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La mejor compañera de un pistolero. ~
Jue Jul 21, 2011 12:52 pm
Tras despedirse del problemático peliazul y su alumno se retiró del puerto enfilándose hacia el centro de la ciudad aprovechando la luz del mediodía para distraerse conforme continuaba su vago andar. Su ojo recorrió su alrededor metódicamente a la vez que iba aprendiéndose los caminos por donde pasaba observando atentamente lo que sucedía a su alrededor. Se notaba a leguas que aquella era una ciudad considerablemente activa lo cual en la mente del artillero se traducía en entretenimiento. Finalmente llegó a la calle "..........." donde su mirar fue clavado súbitamente deteniendo su andar al instante. Una hoja de papel fue extraída teniendo una dirección escrita sobre la misma y tras asentir para sí mismo se adentró en la misma llegando a un callejón que llevó al sofisticado peliplateado a un lúgubre local de armamento y balística.
- Te encontré. ~ -
Exclamó con un dejo de emoción mientras una complacida sonrisa se insinuaba en su pálido rostro. Sin dilación alguna procedió a entrar al sombrío sitio con su habitual naturalidad logrando que el callejón luciera nuevamente muerto. Tras introducirse a aquel local, Logan se vió sumido en un mundo de armas de fuego: pistolas, revólveres, cañones, rifles, escopetas, granadas, balas de todo tipo y calibre rodeaban ahora al pistolero quien se sentía cual conquistador frente al edén mismo. Tras ensanchar su sonrisa se dirigió al mostrador donde un señor de calva incipiente y gruesos lentes le recibió con algo de curiosidad preguntándose qué hacía un sujeto tan elegante en su tienda que a pesar de mostrar una gama y variedad únicas y excepcionales se encontraba escondido a propósito en un sitio de mala muerte que ahuyentaba a la mayoría.
- Buenas tardes señor... -
Saludó cortésmente el propietario escrutando con ambos orbes al recién llegado quien dejó caer su apacible mirada sobre el encargado al cual le respondió con la misma cordialidad aunque de manera breve y concisa.
- Scarte. Logan Scarte. -
La sola mención de su nombre bastó para modificar drásticamente la expresión facial del dependiente quien palideció al instante retrocediendo un par de pasos mientras algunas gotas de sudor se asomaban en su maduro y algo arrugado rostro. Aquello fué notado por Logan quien se aproximó a su interlocutor mutando su expresión en una maliciosa sin perder aquella sonrisa que ahora lucía viperina.
- Sé que usted tiene un paquete para mi... -
Sus palabras rezumaban veneno que inmediatamente alteró al maduro hombre cuyo cuerpo empezó a temblar nerviosamente.
- El... El paquete no me ha llegado. Parece que desde que usted dejó la guardia imperial "alguien" se ha encargado de impedir su obtención del mismo. Dicho "alguien" ha usado todos sus medios (que parecen ser muchos) para obstaculizar la transportación de sus armas. Le juro que no es mi culpa y que he hecho TODO lo posible por apresurar la llegada de sus preciadas herramientas más no he podido acelerar el transporte de las mismas. Siguen sin llegarme y no sé en dónde se encuentran o quién las retiene. Es todo lo que sé; por favor no me mate. -
Suplicó ansiosamente el señor que ahora yacía de rodillas jalándo lastímeramente la chaqueta del joven pistolero quien escuchó atentamente sus palabras. Su mirar se entrecerró molesto y sus puños se apretaron deduciendo rápidamente lo que había sucedido.
"Debí de imaginarlo."
Pensó en sus adentros mientras su ira era tan palpable que el encargado no soportó la presión y cayó desmayado al suelo acallando con su inconsciencia el minúsculo ruido que su temblorosa persona emitía. Logan no le prestó atención al vendedor sumido en sus pensamientos perdiéndose en su ensimismamiento por varios minutos. Media hora después de aquel incidente se le vió salir de aquel callejón con un revólver enfundado en su diestra pierna mientras una pistola se apreciaba enfundada en la siniestra. Ambas exhibían una notable calidad e iban adheridas a la figura del artillero gracias a un cinto especial que ahora igualmente era portado con cierto orgullo por el peliplateado en cuya espalda un anormalmente largo rifle de francotirador era resguardado tras una azabache funda confiriéndole un aspecto mucho más imponente al cargar consigo finalmente armas de fuego. Había olvidado cuando fue la última vez que portó arma alguna mas prefirió no pensar demasiado en ello ya que el solo recordar lo sucedido con su "paquete" lo ponía de mal humor. Su ojo se cerró por un momento y mentalmente logró evocar su salida de aquella tienda donde únicamente tomó las armas que ahora cargaba consigo y municiones para las mismas. El dinero correspondiente a las mismas estaba sobre la mesa y a pesar de saber que el inconciente dueño no lo oiría igualmente le dirigió unas palabras de despedida.
-Supongo que "él" no me facilitará la obtención de ellas... Sin embargo sé que tú no tienes nada que ver. Eres solo un peón más que se vió involucrado en nuestra partida de ajedrez. Por eso te pagaré lo tomado y también por eso te perdonaré la vida en esta ocasión. También sé que aunque no me escuches... Le contarás a alguien lo sucedido, de como llegué y de que me llevé algunas de tus armas. Y esas palabras serán contadas a otra y otra persona sucesivamente. Hasta que "él" sepa de mi. Cumple tu única función... Y sigue viviendo hasta que facilites mi propósito, vendedor cobarde. ~ -
Su ojo se reabrió y el recuerdo se disipó cual niebla ante el astro rey. Ahora esgrimía su mejor sonrisa felina mientras el día lo invitaba a perder el tiempo en alguna tontería con la cual distraerse un rato. La venganza llegaría en otro momento, por ahora le interesaba más pasar un rato en paz y calma.
- Te encontré. ~ -
Exclamó con un dejo de emoción mientras una complacida sonrisa se insinuaba en su pálido rostro. Sin dilación alguna procedió a entrar al sombrío sitio con su habitual naturalidad logrando que el callejón luciera nuevamente muerto. Tras introducirse a aquel local, Logan se vió sumido en un mundo de armas de fuego: pistolas, revólveres, cañones, rifles, escopetas, granadas, balas de todo tipo y calibre rodeaban ahora al pistolero quien se sentía cual conquistador frente al edén mismo. Tras ensanchar su sonrisa se dirigió al mostrador donde un señor de calva incipiente y gruesos lentes le recibió con algo de curiosidad preguntándose qué hacía un sujeto tan elegante en su tienda que a pesar de mostrar una gama y variedad únicas y excepcionales se encontraba escondido a propósito en un sitio de mala muerte que ahuyentaba a la mayoría.
- Buenas tardes señor... -
Saludó cortésmente el propietario escrutando con ambos orbes al recién llegado quien dejó caer su apacible mirada sobre el encargado al cual le respondió con la misma cordialidad aunque de manera breve y concisa.
- Scarte. Logan Scarte. -
La sola mención de su nombre bastó para modificar drásticamente la expresión facial del dependiente quien palideció al instante retrocediendo un par de pasos mientras algunas gotas de sudor se asomaban en su maduro y algo arrugado rostro. Aquello fué notado por Logan quien se aproximó a su interlocutor mutando su expresión en una maliciosa sin perder aquella sonrisa que ahora lucía viperina.
- Sé que usted tiene un paquete para mi... -
Sus palabras rezumaban veneno que inmediatamente alteró al maduro hombre cuyo cuerpo empezó a temblar nerviosamente.
- El... El paquete no me ha llegado. Parece que desde que usted dejó la guardia imperial "alguien" se ha encargado de impedir su obtención del mismo. Dicho "alguien" ha usado todos sus medios (que parecen ser muchos) para obstaculizar la transportación de sus armas. Le juro que no es mi culpa y que he hecho TODO lo posible por apresurar la llegada de sus preciadas herramientas más no he podido acelerar el transporte de las mismas. Siguen sin llegarme y no sé en dónde se encuentran o quién las retiene. Es todo lo que sé; por favor no me mate. -
Suplicó ansiosamente el señor que ahora yacía de rodillas jalándo lastímeramente la chaqueta del joven pistolero quien escuchó atentamente sus palabras. Su mirar se entrecerró molesto y sus puños se apretaron deduciendo rápidamente lo que había sucedido.
"Debí de imaginarlo."
Pensó en sus adentros mientras su ira era tan palpable que el encargado no soportó la presión y cayó desmayado al suelo acallando con su inconsciencia el minúsculo ruido que su temblorosa persona emitía. Logan no le prestó atención al vendedor sumido en sus pensamientos perdiéndose en su ensimismamiento por varios minutos. Media hora después de aquel incidente se le vió salir de aquel callejón con un revólver enfundado en su diestra pierna mientras una pistola se apreciaba enfundada en la siniestra. Ambas exhibían una notable calidad e iban adheridas a la figura del artillero gracias a un cinto especial que ahora igualmente era portado con cierto orgullo por el peliplateado en cuya espalda un anormalmente largo rifle de francotirador era resguardado tras una azabache funda confiriéndole un aspecto mucho más imponente al cargar consigo finalmente armas de fuego. Había olvidado cuando fue la última vez que portó arma alguna mas prefirió no pensar demasiado en ello ya que el solo recordar lo sucedido con su "paquete" lo ponía de mal humor. Su ojo se cerró por un momento y mentalmente logró evocar su salida de aquella tienda donde únicamente tomó las armas que ahora cargaba consigo y municiones para las mismas. El dinero correspondiente a las mismas estaba sobre la mesa y a pesar de saber que el inconciente dueño no lo oiría igualmente le dirigió unas palabras de despedida.
-Supongo que "él" no me facilitará la obtención de ellas... Sin embargo sé que tú no tienes nada que ver. Eres solo un peón más que se vió involucrado en nuestra partida de ajedrez. Por eso te pagaré lo tomado y también por eso te perdonaré la vida en esta ocasión. También sé que aunque no me escuches... Le contarás a alguien lo sucedido, de como llegué y de que me llevé algunas de tus armas. Y esas palabras serán contadas a otra y otra persona sucesivamente. Hasta que "él" sepa de mi. Cumple tu única función... Y sigue viviendo hasta que facilites mi propósito, vendedor cobarde. ~ -
Su ojo se reabrió y el recuerdo se disipó cual niebla ante el astro rey. Ahora esgrimía su mejor sonrisa felina mientras el día lo invitaba a perder el tiempo en alguna tontería con la cual distraerse un rato. La venganza llegaría en otro momento, por ahora le interesaba más pasar un rato en paz y calma.
- InvitadoInvitado
Re: La mejor compañera de un pistolero. ~
Jue Jul 28, 2011 10:28 pm
Dejo cerca del muelle a aquel chico que le había ayudado con las cosas, esperando que Green no tardase en su labor y le indicara al chico donde llevar todas las cosas que había conseguido para el próximo viaje que realizarían al salir de Loguetown. Continúo caminando, adentrándose de nueva cuenta en aquellas callejuelas, trataría de investigar un poco sobre lo que había escuchado, mentando para si misma como obtendría lo que necesitaba saber. Una de las mejores formas de hacerlo era irse a alguna taberna de mala muerte y escuchar las conversaciones de los borrachos y los locos, que sin duda eran los mejores informados, otra era deambular entre los comercios del lugar y escuchar las conversaciones ajenas, era típico ver a la gente hablar sobre los últimos acontecimientos en el lugar, como si ese fuese el único oficio que realmente tenia valor.
Aquel día prometa ser caluroso, ya eran pasadas del medio día, y el bochorno comenzaba a sentirse, el andar de los transeúntes que iban de un lado a otro, recorriendo las callejuelas, murmurando los últimos sucesos pasados en el lugar. Aquellos rumores no eran mas que rumores, los cuales no sabia cuanta verdad tenían.
-Posiblemente las cosas se pondrán interesantes…- Murmuro para si misma en un tono de voz bajo, por lo que había escuchado, le confirmaba lo que el pequeño niño le había comentado hacia unas horas, alguien había tacado la plaza, eso era la única información que necesitaba. Continúo su trayecto por el lugar, se detendría en algún lugar a beber algo antes de regresar al muelle con los demás.
Dejándose llevar por sus pasos llego a un callejón un poco solitario, quizá se había perdido, sin poner importancia a eso, saco un nuevo cigarrillo y lo llevo a sus labios encendiéndolo, aquel callejón parecía la entrada a la cueva de un lobo. Lugares como ese eran de su agrado, gente “interesante” era la que frecuentaba aquel sitio. Solo bastaron un par de pasos y se encontró de frente con un sujeto de extravagante ropa, una persona sin duda peculiar.
Una de las características de aquel extraño era un parche negro que cubría la visibilidad de su iris derecha, con su mirar recorrió la figura del chico observando un par de pistolas a los costados de su cuerpo, una media sonrisa adorno sus labios como si tramase algo. Siguió caminado hacia la misma dirección de aquel chico, sin detenerse al momento de estar frente a él y chocándole a propósito; justo en el momento en que choco con aquel extraño, busco la manera de robarle una de aquellas armas y seguir su camino hacia la taberna al final de aquel callejón.
Siguió caminado hacia la misma dirección de aquel chico, sin detenerse al momento de estar frente a él y chocándole a propósito; justo en el momento en que choco con aquel extraño, busco la manera de robarle una de aquellas armas y seguir su camino hacia la taberna al final de aquel callejón.
Aquel día prometa ser caluroso, ya eran pasadas del medio día, y el bochorno comenzaba a sentirse, el andar de los transeúntes que iban de un lado a otro, recorriendo las callejuelas, murmurando los últimos sucesos pasados en el lugar. Aquellos rumores no eran mas que rumores, los cuales no sabia cuanta verdad tenían.
-Posiblemente las cosas se pondrán interesantes…- Murmuro para si misma en un tono de voz bajo, por lo que había escuchado, le confirmaba lo que el pequeño niño le había comentado hacia unas horas, alguien había tacado la plaza, eso era la única información que necesitaba. Continúo su trayecto por el lugar, se detendría en algún lugar a beber algo antes de regresar al muelle con los demás.
Dejándose llevar por sus pasos llego a un callejón un poco solitario, quizá se había perdido, sin poner importancia a eso, saco un nuevo cigarrillo y lo llevo a sus labios encendiéndolo, aquel callejón parecía la entrada a la cueva de un lobo. Lugares como ese eran de su agrado, gente “interesante” era la que frecuentaba aquel sitio. Solo bastaron un par de pasos y se encontró de frente con un sujeto de extravagante ropa, una persona sin duda peculiar.
Una de las características de aquel extraño era un parche negro que cubría la visibilidad de su iris derecha, con su mirar recorrió la figura del chico observando un par de pistolas a los costados de su cuerpo, una media sonrisa adorno sus labios como si tramase algo. Siguió caminado hacia la misma dirección de aquel chico, sin detenerse al momento de estar frente a él y chocándole a propósito; justo en el momento en que choco con aquel extraño, busco la manera de robarle una de aquellas armas y seguir su camino hacia la taberna al final de aquel callejón.
Siguió caminado hacia la misma dirección de aquel chico, sin detenerse al momento de estar frente a él y chocándole a propósito; justo en el momento en que choco con aquel extraño, busco la manera de robarle una de aquellas armas y seguir su camino hacia la taberna al final de aquel callejón.
- InvitadoInvitado
Re: La mejor compañera de un pistolero. ~
Vie Jul 29, 2011 9:52 am
En su semblante se podía apreciar una actitud maliciosa y dobleintencionada puesto que tenía frescos los recuerdos de sus épocas en la guardia imperial. Sus aliados, sus enemigos, sus alianzas y sus traiciones. Aquellos eran tiempos de guerra y Logan era un soldado tanto bélica como políticamente. Si bien ocupaba retomar la práctica para recuperar aquel nivel de antaño, no dudaba que era cuestión de tiempo antes de desempolvar sus habilidades como pistolero. Tan sumido estaba en sus pensamientos que no la vió llegar. Tan llamativa como era, dadas sus vestimentas y sus atributos físicos, la hermosa joven le pasó inadvertida hasta que su nariz reaccionó al sentir el aroma del tabaco destilándose desde los labios de la rubia. Sólo hasta entonces posó su mirar en ella antes de ser chocado por la misma.
" ¿Es que acaso todos me quieren chocar? Primero Hershel y ahora esta chica... "
Pensó con ligereza tras perder su revólver que pasó a quedar en posesión de la chica. No había dado un par de pasos lejos de la misma cuando un disparo se escuchó proveniente del cañón, claramente, de un revólver. Entonces Logan que ahora le daba la espalda a la artillera dió media vuelta para encararla con naturalidad. Su perverso aspecto se había esfumado y mostraba una ligereza que se transmitía en una paz anormal. En su diestra sostenía uno de los revólveres de la chica revelándose que al perder el propio él a su vez le había robado el suyo a ella en un intercambio de armas.
- No es un revólver de mala calidad... Pero su tacto, tamaño y forma se acomodan menos a mi palma. Además el color no me gusta tanto como el mío. ~ -
Mentó con naturalidad antes de hacer girar el arma con habilidad sobre su mano finalizando aquel movimiento rotatorio con el mango de dicha arma apuntando hacia su dueña. Su cabeza se inclinó hacia un costado en una muestra de cordialidad mientras entrecerraba sus ojos para reflejar un aún más afable rostro que no encajaba en absoluto con su siniestra expresión facial apenas unos segundos antes. Tan enigmático como siempre... Tan ambivalente como siempre... Tan felizmente extraño como siempre...
" ¿Es que acaso todos me quieren chocar? Primero Hershel y ahora esta chica... "
Pensó con ligereza tras perder su revólver que pasó a quedar en posesión de la chica. No había dado un par de pasos lejos de la misma cuando un disparo se escuchó proveniente del cañón, claramente, de un revólver. Entonces Logan que ahora le daba la espalda a la artillera dió media vuelta para encararla con naturalidad. Su perverso aspecto se había esfumado y mostraba una ligereza que se transmitía en una paz anormal. En su diestra sostenía uno de los revólveres de la chica revelándose que al perder el propio él a su vez le había robado el suyo a ella en un intercambio de armas.
- No es un revólver de mala calidad... Pero su tacto, tamaño y forma se acomodan menos a mi palma. Además el color no me gusta tanto como el mío. ~ -
Mentó con naturalidad antes de hacer girar el arma con habilidad sobre su mano finalizando aquel movimiento rotatorio con el mango de dicha arma apuntando hacia su dueña. Su cabeza se inclinó hacia un costado en una muestra de cordialidad mientras entrecerraba sus ojos para reflejar un aún más afable rostro que no encajaba en absoluto con su siniestra expresión facial apenas unos segundos antes. Tan enigmático como siempre... Tan ambivalente como siempre... Tan felizmente extraño como siempre...
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