzó sus brazos frente a su rostro intentando así evitar ser dañado en su cara e intentar salir lo mejor parado posible frente a una ataque así.

No obstante algo extraño sucedió, justo cuando la llamarada debía chocar contra su cuerpo algo invisible se interpuso en su camino; una especie de armadura o barrera invisible envolvió el cuerpo del Pirata logrando así que las llamas chocaran contra esta y pasaran de largo por los laterales de su cuerpo sin provocarle ningún tipo de daño. Cuando atinó a aterrizar sobre el pavés por el efecto de la propia gravedad descruzó sus brazos y observó asombrado como su cuerpo estaba intacto. Sabía que el Marine no había fallado ni había detenido el ataque por misericordia pues sintió el calor de las llamas muy cercano a su cuerpo en el momento en el que debería haber ocurrido el impacto; sin embargo algo extraño había sucedido, no alcanzaba a entenderlo bien.

¿Qué ha sido eso...?- El pirata se mostraba dubitativo; tras el aterrizaje había quedado agachado, con las rodillas flexionadas y los brazos lacios, acariciando con las yemas de los dedos el pavés. Había usado Haki, más lejos de toda su actuación de estupidez y simpleza acostumbradas realmente no conocía de la existencia de ese poder.

Miér Jul 27, 2011 6:39 pm

Seishin llevaba un par de días hospedado en un hostal de Loguetown debido a la promesa que hizo con aquel joven pirata de cabello negro que le pidió formar parte de su tripulación, con la que iría hasta el Grand Line, en la que en dos meses se encontrarían en el puerto de aquella isla. El cocinero había estado anteayer y el día de ayer en el puerto tratando de buscar a Desmond pero no lo había encontrado así que no esperaba mucho de un tercer día pero el hecho de ver como un Capitán de la Marina estaba luchando contra alguien que se asemejaba al pirata que había conocido hizo que se alegrara.

La alegría duró poco al ver como su futuro Capitán no podía hacer nada contra aquel pelirrojo, que se podía convertir en fuego además de producirlo y utilizarlo a placer, por lo que se vio obligado a intervenir de alguna forma. Lo primero que hizo fue avanzar lentamente hasta donde habían caído los cuchillos Kukuri del luchador para tomarlos mientras los contendientes estaban absortos uno con el otro para después avanzar algo más rápido, sin evitar que se pudiera escuchar alguna vez el sonido de los escudos que cargaba, a la par que el marine realizaba el ataque contra el pirata en dirección al primero para tratar de realizar dos cortes con las armas que había tomado a espaldas de este, uno a cada lado del cuello tratando de rebanarlo como si con una tijera se tratara – Espero que pueda ayudar al pequeño... - Fue lo que pensó en esos momentos Seishin, en los que trataba de aplicar toda su fuerza en los cortes.

Miér Jul 27, 2011 7:52 pm

Había salido de aquella taberna en busca de su amigo Desmond, y no había pasado mucho tiempo hasta que una inmensa fuente de fuego había aparecido cerca del puerto. Conocía es carácter indómito de su compañero y sabía que había una posibilidad de que se tratase de alguien que intentaba hacerse con los millones ofrecidos por la cabeza del moreno. Henry no se lo pensó dos veces y emprendió una veloz carrera serpenteando por las calles en dirección al lugar donde había visto el fuego y el humo. No había pérdida y el equipaje del arqueólogo era ligero como una pluma. Apenas un libro, una pluma estilográfica y un par de tonfas que ya sujetaba entre sus manos. No sabía qué podría hacer con ellas, pero sin duda era mucho mejor que ir desarmado.

Al llegar, pudo descubrir cómo había un hombre de pie y otro tipo, cargado con escudos, corría hacia él. Henry no se preocupó por algo así, y se concentró en su objetivo, el chico agachado un poco más lejos. Era él de verdad, y parecía estar luchando contra aquel pelirrojo. El muchacho se colocó a espaldas de su capitán y con sus brazos ayudó al moreno a incorporarse. No sabía cómo estaba de fuerzas, y sería una manera sencilla de comprobarlo. Tenía claro que alguien que pudiese haber dejado a Desmond con una expresión tan confundida, era alguien a tener en cuenta. Y sabía que sus fuerzas no estaban a la altura del choque. Estaban en desventaja, y lo más prudente, aunque no lo más valiente, era huir.

-Eh, Desmond, no es momento de descansar... -dijo mientras lo ayudaba a incorporarse, sin soltar las tonfas, usando para ello la parte corta de las mismas.- Tenemos que salir de aquí. -añadió, levantando la vista para ver cómo el otro chico lanzaba un doble corte al cuello del rival de Desmond. Eso le situaba como aliado, si la deducción inicial de que el pelirrojo era el enemigo, era correcta. En cualquier caso, eran tres contra uno, alternando la figura del enemigo. Mantenía un ojo a la vista de aquellos dos, para ver lo que pasaba y poder reaccionar a tiempo ante cualquier contratiempo.

Jue Jul 28, 2011 11:41 am

Ironía, aquella palabra resonaría en la mente del Marine durante muchísimo tiempo tras aquella batalla. Hacía unos momentos que su propio poder había sorprendido de forma extraordinaria a su oponente quien, condenado a no poder hacer daño alguno al Capitán, había intentado por todos los medios lograr superar la amplia barrera que los separaba. Su último movimiento lo había condenado a acabar abrasado por el último ataque del pelirrojo…o al menos era lo que este había pensado. Esta vez fue su rostro el que se contrajo formando una enorme sorpresa. Sus llamas impactaron contra el cuerpo del Pirata, pero en vez de arder se mantuvo intacto…protegido por algo que el Marine fue incapaz de apreciar a simple vista. Pero que sí logró reconocer; Haki. ¿Cómo era posible que un Pirata con una recompensa casi nula pudiera poseer Haki? Era un poder que apenas se podía ver en los Vicealmirantes, y algún que otro genio, así como Yonkos y otros se las personas más fuertes el planeta. ¿Y alguien como Desmond poseía un poder así? ¿Y encima no sabía lo que poseía? Era el colmo de los colmos.

- ¿Es que no sabes lo que es el Haki so idiota?- No pudo escuchar la respuesta de su oponente, el cual parecía más sorprendido que el propio Marine, en vez de eso el entrechoque de metal a su espalda lo alertó de que no estaban solos. Desconociendo si era aliado o un contrincante y si sería atacado, tomó la decisión más obvia. Su cuerpo quedó envuelto en llamas anunciando la transformación del Capitán para evitar todo tipo de daños, la par dio un simple paso hacia atrás y, efectivamente, su atacante lo atravesó completamente sin recibir daño o quemadura alguna. Desconociendo la identidad de aquel sujeto, pero teniendo claro que no iba a ayudarlo, se deshizo de él con una veloz y certera patada al centro de su desprotegida espalda, lanzándolo en dirección a donde se encontraba su oponente, ahora auxiliado por otra persona, ¿serían aliados del Pirata? Muy posible, la verdad.- Desmond, eres una amenaza en potencia…tengo que acabar con tu vieja ahora mismo.- Comentó seriamente el Marine mientras se reajustaba los guantes y una espiral de llamas se formaba entorno a sus pies, preparado para cualquier movimiento de sus nuevos oponentes.

Vie Jul 29, 2011 10:51 am

Así que Haki, una palabra totalmente desconocida para el Pirata y un poder abrumador que se mantenía en letargo en lo más profundo de su ser, si lograba despertarlo quizás podría volverse mucho más fuerte sin necesidad de ingerir una de aquellas frutas del diablo que tanto solía ver en sus viajes.

Al breve inciso explicativo que el Marine le hizo sobre aquel poder le siguió la aparición de Seishin y Henry, sin duda una sonrisa de completa alegría se esbozó en el rostro del pirata al ver a sus nakamas acudir a ayudarle, más por lo que sabía sobre las habilidades de ambos serían tan incapaces de derrotar a un usuario de las Logia como él mismo. Cuando el Arqueólogo le sugirió la huída de la isla su mente ya lo cavilaba como posibilidad; no obstante aun les faltaba Yushu para partir de Logue Town y emprender el viaje a Grand Line, no podían dejarlo en tierra, al fin y al cabo aparte de ser un nakama, razón más que suficiente, él era el Navegante que dirigiría el Night Carnival por el turbulento mar al que se iban a dirigir.

Henry, Seishin, me alegro de veros de nuevo, pero aun no me podemos marcharnos de aquí, hay un último nakama que debe llegar al puerto antes de que partamos, no dejaré a nadie, tenemos que entretener a este tipo un poco más.- Sabía que la propuesta que les hacía a sus nakamas podía llegar a convertirse en un suicidio pero no dejaría en tierra a un solo nakama de su tripulación; todos eran importantes para su futuro. A continuación de esto se incorporó con la ayuda de Henry, aunque por suerte no estaba herido, tan solo algo aturdido por la aparición de aquel poder misiterioso de una manera tan repentina- Así que Haki... ¿Eh? No había oído hablar de él, pero te lo agradezco, Balmung, gracias a tí quizás haya ganado una posibilidad de volverme mucho más fuerte y proteger a mis nakamas.- Enunció el pirata con una sonrisa completamente amable y amistosa, como si fuera un niño inocente y con una alegría y despreocupación infinitas. Le estaba dando las gracias a un Marine por ayudarle a volverse más fuerte como si fueran amigos en vez de enemigos a muerte, cualquier Marine consideraría esto como una herida en el orgullo pero Desmond no lo decía con esa intención.

En el fondo simpatizaba con aquel Marine, dicen que cuando dos combatientes de alto nivel se enfrentan pueden sentir los sentimientos de la otra persona y conocerse mucho mejor que con cualquier tipo de conversación; por eso no consideraba a Balmung como un enemigo, más bien como un rival.

Vie Jul 29, 2011 8:33 pm

El moreno cayó de bruces frente a su Capitán con una expresión de dolor en su cara – Tch... Tch... Tch... Eso dolió – Susurró Seishin cuando se trataba de incorporar hasta parar cuando vio en sus manos los cuchillos de Desmond y se los acercó a este con las manos extendidas – Es un tipo bastante fuerte... ¿Qué os han dado a los jóvenes de ahora para poder llevar un combate de este ritmo? - Preguntó una vez de pie limpiándose con su manga diestra la barbilla, que estaba algo rascada por el golpe que se había llevado, mirando de frente al marine después de expresar su opinión sobre el Capitán de la Marina y el apodado Kutouken, que le había ofrecido un lugar en su tripulación dos meses atrás.

- Entonces... ¿Alguna idea para entrenerlo? Yo como mucho os puedo proteger de algunos ataques con mis escudos – Explicó el cocinero cuando tomaba con ambas manos las armas a las que estaba haciendo mención, estando en su zurda un escudo gigante apuntando a Balmung y en su diestra uno de tamaño mediano apuntando hacia el suelo, desviando su mirada en dirección a sus aliados en este combate tras seguir las indicaciones del otro moreno.

Sáb Jul 30, 2011 10:32 am

El arqueólogo comprendió completamente el punto de vista de Desmond, que se negaba a abandonar la isla dejando atrás a un último nakama que él desconocía. No sólo lo comprendía, sino que compartía aquella idea. Si era un nakama, era un nakama. Nadie quedaba atrás en ese grupo. Ahora, quedaba pensar cómo entretener a ese marine durante el tiempo suficiente, un tiempo incierto de hecho, para que ese nakama desconocido hiciese su aparición y todos pudieran huir. Necesitaba encontrar un plan a seguir de tal manera que el tiempo que quedase fuera más que suficiente como para llevar a cabo todo y aún gozar de cierto margen para huir. Por lo que parecía, ese Marine contaba con el poder de una de las Akuma no Mi Logia, de las que había leído tanto. Si mal no iba, esa logia si basaba en fuego. Un incendio, por tanto, no era lo más indicado para llamar su atención. Tenía que encontrar algo. Pero allí plantando no hacía nada. Además, aunque el hombre de los escudos parecía poder cubrir a alguien, tres personas sería demasiado.

-Esperad aquí, voy a intentar algo... -susurró, antes de salir corriendo sin esperar respuesta alguna. Tonfas en mano, se dirigió a las casas más cercanas y al cabo de unos diez segundos desapareció de la vista de los allí presentes. Necesitaba llamar la atención del marine de alguna manera. El tono de voz de Desmond le había dado una pista importante. Si Desmond no le trataba de manera desagradable, era tal vez porque no lo consideraba una mala persona. Era una suposición muy débil, pero era la única que tenía. El único detalle con el que contaba a la hora de establecer una pauta de conducta del pelirrojo. Si no funcionaba su plan, seguramente sólo se metería en problemas...

La primera casa que encontró con signos de gente que la habitaba, fue la elegida para su plan. No podía irse muy lejos o sólo conseguiría que otros Marines acudiesen. Tenía que atraer a Balmung, y sólo a Balmung. Llamó a la puerta y al cabo de unos segundos, un hombre de mediana edad abrió. No era un anciano ni un niño, lo cual facilitaba mucho las cosas para Henry. Sin mediar palabra, usó su puño izquierdo para asestar un golpe con la parte corta en el estómago. Eso hizo que el hombre se curvase, gesto que Henry aprovechó para girar su tonfa derecha y golpear con ella la nuca. Quedó inconsciente, y Henry cerró los ojos.

-Lo siento... -dijo con sinceridad. No permitió que el hombre cayese al suelo, y lo sujetó. Dentro, pudo ver a un par de mujeres, seguramente la esposa y la hija del recientemente noqueado. Henry se ajustó la corbata y dejó descansando contra la pared el cuerpo del marido y padre de las féminas. Se acercó, notando su tensión y en parte miedo por sus intenciones. Henry tiró las tonfas al suelo y miró a los ojos a la de mayor edad, aclarándose la garganta antes de hablar.- Siento haber tenido que hacer esto, y sé que lo que os voy a pedir os parecerá una locura... -empezó, sin apartar la mirada.- Necesito vuestra casa para hacerla explotar. La vida de mis amigos está en peligro y sólo así puedo salvarla... -dijo con calma. Necesitaba convencerlas, aunque fácilmente podría noquearlas. Así lo hizo notar.- Podría dejaros también inconscientes y simplemente hacerlo, pero quiero que comprendáis mis motivos. No os preocupéis por vuestra casa, la Marina se encargará de repararla en cuanto le digáis que fue obra de un Pirata. Por favor, coger el cuerpo de ese hombre y alejaos lo más que podáis... -pidió. Estaba siendo sincero y eso se reflejaba en su rostro. Las mujeres asintieron, temblorosas, y tomaron en brazos el cuerpo del varón. Henry suspiró. Necesitaba prepararlo todo...

Lun Ago 01, 2011 6:26 pm

Deslizandose por los callejones de la ciudad, repletos de basura, el escurridizo hombre-pez se acercaba rapidamente al puerto. Llegando al mar, cosa que sabia puesto que se veian barcos mas adelante y se olia el delicioso aroma de agua salada, peces y otras cosas. Al terminar el corredor, saliendo a la luz del dia luego de dos horas oculto en la oscuridad, en una accion que parecio camara lenta, Yushu diviso a Desmond, a un chico frente a una puerta, a un hombre noqueado siendo arrastrado por unas mujeres, a un joven con escudos y por ultimo un extraño tipo con un aro de fuego rodeando sus pies ¿Que esta pasando aca? Se pregunto, todabia observando el espectaculo. Pocos segundos despues me incorpore, tomando en cuenta de que posiblemente el aro de fuego era enemigo, observando que Desmond poseia algunas quemaduras en sus ropas, el chico de los escudos posiblemente fuera aliado por su cercania con Desmond y el desconocido frente a la casa, ni idea. Bueno, mas vale ayudarlo.
Apareciendo de sorpresa al lado de Desmond, sin importarle en lo mas minimo los otros dos, solo centraba su vista en el joven cuyos pies estaban rodeados por un aro de fuego.
- Si me explicas lo que pasa aqui me haces un favor - Dijo mirando de reojo a su capitan, luego mirando al Marine, volviendo a mirar a Desmond, esperando a que alguien dijera algo.

Mar Ago 02, 2011 5:00 pm

Que interesante disposición del destino en poner frente a frente a dos jóvenes potenciales, enfrentados por su profesión, un pirata con una recompensa "pequeña" pero que al parecer no pensaba quedarse allí y a un marine recientemente ascendido a capitán, por lo tanto un superior del recluta problemas conocido como Ripster. Eran muchos y variados los rumores y comentarios en contra de la marina tras el "incidente" causado por Riddick. Comentarios sin importancia alguna a los cuales el marine hacía caso omiso, no le importaba, se limitaba únicamente a cumplir su deber cuando fuese necesario y a disfrutar de su pobre salario cuando estuviese libre, tal y como lo hacía en ese preciso momento que disfrutaba de una gran pedazo de carne, sujetada en su mano por un gran hueso, aparentemente un fémur, quien supiera que tipo de animal era el festín que Ripster se llevaba a cabo, pero al haberlo comprado en un pequeño puesto de comida en el puerto, le quitaba todo el misterio.

Sentado allí sin preocupación alguna, sintió un movimiento turbio de parte de los civiles que pasaban en las cercanías, algunos parecían alejarse de cierto punto, y en su huida, como era típico en los humanos, soltaban mil y un comentarios "Piratas en el puerto", "Una pelea", etc, etc, etc. Comentarios sencillos que llamaron la atención del marine, un ejercicio después de comer era perfecto. Llevándose aún el trozo de carne para terminarlo en el camino, pagó su deuda y caminó en sentido contrario de las multitudes. Directo a la supuesta concentración de piratas.

Al llegar, notó no muy lejos a un grupo de humanos enfrentados, reconoció a dos de ellos, su superior y al pirata cuyo nombre no recordaba o no quería recordar en ese momento - Piratas... Piratas everywhere - dijo en su lugar, obviamente nadie podría escucharlo, pero el Gyojin se veía tranquilo, terminando de comer su bocadillo diario. Con Balmung haciéndose cargo pensó que un pirata de una recompensa de menos de 5 millones no sería problema - No podré jugar - pensó decidido a quedarse almenos a observar todo el combate, cuando notó a un individuo separarse del grupo y correr a una residencia cercana, lo que hizo a continuación fue... como llamarlo, ¿Un golpe de suerte?, quizás Ripster podría tener una pequeña participación después de todo tras ver como el muchacho agredía físicamente a un ciudadano.

Sin pensarlo dos veces, avanzó hasta la residencia, llegando justo en el momento que dos mujeres salían de allí muy asustadas con el cuerpo inconsciente del agredido. Shark se hizo a un costado dejando que los civiles se marcharan y luego se paró justo bajo el marco de la puerta que había quedado abierta, observando al pelinegro dentro de la casa haciendo quien sabe que cosas. El marine llevaba en su cintura una katana reforzada y una gran espada en su espalda, ninguna estaba en sus manos, a excepción de aquel enorme fémur que seguía degustando como si fuera una paleta. Mordió el último trozo de carne del hueso y lo tragó fácilmente para poder hablar más cómodamente - Agresión a un civil e invasión de propiedad privada... baja tus armas y ven conmigo sin oponer resistencia - dijo culminando con una siniestra sonrisa de dientes aserrados aquellas palabras que estaba obligado a decir por su profesión, no podía permitir que dañaran propiedad privada así como así.

Miér Ago 03, 2011 6:55 am

[OFF: Visto que Balmung parece andar ocupado avanzaré el Tema de una forma coherente para que los demás podáis seguir roleando mientras él y yo nos quedamos parados.]

Mientras su mirada de fulgurantes orbes carmesíes se encontraba frente a frente con la de Balmung y clavándose como espadas sobre su figura, pudo observar la aparición de un nuevo Marine, aunque tan solamente de reojo. Sabía que no podría desviar la atención del Capitán de la Marina por ningún motivo, el simple hecho de hacerlo podría significar su muerte así que se mantuvo analizando hasta el más mínimo gesto de este, esperando a defenderse del próximo ataque.

¡Seishin, ve a ayudar a Henry, yo me encargo de esto!- Dijo apresurado el pirata refiriéndose al Capitán de la Marina, aunque realmente sus posibilidades de ocuparse de este tal y como decía eran bastante nulas. Al observar la aparición de Yushu en el puerto y comprendiendo su desconcierto por la situación sólo pudo reducir su explicación de la situación actual de forma breve así como le dio las instrucciones a seguir si querían salir todos con vida de aquel desbarajuste- Marines, nuestros enemigos, tenemos que abandonar la isla antes de que esto se ponga más feo, corre y leva el ancla del "Night Carnival", nuestro barco. Lo reconocerás fácilmente, es el único barco de casco negro que hay atracado en el puerto.

Miér Ago 03, 2011 8:09 am

La tensión que había en el ambiente hizo que por la sien derecha del cocinero resbalara una gota de sudor cayendo lentamente hasta su cuello y de aquí al suelo debido al movimiento de cabeza que realizó por asentir a las órdenes de su Capitán – Vamos a ver donde te has metido, pequeño – Pensó Seishin cuando corría dejando atrás a Desmond y perdiéndose por la misma calle en la que había accedido el arqueólogo segundos antes.

Tardó un rato en encontrar a su compañero, dando un par de vueltas por las casas más cercanas al puerto, y el hecho de que un marine estuviera cerca de él podría suponer un problema - ¡Esa carne está poco hecha! - Exclamó el moreno antes de acercarse al Gyojin, refiriéndose a la comida con la que se estaba deleitando, armado con sus escudos y apunto de embestirlo con su escudo gigante tras una rápida carrera para luego empujarlo contra la pared que se encontraba a su izquierda, lado en el que se encontraba su escudo. Después de eso Seishin se irguió y miró de reojo a su compañero - ¿Te falta mucho? - Preguntó para saber cuanto tiempo debería entretener al marine medio tiburón al que debía hacer frente en estos momentos, si sobrevivió a su embestida.

Miér Ago 03, 2011 3:23 pm

Apenas había investigado ligeramente la casa cuando ua voz desagradable, diciendo palabras más desagradables todavía, hizo su aparición. Henry no necesitaba girarse para darse cuenta de que se trataba de uno de aquellos marines. Por un lado, le agradaba que le vieran, pudiendo así tener testigos la gente de que la destrucción la causaría un pirata. Por otro, sin embargo, eso le causaría un retraso indeseado totalmente. Si no causaba una señora explosión en los próximos minutos, sus amigos corrían peligro de caer ante el Marine pelirrojo y no poder huir. Henry, antes de girarse para encarar con decisión al rival al que con toda seguridad le tocaría enfrentar. Se comportaría como un hombre, como un caballero. Tonfas en mano, miró directamente a los ojos del Gyojin. Había leído sobre esa raza, y conocía la fuerza que poseían. Sería difícil.

Pero en ese momento, justo cuando se había puesto en guardia, medio milagro aconteció. El hombre maduro que estaba junto a Desmond apareció, portando esos increíbles escudos y cargando violentamente contra el Marine, empotrándolo contra una pared. Acto seguido, se incorporó y se puso en guardia, dando a entender que estaba allí para cubrirle. Henry no necesitaba más información. Asintió con tranquilidad, esbozando una sincera sonrisa, y se giró. Había que ir preparando los fuegos artificiales, y eso era lo que iba a hacer en ese mismo instante. No perdería un sólo segundo que su aliado pudiese darle.

Lo primero que hizo el arqueólogo fue abrir todas las llaves del gas en la casa, así como guardarse en el bolsillo una caja de cerillas. Cerró todas y cada una de las ventanas que encontró para evitar que el gas se fuese de la casa y no se concentrase. Había podido ver dónde aquella familia guardaba las bombonas con gas butano, utilizadas para encender la cocinita. Volvió a esa parte de la case tan deprisa como le permitían sus pies y contó tres. Más que suficientes para una explosión considerable. Una a una, y sin parar a descansar -no podía permitírselo- llevó todas las bombonas a la cocina. El olor a gas se hacía ya notar, y era el momento del detonante. El gas crearía una explosión y las bombonas aumentarían su magnitud. Cogió las cerillas y se apartó un poco de la zona con más concentración: la cocina. Entonces, prendió fuego a las cortinas y salió corriendo. Cuando el fuego se avivase, la explosión destruiría esa casa hasta los cimientos. Había que huir.

-¡¡Corre!! -gritó a Seishin mientras se dirigía hacia la puerta de entrada, buscando escapar de esa trampa mortal que acababa de crear. Esperaba que funcionase, porque destruirle el hogar a una familia no era algo que le agradase.

Miér Ago 03, 2011 4:10 pm

Yushu asintio con la cabeza, sabiendo de que era crucial que el barco dejara el muelle en unos instantes. Se hecho a correr a lo largo del muelle, viendo cada uno de los navios alli amarrados con fuertes sogas. La mayoria de eran del mismo color, el color standart, marron, pero yo buscaba uno particular, negro.
Habia demasiados barcos en el muelle como para hacer facil su busqueda, grandes, chicos, con formas variadas y extrañas algunas, pero el suyo seguia sin aparecer.
- Casco negro, casco negro... ¡Casco negro! ¡lo encontre! - Dijo observando al navio negro alli presente.
Solto la soga que lo amarraba al muelle. Rapidamente subio por la escalera de cuerdas a un costado del barco, llegando por fin a cubierta. Acto seguido comenzo a levar el ancla a gran velocidad, al final ser gyojin servia de algo.
Cuando el trabajo estaba finalizado, lanzo un silbido con todo lo que sus pulmones le permitian, el cual hizo eco entre las calles, no muy lejanas de ahi, advirtiendoles a sus compañeros de que el barco estaba listo para zarpar.
Primero que nada, al dejar atras a los otros barcos, Yushu hizo las velas, utilizando el viento a su favor.
comenzo a manipular el timon, de manera de que el barco, dejando atras a los otros navios, se lanzaria en direccion a la bahia donde su capitan Desmond luchaba contra el chico Igneo. Aun asi no sabia donde se encontraban los otros dos que suponia eran de su tripulacion.
El barco estaba ahora cerca de dicha bahia, a unos pocos metros, pero obviamente cuidando que el barco no encallara. Su capitan, y los dos desconocidos, debian saltar hacia el barco, y luego nadar hasta la escalera, para luego salir al mar, o por lo menos ese era el plan ¿No?

Miér Ago 03, 2011 4:42 pm

Mala suerte acompañaba aquel día al Marine. A pesar de tener bajo control la situación, y es que su poder no parecía quedar eclipsado por ninguno de los presentes, el número de Piratas se incrementaba poco a poco. Siguió con la vista como uno de los miembros de la tripulación de Desmond se alejaba de la escena, mas incapaz de abandonar a su presente combatiente se mantuvo firme en su posición. Una férrea mirada fue dirigida al Capitán Pirata por las palabras que le había dedicado este al Capitán de la Marina. Tuvo que darle la razón al criminal en que había sido su aparición, únicamente su aparición, la que había llevado a este a despertar el Haki y, en consecuencia, convertirse en un peligro aún mayor para la Marina y el Gobierno en general. No podía dejar que alguien así escapara de Logue, no de su ciudad. Ignoró la nueva aparición, en esta ocasión de un tritón, y la marcha de aquel que había osado atacarlo por la espalda sin mayor resultado que el llevarse una poderosa patada en la columna. Si derrotaba a Desmond acabaría con la tripulación entera. Ese era su único objetivo. Pero, como bien parecía, hoy no era su día.

El tritrón recién aparecido no había tardado en marchar para regresar maniobrando con lo que parecía ser el barco de la tripulación. Eso ponía al Capitán en una situación de lo más incómoda pues si combatía contra Desmond se arriesgaba a que este huyera por mar, mientras que, si derribaba el navío podía suceder que el Capitán Pirata optara por una fuga en tierra…mas tendría que arriesgarse y es que en tierra podría atrapar al Pirata, pero el mar escapaba a su habilidad. Como usuario de Akuma no Mi poco podría hacer si caía a las profundidades del océano. El Marine tomó una decisión.

- ¡Se acabó para ti Desmond!- Sentenció firmemente el Marine a la par que lanzaba un puñetazo al aire haciendo que de su puño emergiera un torrente de llamas en dirección al barco del criminal. La seria mirada del Capitán permanecía fija en su contrincante, esperando el siguiente movimiento que fuera a realizar.

Miér Ago 03, 2011 5:43 pm

La idea que más temía y rondaba su cabeza se hizo realidad al ver como el Marine lanzaba un demoledor ataque de fuego hacia el Night Carnival. El número de opciones era bastante limitado, de hecho podía catalogarse como cero así que la idea más temeraria y descabellada que cruzó su mente fue la que dio paso a su posterior acción. Flexionando sus rodillas y tomando impulso con ambas piernas sobre el empedrado pavimento saltó con toda la fuerza que le permitía su pequeño cuerpo y se interpuso de frente en la trayectoria de las llamas.

Como no podía ser de otra forma, aunque el pirata cruzó sus brazos frente a su rostro para así evitar que su cara se viera afectada por las llamas; su torso y brazos acabaron envueltos en quemaduras de bastante gravedad.

Si tan sólo pudiera controlar a voluntad aquel misterioso poder que había despertado podría haber salido ileso de aquella ondanada de ardientes flamas pero aun no sabía como doblegar aquel extraño poder prácticamente etéreo para usarlo en combate así que el resultado era obvio. Por suerte o desgracia la ráfaga de fuego al impactar contra su cuerpo le impulsó con tal fuerza que lo llevó hasta la cubierta del barco, haciéndole caer sobre esta; su cuerpo con la velocidad del impulso había apagado las llamas pero ya no quedaba ropa cubriendo la parte superior de este y su piel presentaba quemaduras bastante feas.

¡Argh! ¡Como duele! ¡No sé si aguantaré otra ondanada de esas llamas!- Exclamó el pirata dolorido, incorporándose sobre la madera y deseando que Seishin y Henry volvieran lo antes posible por el bien de la que al parecer se presentaba como una corta vida para el pirata.

Prueba de Fuego

Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego

Re: Prueba de Fuego