Índice
Últimas imágenes
Buscar
Registrarse
Conectarse
InvitadoInvitado
Tranquilidad post-acción
Sáb Jul 23, 2011 9:28 pm
Se encontraba junto a Lagi, ya habiendo "huído" del revoloteo de marines alrededor del almacén de alimentos del cuartel de Shellstown, habiendo ellos dos y su compañera Chizu, ahora de viaje, detenido un ataque terrorista enfocado hacia la comida por parte de la armada revolucionaria. Estaba un poco cansado, ya que hacía pocos minutos le había tocado correr un largo trecho, pero lo disimulaba bastante bien, además que su andar no era particularmente veloz. Su compañero también se desplazaba a la misma velocidad, ya que durante el camino estuvieron entablando conversación, aunque tal charla ahora mismo no existía, tan solo caminaban a través de los alrededores del Cuartel.
Le recordó que, quizás aprovechando el tiempo de ocio con el cual contaban, podría aprovechar y presentar la idea del Iron Hand, la organización interna del Cipher Pol para miembros devotos, a otros sujetos de esta misma organización. Tal había sido fundada hacía ya tiempo, siendo Mikhail un simple miembro. Ahora, era el Maestro de Ceremonias de tal, encargandose de la distribución de data dentro del grupo y el manejo de sus miembros. Lagi, aún a su lado, también pertenecía a esta división, y Chizu de la misma forma. Quizás pasado un tiempo daría una visita a la biblioteca de la base, siendo esta la "base general" de toda la información del Iron Hand.
Le recordó que, quizás aprovechando el tiempo de ocio con el cual contaban, podría aprovechar y presentar la idea del Iron Hand, la organización interna del Cipher Pol para miembros devotos, a otros sujetos de esta misma organización. Tal había sido fundada hacía ya tiempo, siendo Mikhail un simple miembro. Ahora, era el Maestro de Ceremonias de tal, encargandose de la distribución de data dentro del grupo y el manejo de sus miembros. Lagi, aún a su lado, también pertenecía a esta división, y Chizu de la misma forma. Quizás pasado un tiempo daría una visita a la biblioteca de la base, siendo esta la "base general" de toda la información del Iron Hand.
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Lun Jul 25, 2011 9:54 am
El lugar en el que se encontraban caminando era una calle que quedaba alrededor del cuartel general, es decir, no estaban del todo dentro del cuartel de la marina, sin embargo si en sus cercanías y en adelante tendrían planeado adentrarse en el mismo, pero por el momento, ambos agentes salieron un rato a tomar un poco el aire, pues después del combate en el interior del cuartel y la espera por parte de Lagi hacia Mikhail mientras acababa el informe le habían dejado unas minúsculas ganas de encontrarse bajo un techo, aunque ciertamente por la pinta que estaba comenzando a tomar el cielo, era probable que en breve tuvieran que tomar ése techo como resguardo, pues un tono grisáceo se estaba apoderando del limpio azul que tenía momentos antes. - Curioso… nunca he tenido tanto tiempo seguido para tomar decisiones sobre que hacer, y ahora que lo tengo no me apetece pensar en ello… - Mencionó el pelirrojo que se encontraba caminando al mismo son que su compañero, momentos antes habían tenido una conversación que mezclaba los intereses de cada uno, pero por el momento esa conversación había finalizado, sin embargo apenas hacían faltas palabras para que ambos jóvenes se entendieran, pues el carácter del uno se parecía bastante al del otro.
- ¿Qué crees que es lo siguiente que debemos hacer?, es decir, no parece que vaya a pasar nada interesante en este lugar por un tiempo, sobretodo después de haber frustrado los planes de unos revolucionarios… - El de cabellos rojizos daba hincapié a que, tanto su compañero, como él mismo, se plantearan que podrían hacer ahora que se habían juntado de nuevo para afrontar las situaciones que surgieran, aunque seguidamente a ello se le vino algo a la mente como duda, y no le quedó otra más que expresarla al momento dejando un breve espacio de tiempo para la respuesta de Mikhail hacia su pregunta anterior. - Por cierto, sobre Iron Hand… hace tiempo que no me pongo al día, es decir, no he visto o recuerdo a los miembros de la división, y puesto que tú llevas más o menos todo eso… ¿Cuántos somos ya…? - La cara del pelirrojo se había quedado pensativa tras su pregunta, pues ciertamente no recordaba si habían miembros nuevos en aquella división o si aun seguían solamente tres o cuatro personas como miembros, además de que no había visto a ninguno de ellos más que a Mikhail y Chizu desde que se unió a esta división, por lo que no sabia apenas sobre sus miembros, ciertamente en algún momento debería pasarse por la biblioteca para ponerse al día en ese aspecto, pero de momento probaría si era posible ahorrarse el viaje preguntando a su compañero allí presente.
- ¿Qué crees que es lo siguiente que debemos hacer?, es decir, no parece que vaya a pasar nada interesante en este lugar por un tiempo, sobretodo después de haber frustrado los planes de unos revolucionarios… - El de cabellos rojizos daba hincapié a que, tanto su compañero, como él mismo, se plantearan que podrían hacer ahora que se habían juntado de nuevo para afrontar las situaciones que surgieran, aunque seguidamente a ello se le vino algo a la mente como duda, y no le quedó otra más que expresarla al momento dejando un breve espacio de tiempo para la respuesta de Mikhail hacia su pregunta anterior. - Por cierto, sobre Iron Hand… hace tiempo que no me pongo al día, es decir, no he visto o recuerdo a los miembros de la división, y puesto que tú llevas más o menos todo eso… ¿Cuántos somos ya…? - La cara del pelirrojo se había quedado pensativa tras su pregunta, pues ciertamente no recordaba si habían miembros nuevos en aquella división o si aun seguían solamente tres o cuatro personas como miembros, además de que no había visto a ninguno de ellos más que a Mikhail y Chizu desde que se unió a esta división, por lo que no sabia apenas sobre sus miembros, ciertamente en algún momento debería pasarse por la biblioteca para ponerse al día en ese aspecto, pero de momento probaría si era posible ahorrarse el viaje preguntando a su compañero allí presente.
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Lun Jul 25, 2011 12:42 pm
- Al no tener asignadas misiones, según las reglas tenemos libre albedrío en cuanto a movernos a través de los mares...- Tampoco tenía muchas ideas, de hecho, ninguna, respecto a que podrían hacer en estos días libres que tenían, al no estar asignados a ninguna misión. Luego, respecto a la pregunta sobre Iron Hand, le causó cierta gracia que lo mencionara justo después de él haber estado pensando en ello.- Pues, ahora mismo, somos 6 personas según recuerdo, hay que tener en cuenta que no existe la membresía, así que a veces entran y salen como si nada.
Siguieron caminando, mientras el ambiente se hacía cada vez más húmedo, y contadas gotas de agua comenzaban a caer.- Quizás podríamos patrullar un poco un par de islas, la actividad pirata según tengo entendido a comenzado un leve auge nuevamente, aunque no sea nuestro terreno...¿Alguna idea especial? - Preguntó a Lagi, por si acaso este llevaba ya una idea sobre como podrían actuar, o donde podrían. Unos pocos pasos más, y la llovizna de hacía pocos segundos poco a poco comenzaba a transformarse en lluvia. Su traje tenía un coste promedio, así que no quería que fuese a dañarse de cualquier forma, así que buscó resguardó en una pared, la cual tapaba al menos un metro, suficiente para caminar, aunque ahora le daba la espalda al pelirrojo.
Siguieron caminando, mientras el ambiente se hacía cada vez más húmedo, y contadas gotas de agua comenzaban a caer.- Quizás podríamos patrullar un poco un par de islas, la actividad pirata según tengo entendido a comenzado un leve auge nuevamente, aunque no sea nuestro terreno...¿Alguna idea especial? - Preguntó a Lagi, por si acaso este llevaba ya una idea sobre como podrían actuar, o donde podrían. Unos pocos pasos más, y la llovizna de hacía pocos segundos poco a poco comenzaba a transformarse en lluvia. Su traje tenía un coste promedio, así que no quería que fuese a dañarse de cualquier forma, así que buscó resguardó en una pared, la cual tapaba al menos un metro, suficiente para caminar, aunque ahora le daba la espalda al pelirrojo.
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Lun Jul 25, 2011 1:38 pm
La lluvia arremetía fuertemente contra los cuerpos de ambos agentes, no es que molestase realmente al pelirrojo, pues este podía decir sin temor ni duda alguna, que sus días preferidos eran aquellos que estaban apesadumbrados, tal y como el que estaba teniendo lugar en el aquel lugar, en aquel momento, sobre él… Mikhail fue rápido en retirarse de las gotas que estaban cayendo, pues parecía que no le llamaba eso de mojarse o al menos ir con la ropa mojada, no estaba seguro del todo, pero las acciones del joven agente de ropajes oscuros diferían respecto al de cabellos rojizos. Lagi se mantuvo un tiempo más bajo la lluvia, puesto que esta era fuerte y torrencial causaba que tanto su ropa, como su cabello, se ajustaran más a su cuerpo. Las gotas de agua no caían a la velocidad suficiente por su rostro, de manera que se acumulaban formando pequeños torrentes o hilos de agua que caían siendo un poco molesto, pero que sin embargo no hacían que el agente se apartase de la trayectoria de las gotas, no al menos hasta que su compañero comenzó a caminar dándole la espalda, fue en ese preciso instante cuando, al igual que Mikhail, se aproximo a la pared evitando el que continuara mojándose pero quedando bastante empapado por sus actos, sin embargo no había queja alguna por su parte.
- Esto era previsible… - El joven no estaba molesto, de hecho se sentía cómodo, pero debía retomar la conversación que había pausado y responder a la pregunta que en aire había quedado. - Pues si tal y como has dicho se esta llevando un levantamiento de nuevo respecto a los piratas, deberíamos al menos pasar a mirar o observar como avanza, entiendo que no es lo que más nos concierne habiendo revolucionarios por ahí y actuando, pero hasta el momento en el que se pronuncien podemos mantenernos con eso, y quien sabe... - El pelirrojo hizo una leve pausa para secarse parte del cabello frotándolo rápido y fuertemente, solamente para que no se sintiera tan pesado y de este modo solo se notara fresco pero liviano. - Quizás por el camino encontremos algún que otro asunto que si nos ataña como miembros de los Cipher Pol… - El joven continuó caminando tras la espalda de su compañero ya que no había más lugar por el que caminar a no ser que quisiera volver a empaparse, de todas formas precisaba de una respuesta de su compañero sobre si finalmente irían de isla en isla patrullándolas, ya que por su parte le acababa de confirmar su visto bueno.
- Esto era previsible… - El joven no estaba molesto, de hecho se sentía cómodo, pero debía retomar la conversación que había pausado y responder a la pregunta que en aire había quedado. - Pues si tal y como has dicho se esta llevando un levantamiento de nuevo respecto a los piratas, deberíamos al menos pasar a mirar o observar como avanza, entiendo que no es lo que más nos concierne habiendo revolucionarios por ahí y actuando, pero hasta el momento en el que se pronuncien podemos mantenernos con eso, y quien sabe... - El pelirrojo hizo una leve pausa para secarse parte del cabello frotándolo rápido y fuertemente, solamente para que no se sintiera tan pesado y de este modo solo se notara fresco pero liviano. - Quizás por el camino encontremos algún que otro asunto que si nos ataña como miembros de los Cipher Pol… - El joven continuó caminando tras la espalda de su compañero ya que no había más lugar por el que caminar a no ser que quisiera volver a empaparse, de todas formas precisaba de una respuesta de su compañero sobre si finalmente irían de isla en isla patrullándolas, ya que por su parte le acababa de confirmar su visto bueno.
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Lun Jul 25, 2011 3:55 pm
Lograron alcanzar una instalación donde se resguardaron de la lluvia, a pesar de que a Lagi no parecía molestarle esta, a Misha le incomodaba. Una vez dentro, repelió con su mano las pocas gotas que habían caído en su ropaje, mirando alrededor para saber si se encontraban en compañía de alguien más, y sí, un par de marines, uno frente a unas escaleras y otro caminando a paso tranquilo, al parecer esperando por algo o por alguien. El pelinegro llevó una mano a su bolsillo izquierdo, sacando una bolsa de frutos secos variados, la cual había sacado de su breve estadía en los depósitos de comida, abriéndola con suavidad y empezando a comer de esta, uno de sus vicios más comunes.
- ¿Quieres? - Dijo ofreciéndole al pelirrojo, mientras pensaba en lo que este le había dicho hacía breves instantes. Mientras tanto, se fijó que había algo de movimiento en las afueras del lugar en el cual se encontraban, bastante cerca de una de las entradas/salidas del cuartel. Quizás sería un civil, desde su posición no podía confirmarlo con certeza.
- ¿Quieres? - Dijo ofreciéndole al pelirrojo, mientras pensaba en lo que este le había dicho hacía breves instantes. Mientras tanto, se fijó que había algo de movimiento en las afueras del lugar en el cual se encontraban, bastante cerca de una de las entradas/salidas del cuartel. Quizás sería un civil, desde su posición no podía confirmarlo con certeza.
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Lun Jul 25, 2011 5:27 pm
El pelirrojo alcanzó en un par de pasos al moreno, pues este iba en todo momento frente a él a causa del poco espacio que había para caminar sin mojarse pegados a la pared. Al poco de haberse detenido en una instalación conjunta a la base de la marina, su compañero sacó un paquete de frutos secos y comenzó a comerse unos pocos, aunque no continuó sin antes ofrecerle unos pocos a su compañero, el cual aun estaba empapado por su pequeña actuación de hacía un rato bajo la lluvia. - Sí, cogeré algunos… - Cuando el agente fue a introducir la mano en el paquete de frutos secos una voz se alzó en el interior de la instalación impidiendo que este culminara con su acción, ya que se distrajo y tornó su mirada hacia el lugar de donde provenía la voz. Se trataba de uno de los marines, había hecho un quejido de dolor al ser golpeado a distancia por una botella de cristal, el otro marine que estaba en la puerta salió corriendo a investigar si su compañeros estaba en buen estado, pero el pelirrojo paso por alto esta situación y se fijo en el lugar del cual provino aquel certero lanzamiento de botella.
- ¡Marine cabrones, no servís para nada, sois una panda de vagos de mierda, inútiles! - Gritaba una persona en el centro de la calle, aunque solamente gritaba uno eran cuatro las personas que sostenían objetos con, al parecer, intención de lanzarlos hacia los marines, por algún motivo estaban en descontento con ellos. La banda parecía ser una típica de la barriada, pues tenían pinta de tener entre diecisiete y veinte años, por lo que era de extrañar que perteneciesen a algún tipo de banda pirata o división revolucionaria, después de todo no tenían un estilo de combate o armas, tan solo objetos que arrojar. - Eh, ¿Se puede saber que os pasa? - La respuesta a la pregunta del agente se aproximaba hacia el a gran velocidad, pues la respuesta se trataba de nuevo de una botella de cristal arrojado por otro joven. El agente no dudo un momento y rápidamente se giró levemente hacia su izquierda dejando pasar de largo la botella contra una pared de ladrillos, donde su final llegaba tras un estruendo que anunciaba que se había roto, esparciendo un el poco liquido que quedaba por la zona del impacto. - Cállate, esto no va con vosotros estúpidos, nos conformamos con un par de marines a los que patear… - Dijo el joven que había arrojado la botella, pues ciertamente no reconocían a los agentes como tales, sino como simples civiles que estaban entrometiéndose donde no debían.
- Deberías tranquilizarte chico… podrías acabar peor de lo que piensas… - Amenazó Lagi, el cual aun seguía empapado y no pudo evitar el volverse a mojar, pues las acciones de aquellos inútiles le había llevado al joven a esquivar su ataque exponiéndose de nuevo bajo la lluvia, como era normal, no le importaba, se preguntaba si así seria sobre ellos, pues también estaban empapados y sus ropas eran más anchas, así que tenían pinta de pesar bastante más de las que llevaba el pelirrojo. La banda de civiles comenzó a arrojar botellas por tercera vez, sin embargo esta vez eran dos y dirigidas hacia su compañero que aun estaba tranquilamente comiendo sus frutos secos.
- ¡Marine cabrones, no servís para nada, sois una panda de vagos de mierda, inútiles! - Gritaba una persona en el centro de la calle, aunque solamente gritaba uno eran cuatro las personas que sostenían objetos con, al parecer, intención de lanzarlos hacia los marines, por algún motivo estaban en descontento con ellos. La banda parecía ser una típica de la barriada, pues tenían pinta de tener entre diecisiete y veinte años, por lo que era de extrañar que perteneciesen a algún tipo de banda pirata o división revolucionaria, después de todo no tenían un estilo de combate o armas, tan solo objetos que arrojar. - Eh, ¿Se puede saber que os pasa? - La respuesta a la pregunta del agente se aproximaba hacia el a gran velocidad, pues la respuesta se trataba de nuevo de una botella de cristal arrojado por otro joven. El agente no dudo un momento y rápidamente se giró levemente hacia su izquierda dejando pasar de largo la botella contra una pared de ladrillos, donde su final llegaba tras un estruendo que anunciaba que se había roto, esparciendo un el poco liquido que quedaba por la zona del impacto. - Cállate, esto no va con vosotros estúpidos, nos conformamos con un par de marines a los que patear… - Dijo el joven que había arrojado la botella, pues ciertamente no reconocían a los agentes como tales, sino como simples civiles que estaban entrometiéndose donde no debían.
- Deberías tranquilizarte chico… podrías acabar peor de lo que piensas… - Amenazó Lagi, el cual aun seguía empapado y no pudo evitar el volverse a mojar, pues las acciones de aquellos inútiles le había llevado al joven a esquivar su ataque exponiéndose de nuevo bajo la lluvia, como era normal, no le importaba, se preguntaba si así seria sobre ellos, pues también estaban empapados y sus ropas eran más anchas, así que tenían pinta de pesar bastante más de las que llevaba el pelirrojo. La banda de civiles comenzó a arrojar botellas por tercera vez, sin embargo esta vez eran dos y dirigidas hacia su compañero que aun estaba tranquilamente comiendo sus frutos secos.
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Lun Jul 25, 2011 7:00 pm
Terminó con los frutos secos que le había dejado Lagi, guardando la bolsa ya vacía en uno de los bolsillos de su traje, no le gustaba estar tirando basura por cualquier lugar. Luego, su atención fue atraída por los alborotadores que había visto antes, esta vez logrando escuchar claramente unos insultos dirigidos a los marines, siendo uno herido por un objeto contundente que fue lanzado desde el centro de la calle, desde donde se notaba que la lluvia estaba en pleno apogeo. Eran unos cuantos chicos, al parecer no mayores que él, y de clase baja, típico de un grupo que ni siquiera se podía considerar revolucionario, con los cuales ya sabía tratar, sino simplemente chicos con quejas que seguramente no tuvieran basamento fijo y que podrían ser refutados con una simple charla de 5 minutos. Lagi se acercó a estos, intentando averiguar que sucedía, mojándose aún más mientras salía de cubierto, pero los sujetos tan solo le exclamaron que no era su asunto, y como extra, lanzandole una botella, la cual claramente esquivó con facilidad. Esto siguió una amenaza por parte del agente, siendo esta ignorada a la vez que iniciaban todos a proseguir con el lanzamiento de botellas. El poseer tantos envases de vidrio le hizo pensar que quizás estarían borrachos, lo cual considerando su edad es ilegal, otra razón con la cual podría ponerles bajo arresto.
Las botellas lanzadas esta vez iban dirigidos a Mikhail, que aunque no hubiera hecho nada, no parecía importarles a ellos. La primera botella la esquivó girando el torso unos pocos grados, causando que esta pasara de largo e impactara al final con el suelo, mientras que la otra la agarró en pleno vuelo, y con un sencillo movimiento la lanzó hacia la multitud de chicos, haciendo que impactara contra la cabeza de uno de ellos, haciéndole caer al suelo de pleno. No quería colocarse bajo la lluvia, así que si podía evitarlo, lo haría, de todas formas, ya Lagi estaba ahí fuera.
- Mejor iros de una vez niños...la comida en la cárcel está poco condimentada, y hay problemas con los jabones en los baños - Dijo con sarcasmo, sin gritar, ya que hacerlo no era algo que le gustase, sino que lo consideraba de mal gusto. Esperaba que entendieran que no sería sencillo si proseguían con sus actos, hablándoles de manera entendible para la jerga de barriada, pero al parecer, no sería suficiente.- ¡Hijo de...! ¡Es un chico y le has golpeado, desgraciado!...¡Los de la marina sois todos unos inútiles, la ciudad se llena de robos e injusticia y vosotros no hacéis absolutamente nada, solo os preocupáis de piratas! - El chico que habló parecía tener labia, al menos se expresaba bien, era un punto a favor desde la perspectiva de Mikhail, sin embargo, otro de los chicos se plantó frente a Lagi, intentando golpearle con una botella rota por la mitad, con cierto filo, y otro, colocándose a la espalda de este, le trató de hacer una llave de lucha, para inmovilizarlo.
Las botellas lanzadas esta vez iban dirigidos a Mikhail, que aunque no hubiera hecho nada, no parecía importarles a ellos. La primera botella la esquivó girando el torso unos pocos grados, causando que esta pasara de largo e impactara al final con el suelo, mientras que la otra la agarró en pleno vuelo, y con un sencillo movimiento la lanzó hacia la multitud de chicos, haciendo que impactara contra la cabeza de uno de ellos, haciéndole caer al suelo de pleno. No quería colocarse bajo la lluvia, así que si podía evitarlo, lo haría, de todas formas, ya Lagi estaba ahí fuera.
- Mejor iros de una vez niños...la comida en la cárcel está poco condimentada, y hay problemas con los jabones en los baños - Dijo con sarcasmo, sin gritar, ya que hacerlo no era algo que le gustase, sino que lo consideraba de mal gusto. Esperaba que entendieran que no sería sencillo si proseguían con sus actos, hablándoles de manera entendible para la jerga de barriada, pero al parecer, no sería suficiente.- ¡Hijo de...! ¡Es un chico y le has golpeado, desgraciado!...¡Los de la marina sois todos unos inútiles, la ciudad se llena de robos e injusticia y vosotros no hacéis absolutamente nada, solo os preocupáis de piratas! - El chico que habló parecía tener labia, al menos se expresaba bien, era un punto a favor desde la perspectiva de Mikhail, sin embargo, otro de los chicos se plantó frente a Lagi, intentando golpearle con una botella rota por la mitad, con cierto filo, y otro, colocándose a la espalda de este, le trató de hacer una llave de lucha, para inmovilizarlo.
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Lun Jul 25, 2011 8:46 pm
Las reacciones de los jóvenes no mejoraban por mucho que los agentes trataran de convencerlos, pues en respuesta a la amenaza de Lagi solo estuvo el lanzamiento de botella que su compañero pudo evadir con bastante facilidad, y como para no hacerlo, pues se enfrentaban a simples civiles con quejas y con ganas de llamar la atención, ciertamente no era la mejor manera de hacerlo, pero sin embargo los agentes allí presentes no estaban preparados del todo para responder por lo marines. Se suponía que cumplían con su trabajo, y este era dar prioridad a los piratas, hasta el momento cometido que parecían seguir al pie de la letra, sin embargo no sabía que podía estar pasando en el pueblo respecto a esos mencionados robos e injusticias mencionados por uno de ellos, claro que ahora era difícil preguntar por aquel asunto, más que nada por el acto que había llevado acabo su compañero… un lanzamiento certero de botella a la cabeza de uno de los chicos, el pelirrojo le lanzó una mirada simple, sin agresividad ni nada por el estilo, tan solo dando a entender que se había pasado en ése caso, algo que denotaba aun más con un leve suspiro que dejo caer tornando de nuevo la vista hacia el grupo de civiles con descontento por parte de la ley que allí se implementaba.
Obviamente que su intento de convencerlos para desistir iba a fallar, había herido a uno de los miembros, por lo tanto tan solo lo había vuelto más inestables y agresivos, y así fue, dado que en poco tiempo el rojizo recibía una tanda de ataques combinados entre dos de los miembros de la banda, aunque eran ataques simples, básicos, por ende previsibles y fáciles de esquivar. El joven agente se movió rápido, prediciendo con exactitud por donde venía el ataque frontal con la botella, ya que se veían las intenciones del chico a metros, por lo que con una inclinación hacia la derecha por parte del agente bastaría para que el golpe continuara sin golpear a nadie, en ése instante el pelirrojo estaba en una posición propicia para enfrentarse a su agresor, el cual pretendía tomarlo por la espalda, pues aprovechando su inclinación hacia su lado derecho tomaría impulso con el codo de la siniestra en dirección ascendente golpeando al joven en la cara, notando el preciso instante en que la nariz del enemigo crujía y se rompía. El joven se llevó las manos a la cara y se sentó de culo sobre un charco echándose a gritar de dolor mientras la sangre y el agua corrían por su rostro, por su parte, el agente aun no había finalizado, pues tenía a uno de sus agresores delante de él tratando de nuevo una arremetida con más fuerza con aquella botella, supuso el pelirrojo que sería por haber herido a otro miembro de la banda.
Ciertamente aquella molestia no parecía cesar, pues tras uno venía otro y sino el ataque del anterior, por ello la estocada que había enviado el joven con algo más de furia la esquivó girando su torso unos pocos grados hacia su derecha, lo cual lo situaba en una situación incomoda debido a la leve inclinación y la rotación final de su torso, pero permitió que la estocada tan solo rozara levemente su camisa, por suerte sin llegar a rasgarla. El agente agarró el brazo del joven, ya que lo tenía cerca de él por el hecho de haberlo esquivado, y rotando de nuevo llegando a pasar el brazo del joven por encima de su hombro izquierdo y poniendo su espalda frente al torso del chico lo impulsó hacia el frente a modo de que pasara sobre sí mismo, le fue sencillo debido a que utilizo un golpe con su espalda en el torso del joven para impulsarlo levemente hacia arriba, seguido de esto se ayudo de la fuerza con la cual agarraba el brazo y estirando de este, conseguía que el joven diera una media vuelta vertical de ciento ochenta grados por encima del agente, de manera que la espalda del joven retumbara contra el suelo. Ese acto había dejado herido con severidad al joven al menos por el momento, así como sin aliento para levantarse, no le molestaría por ahora…
Obviamente que su intento de convencerlos para desistir iba a fallar, había herido a uno de los miembros, por lo tanto tan solo lo había vuelto más inestables y agresivos, y así fue, dado que en poco tiempo el rojizo recibía una tanda de ataques combinados entre dos de los miembros de la banda, aunque eran ataques simples, básicos, por ende previsibles y fáciles de esquivar. El joven agente se movió rápido, prediciendo con exactitud por donde venía el ataque frontal con la botella, ya que se veían las intenciones del chico a metros, por lo que con una inclinación hacia la derecha por parte del agente bastaría para que el golpe continuara sin golpear a nadie, en ése instante el pelirrojo estaba en una posición propicia para enfrentarse a su agresor, el cual pretendía tomarlo por la espalda, pues aprovechando su inclinación hacia su lado derecho tomaría impulso con el codo de la siniestra en dirección ascendente golpeando al joven en la cara, notando el preciso instante en que la nariz del enemigo crujía y se rompía. El joven se llevó las manos a la cara y se sentó de culo sobre un charco echándose a gritar de dolor mientras la sangre y el agua corrían por su rostro, por su parte, el agente aun no había finalizado, pues tenía a uno de sus agresores delante de él tratando de nuevo una arremetida con más fuerza con aquella botella, supuso el pelirrojo que sería por haber herido a otro miembro de la banda.
Ciertamente aquella molestia no parecía cesar, pues tras uno venía otro y sino el ataque del anterior, por ello la estocada que había enviado el joven con algo más de furia la esquivó girando su torso unos pocos grados hacia su derecha, lo cual lo situaba en una situación incomoda debido a la leve inclinación y la rotación final de su torso, pero permitió que la estocada tan solo rozara levemente su camisa, por suerte sin llegar a rasgarla. El agente agarró el brazo del joven, ya que lo tenía cerca de él por el hecho de haberlo esquivado, y rotando de nuevo llegando a pasar el brazo del joven por encima de su hombro izquierdo y poniendo su espalda frente al torso del chico lo impulsó hacia el frente a modo de que pasara sobre sí mismo, le fue sencillo debido a que utilizo un golpe con su espalda en el torso del joven para impulsarlo levemente hacia arriba, seguido de esto se ayudo de la fuerza con la cual agarraba el brazo y estirando de este, conseguía que el joven diera una media vuelta vertical de ciento ochenta grados por encima del agente, de manera que la espalda del joven retumbara contra el suelo. Ese acto había dejado herido con severidad al joven al menos por el momento, así como sin aliento para levantarse, no le molestaría por ahora…
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Lun Jul 25, 2011 11:37 pm
Los ataques efectuados a Lagi fueron fútiles, como ya esperaba el pelinegro, un miembro del CP entrenado en el cuerpo a cuerpo como Lagi no podía siquiera recibir un golpe por parte de unos simples belicosos pandilleros. Este, antes de la acción, dirigió una mirada a Mikhail, la cual este tomó como cierta reprobación al haber lanzado la botella al chico, pero es lo que vio más conveniente en ese momento, mostrar cierto grado de respeto y dignidad, ya que ellos habían herido ya a un marine. Su forma de ser no estaba hecha para tener paciencia con sujetos que no medían sus acciones, siendo considerado desde hacía tiempo como radical, de marcadas tendencias de extremismo en cuanto a educación.
La lluvia seguía arreciando, por lo que la idea de salir aún no se le pasaba por la cabeza. Seguiría comunicándose desde su posición, aunque tenía en mente que quizás por estar el a cubierto y ellos en plena calle, sería tomado como signo de no-igualdad y probablemente alebrestaría aún más los ánimos a posteriori. Pero, si ese llegaba a ser el caso, se encargaría de ello.- No esperéis actos violentos sin represalias niños, quid pro quo...-Exclamó en voz alta para que esta llegara hasta la posición en la que se encontraban ellos.
-¡Ven y dilo aquí, cobarde!- Dijo el mismo muchacho que había hablado antes. Lo esperaba, sabía que se haría mención a que saliera desde su posición ventajosa. Tendría que hacerlo, pero, no dejaría su traje descuidado. Se acercó al par de marines de antes, quitándose el traje y dándoselo a uno de ellos.- Cuídalo bien, te lo dice un agente del gobierno - Especificó al raso, para que supiera que era un miembro de una organización que, aunque externa, tenía mayor rango que él. Luego de eso, salió a la calle, empezando a empaparse por la continua lluvia. Se colocó sus guantes de cuero, que llevaba en los bolsillos, para evitar mojarse las manos, y quedó al lado de Lagi, frente al grupo.
- A ver...¿Me explicas cuales son los robos e injusticia que predicas, muchacho? - Preguntó al chico, ya que sabía que si había hecho mención a eso, es porque estaba ocurriendo, y técnicamente, era su labor erradicar tales comportamientos, como miembro del CP, y como miembro de Iron Hand.
La lluvia seguía arreciando, por lo que la idea de salir aún no se le pasaba por la cabeza. Seguiría comunicándose desde su posición, aunque tenía en mente que quizás por estar el a cubierto y ellos en plena calle, sería tomado como signo de no-igualdad y probablemente alebrestaría aún más los ánimos a posteriori. Pero, si ese llegaba a ser el caso, se encargaría de ello.- No esperéis actos violentos sin represalias niños, quid pro quo...-Exclamó en voz alta para que esta llegara hasta la posición en la que se encontraban ellos.
-¡Ven y dilo aquí, cobarde!- Dijo el mismo muchacho que había hablado antes. Lo esperaba, sabía que se haría mención a que saliera desde su posición ventajosa. Tendría que hacerlo, pero, no dejaría su traje descuidado. Se acercó al par de marines de antes, quitándose el traje y dándoselo a uno de ellos.- Cuídalo bien, te lo dice un agente del gobierno - Especificó al raso, para que supiera que era un miembro de una organización que, aunque externa, tenía mayor rango que él. Luego de eso, salió a la calle, empezando a empaparse por la continua lluvia. Se colocó sus guantes de cuero, que llevaba en los bolsillos, para evitar mojarse las manos, y quedó al lado de Lagi, frente al grupo.
- A ver...¿Me explicas cuales son los robos e injusticia que predicas, muchacho? - Preguntó al chico, ya que sabía que si había hecho mención a eso, es porque estaba ocurriendo, y técnicamente, era su labor erradicar tales comportamientos, como miembro del CP, y como miembro de Iron Hand.
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Mar Jul 26, 2011 10:47 am
Las palabras que pronunciaba su compañero estaban llenas de razón en ése caso, ya que no podían esperar que se mantuvieran inmóviles ante una tanda de violencia como la que acababan de mostrar. Ciertamente y de la manera que lo estaba haciendo su compañero, debían preguntarle que eran esas injusticias que reprochaban a los marines, así como la oleada de robos y etc. Los agentes estaban dispuestos a ayudar si se les requería, pero por lo menos que formularan la queja de forma normal, no podían presentarse con botellas y arrojarlas así como así para el simple hecho de que fueran atendidos o llamar la atención, pues lo único que habían conseguido hasta el momento eran heridas para ambos bandos, aunque ellos habían recibido bastantes más… - Es como dice, explicaos en lo sucedido sobre robos e injusticias y quizás podamos ayudaros, pero del modo en el que habéis actuado… no se ni como se os pasó por la mente… - Dijo el pelirrojo con un tono de decepción, pues esos actos hacían que viera con un perfil bastante bajo al tipo de personas que protegían, pues no mostraban respeto alguno por el trabajo que marines y agentes llevaban a cabo.
- Ya van tres… ¡tres…! - Comenzó a gritar arrodillado y abatido bajo la lluvia uno de los jóvenes, el cual se le veía lleno de ira mientras pronunciaba aquellas palabras, aunque ante la continuación a su explicación ya eran más calmadas. - Tres veces son las que han atracado en esta semana la tienda de mi padre… dos en la de mi compañero… y en una de ellas… mataron a su madre, joder… y para colmo es el mismo tío una y otra vez, moviéndose por la barriada sin cesar, causando estragos y robos… ya… no puedo decir que sea el único tío el que causa problemas en la ciudad, pero con diferencia es el más notorio y que no deja de cometerlos una y otra vez… ¿Y sabes por que…?, es por vuestra culpa… - El joven se apoyó sobre su brazo diestro y adelanto la pierna izquierda flexionada para apoyarse en ambos lugares y hacer fuerza al levantarse mientras continuaba con sus palabras, parecía bastante dolido, y ciertamente era extraño que un tipo así, como el que describía, no fuese detenido con anterioridad. Una vez el chico se puso en pie acabó señalando al cuartel general en el preciso instante en el que los culpaba en su frase.
- Si es tal y como dices… lo lamento… supongo que se debe a que carecemos de tiempo para tratar con ciertas cosas cuando hay problemas mayores, pues los piratas se están alzando de nuev… - El joven de cabello rojizo fue interrumpido, denegándosele el privilegio de terminarla su propia frase y con ello tratar de excusar el posible abandono que había sufrido la población civil por parte de la marina. - No me valen tus excusas… si de verdad quieres ayudar, detenedle… - El joven se acercó a su compañero dejado inconsciente por Mikhail y lo aproximó a un lugar refugiado de la lluvia, por otra parte, el resto de miembros se pusieron a cubierto de la lluvia por su propia cuenta, siendo unos ayudados por otros sobretodo en el taponamiento de heridas. - Esta bien, le echaremos un vistazo a lo que dices… - El pelirrojo se mantuvo quieto observando que le parecía su decisión a su compañero, que por lo visto ya había decidido posarse al fin bajo la lluvia, pues el acto de estar en todo momento a cubierto no era el más adecuado para la situación. - ¿Estas de acuerdo con eso?, un vistazo rápido y vemos que podemos hacer, eso supongo que bastará. - El agente continuaba empapado, y muy acostumbrado ya a esas alturas, pues su único movimiento repetitivo bajo la lluvia era el de a veces resoplar levemente para que los hilos de agua que se acumulaban en su rostro saliesen disparados en pequeñas gotas hacia el frente, un gesto típico cuando algo te molesta en el rostro a la altura de la boca.
- Ya van tres… ¡tres…! - Comenzó a gritar arrodillado y abatido bajo la lluvia uno de los jóvenes, el cual se le veía lleno de ira mientras pronunciaba aquellas palabras, aunque ante la continuación a su explicación ya eran más calmadas. - Tres veces son las que han atracado en esta semana la tienda de mi padre… dos en la de mi compañero… y en una de ellas… mataron a su madre, joder… y para colmo es el mismo tío una y otra vez, moviéndose por la barriada sin cesar, causando estragos y robos… ya… no puedo decir que sea el único tío el que causa problemas en la ciudad, pero con diferencia es el más notorio y que no deja de cometerlos una y otra vez… ¿Y sabes por que…?, es por vuestra culpa… - El joven se apoyó sobre su brazo diestro y adelanto la pierna izquierda flexionada para apoyarse en ambos lugares y hacer fuerza al levantarse mientras continuaba con sus palabras, parecía bastante dolido, y ciertamente era extraño que un tipo así, como el que describía, no fuese detenido con anterioridad. Una vez el chico se puso en pie acabó señalando al cuartel general en el preciso instante en el que los culpaba en su frase.
- Si es tal y como dices… lo lamento… supongo que se debe a que carecemos de tiempo para tratar con ciertas cosas cuando hay problemas mayores, pues los piratas se están alzando de nuev… - El joven de cabello rojizo fue interrumpido, denegándosele el privilegio de terminarla su propia frase y con ello tratar de excusar el posible abandono que había sufrido la población civil por parte de la marina. - No me valen tus excusas… si de verdad quieres ayudar, detenedle… - El joven se acercó a su compañero dejado inconsciente por Mikhail y lo aproximó a un lugar refugiado de la lluvia, por otra parte, el resto de miembros se pusieron a cubierto de la lluvia por su propia cuenta, siendo unos ayudados por otros sobretodo en el taponamiento de heridas. - Esta bien, le echaremos un vistazo a lo que dices… - El pelirrojo se mantuvo quieto observando que le parecía su decisión a su compañero, que por lo visto ya había decidido posarse al fin bajo la lluvia, pues el acto de estar en todo momento a cubierto no era el más adecuado para la situación. - ¿Estas de acuerdo con eso?, un vistazo rápido y vemos que podemos hacer, eso supongo que bastará. - El agente continuaba empapado, y muy acostumbrado ya a esas alturas, pues su único movimiento repetitivo bajo la lluvia era el de a veces resoplar levemente para que los hilos de agua que se acumulaban en su rostro saliesen disparados en pequeñas gotas hacia el frente, un gesto típico cuando algo te molesta en el rostro a la altura de la boca.
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Mar Jul 26, 2011 12:50 pm
Al parecer los ánimos de combate de los chicos de aquella banda se habían apaciguado en cierta manera, más sin embargo su actitud irreverente se mantenía, cosa que no le gustaba a Mikhail, tal comportamiento frente a la justicia era demasiado insolente para alguien que acababa de cometer actos delictivos, más sin embargo, no dijo absolutamente nada sobre ello, ya que si lo hacía podía renovar la violencia que no hacía mucho había acontecido, y no es que él fuese a salir mal de ello precisamente. Escuchó la historia del muchacho, no completamente atento a él, debido a que no se sentía cómodo bajo la lluvia, cuando podían estar hablando del mismo tema a cubierto. Además, su traje, que portaba sus cuchillos, se encontraba en manos de aquellos marines, que por su rango serían probablemente parte del proletariado, lo cual daba probabilidades a que intentaran robarle. No es que fuera racista, pero si prejuicioso, como le había enseñado su isla natal, la gente se comportaba de acuerdo a su estrato social la mayoría de las veces.
- De acuerdo...vaya, al final tendré que mojarlo... - Respondió a la pregunta de Lagi, pero, si irían a buscar a tal sujeto, al final después de todo, tendría que mojar su traje. En fin, lo pondría a secar, o compraría otro, daba igual de todas formas. Fue a buscarlo con los marines, saludando de forma amable y con una sonrisa completamente falsa, colocándoselo y saliendo de nuevo a la calle, recibiendo el continuo gotear nuevamente. Los chicos entendían poco la actitud de Misha, pero estaba bien de esa forma.- Bueno, iremos a encargarnos de ello, quedaos aquí mientras, y más os vale no causar ningún escándalo, en serio - Le habló a la banda con una nueva sonrisa, aunque, de cierta forma, el encontrarse sonriente le daba cierto toque tétrico, sin embargo, ya parecían estar acostumbrados a ser tratados de esa forma, por lo que apenas se inmutaron.
- ¿Alguna idea de donde puede encontrarse? - Les hizo la última pregunta, necesitaba un punto por el cual poder empezar a investigar.- Al norte del pueblo, a unos 300 metros de la entrada a la base que está por ahí - Esa información le valía, sería aproximadamente unos 200 metros a la redonda, territorio fácil de cubrir por su compañero y él. Empezó a caminar, saliendo rápidamente de la base, tenía ganas de llegar al lugar atravesando el pueblo, de tal manera podría comprobar lo que decían sobre robos e injusticia, hacía ya mucho tiempo que no caminaba por Shellstown aparte de su base.
- De acuerdo...vaya, al final tendré que mojarlo... - Respondió a la pregunta de Lagi, pero, si irían a buscar a tal sujeto, al final después de todo, tendría que mojar su traje. En fin, lo pondría a secar, o compraría otro, daba igual de todas formas. Fue a buscarlo con los marines, saludando de forma amable y con una sonrisa completamente falsa, colocándoselo y saliendo de nuevo a la calle, recibiendo el continuo gotear nuevamente. Los chicos entendían poco la actitud de Misha, pero estaba bien de esa forma.- Bueno, iremos a encargarnos de ello, quedaos aquí mientras, y más os vale no causar ningún escándalo, en serio - Le habló a la banda con una nueva sonrisa, aunque, de cierta forma, el encontrarse sonriente le daba cierto toque tétrico, sin embargo, ya parecían estar acostumbrados a ser tratados de esa forma, por lo que apenas se inmutaron.
- ¿Alguna idea de donde puede encontrarse? - Les hizo la última pregunta, necesitaba un punto por el cual poder empezar a investigar.- Al norte del pueblo, a unos 300 metros de la entrada a la base que está por ahí - Esa información le valía, sería aproximadamente unos 200 metros a la redonda, territorio fácil de cubrir por su compañero y él. Empezó a caminar, saliendo rápidamente de la base, tenía ganas de llegar al lugar atravesando el pueblo, de tal manera podría comprobar lo que decían sobre robos e injusticia, hacía ya mucho tiempo que no caminaba por Shellstown aparte de su base.
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Mar Jul 26, 2011 1:36 pm
La propuesta del pelirrojo había sido aceptada por su compañero, es decir, iban a investigar ese asunto sobre el delincuente reincidente, pues si con eso apaciguaban temporalmente el malestar de los civiles merecía la pena investigarlo. Además seguramente se trataría de un ladrón sin más al que no le habían prestado atención, y por el simple hecho de no intentar detenerlo en ningún momento, se había confiado y no dejaba de lado sus habituales robos y fechorías hacia la población. - Como ha dicho, nos os mováis de aquí… y en caso de que lo hagáis será mejor que os marchéis a casa, no causéis más estragos ni molestia… - El joven de cabellera rojiza se mantuvo a la espera de que su compañero acabara de ponerse el traje y preguntara por la indicación a la cual debían ir, ya que no podían partir sin ninguna pista sobre aquel hombre. La pista que le habían dado a su compañero era bastante exacta aproximadamente, al menos así lo creía el agente, pues se habían enfrentado a situaciones con menor información, por lo que ése vistazo rápido del que habló con anterioridad sería eso, un vistazo rápido, pues debían peinar una zona reducida que entre dos agentes experimentados no debería de llevarles mucho tiempo.
Su compañero había comenzado a caminar con antelación, se notaba que no estaba llevando a cabo una misión de su gusto, pues para empezar tuvo que fingir que sonreía, ése gesto por su parte ya significaba que no le gustaba. - No has dicho nada y sin embargo ya mereces que te llame quejita… venga, no cuesta nada echar un vistazo, tras ello podemos ir a lo que mencionamos al principio, revisar alguna isla y sobre eso del auge de piratas. - Dijo el pelirrojo tratando de convencer a su compañero de que aquello seria rápido y poco molesto, claro que eso ya lo debía de saber él mismo. Ambos compañeros caminaban entre las calles de Shellstown bajo la lluvia, al principio era una ciudad completamente normal, no veían nada de estragos o algo por lo que debieran quejarse los civiles, sin embargo no continuó así, pues conforme avanzaban el ambiente caía en decadencia. A los lados de la calle habían personas tiradas cubriéndose con tapas de cubos de basura, cartones mojados debido a la lluvia torrencial, claramente eran mendigos y vagabundos, personas sin un techo y con pinta de haber malgastado su vida, pues muchos de ellos se les notaba por la cara que consumían ciertas sustancias. - Vaya… parece que si que hay una zona afectada por todo un declive humano… - La frase del joven acabó con un fuerte tronar, no provocado por él, sino por un trueno que iluminó toda la zona en la cual se encontraban, pues ahora la lluvia estaba siendo acompañada por una tormenta. - Genial… - Mencionó el joven agente en un volumen bastante bajo y con ironía, pues daba a entender que aquella situación no era la más cómoda para ponerse a buscar delincuentes.
Su avance continuaba en dirección norte, tal y como le habían indicado al grupo, en ese momento estaban en un barrio en el que la gente parecía estar más asustada, pues las puertas y ventanas permanecían cerradas, no había ni un alma en la calle y tampoco sonido, más que el de un par de perros con la cabeza metida en un cubo de basura tumbado. La tormenta comenzaba a tomar fuerza y junto a esta el viento, pero fue entonces, cuando aparte del sonido de los perros y de los truenos se consiguió escuchar algo más, un joven había comenzado a gritar. El alarido provenía de una zona de callejones oscuros en forma de pendiente ascendente, lo cual hacía que el agua bajara a la calle principal. El pelirrojo comenzó a avanzar corriendo por dichos callejones, esquivando ciertos obstáculos del mobiliario urbano hasta alcanzar a cuatro personas, una era la joven de la cual provenían los alaridos, las otras tres, unos hombres con malas pintas y que claramente pretendían hacer algo con aquella mujer, pues la estaban amenazando con un cuchillo y habían rasgado parte de sus ropajes. - Estate quietecita, cuanto más colabores menos te dolerá y mejor te lo pasaras… ¡Hahaha! - Dijo el más alto del grupo y el cual parecía tener dichas intenciones con la joven, el resto parecían simples secuaces del primer tipo. Se encontraban en el rango de la zona de actividad del tipo que habían mencionado los jóvenes, por lo que era probable que fuera él quien causaba los estragos en ese barrio. - Eh tu, ¿que se supone que haces?, si quieres divertirte puedes hacerlo con nosotros… estoy seguro de que te iras bien calentito para casa… - Dijo el pelirrojo haciendo mención a ambos agentes, obviamente en sus palabras se escondía la ironía de que acabarían moliéndole a palos por la cantidad de actos que había llevado a cabo en aquella ciudad.
Su compañero había comenzado a caminar con antelación, se notaba que no estaba llevando a cabo una misión de su gusto, pues para empezar tuvo que fingir que sonreía, ése gesto por su parte ya significaba que no le gustaba. - No has dicho nada y sin embargo ya mereces que te llame quejita… venga, no cuesta nada echar un vistazo, tras ello podemos ir a lo que mencionamos al principio, revisar alguna isla y sobre eso del auge de piratas. - Dijo el pelirrojo tratando de convencer a su compañero de que aquello seria rápido y poco molesto, claro que eso ya lo debía de saber él mismo. Ambos compañeros caminaban entre las calles de Shellstown bajo la lluvia, al principio era una ciudad completamente normal, no veían nada de estragos o algo por lo que debieran quejarse los civiles, sin embargo no continuó así, pues conforme avanzaban el ambiente caía en decadencia. A los lados de la calle habían personas tiradas cubriéndose con tapas de cubos de basura, cartones mojados debido a la lluvia torrencial, claramente eran mendigos y vagabundos, personas sin un techo y con pinta de haber malgastado su vida, pues muchos de ellos se les notaba por la cara que consumían ciertas sustancias. - Vaya… parece que si que hay una zona afectada por todo un declive humano… - La frase del joven acabó con un fuerte tronar, no provocado por él, sino por un trueno que iluminó toda la zona en la cual se encontraban, pues ahora la lluvia estaba siendo acompañada por una tormenta. - Genial… - Mencionó el joven agente en un volumen bastante bajo y con ironía, pues daba a entender que aquella situación no era la más cómoda para ponerse a buscar delincuentes.
Su avance continuaba en dirección norte, tal y como le habían indicado al grupo, en ese momento estaban en un barrio en el que la gente parecía estar más asustada, pues las puertas y ventanas permanecían cerradas, no había ni un alma en la calle y tampoco sonido, más que el de un par de perros con la cabeza metida en un cubo de basura tumbado. La tormenta comenzaba a tomar fuerza y junto a esta el viento, pero fue entonces, cuando aparte del sonido de los perros y de los truenos se consiguió escuchar algo más, un joven había comenzado a gritar. El alarido provenía de una zona de callejones oscuros en forma de pendiente ascendente, lo cual hacía que el agua bajara a la calle principal. El pelirrojo comenzó a avanzar corriendo por dichos callejones, esquivando ciertos obstáculos del mobiliario urbano hasta alcanzar a cuatro personas, una era la joven de la cual provenían los alaridos, las otras tres, unos hombres con malas pintas y que claramente pretendían hacer algo con aquella mujer, pues la estaban amenazando con un cuchillo y habían rasgado parte de sus ropajes. - Estate quietecita, cuanto más colabores menos te dolerá y mejor te lo pasaras… ¡Hahaha! - Dijo el más alto del grupo y el cual parecía tener dichas intenciones con la joven, el resto parecían simples secuaces del primer tipo. Se encontraban en el rango de la zona de actividad del tipo que habían mencionado los jóvenes, por lo que era probable que fuera él quien causaba los estragos en ese barrio. - Eh tu, ¿que se supone que haces?, si quieres divertirte puedes hacerlo con nosotros… estoy seguro de que te iras bien calentito para casa… - Dijo el pelirrojo haciendo mención a ambos agentes, obviamente en sus palabras se escondía la ironía de que acabarían moliéndole a palos por la cantidad de actos que había llevado a cabo en aquella ciudad.
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Mar Jul 26, 2011 3:04 pm
- Lo que me molesta es que tengamos que resolver un asunto que es solo concerniente a la marina que debieron haber resuelto hace un tiempo, por lo que cuentan ya tiene un tiempo ese maleante...y además, tiene que estar lloviendo, es molesto - Decía respondiendo al adjetivo de "Quejita" que le había puesto Lagi. Como miembro de Iron Hand estaba dispuesto a encargarse de todos los asuntos que cumplieran con los objetivos de justicia que buscaban, pero el tener que resolver un problema de un simple bandolero, que además, realizaba sus fechorías al lado de la base de la marina, era un poco patético.
Mientras iban avanzando se notaba el desgaste progresivo que sufría aquella barriada de la ciudad, bastante decadente, se notaba que últimamente, como habían dicho aquellos chicos, la marina se preocupaba demasiado por los piratas y poco por el pueblo. Y para colmo, aquella lluvia se transformaba en tormenta, tal anunciaba un estruendo provocado por un trueno. Su traje, ya con un tiempo bajo la lluvia, se había hecho pesado e incómodo, pero tenía que llevarlo, sin este, no podría llevar a gusto sus 4 puñales nuevos, que por cierto, en un día que se suponía que no tendría nada que hacer, ya había intervenido en 2 asuntos de importancia, lo que le hacía preguntarse de nuevo ¿Para que servía la marina?
La atención de ambos agente fue llamada por un grito que recorrió las calles, ya en una zona que se notaba que estaba abandonada de la gracia de cualquier dios que según los mitos populares se encargara de la zona. Un cuarteto de personas se encontraban desde el lugar donde provino el alarido, una de ellas una chica que al parecer fue la que emitió el grito, y estaba siendo acosada por las otras 3 personas, en específico, el más alto del grupo, que parecía comandar a los otros dos, y tenía intenciones no del todo legales con aquella mujer. Lagi se adelantó a hablar, deteniendo en seco las acciones del sujeto, quién miró fijamente al par de agentes, como si de un par de aleatorios se tratasen.
- ¿Oh? ¿Un par de valientes? Ya era hora de que alguien mostrara algo de dignidad chicos... pero es también tonto hacerlo frente a mí, el poderoso... ¡Hasting! - Dijo con sorna, mostrando los músculos tonificados de sus brazos, los cuales poco impresionaron al pelinegro, solo era un fisioculturista más. Los otros dos supuestos subordinados se colocaron a la derecha del llamado Hasting, denotando que también se entrometerían en los asuntos de su jefe. Misha miró de lado al pelirrojo - Tú al jefe, yo los otros - Le dijo con simpleza, no sería nada más que un combate rutinario, aunque no fueran combatientes inexpertos, no serían rivales reales para el par de agentes. Sus palabras fueron escuchadas por el trío, moviéndose aquellos dos sujetos hacia el lado del pelinegro.
- ¿Crees que puedes con nosotros, lenteja? - Dijo uno de ellos haciendo referencia al problema visual con el que acarreaba Mikhail, por lo que portaba gafas, las cuales estaban empapadas por la lluvia. Tales se las quitó con lentitud, y las guardó en un bolsillo del traje. No dijo ninguna palabra, no valía la pena, ya que en pocos segundos ya estarían inconscientes. También se abstuvo de realizar las típicas preguntas sobre variadas temáticas que solía realizar a sus contrincantes, eran un par de maleantes simplones, quizás ni siquiera sabían leer, y apenas eran subordinados, no valía la pena.- Pues miralooo...si no habla el chicooooo, pues mira que no vas a hablar en un buen rato por meterte donde no te llamaaaaaan - Decía el otro sujeto, con algo que a Misha le parecía retraso mental ¿Le pagarían a sus padres por cuidar de alguien como eso? o siquiera ¿Sus padres no le habían abandonado ya? Cuestiones sin importancia.
El supuesto retrasado inició el ataque, sacando un pequeño cuchillo de su cintura e intentando dar un corte diagonal a la cara del agente. Chicos jugando con navajas, novatos. El ataque era muy simple, y siendo él un experto en el manejo de armas pequeñas cortopunzantes, sabía directamente como anularlo. Con un movimiento ascendente de su brazo izquierdo, provocó que la mano del atacante se alzara, y por la brusquedad de tal alzamiento, soltó su arma, prosiguiendo Misha con un golpe con el mango de uno de sus puñales al oído, con mucha fuerza, provocando que cayera al suelo sin fuerza en una de sus piernas. El otro agarró un bate que portaba desde el inicio, realizando un golpe descendente vertical, esquivandolo el pelinegro con un movimiento simple hacia atrás, sin embargo, el sujeto continuó con una seguidilla de ataques rápidos, hasta un momento en el que tuvo que sacar el puñal para protegerse - Oh, interesante...- Dijo mientras hacía fuerza contra él, el parecía inusual que fuese forzado a protegerse de un ataque de un maleante, pero, para esos casos, siempre tenía una vuelta. Con la otra mano, sacó su arma de fuego, y apuntó al mentón del sujeto, el cual alarmado, soltó el bate y alzó las manos, rindiendose. Con un golpe con el mango del arma al mentón, le dejó inconsciente. Arrastró el cuerpo hacia su compañero, que estaba en el suelo quejandose, y lo soltó encima de este, para que le costara aún más el levantarse. Ahora, quedaba ver a Lagi contra el "gran Hasting".
Mientras iban avanzando se notaba el desgaste progresivo que sufría aquella barriada de la ciudad, bastante decadente, se notaba que últimamente, como habían dicho aquellos chicos, la marina se preocupaba demasiado por los piratas y poco por el pueblo. Y para colmo, aquella lluvia se transformaba en tormenta, tal anunciaba un estruendo provocado por un trueno. Su traje, ya con un tiempo bajo la lluvia, se había hecho pesado e incómodo, pero tenía que llevarlo, sin este, no podría llevar a gusto sus 4 puñales nuevos, que por cierto, en un día que se suponía que no tendría nada que hacer, ya había intervenido en 2 asuntos de importancia, lo que le hacía preguntarse de nuevo ¿Para que servía la marina?
La atención de ambos agente fue llamada por un grito que recorrió las calles, ya en una zona que se notaba que estaba abandonada de la gracia de cualquier dios que según los mitos populares se encargara de la zona. Un cuarteto de personas se encontraban desde el lugar donde provino el alarido, una de ellas una chica que al parecer fue la que emitió el grito, y estaba siendo acosada por las otras 3 personas, en específico, el más alto del grupo, que parecía comandar a los otros dos, y tenía intenciones no del todo legales con aquella mujer. Lagi se adelantó a hablar, deteniendo en seco las acciones del sujeto, quién miró fijamente al par de agentes, como si de un par de aleatorios se tratasen.
- ¿Oh? ¿Un par de valientes? Ya era hora de que alguien mostrara algo de dignidad chicos... pero es también tonto hacerlo frente a mí, el poderoso... ¡Hasting! - Dijo con sorna, mostrando los músculos tonificados de sus brazos, los cuales poco impresionaron al pelinegro, solo era un fisioculturista más. Los otros dos supuestos subordinados se colocaron a la derecha del llamado Hasting, denotando que también se entrometerían en los asuntos de su jefe. Misha miró de lado al pelirrojo - Tú al jefe, yo los otros - Le dijo con simpleza, no sería nada más que un combate rutinario, aunque no fueran combatientes inexpertos, no serían rivales reales para el par de agentes. Sus palabras fueron escuchadas por el trío, moviéndose aquellos dos sujetos hacia el lado del pelinegro.
- ¿Crees que puedes con nosotros, lenteja? - Dijo uno de ellos haciendo referencia al problema visual con el que acarreaba Mikhail, por lo que portaba gafas, las cuales estaban empapadas por la lluvia. Tales se las quitó con lentitud, y las guardó en un bolsillo del traje. No dijo ninguna palabra, no valía la pena, ya que en pocos segundos ya estarían inconscientes. También se abstuvo de realizar las típicas preguntas sobre variadas temáticas que solía realizar a sus contrincantes, eran un par de maleantes simplones, quizás ni siquiera sabían leer, y apenas eran subordinados, no valía la pena.- Pues miralooo...si no habla el chicooooo, pues mira que no vas a hablar en un buen rato por meterte donde no te llamaaaaaan - Decía el otro sujeto, con algo que a Misha le parecía retraso mental ¿Le pagarían a sus padres por cuidar de alguien como eso? o siquiera ¿Sus padres no le habían abandonado ya? Cuestiones sin importancia.
El supuesto retrasado inició el ataque, sacando un pequeño cuchillo de su cintura e intentando dar un corte diagonal a la cara del agente. Chicos jugando con navajas, novatos. El ataque era muy simple, y siendo él un experto en el manejo de armas pequeñas cortopunzantes, sabía directamente como anularlo. Con un movimiento ascendente de su brazo izquierdo, provocó que la mano del atacante se alzara, y por la brusquedad de tal alzamiento, soltó su arma, prosiguiendo Misha con un golpe con el mango de uno de sus puñales al oído, con mucha fuerza, provocando que cayera al suelo sin fuerza en una de sus piernas. El otro agarró un bate que portaba desde el inicio, realizando un golpe descendente vertical, esquivandolo el pelinegro con un movimiento simple hacia atrás, sin embargo, el sujeto continuó con una seguidilla de ataques rápidos, hasta un momento en el que tuvo que sacar el puñal para protegerse - Oh, interesante...- Dijo mientras hacía fuerza contra él, el parecía inusual que fuese forzado a protegerse de un ataque de un maleante, pero, para esos casos, siempre tenía una vuelta. Con la otra mano, sacó su arma de fuego, y apuntó al mentón del sujeto, el cual alarmado, soltó el bate y alzó las manos, rindiendose. Con un golpe con el mango del arma al mentón, le dejó inconsciente. Arrastró el cuerpo hacia su compañero, que estaba en el suelo quejandose, y lo soltó encima de este, para que le costara aún más el levantarse. Ahora, quedaba ver a Lagi contra el "gran Hasting".
- InvitadoInvitado
Re: Tranquilidad post-acción
Mar Jul 26, 2011 4:26 pm
El hombre que estaba acosando a la joven se había presentado, por decirlo de algún modo, puesto que sus palabras eran entupidas y sobrantes, si acaso, con su nombre hubiera bastado, pero teniendo en cuenta que era un rival que en breve estaría detenido por el grupo de agentes… lo dicho, palabras sobrantes. Mikhail fue el primero en elegir oponentes, pues había dado los patrones para aquel combate, el se encargaría de los secuaces y al pelirrojo le tocaría el aun más patán de su jefe. El gran Hasting se mantuvo con un rostro de superioridad, es decir, confiaba plenamente en los dos tipos que tenía por subordinados, un grave error, casi le fuese salido más a cuenta el tratar de salir huyendo y poder intentar librarse de un tiempo a la sombra. - Eso es chicos, demostradle a ese flacucho por que sois mis subordinados, ¡Hahaha! - Su risa final era infernalmente molesta a los oídos del joven agente, que al igual que su enemigo esperaría a que el semblante de este cambiara por el de humillación, espanto, o alguna de esas muecas que suelen poner los tipos duros cuando están solos tras perder el factor de supremacía numérica, pues tenia toda la pinta de ser ese tipo de hombre, si aun se le podía considerar hombre a aquel tipo de persona que se aprovechaba de los más débiles para coger todo lo que quisiera. Cuanto más lo pensaba más aumentaban las ganas de reducir a aquel tipo, pues lo veía como alguien totalmente despreciable, pero es que para rematarlo no solo era despreciable o un villano de pacotilla, sino que era escandaloso y terriblemente molesto.
- Ya te llegara el momento a ti también… - Amenazó el rojizo a su próximo enemigo en combate, si es que daba la talla para llamarlo así. Ambos espectadores se mantuvieron inmóviles antes las acciones de los dos agresores y el agente del gobierno, pues era un combate, de algún modo, arreglado para que tocase por turnos. Como era de esperar su compañero abatió a sus enemigos con suma facilidad y de una manera penosa por cierto, dado que al primero fue desármalo con un movimiento sutil y dejarlo fuera de combate con un simple golpe, al otro con unos cuantos movimientos básicos de esquivada y una arma de fuego fue suficiente para atemorizarlo y dejarlo inconsciente con un golpe en seco con el mango. Lagi no podía perderse el rostro del tipo, por ello al poco de que este ultimo enemigo cayera a manos de su compañero torno la vista hacia el “gran Hasting”, ya no parecía tan grande por el semblante que le había dejado aquella muestra de poder, sin embargo era muchísimo más entupido de lo que ambos agentes creían, puesto que aun tenia ganas de combatir con el agente. - ¿Os creéis que podéis patear a mis subordinados y marcharos sin más?, no podréis hacer frente a mi poder, ¡soy la persona más fuerte de esta ciudad! - Dijo el hombre haciendo muestra de nuevo de su cuerpo musculado, era algo totalmente ridículo el que pensara que por el simple hecho de estar lleno de músculos tendría la fuerza suficiente para vencer a un enemigo.
- Sin tan fuerte eres ven de una vez a por mi, te demostrare la sutileza y suavidad con la que se le puede vencer a una gran mole sin cerebro com… - Las palabras del joven se cortaron, fue interrumpido por un golpe descendente del enemigo que al parecer había entrado en un estado mayor de irá al decirle que no poseía inteligencia, era un golpe simple por lo que lo pudo esquivar dando un leve salto hacia atrás retirándose de la posición que mantenía con anterioridad. – ¡Te voy a aplastar… y tu le seguirás cuatro ojos! - Su amenaza no iba dirigida únicamente a su rival actual, que era Lagi, sino que también tenía pensado vencer a Mikhail, ciertamente un cabeza hueca… lo que hacía aun más ridículo el hecho de que la marina no lo hubiese detenido hasta el momento. El enorme enemigo volvió a arremeter lanzando un puñetado directo con su derecha hacia el pecho del agente, este aprovecho la fuerza brutal utlizada en ese ataque para su propia defensa, pues el joven rotó uno pocos grados su torso hacia la derecha apartándose de la trayectoria de impacto, pero no le bastó con apartarse, con la ayuda de un golpe con la palma de la mano derecha suave en su antebrazo se ayudo para desviar la dirección a la cual iba dirigida el puñetazo de forma leve, cierto era que la trayectoria no varió en gran proporción, pero al joven le basto para que el desvío finalizara con un impacto directo al muro que estaba un poco a su derecha, de esta manera se pudo escuchar en todo el callejón como la mano del rival se crujía, seguramente llegando a romperse.
- ¡Ahhhhh, maldito bastardo, me la he roto! - Gritaba aquella inmensa mole de músculos ahora adolorido, el joven agente hizo una rápida finta bajo el brazo dolorido de su enemigo para posarse frente a su torso, además tenía que contar con la ventaja de que este se encontraba distraído quejándose por el profundo dolor que sentía en su extremidad. Su finta finalizó de forma correcta, había conseguido situarse frente a su enemigo, y lo tenia claro, no se iba a entretener con él, no le dejo tiempo a que retomara de nuevo el control de la situación y comenzara a enviar ataques nuevamente, pues Lagi se posó sobre la palma de su mano izquierda y alzó con potencia, valiéndose del impulso con la mano, la pierna derecha, enviando un patada ascendente hacia la cara de su enemigo ocasionando un golpe potente y fulminante debido a la suela de acero que sus botas portaban. El joven pudo sentir como bajo la suela, la cabeza del “gran Hasting” era golpeada, este se quedo en un silencio total, ya no había quejas, pues en el momento en el que le impacto se llevaba a cabo este caía inconsciente por la fuerza del golpe. - Vaya, después de todo no necesite mucha fuerza para romperle la mano… supongo que los músculos no lo son todo… - Dijo el agente incorporándose tras la técnica que había ejecutado para dejar fuera de combate a su rival, también se estaba regodeando un poco con cierta ironía, pues se alegraba y mucho, de que tipos como ése recibieran su merecido y además se comieran sus propias palabras.
- Bueno, es hora de detenerlos y presentarlos ante aquellos chavales, hay que comprobar si eran estos tipos los que causaban estragos, y de paso esta al lado del cuartel… - El pelirrojo se valió de un carromato con una burra que había en la calle principal para montar en la parte trasera a la gran mole y a sus secuaces, tras ello se subió en la parte delantera tomando las riendas, en la parte izquierda, mientras su compañero quedaba a la izquierda. Tendrían un pequeño paseo en carro hasta poder llegar a la base, lo único que tenia de malo aquel carro, es que no cubría de la lluvia, pues era una carreta típicas para transportar mercancías en trayectos cortos, pero eso era mejor que tener que cargarlos hasta el cuartel. El joven se sentía realmente bien cuando limpiaba un poco de gentuza como la que llevaban cargada, pues sabía que esa zona de la ciudad amanecería un poco mejor que ayer gracias a él, y como no, a su compañero y la organización a la que servia. Mientras se calaba hasta los huesos por la lluvia y estaba inmerso en sus pensamientos, así como parecía estarlo su compañero, se dio cuenta en que el viaje había pasado volando y ya se encontraban en la calle donde habían dejado a aquellos jóvenes reposando, es decir, el punto en el que se enfrentaron a los civiles y donde ahora se llevaría a cabo la justicia que tanto pedían, pues eso iba a demostrar que la ley actuaba y defendía a los suyos como debían.
- Eh, levantaos de una vez… mirad lo que traemos… - El joven se bajo del carro y comenzó a descargar los cuerpos inconscientes de los maleantes, ciertamente habían quedado peor de lo que se esperaban. - ¡Sí, esos son! - Gritó uno de los chicos que fue de los primeros en acercarse para observar más detenidamente si estaba en lo cierto o se equivocaba. - Vaya… parece que después de todo habéis cumplido, no esperaba volver a veros por aquí… - Dijo el joven con el cual había explicado toda la situación en el momento de partida, parecía contento, pero lo escondía bajo una capa de dureza y desconfianza hacia la marina y los agentes, pero al pelirrojo le bastaba la pequeña sonrisa de satisfacción que puso el joven al observarlos detenidos. - En fin, estos se van a pasar un largo tiempo a la sombra… por cierto, para la próxima vez, será mejor que hagáis una reclamación formal antes de agredir a nadie, como podéis ver hablando nos entendemos todos… - Lagi y Mikhail con la ayuda de los marines vigilantes de las puertas del cuartel entraron al interior los cuerpos de los enemigos, en dirección a las celdas, donde esperarían antes de ir a una prisión formal y serian antes atendidos, después de todo la marina no eran monstruos, así que antes se encargarían de sus heridas. - Espero que hagáis amigos allí donde vais… - Dijo el rojizo mientras miraba a la banda tumbada en el suelo de la celda, tras ello echó un vistazo a Mikhail. - Ahora al fin podremos partir de Shellstonw… sigamos con ése plan que trazamos en el inicio… - Ambos jóvenes se perdieron de la vista de los marines que les habían ayudado a entrar a los delincuentes hasta sus celdas, pues ahora se dirigían a hacer un breve informe sobre lo acontecido y continuación con su viaje al puerto de dicho cuartel para tomar un barco marine hasta su siguiente destino.
- Ya te llegara el momento a ti también… - Amenazó el rojizo a su próximo enemigo en combate, si es que daba la talla para llamarlo así. Ambos espectadores se mantuvieron inmóviles antes las acciones de los dos agresores y el agente del gobierno, pues era un combate, de algún modo, arreglado para que tocase por turnos. Como era de esperar su compañero abatió a sus enemigos con suma facilidad y de una manera penosa por cierto, dado que al primero fue desármalo con un movimiento sutil y dejarlo fuera de combate con un simple golpe, al otro con unos cuantos movimientos básicos de esquivada y una arma de fuego fue suficiente para atemorizarlo y dejarlo inconsciente con un golpe en seco con el mango. Lagi no podía perderse el rostro del tipo, por ello al poco de que este ultimo enemigo cayera a manos de su compañero torno la vista hacia el “gran Hasting”, ya no parecía tan grande por el semblante que le había dejado aquella muestra de poder, sin embargo era muchísimo más entupido de lo que ambos agentes creían, puesto que aun tenia ganas de combatir con el agente. - ¿Os creéis que podéis patear a mis subordinados y marcharos sin más?, no podréis hacer frente a mi poder, ¡soy la persona más fuerte de esta ciudad! - Dijo el hombre haciendo muestra de nuevo de su cuerpo musculado, era algo totalmente ridículo el que pensara que por el simple hecho de estar lleno de músculos tendría la fuerza suficiente para vencer a un enemigo.
- Sin tan fuerte eres ven de una vez a por mi, te demostrare la sutileza y suavidad con la que se le puede vencer a una gran mole sin cerebro com… - Las palabras del joven se cortaron, fue interrumpido por un golpe descendente del enemigo que al parecer había entrado en un estado mayor de irá al decirle que no poseía inteligencia, era un golpe simple por lo que lo pudo esquivar dando un leve salto hacia atrás retirándose de la posición que mantenía con anterioridad. – ¡Te voy a aplastar… y tu le seguirás cuatro ojos! - Su amenaza no iba dirigida únicamente a su rival actual, que era Lagi, sino que también tenía pensado vencer a Mikhail, ciertamente un cabeza hueca… lo que hacía aun más ridículo el hecho de que la marina no lo hubiese detenido hasta el momento. El enorme enemigo volvió a arremeter lanzando un puñetado directo con su derecha hacia el pecho del agente, este aprovecho la fuerza brutal utlizada en ese ataque para su propia defensa, pues el joven rotó uno pocos grados su torso hacia la derecha apartándose de la trayectoria de impacto, pero no le bastó con apartarse, con la ayuda de un golpe con la palma de la mano derecha suave en su antebrazo se ayudo para desviar la dirección a la cual iba dirigida el puñetazo de forma leve, cierto era que la trayectoria no varió en gran proporción, pero al joven le basto para que el desvío finalizara con un impacto directo al muro que estaba un poco a su derecha, de esta manera se pudo escuchar en todo el callejón como la mano del rival se crujía, seguramente llegando a romperse.
- ¡Ahhhhh, maldito bastardo, me la he roto! - Gritaba aquella inmensa mole de músculos ahora adolorido, el joven agente hizo una rápida finta bajo el brazo dolorido de su enemigo para posarse frente a su torso, además tenía que contar con la ventaja de que este se encontraba distraído quejándose por el profundo dolor que sentía en su extremidad. Su finta finalizó de forma correcta, había conseguido situarse frente a su enemigo, y lo tenia claro, no se iba a entretener con él, no le dejo tiempo a que retomara de nuevo el control de la situación y comenzara a enviar ataques nuevamente, pues Lagi se posó sobre la palma de su mano izquierda y alzó con potencia, valiéndose del impulso con la mano, la pierna derecha, enviando un patada ascendente hacia la cara de su enemigo ocasionando un golpe potente y fulminante debido a la suela de acero que sus botas portaban. El joven pudo sentir como bajo la suela, la cabeza del “gran Hasting” era golpeada, este se quedo en un silencio total, ya no había quejas, pues en el momento en el que le impacto se llevaba a cabo este caía inconsciente por la fuerza del golpe. - Vaya, después de todo no necesite mucha fuerza para romperle la mano… supongo que los músculos no lo son todo… - Dijo el agente incorporándose tras la técnica que había ejecutado para dejar fuera de combate a su rival, también se estaba regodeando un poco con cierta ironía, pues se alegraba y mucho, de que tipos como ése recibieran su merecido y además se comieran sus propias palabras.
- Bueno, es hora de detenerlos y presentarlos ante aquellos chavales, hay que comprobar si eran estos tipos los que causaban estragos, y de paso esta al lado del cuartel… - El pelirrojo se valió de un carromato con una burra que había en la calle principal para montar en la parte trasera a la gran mole y a sus secuaces, tras ello se subió en la parte delantera tomando las riendas, en la parte izquierda, mientras su compañero quedaba a la izquierda. Tendrían un pequeño paseo en carro hasta poder llegar a la base, lo único que tenia de malo aquel carro, es que no cubría de la lluvia, pues era una carreta típicas para transportar mercancías en trayectos cortos, pero eso era mejor que tener que cargarlos hasta el cuartel. El joven se sentía realmente bien cuando limpiaba un poco de gentuza como la que llevaban cargada, pues sabía que esa zona de la ciudad amanecería un poco mejor que ayer gracias a él, y como no, a su compañero y la organización a la que servia. Mientras se calaba hasta los huesos por la lluvia y estaba inmerso en sus pensamientos, así como parecía estarlo su compañero, se dio cuenta en que el viaje había pasado volando y ya se encontraban en la calle donde habían dejado a aquellos jóvenes reposando, es decir, el punto en el que se enfrentaron a los civiles y donde ahora se llevaría a cabo la justicia que tanto pedían, pues eso iba a demostrar que la ley actuaba y defendía a los suyos como debían.
- Eh, levantaos de una vez… mirad lo que traemos… - El joven se bajo del carro y comenzó a descargar los cuerpos inconscientes de los maleantes, ciertamente habían quedado peor de lo que se esperaban. - ¡Sí, esos son! - Gritó uno de los chicos que fue de los primeros en acercarse para observar más detenidamente si estaba en lo cierto o se equivocaba. - Vaya… parece que después de todo habéis cumplido, no esperaba volver a veros por aquí… - Dijo el joven con el cual había explicado toda la situación en el momento de partida, parecía contento, pero lo escondía bajo una capa de dureza y desconfianza hacia la marina y los agentes, pero al pelirrojo le bastaba la pequeña sonrisa de satisfacción que puso el joven al observarlos detenidos. - En fin, estos se van a pasar un largo tiempo a la sombra… por cierto, para la próxima vez, será mejor que hagáis una reclamación formal antes de agredir a nadie, como podéis ver hablando nos entendemos todos… - Lagi y Mikhail con la ayuda de los marines vigilantes de las puertas del cuartel entraron al interior los cuerpos de los enemigos, en dirección a las celdas, donde esperarían antes de ir a una prisión formal y serian antes atendidos, después de todo la marina no eran monstruos, así que antes se encargarían de sus heridas. - Espero que hagáis amigos allí donde vais… - Dijo el rojizo mientras miraba a la banda tumbada en el suelo de la celda, tras ello echó un vistazo a Mikhail. - Ahora al fin podremos partir de Shellstonw… sigamos con ése plan que trazamos en el inicio… - Ambos jóvenes se perdieron de la vista de los marines que les habían ayudado a entrar a los delincuentes hasta sus celdas, pues ahora se dirigían a hacer un breve informe sobre lo acontecido y continuación con su viaje al puerto de dicho cuartel para tomar un barco marine hasta su siguiente destino.
[Cerrado]
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.|
|
|