En el comedor.

Dom Jul 17, 2011 5:48 pm

Estaba en el comedor de el cuartel de la marina, disfrutando de un rato libre simplemente leyendo algunas historietas, aunque para algunos pareciera infantil a mi me gustaba, era como deprender mi mente y volar hacia un mundo paralelo formado por una persona que intentaba meterme en su propia mente disfrutando de lo que el había creado, aventuras, combates, romances, distintos detalles interesantes que daba gusto leer, quizás simple ficción pero no podía negar que me agradaba aquello.

Mi estomago empezó a hacer algunos ruidos, el hambre estaba empezando a fastidiarme, tampoco quería comer aun no era la hora y si lo hacia lo mas seguro era que después no comiera para mas tarde en turno sufriera de el malicioso apetito, por lo que tenia que resistir y dejar la lectura un rato, que solo hacia de catalizador, necesitaba distraerme con otra cosa, quizás hablar con alguien.

— Esto esta de lo bueno, un poco de lectura, un relajante descanso, todo como a mi me gusta solo falta algo de contacto humano.— dije mientras que me ponía a mirar por la ventana, cerrando la historieta y mirando el clima, en un rato tenia que empezar con mis tareas de nuevo y todo volvería a ser un calvario, verme obligado a cumplir ordenes, tareas odiosas pero si quería escalar en la marina ese era el trabajo, cumplir ordenes y hacer lo que los superiores decían era un deber, algo que se aceptaba desde el momento en que recibíamos nuestro uniforme jurando defender al mundo de un grupo de personas, los piratas.

Dom Jul 17, 2011 6:08 pm

Asqueada como estaba, la angelita de tenebrosamente divino aspecto entró en el comedor del cuartel con la idea de mirar a sus compañeros y perder un poco mucho el tiempo, el entrar en la sala y ver que había gente pero no demasiada le pareció genial. Mucho más genial era el hecho de que hubiera una silla libre en una mesa no muy alejada de la entrada, donde un chaval estaba leyendo un cómic o alguna cosa así parecida. Lo importante era que estaba atento a otra cosa y pasaría de ella, que le incomodaba sobremanera que le hablaran, eso de dar conversación a gente le ponía de mala hostia. De mala hostia angelical, claro.

Mientras se acercaba a la silla vacía, se levantó un lado de la enorme falda negra y, de un suave estirón, sacó una pequeña tableta de chocolate con leche relleno de galleta y crema de avellana, una de sus favoritas. Bueno, en realidad le gustaba todo lo que tuviera chocolate, así que el relleno era opcional, la cuestión era comer chocolate hasta tener dolor de tripa y vomitar.

Se bajó la falda ignorando las miradas de los demás compañeros, apartó la silla y se dejó caer en ella violentamente, balanceando las piernas mientras apoyaba los codos en la mesa y ponía la chocolatina a la altura de sus ojos rosas, canturreando algo por lo bajo mientras rompía el papel y tras lamerse los labios, acercó el dulce a ellos y lamió la esquinita lentamente antes de arrancar una tercera parte de un certero mordisco.

Crunch-crunch se oía...Pero ella estaba en su mundo, feliz con la chuche.

Dom Jul 17, 2011 6:39 pm

Una chica se sentó en mi mesa, mientras yo dejaba la historieta a un lado, ella al parecer tenia un delicioso y apetitoso chocolate, lo único que pude hacer fue quedarme mirándolo fijamente y luego mirarla a ella con cara de gato mojado, casi deseando que me invitara un trozo de aquella crema de cacao con galleta, pero antes de que pudiera hacer nada emití mi típica sonrisa, entrecerrando los ojos y una mueca grande en mis labios, era una persona alegre, aunque de convicciones fuertes, tanto como para que mis propias metas no flaquearan en el camino al toparse con obstáculos.

— Ese chocolate se ve realmente delicioso.— dije sonriendo mientras que me rascaba la cabeza, aunque seguramente ella no me invitaría su cara de pocos amigos y de golosa, al comer el chocolate dejaban en evidencia las pocas probabilidades que tenia, por lo que una negativa era casi inminente.
— Mi nombre es Cobra, soy solo un simple recluta pero me gustaría pasar mi tiempo libre hablando con alguien y que recientemente fui trasladado y sinceramente me siento un paria social en este cuarte no conozco a nadie.— dije sonriendo alegremente como era de costumbre.

Lo que decía era verdad, tenia pocos amigos en el lugar puesto a que me habían transferido hace poco y lo que había hecho era limpiar, vigilar y pocos amigos había podido hacer quizás por ser nuevo mis trabajos eran mas extenuantes y todos mis esfuerzos acabarían por rendir frutos los primeros tiempos en la marina o en un nuevo cuartel eran mucho mas laboriosos que cuando unos e hacia un nombre o había nuevos novatos a los que encargarles las tareas pero simplemente era cuestión de tiempo par que eso acabara.

Lun Jul 18, 2011 5:51 am

Trocitos de avellana salpicaban la superfície de la tableta, pequeños pedazos triangulares repartidos irregularmente por el chocolate que a cada mordisco se le quedaban pegados a las muelas. Suspiro tras suspiro fue devorando la chuche pero controlando mucho lo que comía, puesto que quería que le durara mucho rato, solo comía una tableta de chocolate al día y no era plan de hacerla desaparecer en treinta segundos. El plan era degustarla y saborearla, olerla y besarla si se daba la ocasión. Dulce placer...Sus ojos rosados se abrieron en un segundo, dejando de comer al notar que algo o alguien la estaba mirando. Incómoda sensación familiar que hizo que masticara muuuy lentamente, como una vaca en el pasto al tiempo que miraba de reojo a ambos lados, mas nadie de los alrededores estaba observándola.

Hasta que oyó una voz. Vale, al parecer era el muchacho con el que compartía mesa el que la miraba. O mejor dicho, a ella no, al dulce. Y es que la angelita no era tonta, sabía que si la miraban era por la ropa que llevaba o las chuches que tenía en las manos, nadie se fijaba en ella, gracias a Dios. Piropeó la chocolatina, claro que se veía deliciosa. Y mucho mejor sabía. Instintivamente le propinó un mordiscazo a la chuche que arrancó la mitad de cuajo y la masticó salvajemente, dejando varias miguitas por las comisuras de los labios. La chuche era suya y jamás, JAMÁS compartía sus cosas con nadie. Mucho menos los dulces, ¡hum!

Debris Delorean-Farfulló escupiendo las mismas miguitas por encima de la mesa, escuchando al joven hablar sin parar. Era muy hablador, a ella le costaba mucho dirigirse a los demás así, con esa facilidad. Era tímida, o simplemente huraña, la línea entre una cosa y la otra era tan delgada que se confundían con facilidad. Apretujó el envoltorio hasta dejarlo reducido a una enana bolita que fue tirada por la joven con agilidad, simplemente lanzandola por encima de su hombro derecho y aterrizaría en el suelo o botaría en la espalda o cabeza de algún otro recluta, daba igual. Se acomodó en la silla y cruzó las piernas, clavando los codos en la mesa y apoyando la barbilla en ambas manos, miró a Cobra-Yo también soy recluta pero como soy antisocial, no suelo hablar con casi nadie, pero contigo haré una excepción, Cobra.

Le miró seria pero alzando un poco las cejas, balanceando un pie mientras, con una mueca asintió, dando pie al joven a que se explayara en su conversación. Si quería hablar con alguien, que lo hiciera con ella, que tampoco tenía nada más que hacer.

Lun Jul 18, 2011 6:34 am

Ella de devoro el chocolate inmediatamente, casi demostrando que era suyo y de nadie mas, que si quería un solo trozo tendría que luchar a muerte y arrebatárselo de sus dedos muertos o perder mi vida en el intento, por lo que tuve que resignarme de ese angulo de conversacion a uno un poco mas agradable, cuando ella se presento, estaba vestida de sirvienta, aunque estaba claro que no lo era, pero se veía muy rara con esas pintas, ¿quien era yo para juzgar la ropa de alguien?, no era de mi incumbencia si ella era feliz de ese modo.

Ella se presento con un bonito nombre "Debris Delorean", doble "D" la apuntaría en mi mente para ser mas fácil de recordar, ella decía ser antisocial por lo que no solía hablar con casi nadie pero que haría una excepción conmigo así que me alegre.

— Es bueno un poco de contacto humano de vez en cuando, después de todo es lo que nos diferencia de ser personas tristes, siempre es bueno tener alguien con quien contar en los momentos difíciles.— dije sonriendo mientras que metía una mano en el bolsillo para que quedar a resguardo de el hmbiente.
— Que te parece si salimos a caminar un poco por las instalaciones, no las conozco muy bien y si me pierdo es mejor estar con alguien, dos cabezas piensan mejor que una.— dije riéndome colocando la mano de mi bolsillo ahora en mi cabeza rascándome y con una sonrisa en los labios.

Lun Jul 18, 2011 6:54 am

Tener contacto con el resto de humanos para no ser personas tristes...Curiosas palabras las del joven de aspecto también curioso, pero Debris no lo entendió del todo. Quizás Cobra se refería a algún suceso de su pasado que le provocaba el haber dicho algo así, o quizás ella al ser Ángel y haberse criado en la remota Skypie entre nubecitas de colores y cositas monas le había dado una capacidad sensorial diferente a las de los humanos. O que simplemente, como estaba acostumbrada a estar sola y no hablar con nadie durante largas temporadas, no entendía la relación entre soledad y tristeza.
Sin mucho más que indagar mentalmente, miró cómo el muchacho se levantaba mientras seguía parloteando y ella se echaba ligeramente hacia atrás, apoyando la espalda en el respaldo de la incómoda y dura silla del comedor, dejando de balancear los pies y quedándose quieta, con sus pupilas clavadas en el joven.

Cuando sonríes enseñas los colmillos.-Dijo ladeando la cabeza hacia la derecha, pestañeando un par de veces antes de respirar profundamente y dejar escapar un ligero suspiro. Miró mejor a su alrededor, Cobra tenía razón, mejor era salir de ahí y pasear un poco, además que si era novato y no conocía muy bien el lugar, se lo podría enseñar mientras paseaban y charlaban un poco. Se levantó con cuidado y dejó la silla bien puesta para que nadie se tropezara y, poniéndose bien la falda, retomó la mirada hacia el muchacho, sonriendo-Me gustan.

Palabras dirigidas hacia sus colmillos, a ella le gustaría tenerlos así porque se le antojaba divertido, sobretodo porque siendo Ángel, con esos piños podría dar más miedo del que ya daba con su carácter y las ropas...Diluyendo la sonrisa de sus delgados labios, echó a andar hacia la puerta, esperando a que el joven la siguiera.

Lun Jul 18, 2011 8:25 am

— Es que tengo unos muy grandes, destacan en mi dentadura.— dije sonriendo mientras estos se mostraban, siempre había tenido una sonrisa distintiva y mis caninos resaltaban de mi dentadura, algunos lo veían como algo de miedo otros simplemente les parecía simpático, quizás la forma en que se miraba era diferente, en un combate no había tanto amiguismo como para mirar las cualidades de el oponente como algo bello o interesante, sino como algo de peligro que podía causar la muerte, en detalles físicos aveces siquiera se tomaban en cuenta, pero ella parecía tomárselo a bien.

Ella tomo una pausa y dijo que le gustaban, era algo alagado, un cumplido que me gustaba recibir a pesar de que fuera una desconocida parecía ser muy cortes y agradable, aunque algo callada por decirlo de alguna manera.

— Gracias, el secreto es cepillarse los dientes tres veces al día... si estas acostumbrada a comer dulces debes hacerlo o podrían llenarse de caries y eso no seria bonito.— dije mostrando mi blanca sonrisa e intentando aconsejarla, una buena dentadura siempre daba una buena presencia ante las personas sobre todo en las primeras impresiones, era mejor ver a alguien con una bonita dentadura que sin dientes o con estos de diversas tonalidades por el mal lavado del mismo.

Entonces fue cuando me pare y me puse junto a ella con un paso tranquilo para no quedarme atrás ni alejarme por delante, sino mantener la misma velocidad y poder conversar como dos personas normales que estaban en el mismo cuartel de la marina para cumplir con nuestro deber, detener a los malhechores que escapaban hacia el mar, mejor conocidos como piratas o bucaneros.
— ¿Entonces "DD" de donde eres?.— dije sonriendo tras decirle el pequeño apodo con el que me gustaría llamarla era mas simpático y corto que decir todo su nombre "Debris Delonear".

Lun Jul 18, 2011 2:28 pm

Y como era de esperar, Cobra se levantó y le siguió, dispuesto a tener una agradable charla mientras paseaban por los blancos y aburridos pasillos del cuartel. No es que llamara mucho la atención el lugar, tampoco tenía nada de especial aparte de unas preciosas ventanas cada x metros determinados desde donde las cuales se veía Loguetown en su esplendor, con el mar a lo lejos y las gaviotas intentando no chocar contra el cristal. Alzó las cejas ante el consejo de lavarse los dientes tres veces al día, ella solo sabía que cepillarse era bueno para evitar problemas y dejar los dientes con la superfície lisa -le encantaba pasarse la punta de la lengua por ellos y notar el frescor de la pasta de dientes- y tener buen aliento, aunque normalmente, después de lavárselos solía mascar hojas de menta para quitarse el hambre y mejorar aún su olor.

Yo me los lavo una voz solo...Por la mañana sobretodo, no me había planteado lo de las tres veces...Pero lo haré a partir de ahora, a ver si con suerte me crecen los colmillos como a ti.-Dijo musitando en voz baja, taconeando a cada paso, llevando las manos a la espalda, esquivando a los reclutas que se cruzaban por su camino, hablando de sus cosas o sin hablar de nada, quizás a punto de partir hacia una misión o a dormir la mona en sus respectivas camas. El paso de la angelita era tranquilo y no muy lento, pero tampoco muy rápido para evitar dejar atrás a Cobra pero que tampoco se aburriera por ir como un caracol, así que de vez en cuando se giraba y andaba mirándole mientras daba la espalda a los demás, mostrando una agilidad que parecía tener ojos en la nuca. Hasta que llegó la pregunta de su lugar de origen. Suspiró relamiéndose los labios con la punta de la lengua, dando un saltito para ponerse de nuevo "bien"; es decir, al lado de Cobra y mirando al frente con los ojos de la cara-Soy de Skypie, ¿te suena?

Preguntó antes de seguir, para saber hacia dónde dirigir la conversación, si tendría que explicar que era un Ángel y esas cosas o podía resumir.

Lun Jul 18, 2011 3:20 pm

— ¿Es una de las islas del cielo verdad?.— pregunte intrigado cuando me pregunto si me sonaba el nombre Skypia, puesto conocía algo por haber leído en libros pero nunca había estado en una, era completamente incomprensible el como se podía llegar a alguna de estas islas en el cielo, si algún dia visitaba alguna estaba seguro de que me quedaría alucinado, en esas islas vivían gente como nosotros solo que poseían algo similar a alas lo cual se me hacia extraño, donde mire de reojo su espada.

En ella había dos pequeñas alas como la nieve, antes no les había dado importancia simplemente las había pasado por algo de ropa, nada mas que un aditamento o algo, no tenia idea que eran parte de su cuerpo por lo que me sorprendí un poco, pero lejos de tener repulsión me causaban mucha curiosidad.

— ¿Entonces esas pequeñas alitas son de verdad?.— dije con curiosidad, no quería sin inoportuno, ni maleducado ni mucho menos, simplemente había preguntado con total ignorancia era la primera vez que veía a un ángel fuera de los libros inclusive, me parecían muy bonitas y blancas, sobre todo esponjosas y confortables, como pequeñas piensas hechas de algo mucho mas suave que el algodón, como las de las aves.

Lun Jul 18, 2011 4:07 pm

¿Alas? Ah, si, esa cosa que tenía en la espalda y que ahora, al nombrarlas, se movieron un par de veces en un suave aleteo, dejando ir un par de blancas plumas como la nieve, que tocaron al suelo después de danzar en el aire un ratito, yendo de un lado al otro. La joven ladeó la cabeza y arqueó la espalda para verlas, la verdad es que no les prestaba atención alguna, las tenía y punto-No sirven para volar, supongo que son para hacer bonito o algo así...

Dejó de mirarlas y frunciendo los labios se acercó a una ventana, mirando el cielo con fijeza pero vacuidad en sus ojos, sumida en sus pensamientos-Skipiea es una de las islas del Grand Line, más exactamente, del cielo de Grand Line. Tenemos calles bonitas, gente agradable, policías, tiendas, gente no tan agradable...Pero bueno, como en cualquier ciudad. Solo que tenemos alas y...Y vivimos alejados de todo ser humano, lo cual es un poco aburrido.

Supiró de nuevo mirando las nubes. Si, Skypiea era un coñazo, un aburrimiento y la cosa más asquerosamente tranquila del mundo. Y más si eras una joven veinteañera -bueno, casi treintañera ya, pero eso se lo callaba- y muchas ganas de viajar y dejar de ver nubes y más nubes cada puto día. Tamborileó los dedos en el cristal y de un saltito se arrodilló, tomó una de las plumas y la tendió hacia Cobra-Toma, te la regalo. Tengo más. Será como...Un recuerdo de nuestro primer encuentro, pero a cambio ahora me dices de dónde eres.

Movió juguetona la pluma entre el índice y el pulgar derecho, rotándola como un hámster dentro de una ruedecita esperando la respuesta del muchacho.

Lun Jul 18, 2011 4:41 pm

— Aunque no sirvan para volar se ven muy hermosas.— dije sonriendo, puesto la verdad era evidente, se veian muy bonitas mas aun con las ropas extrañas que llevaba, a pesar de ya saber de donde era, que era lo que era ella tenia ganas de saber algo de mi.

— Me encantaría visitarla algún día.— dije sonriendo tras contarme como era la isla de la que venia, yo había perdido la mía de joven y poco sabia de eso, estaba mas acostumbrado a otros cuarteles y edificios de la marina como soldado era mii deber fortalecer mi cuerpo pero mi mente iba por cuenta propia, no me gustaba ser manipulado y para ellos debía de tener una mente despierta y hábil para no ser engañado por los superiores, ella parecía añorar su hogar fue entonces cuando me ofrecía una pluma como recuerdo de nuestro primer encuentro.

— Bueno, nací en el north blue, uno de los cuatro mares del mundo, pero mi pueblo fue destruido por algunos piratas y los de la marina me llevaron como sobreviviente y me ofrecí para reclutarme, empece en el mar del norte pero poco después me trasladaron a Shellstown y me entrene ahí y hace unos días me derivaron a este cuartel para comenzar.— dije mientras recordaba aquel triste pasado, ahora solo podía pensar en el futuro, había visto mucha gente feliz en mi corta vida y yo quería eso.

— ¿ Podría preguntarte que rol cumples?, en mi caso soy un soldado, estoy mas entrenado en la lucha cuerpo a cuerpo.— dije con curiosidad si bien lo mio era rustico era lo único que tenia, solo el confiar en mi cuerpo y mis habilidades fisicar para derrotar a los malos, mientras tanto le quitaba suavemente la pluma de los dedos, posándose esta ahora en mi mano.

Lun Jul 18, 2011 5:24 pm

Mientras Cobra hablaba sobre su vida, iba jugando distraído con la pluma. Al menos parecía haberle gustado, buena señal. Otra cosa era que la guardara, aunque eso ya no importaba tanto, al fin y al cabo el recuerdo del primer encuentro lo seguirían teniendo aunque la pluma desapareciera y,al fin y al cabo, tenía más. Así pues, Debris se enteró un poco más del origen del pelirrojo. Infancia triste por la destrucción de su tierra, la angelita pensó en cómo se debía sentir eso, y por un instante se sintió aliviada al pensar que eso no podía pasarle a Skypiea, más que nada porque las tripulaciones tenían que jugarse la vida en Grand Line para encontrar el camino a la isla flotante.

Lo siento...Algún día te llevaré a Sky, ¿te parece?-Fue lo único que atinó a decir tras la triste historia. El joven siempre se había pasado la vida sufriendo desgracias y compartía rutina en los cuarteles de la Marina desde niño, así que no había tenido otro tipo de vida ni quizás había tenido la suerte de conocer mundo y gente. Eso hizo que sintiera un poco de pena por él, por su ausencia de experiencias. Pero al mismo tiempo se le veía joven, seguramente la vida le deparaba algo bueno para resarcirse del pasado que le había dado. Sonrió al saber que era algo así como un Luchador. No sabía muy bien porqué, pero era algo que le iba bien, quizás por sus colmillos o quizás por la manera de moverse. La albina llevó la mano derecha a una de sus coletas, acariciando el suave cabello para desenredarlo, sin dejar de mirar al pelirrojo ni un instante-Te pega, tienes pinta de saber pegar. Yo soy médico, no se me da tan bien el cuerpo a cuerpo, pero puedo defenderme sin recibir mucho daño...Pero bueno, soy una patata, no me gusta pelear.

Dijo riendo y llevando la mano derecha, antes en la coleta, a la nuca, rascándosela como si se estuviera disculpando, alzando los hombros un segundo.

Lun Jul 18, 2011 6:07 pm

— Me parece una idea simplemente excelente, así me puedes guiar por el cielo, ademas así la gente no me vería raro.— dije riendo mientras que mis colmillos se asomaban por la boca, si ella me guiaba de seguro podría conocer bien los lugares y me lo pasaría genial recorriendo un lugar que solo en algunos libros había leído brindados por la marina.

Ahora poco importaba estaba al servicio de la marina para controlar las malas aguas de el océano surcadas por barcos piratas y por bandidos, esperando la orden para que se me asignara un navío y una tripulación pudiendo así empezar con mi carrera dentro de la marina escalando posiciones para ver que tan lejos podía llegar.

— Gracias... así que eres doctora, genial ya se a quien acudir cuando me sienta mal o cuando me tengan que sacar alguna bala de el cuerpo o algún corte, luego de algún combate uno puede llevarse muchos recuerdos.— dije mientras que me tocaba mi pelo rojo, en mi otra mano la pluma jugando entre mis dedos, luego la guardaría en algún lugar para no perderla, podía ser un luchador de fuerza pero era una persona que valoraba mucho las relaciones sociales que tenia con la gente, las amistades valian mucho en estos tiempos.

Mar Jul 19, 2011 10:26 am

La idea de llevarlo a Sky era divertida y cada vez parecía serlo más, al menos podría presentárselo a sus padres y que vieran que había hecho amigos en el otro mundo, entre los humanos y que no todos eran tan malos como la mayor parte de lo que había oído de los ancianos del lugar, siempre temerosos de los recién llegados, ya que solían ser tripulaciones pirata que se adentraban en el Grand Line con afán de encontrar el mayor tesoro del mundo. Y no se equivocaba al decir que el 80% de ellos morían o lograban volver a su mundo, pero con las tropas seriamente mermadas y sin ganas de aspirar a conseguir las riquezas.

Entonces serás mi primer paciente, te haré descuento cada vez que vengas.-Espetó entre risitas. En realidad no sería el primero ya que llevaba varios años dedicándose a curar a todo aquél que lo necesitaba, pero sí tendría en cuenta al joven de ahora en adelante, ya que podría ser su primer cliente fijo. Y cliente fijo significaba trabajo. Y trabajo significaba dinero. Y dinero significaba felicidad. Y felicidad significaba más ganas de trabajar, y más ganas de trabajar significaban más dinero...Una maravillosa rueda de berries que se le saldrían por las orejas-Hagamos un trato. Yo soy tu médico particular y tú mi guardaespaldas, ayudándonos en caso de necesitarlo ¿hace?

Alzó las cejas acercando la mano derecha hacia Cobra, para firmar el contrato oral con un apretón que dejara el pacto sellado. Nunca se sabía qué podía pasar y no estaba de más llevarse bien con todo el mundo -o casi todo el mundo- que en un futuro podrían cubrirle las espaldas cosa buena...Y total, a ella no le costaba nada el ser su médico y saldría más beneficiada.

Mar Jul 19, 2011 12:56 pm

— No podría aceptar un descuento después de todo tu trabajo vale mucho mas que el mio como para que me cobres menos de lo que debes.— dije mientras que miraba el reloj de mi muñeca, no faltaría mucho para que me tocase cumplir mi turno, por lo que me tendría que ir despidiendo de la simpática joven.

— De acuerdo tenemos un trato mutuo, pero ahora me tengo que despedir tengo que cumplir con mi horario así que nos vemos luego DD.— dije mientras estrechaba su mano para sellar el pacto, acto seguido le di un beso en la mejilla como despedida y me fui en dirección a el puesto que me tocaba vigilar por el momento, debía de ir haciendo buena letra y para que me tomasen mas encuentra en el cuartel.

Me tocaba cumplir con la vigilancia, me sabia mal dejarla tan repentinamente pero estaba seguro que era no seria ni la primera ni la ultima vez que nos veíamos, por lo que guarde cuidadosamente la pluma y espere que pasaran los escasos minutos para tomar mi puesto en el cuartel.

Mar Jul 19, 2011 1:28 pm

Trato hecho.-Dijo mientras se daban un apretón de manos. A partir de ahora sus oficios quedarían enlazados hasta que murieran y se ayudarían mútuamente hasta el fin de sus días, siempre y cuando pudieran hacerlo y no se encontraran cada uno en la punta del mundo. Tras comprobar que Cobra tenía que volver al trabajo y que le estaba retrasando, la joven deshizo el apretón y le devolvió el beso en la mejilla antes de despedirse con un suave gesto de la mano izquierda y se giró, echando a andar hacia no sabía dónde.

Hum, quizás dar una vuelta por Logue no era tan mala idea...Al menos podría abastecerse, que se estaba quedando sin material. Si, eso, iba a irse de compras.

En el comedor.

En el comedor.

Re: En el comedor.

Re: En el comedor.

Re: En el comedor.

Re: En el comedor.

Re: En el comedor.

Re: En el comedor.

Re: En el comedor.

Re: En el comedor.

Re: En el comedor.

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Re: En el comedor.

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