Una larga noche.

Mar Mayo 31, 2011 12:37 pm

Las calles de la ciudad estaban en calma en esa isla,
siendo cubierta por el estrellado manto nocturno que iluminaba tenuemente los
al rededores con una luna llena tan resplandeciente como un faro iluminando el
mar, guiando a la gente desde tiempos inmemorables, y así mismo lo estaba
haciendo esa noche, ya que un peculiar sujeto de azulados cabellos caminaba por
las callejuelas de Lyneel, con sus anaranjadas gafas reposando en frente de sus
ojos, y su radiante y rojiza capa que se encontraba en su espalda, llevando un
rumbo incierto, divagando por las calles con ambas manos en sus bolsillos,
buscando algo que hacer, y donde encontrar espadas, ya que las suyas las había
perdido hacía ya bastante tiempo, y necesitaba comprar, o robar, unas nuevas.

Sus pasos lo llevaron a una plazoleta, la cual totalmente vacía invitaba al
muchacho a descansar un poco de su caminata, haciendo que este se encogiese de
hombros y se acercase a una banca, sentándose en ella y recostándose hacía
atrás, cruzando ambos brazos detrás de su nuca mientras dejaba salir unas pocas
palabras de entre sus labios. - Tengo el presentimiento... De que está será una muy larga noche.- Expreso el peli-azul con algo de nostalgia, para luego bostezar
del aburrimiento y quedarse allí reposando por un rato, algunos minutos o tal
vez horas, quién sabe, ya que no tenía mucho que hacer en medio de la noche,
más que embriagarse y causar problemas, o dormir, lo cual no estaba en sus
planes para esa noche.

Mar Mayo 31, 2011 12:57 pm

La noche caía sobre la isla de Lyneel, cubriéndolo todo con su manto oscuro, haciendo que las casas se iluminaran por las luces, al igual los recintos, recintos como la biblioteca en la que se encontraba la joven de rosados cabellos, sentada en una de las mesas, escondida tras una pila de libros que se había leído durante todo ese día. Investigación o simple curiosidad, la arqueóloga quería saber y descubrir nuevas cosas y conseguir salir de exploración como pirata que era.

Las luces provocaron que la joven entrecerrara sus ojos, haciendo que se frotara estos con sus manos cerradas como puños. Llevaba no sabía ya cuántas horas leyendo sin cesar, por lo que sus ojos se resentían y eran sensibles a la luz, si, ya era hora de retirarse a descansar. Cerró su libro, el último que había completado por leerse en el día de los más o menos diez que leyó y, después de ordenarlos obviamente, se retiró del lugar, caminando tranquilamente por las silenciosas calles nocturnas de Lyneel, resonando el sonido de sus pasos, mientras paseaba por la plazoleta, donde se detuvo para mirar al cielo, pues una plateada luz la cubría, procedente de la luna llena a la cual le gustaba contemplar aunque fuera cinco minutos cada noche.

-Tan hermosa como siempre, envidio su luz...-susurró para sí misma mientras llevaba su mano a su cabello, echando un mechón de su rosado cabello tras su oreja, que bailaba lentamente por la brisa que soplaba en la noche.

Mar Mayo 31, 2011 1:14 pm

La tranquilidad y la calma reinaban en aquel lugar, donde tan solo se sentía el susurro del viento resoplando entre los árboles, acompañado del ligero repiqueteo del agua que emanaba de una fuente cercana a su posición, haciendo que aquel lugar se viese inundado por una harmonía increíble, aunque dicha tranquilidad no duro mucho, ya que el peli-azul fue advertido de la llegada de alguien por el sonoro eco de sus pisadas, viendo a su al rededor para encontrar con la mirada a la persona que hubiese llegado a la plaza.

Entonces, sus ojos se clavaron en la recién llegada, una peli-rosa que se encontraba de espaldas a este, observando a la luna de seguro, o al cielo mismo, quién sabe, pero lo más atrayente de la muchacha, además de sus cabellos que danzaban con el viento como si formasen parte de estos, y además de su cuerpo que provocaría el babear de cualquiera; era el que estaba ahí a esas horas, en la madrugada, siendo está la primer persona que se encontraba en toda la noche, además de algún que otro ebrio salido de alguna cantina.

Sin decir nada, se quedo observándola por unos momentos, algo intrigado y curioso, preguntándose que motivos tenía para estar deambulando por las calles a semejantes horas, y segundos después de haber reunido algo de valor se dispuso a dirigirle la palabra, alzando la voz un poco para que lo escuchase, al tiempo que se levantaba y comenzaba a caminar lentamente hacía ella. - Buenas noches, señorita. - Expreso con firmeza y, sin poder evitarlo, algo de energía, ya que era su tono de voz usual, enérgico y firme, a veces alegre y calmo, dependiendo de la situación en la que se encontrase. Ahora restaba esperar a ver cual sería la reacción de la muchacha, ya que de seguro la asustaría con tan repentinas palabras, teniendo en cuenta que de seguro ella aún no lo había visto, pero esperaba que no se espantase, ya que de seguro gritaría y acabaría con la calma del lugar.

Mar Mayo 31, 2011 1:28 pm

Sin cansarse de mirar, la muchacha observaba el astro del cielo junto a las constelaciones, las cuales le encantaban tanto su historia como sus significados, dejándose llevar por sus pensamientos y transportándose a su mundo, desconectando por unos minutos del mundo real, ensimismándose en su mente. Pero, antes de que pudiese seguir divagando en su mundo de color, unas pisadas la alertaron, haciéndola despertar repentinamente y girándose hacia el lugar de donde provenía. Pues frente a ella se encontraba la figura de un chico, más o menos de su misma edad, de vestimentas curiosidad y cuerpo atlético, aparte de un extravagante cabello de color azul que fue lo primero en lo que la chica se fijó.

A pesar de que ante los ojos de la joven, ese chico se veía realmente atractivo, su mirada le transmitía serenidad, a pesar del tipo de personas que solían aparecer a esas horas de la madrugada, en este caso concreto la chica no se asustó, pues de algún modo, sentía cierta confianza con aquel chico, no sabría explicarlo bien. -Buenas noches, caballero~ -respondió la joven un tono algo juguetón, sonriendo levemente mientras miraba al chico a sus ojos directamente, ojos que no podría descifrar su color pues sus gafas rojas se lo impedían.

-¿Eres un viajero, verdad? -preguntó la joven convencida de sus palabras, mientras observaba al joven de arriba abajo con su mirada disimuladamente. -Poca gente decente está en la calle a estas horas...-terminó por decir, mientras pasaba a mirar a su alrededor, que se encontraba iluminado por la descubierta luna en el cielo despejado de nubes, y las farolas de la calle.

Mar Mayo 31, 2011 1:47 pm

Para la sorpresa del joven, la muchacha no se alarmo en lo mas mínimo, y al dirigir su mirada a donde el, pudo ver el rostro de la misma, siendo iluminada por la plateada luz de la luna, la cual hacía brillar tan hermoso rostro como si de una deidad se tratase, pero antes de comenzar a divagar en sus pensamientos la muchacha contestó a su saludo con una voz sumamente deleitante para los oídos del muchacho, el cual sonrió amablemente mientras inspeccionaba con la mirada a la chica, de arriba a abajo, escuchando el resto de sus palabras sin desdibujar su sonrisa ni por un momento.

Al parecer era una persona educada, lo cual ya se tenía algo en claro por su cuidada y estética apariencia, pero esto fue respaldado por sus cordiales palabras, las cuales hacían alusión a la gente que frecuentaba las calles por estas horas, lo cual provoco que el peli-azul riese por lo bajo, mientras decía con una voz enérgica y alegre. - Soy un viajero, y estás en lo correcto, no mucha gente decente camina por la penumbra, pero yo no soy para nada decente, y eso se nota con tan solo verme, ¿No crees? - Dijo este mientras colocaba ambas manos en su cintura, sin dejar de sonreírle, queriendo transmitirle que ninguna persona decente andaría por ahí vestida como el, y mucho menos a tales horas de la noche, donde tan solo podrían encontrarse con ladrones o rufianes.

Mar Mayo 31, 2011 2:00 pm

La chica no pudo evitar reír suavemente ante las palabras energéticas del chico, más por su tono de voz que por sus palabras, tapándose la boca con su mano. -Yo tampoco soy lo que aparento~ -terminó por decir la muchacha en un tono pícaro, mientras sonreía ladeando sus labios. Mientras tanto, se giraba dándole la espalda al chico, mirando hacia la calle, por la cual pasaban algunos transeúntes, de los pocos que caminaban por allí a esas horas, estirando sus brazos y apretando sus ojos con suavidad, pues estaba cansada de estar horas sentada en la biblioteca, leyendo sin cesar como un ratón de biblioteca, pues el amor de la joven por la lectura era grande.

Sin perder más el tiempo, la chica giró su rostro hacia el joven y volvió a sonreír, sin poder evitarlo al mirarle. -Yo también soy una viajera, se podría decir. -comentó la peli-rosa, dando unos pasos hacia el frente abrazándose a si misma por el frío que comenzaba a hacer en la calle y la brisa incesante de esta. -¿no tienes dónde dormir? porque podrías venirte a la pensión en la que estoy temporalmente. -ofreció amablemente la arqueóloga, girándose completamente hacia el muchacho, esperando tranquilamente su respuesta mientras volvía a mirar al cielo quizás por última vez en esa noche, antes de volver a la cama y dejarse sumir en un profundo sueño y merecido.

Mar Mayo 31, 2011 2:12 pm

El muchacho arqueo sus cejas en señal de sorpresa al escuchar las picaras palabras de la peli-rosa, las cuales despertaron una curiosidad aún más grande en el peli-azul, sintiendo bastante intriga mientras la veía voltear por unos instantes, desperezándose de seguro por el cansancio, para luego girarse hacía el y dejarle saber que también era una viajera, lo cual sorprendió un poco más al sonriente peli-azul, sabiendo ahora que ambos eran viajeros, y que el haberse encontrado allí había sido obra del destino, o una casualidad bastante extraña.

Entonces, vio como la muchacha se abrazaba a si misma, como cualquiera hacía cuando quería darse algo de calor, y mientras la escuchaba avanzo hacía ella, desatando su capa y posándola en los hombros de la joven con un ligero movimiento de manos por sobre la joven, cubriéndola así con su capa mientras le decía. - Claro, me gustaría acompañarte. Por cierto, mi nombre es Sieghart Akechi, es un placer, ¿señorita...? - Expreso esperando que esta le contestase, ya que deseaba el saber su nombre y acompañarla a la pensión en la que se hospedaba, ya que así podría recuperar su capa luego, teniendo en cuenta que se la había dado para cubrirla del frío y demás, aunque la idea de pasar la noche en un lugar tibio y en compañía de una hermosa dama no estaba para nada mal.

Mar Mayo 31, 2011 2:41 pm

La joven notó como sobre sus hombros se posaba un pequeño peso extra, casi ínfimo, y como el frío que sentía comenzaba a desaparecer por la calidez que le brindaba la capa que le colocó el peli-azul, un gesto lleno de caballerosidad que provocó un ligero rubor inevitable en las mejillas de la joven pirata, pues nunca nadie se había portado de tal modo ni había ofrecido tal gesto por su persona. Levantó su rostro hacia el característico muchacho, asintiendo con su rostro con una sonrisa a modo de gratitud.

Sin más, el muchacho se presentó bajo el nombre de "Sieghart Akechi" y preguntó acerca del nombre de la misma, la cual no tardó en responder. -Aredhel...me llamo Aredhel Li Britannia. -afirmó la chica firmemente pero con educación, manteniendo hacia él su leve sonrisa. Es así, como la chica comienza a caminar lentamente para salir de la plazoleta y dirigirse hacia la pensión ya nombrada, pues el chico aceptó ir con ella al susodicho lugar para ya por fin descansar.

-Por cierto…¿Qué buscas? Es decir, todo el mundo busca algo o quiere conseguir algo en esta vida, una meta…un sueño…-comentó curiosa la chica, aunque con miedo tardío de estar metiéndose donde no le llamaban, demostrando quizás demasiada confianza, por lo que siguió mirando hacia delante sin detenerse en su caminata.

Mar Mayo 31, 2011 2:53 pm

El joven sonrió en respuesta a la sonrisa mostrada por la ahora algo ruborizada joven, comenzando a caminar con ella mientras se grababa su nombre entre sus pensamientos, Aredhel Li Britannia, un nombre peculiar y llamativo, bastante hermoso y poco utilizado, pero sus pensamientos no pudieron seguir concentrándose en el nombre de la joven, ya que está pregunto algo bastante sorpresivo y singular, lo cual desconcertó un poco al joven peli-azul, el cual no tardo en comenzar a elaborar su respuesta.

Y así fue que, mientras caminaban, volvió a hacerse escuchar, dirigiéndole a la muchacha unas palabras que podrían decir mucho de su persona. - ¿Mi sueño? Ser reconocido en todo el mundo como un maestro espadachín, además de que busco la libertad para todos, y si, eso me hace un pirata, y no temo el decirlo, al menos no en tú presencia. - Exclamo el peli-azul con una sonrisa dibujada en su rostro, ya que no sentía temor alguno al decirle a la joven que el era un pirata, ya que se sentía bastante a gusto con ella cerca, o al menos eso pensaba desde hacía unos momentos, ya que sentía que podía confiar en ella.

Mar Mayo 31, 2011 3:10 pm

La chica no pudo estar más satisfecha con la respuesta del chico, que confesó ante su presencia que era un pirata, tal y como estaba comenzando a imaginarse la chica, algo en lo que coincidía con la joven de rosados cabellos, que para nada se imaginaba el chico, o eso pensaba ella, pues el factor sorpresa podía ser muy gracioso. Sin más, miró al chico mientras caminaban juntos por las oscuras calles de la ciudad, en dirección a la pensión que no se encontraba muy lejos y sonrió nuevamente al muchacho, sintiendo mayor interés en este peli-azul que apareció de la nada en su vida.

-¿Sabes qué? no me importa que seas un pirata...porque yo también soy una pirata~ -respondió la chica volviendo su vista al frente mientras una suaves carcajadas eran liberadas de sus labios, mientras con sus manos se arropaba con la capa del chico por el aumento del frío en el ambiente. -Supongo que no lo esperabas, aunque soy aun una novata en esto, no pertenezco a ninguna tripulación aún y hace poco que comencé mi viaje -se sinceró la arqueóloga, mientras seguía caminando, agachando ligeramente la cabeza mirando sus propios pasos en la calle, hasta acabar deteniéndose frente a un pequeño edificio del lugar, pues se trataba de la ya nombrada anteriormente pensión en la que se hospedaba temporalmente la fémina, observando el cartel principal y la puerta aún abierta, con las luces de recepción encendida, pues esta pensión era sobre todo para viajeros como ellos.

-Aquí es donde me estoy hospedando mientras permanezco en esta isla –comentó afirmativa la muchacha, dando un paso al frente pero deteniéndose delante de la puerta, girándose para mirar a su compañero, quitándose la capa que le ofreció y entregándosela nuevamente. –Muchas gracias –terminó por decir la joven agradecida honestamente al muchacho de azulados cabellos.

Mar Mayo 31, 2011 3:33 pm

Los pasos del muchacho eran lentos y largos, caminando al lado de la joven en espera de una respuesta por su parte, la cual no tardo en presentarse, ya que está le dejo saber con unas pocas palabras que ella también era una pirata, lo cual sorprendió nuevamente al peli-azul, el cual en toda la noche no paraba de sorprenderse una y otra vez desde que había conocido a la joven, aunque la sorpresa del momento se disipo con mayor rapidez que las veces anteriores, ya que sus oídos estaban atentos a lo que decía, y su mente se concentraba en cada palabra que fluía de sus labios.

Al parecer, era una pirata iniciada, sin tripulación ni compañeros, al igual que el, lo cual hizo que esbozara una sonrisa amable mientras llegaban a la pensión nombrada anteriormente por la joven, la cual se paro en la entrada y le explico que ahí era donde se hospedaba, para acto seguido entregarle su capa nuevamente y agradecerle, a lo que este sonrió y contestó. - No agradezcas, fue un placer acompañarte, y conocerte fue bastante interesante, además, ambos somos novatos en la piratería, debe ser obra del destino el que nuestros caminos se cruzasen. - Expreso sin dejar de sonreír ni un instante, mientras tomaba la capa y acariciaba levemente las manos de la muchacha en el proceso, siendo esto un acto inconciente y desapercibido por el joven, el cual acto seguido se dispuso a colocar su capa donde iba, sobre sus hombros, quedándose allí parado mientras la volvía a atar, esperando una reacción por parte de la peli-rosa.

Mar Mayo 31, 2011 4:35 pm

Las amables palabras del chico, volvieron a provocar un leve rubor en sus mejillas, leve pero notorio, lo que hizo que la joven girara su rostro disimuladamente, dándose la vuelta finalmente para entrar a la pensión. Subió los pocos escalones que tenía la entrada, cuatro contados, y se detuvo frente a la puerta, al notar que el chico no le seguía, girándose nuevamente para verle. -¿No entras Sieghart? -preguntó dudosa la chica, pues le había dicho de ir al lugar con ella, igual esperaba una invitación más directa o quizás solo quería acompañarla hasta ahí, no lo sabía. -La habitación ya está pagada, puedes venir sin problemas -sonrió nuevamente con algo de picardía, le estaba ofreciendo alojo gratis por esa noche, así que le extrañaba que llegase a dudarlo.

Respecto a un comentario realizado por el chico, la arqueóloga se quedó pensativa. Cierto era que su encuentro no parecía meramente casual, sino que parecía cosa del destino, hilos movidos caprichosamente para que los chicos se encontraran. Ambos piratas y novatos, sin tripulación y con ambiciosos objetivos para el futuro. Una persona no conocía a alguien así todos los días, no podía perder la oportunidad de conocer mejor a ese peli-azul y de quizás, llegar a ser compañeros en un futuro, o quizás la joven estaba divagando otra vez en su mundo y quizás estaba exagerando, aun no conocía bien a ese chico y era lo único que le faltaba para comprobar de que se trataba de la persona que ella pensaba.

Mar Mayo 31, 2011 5:14 pm

El muchacho termino de acomodar su capa y vio como la muchacha se adentraba al establecimiento, y por un segundo se sintió algo desganado y desilusionado, pero no tardo en renovar su animo al escuchar las palabras de la joven, a las cuales respondió casi al instante. - Claro, Aredhel. - Dijo algo emocionado mientras sonreía con amabilidad y la seguía hacía dentro del hospedaje, escuchando el que la habitación ya estaba paga, pero de todas formas se lo compensaría, de alguna manera lo haría.

Mientras caminaba hacía la habitación, este no podía sacarse de la cabeza la idea de viajar junto a la muchacha, sin importar cuanto intentase pensar en otra cosa, no podía hacer más que pensar en ello, lo cual se le hacía extraño, aunque bueno, tal vez tuviese esas ideas por el hecho de que ambos eran piratas iniciados, y comenzar en grupo sería la mejor opción. Pero entonces, sus pensamientos se disiparon, cuando llegaron ambos al cuarto donde esta se hospedaba, y allí se quedo el, esperando que está entrase para luego acompañarla adentro, viendo una sala bastante normal, para nada lujosa, pero si acogedora, donde había un par de muebles, como la cama, una mesa de luz, un sillón y una mesita, además de una puerta que de seguro daba al baño de la misma.

Entonces, se acerco al sillón y se sentó en este, observando a su al rededor para luego fijar su mirada en la peli-rosa y decirle. - Gracias por invitarme a pasar la noche aquí, si no fuese por ti, de seguro hubiese dormido en la banca donde me encontraba anteriormente. - Expreso con total franqueza, sonriéndole radiantemente, mientras llevaba su diestra su rostro y se despojaba de sus gafas, dejando así a la vista sus celestes y profundos ojos que hacían juego con sus cabellos, siendo estos vastos como el mar mismo, y como si de instinto se tratasen, se clavaron en la mirada de la joven, esperando una reacción por su parte mientras se establecía un contacto visual entre ambos.

Miér Jun 01, 2011 8:30 am

La respuesta afirmativa del muchacho peli-azul provocó una sonrisa en la chica, pues reamente tenía ganas de pasar más tiempo con el joven pirata, preguntarle y contarle muchas cosas y igual podrían hasta comenzar sus aventuras juntos como piratas. Aunque miedo le daba el estar ilusionándose tanto, no sabía aun si el chico estaba dispuesto a permitir que la de cabellos rosados le acompañase en sus aventuras por el mundo, esa noche era perfecta para asegurarlo, entre la conversación que tendrán, de algún modo lo averiguaría.

Sin más, comenzaron a caminar adentrándose en la pensión que no era muy grande, por lo que era imposible perderse en aquel sencillo pero coqueto lugar. Sin necesidad de subir escaleras, pues la habitación de la chica estaba en la planta baja, la oven sacó sus llaves y abrió la puerta con un sencillo y ligero movimiento hacia su derecha, posando su zurda sobre el pomo abriéndola instantáneamente, dejando la puerta abierta para pasar tranquilamente hacia dentro dela habitación, encendiendo a su paso la luz gracias al interruptor que estaba colocado en la pared nada más entrar, como era común.

La habitación apenas se podría describir, era un lugar muy sencillito y económico para el bolsillo de la muchacha. Una cama cómoda, un sofá, un par de muebles, un baño y una mesa, que utilizaba durante su estancia como escritorio. Sobre esta había un par de libros y algunos folios con anotaciones de la chica, que nada más entrar se dispuso a recoger y ordenar. -Todas estas cosas se deben a que soy arqueóloga, estos días he estado investigando un poco. -comentó la peli-rosa que guardaba todo dentro de una mochila que se encontraba al lado de la misma mesa, cerrándola y dejándola sobre esta para luego dirigirse al muchacho.

-Espero que la habitación sea de tu agrado, al menos es mejor que dormir en la intemperie~ -pronunció la pirata con una sonrisa mientras llevaba sus manos a su cintura, esperando la opinión del joven y lo que tuviese que decirle, si algo requería decirle.

Miér Jun 01, 2011 8:45 am

El muchacho observo las acciones de la joven, viendo como esta acomodaba unos libros y folios que se encontraban sobre la mesa, explicándole a este que su profesión era de arqueóloga, lo cual no sorprendió al muchacho, ya que al verla con libros era imposible que la palabra arqueólogo no le pasase por la mente. Entonces, la joven volvió a dirigirle palabra, dejándole saber que esperaba que la habitación fuese de su agrado, a lo cual este respondió con una enorme sonrisa. - Claro que es de mi agrado, es un lugar muy acogedor, y no podría desear mejor compañía. - Expreso este sin pensar siquiera en lo que había dicho, lo cual hizo que sus mejillas se tintaran de un leve carmesí que se disipo segundos después al mover este la cabeza hacía un lado, intentando así ocultar su rostro mientras le hacía creer que observaba por la ventana.

Tras unos momentos, observo nuevamente a la muchacha, la cual le observaba y se quedaba viéndola por unos instantes, para luego decirle. - Y... ¿Como fue que decidiste ser pirata? - Preguntó algo curioso, intrigándose acerca del pasado de la muchacha y los sucesos que le habían llevado a la piratería, aunque tal vez fuesen cosas que ella no quisiese contar, por lo que no se molestaría si eso pasaba, ya que estaba en todo su derecho de contárselo o no.

Miér Jun 01, 2011 9:04 am

La respuesta que dio el joven peli-azul no pudo ser más satisfactoria para la chica, sobre todo por el último piropo lanzado por este, que provoco un leve rubor en las mejillas de la arqueóloga, provocando que esta agachara su rostro avergonzada rascándose una de sus mejillas con su diestra como signo de nerviosismo. Pero una distracción ocurrió que le hizo olvidar su estado, la pregunta del chico acerca de cómo decidió convertirse en pirata. Antes de poder darle una respuesta, la chica se sentó en el borde de la cama, aun con su rostro agachado chocando suavemente los talones de sus zapatos distraídamente, pensando bien en su respuesta.

Una respuesta así traía consigo una inevitable explicación de su pasado, pues su motivo se centraba en ello. A la mente de la pirata volvían recuerdos tristes y dolorosos, revivirlos le hacía sentir en su propia piel nuevamente los latigazos y golpes recibidos en su vida de esclava, lo que provoco que se abrazara a sí misma, encogiéndose con el rostro ensombrecido por su flequillo sin llegar a reunir el valor de contarlo.

Unas pequeñas lagrimas comenzaban a brotar de los ojos de la de rosados cabellos, inevitables por ella, mientras se mordía el labio intentado no sollozar, un pasado traumático llevaba consigo este tipo de cosas, no podía contenerse aunque lo deseara frente al chico. Quería contárselo con tranquilidad, pero le estaba siendo imposible, motivo por el cual se distraía tanto tiempo, pues sus recuerdos tristes se apoderaban de ella ya fuera como terror nocturno o al recordar su pasado. –Yo…yo…-intentó pronunciar palabra la joven, sin éxito alguno, volviéndose a cerrar su boca con fuerza para que no se le escaparan los sollozos que sentía que iban a salir de ella.

Miér Jun 01, 2011 9:35 am

La respuesta de la muchacha no pudo ser más obvia, ya que sin mediar palabra alguna le dejo saber al muchacho que le era doloroso el recordar su pasado, lo cual demostraba con sus acciones y las lagrimas que desbordaban desde sus ojos, a lo que el peli-azul se sintió algo mal por haberle preguntado algo que ella no quería recordar, haciendo que este se sintiese igual, o pero que la muchacha, pero, lo arreglaría, iba a enmendar su error, o al menos eso intentaría.

De pronto, la joven pudo sentir unos calidos y acogedores brazos que la rodeaban y abrazaban con fuerza, teniendo ahora al peli-azul intentando así dejarle saber que intentaba consolarla, y que le brindaba su apoyo, y por si no era suficiente, también se acerco a su oído y le susurro serenamente. - Lo siento... No debí preguntar... ¿Tranquila, si? - Expresó aferrándose a ella con fuerza, sin llegar a lastimarla, si no que la abrazaba para resguardarla entre sus brazos, esperando que con esto se distrajese y dejase de llorar, que olvidase aquellos pensamientos que el joven le había obligado a revivir, por lo cual se sentiría bastante mal cada vez que lo recordase, ya que había hecho sentir mal a la muchacha con su pregunta, y no pensaba repetirla de ahora en adelante.

Miér Jun 01, 2011 10:58 am

Por mucho que intentara hablar de los labios de la joven solo conseguían salir tristes sollozos por la afección de su pasado, el cual evitaba recordar en profundidad para evitar escenas como estas, intranquila y con nervios se veía incapaz de parar, hasta que sintió dos brazos a su alrededor abrazándola, transmitiéndole seguridad y provocando que la joven se fuera tranquilizando poco a poco, se trataba del peli-azul que la abrazaba para que se tranquilizase, sintiendo su calidez y apegándose más al chico, girando su cuerpo hacia el, posando sus manos en su pecho y acurrucándose contra este, sintiendo que a su lado nada malo podría ocurrirle.

Después de un rato de silencio, sus lágrimas dejaron de caer, sus sollozos pararon y su mente se aclaraba poco a poco, su corazón latía con normalidad y solo sentía la calidez del muchacho de la capa que embriagaba sus sentidos y le hacía sentir irremediablemente bien. -Disculpa, ha debido ser incomodo...-musitó la joven manteniendo sus ojos cerrados, con su rostro apegado al pecho del moreno chico de cabellos azules. -Creo que ya puedo contarte lo ocurrido...aunque sea, resumido... -comentó la chica, separándose lentamente del muchacho y dándole la espalda, procediendo a desplazar su cabello hacia delante para dejar la espalda libre y subiéndose lentamente la camisa, hasta un poco más arriba del centro de su espalda, mostrando la terrible marca de los tenryuubitos a fuego en su espalda. -Creo que no hace falta que diga mucho más... mis padres y yo fuimos esclavos del gobierno durante muchos años, yo conseguí escapar por un asalto de rebeldes que hubo, pero mis padres no lo consiguieron... -dijo nuevamente entre lágrimas, pero frotándose los ojos con sus manos.- se sacrificaron por mí... -se volvió a girar mirando al chico nuevamente, aquel que conseguía tranquilizarla aun en aquel estado de shock.

Miér Jun 01, 2011 4:10 pm

El joven continuaba resguardando a la peli-rosa con sus fornidos y acogedores brazos, sintiendo como está se calmaba poco a poco y se acercaba más a el, apoyándose en su pecho mientras la tranquilidad, en parte, volvía a apoderarse de ella. Entonces, se alejo un poco y dijo uns palabras, para luego girarse y comenzar a levantarse la camisa, lo cual provoco un ligero tono carmesí en las mejillas del muchacho, aunque la vergüenza fue rápidamente cambiada por ira y rabia al ver lo que la joven tenía marcado en su espalda.

No sabía de que se trataba, ya que nunca había visto la marca de los tenryuubito, sin embargo, el joven comenzaba a encolerizarse viendo una marca que había sido impresa con acero al rojo vivo sobre la blanca piel de la joven, como si fuera ganado o algún tipo de propiedad. Esto provocaba una ira desbordante en el peli-azul, el cual no podía entender como podría haber gente tan rastrera y desagradable como para marcar como su propiedad a una chica, pero pronto la razón de esa marca fue desvelada, siendo el causante de ella nada más ni nada menos que el gobierno, causando miseria como de costumbre.

Al parecer, logro escapar gracias a un asalto de rebeldes y a sus padres, los cuales se habían sacrificado por ella, o al menos eso decía, por lo cual la ira del joven comenzaba a disminuir, sintiendo algo de lastima por la muchacha, la cual al parecer había vivido una vida bastante dura y trágica, siendo esclava y terminando huérfana, además de quién sabe que más haya tenido que soportar en el trayecto. Sabiendo esto, se volvió a acercar a la joven, rodeándola nuevamente con sus brazos y acercando su rostro al de ella, al tiempo que le susurraba con una voz suave y serena, pero llena de determinación. - Aredhel... Permíteme viajar contigo... Yo mismo me ocuparé de que seas feliz de ahora en adelante. - Expreso mirándola fijamente a los ojos, con una mirada amable y sincera, sintiendo su tan cercana respiración y notando los rastros de las lagrimas que se habían desbordado de sus ojos anteriormente, esperando ver como reaccionaría la muchacha ante la proposición del joven, el cual realmente pensaba cumplir con lo dicho.

Miér Jun 01, 2011 5:30 pm

Es así como el joven peli-azul se acerca a la joven muchacha que se secaba las lágrimas con sus manos, rodeándola con sus brazos nuevamente le dirigió la palabra con firmeza y suavidad para preguntarle si estaba dispuesta a viajar con él y que se ocuparía de que ella fuera feliz desde ese momento. Inevitablemente un notorio rubor imperó en las mejillas de la arqueóloga que posó sus manos en él, la diestra sobre su pecho y la zurda sobre su mismo hombro, llevando su mirada y cruzándola con la suya con una mirada algo sorpresiva, lo que ella llevaba pensando todo este rato se había cumplido, no podía creérselo y en su rostro se formaba una amplia sonrisa para luego proceder a abrazarle rodeando su cuello con sus brazos y apegándose al joven, haciendo que ambos cayeran sobre la cama.

-¿¡De verdad lo dices!? -preguntó aún sin creérselo, mirando nuevamente al amable chico.- ¡Si, si quiero ir contigo! Admito que llevaba pensando en ello desde hace rato. Sería perfecto...-comentó la joven sin caber en sí de gozo, pasando por su mente todas las posibilidades que esas aventuras podrían llevar a cabo, los sitios que explorarían y las cosas que descubrirían, las personas curiosas y criaturas increíbles que podrían conocer.

Sin más, la pirata se puso en pie, sacando del armario su ropa y comenzando a ordenarla y guardarla toda en una maleta de equipaje, sin esperarse siquiera al día siguiente, se encontraba demasiado emocionada ni tan siquiera para esperar por ello. Doblándola toda y guardándola finalmente en la maleta, junto con algunos libros. Luego, la colocó junto a la mochila que antes colocó, preparadas para su viaje.

Miér Jun 01, 2011 6:11 pm

El joven observo las acciones de la muchacha mientras se sonrojaba bastante más que habitualmente, ya que ahora la que iniciaba el abrazo era la joven, la cual se apegaba a el y le hacía caer en la cama con ella, acrecentando el rubor al tiempo que le rodeaba con ambos brazos, dejándole saber cuanto le gustaba la idea de viajar juntos, lo cual hizo que el peli-azul sonriese con bastante energía y emoción, para acto seguido contarle que ella también había pensado en esa posibilidad, cosa que agrado en demasía al joven espadachín.

Entonces, la chica se levanto y rápidamente se puso a ordenar sus cosas, por lo que el joven se recostó en la cama a observar el techo, pensando en todo lo que llegarían a realizar juntos, de la gente que conocerían o de los lugares en los que lograrían poner pie, pero más importante que todo eso, en el tiempo que pasaría con la muchacha, algo que le estaba intrigando desde hacía un buen rato, ya que ese era el pensamiento que predominaba en su mente y que seguiría allí presente por quién sabe cuanto tiempo más.

Pero antes de que el silencio se apoderase de la habitación, el joven peli-azul sonrió alegremente y exclamó. - Me intriga saber que nos depara el futuro... - Y con esas palabras dictadas, giró su cabeza hacía donde ella y se quedo observándola, dándose cuenta que podía quedarse viéndola todo el día sin cansarse, ya que algo bastante extraño y nuevo para el se estaba apoderando de su ser, ¿Que? No se necesita una respuesta.

Jue Jun 02, 2011 9:34 am

Las palabras del chico inspiraron a la arqueóloga, volviendo a divagar en su mente, imaginando todo con lo que se podrían encontrar, todos los sitios por descubrir y tantas aventuras por vivir, como las que siempre leía en sus libros y los sitios que veía ilustrados en estos, todo eso por fin podría llegar a verlo con sus ojos, sin ser un sueño o una mera imaginación. Su vida iba a cambiar a partir de ahora, iba a convertirse en una pirata de verdad y posiblemente con una tripulación con la que viajar y convivir, luchar y confraternizar.

Es así como la de rosados cabellos agita su cabeza levemente para volver a despertar pues volvía a desconectar del mundo como solía hacer viajando al suyo propio. Observo por unos segundos al chico sobre la cama, cruzando sus miradas, sus orbes azules que ambos tenían. Lo que, al darse cuenta de que hacia no pudo evitar sonrojarse levemente y girar su rostro a otro lado, fingiendo que buscaba algo sin más.

-Creo que ya es hora de dormir, mañana nos esperara un gran día ¿verdad? -comentó la joven pirata volviendo a sonreír inevitablemente al chico, mientras se dirigía al cuarto de baño para cambiarse. Después de un breve rato, la chica sale de este con un camisón corto de color blanco y su cabello recogido en una coleta, mientras se acercaba al armario de la pensión, abriéndolo y sacando un par de mantas que había allí. -Toma, para que no cojas frío -le ofreció la joven en un tono amable, para luego dirigirse a la cama y acostarse e esta, metiéndose bajo las sabanas. -Buenas noches Sieg~ -dijo la chica juguetona por el diminutivo, mientras procedía a cerrar sus ojos lentamente.

Jue Jun 02, 2011 9:52 am

El joven sonrió a la muchacha cuando ambos cruzaron miradas, perdiéndose en sus ojos por unos instantes hasta que está corto el contacto visual entre ambos, rebuscando algo entre sus pertenencias, a lo que el joven peli-azul se levanto y desperezó un poco, estirando su cuerpo completamente para luego sacarse aquella enorme y roja capa, depositándola en el sillón donde tenía pensado dormir, mientras veía como la chica se retiraba al cuarto de baño, donde de seguro se cambiaría y demás, lo cual provoco un leve rubor en las mejillas del peli-azul, el cual se disipo rápidamente con una sacudida de su cabeza.

Pero entonces, su rubor se vio intensificado, al ver como la joven ahora portaba consigo un camisón blanco y, para peor, corto, dejando al joven un tanto sin habla mientras esta le pasaba unas mantas para que no sintiese frío en la noche, y una vez más, haciendo uso de su fuerza de voluntad, disipo la vergüenza y se dispuso a contestar. - Gracias, Aredh. Dulces sueños. - Sentenció con una sonrisa mientras la veía cobijarse, para luego dirigirse al sofá y tumbarse boca arriba sobre el, tapándose con su capa y una manta de las que la joven le había otorgado, para luego lentamente sumirse en sus sueños, ayudado por las cosas que imaginaba pasarían en su travesía, aunque en sus sueños, lo más notorio sería la muchacha.

Jue Jun 02, 2011 1:35 pm

La joven no tardó en caer en un profundo sueño, al poco tiempo después de acostarse en la cama, dejándose invadir por el mundo de los sueños y de su subconsciente. En sus sueños aparecían aventuras fantasiosas las cuales protagonizaba el peli-azul acompañado de ella misma. Por primera vez en mucho tiempo, su terror nocturno en el que imperaban sus terribles recuerdos del pasado desapareció, al menos por esa noche, noche en la que pudo descansar plácidamente.

Al día siguiente, la joven fue despertada por los rayos de luz que atravesaban la ventana en la mañana, sus ojos primero se apretaron para luego abrirlos como respuesta ante la luz que le daba directamente. Parecía que ya era momento de despertar, era un día muy soleado por lo que se veía. La joven se colocó sentada en la cama y estiró sus brazos y espalda, para luego ponerse en pie y dirigirse al cuarto de baño, lugar en el que se dio una ducha mañanera y se cambió de ropa, quitándose su camisón de dormir. Para luego proceder a salir del baño y guardar este en su maleta de equipaje, cerrándola y buscando con su mirada al chico, que parecía seguir durmiendo. Por lo que la joven se acercó, ya eran casi las once y si hoy comenzaban su aventura debían ir preparándose desde ese momento. Se acercó al chico dormilón asomándose por la zona superior del sofá y con su diestra picaba con suavidad con su dedo la mejilla de este. -Sieghart, despierta~ -decía con suavidad la de rosados cabellos mientras sonreía mirando su rostro dormido, el cual le parecía bastante mono.

Jue Jun 02, 2011 2:10 pm

El muchacho se encontraba observando el horizonte sobre un barco, que navegaba las calmas aguas de lo que parecía ser el Grand Line, parado sobre la cubierta con un aire de satisfacción y emoción, habiendo logrado entrar a tan poderoso y mítico mar con su tripulación, pero lo que no cuadraba en la imagen era la joven que tenía abrazado a el, la peli-rosa de nombre Aredhel, la cual se encontraba encaramada de su brazo, con suma ternura, mientras el peli-azul sonreía enérgico y emocionado, desviando su mirada ahora hacía la muchacha y acercándose para... ¿¡BESARLA?! Sus labios estaban a punto de unirse, unos escasos milímetros separaban aquellos carnosos y suaves labios de los labios del joven, cuando de pronto algo le hizo despertar de su sueño, si, un sueño, y bastante extraño para el peli-azul.

Al abrir sus ojos noto como algo picaba en su mejilla, girando para ver a la joven que al parecer lo había despertado, estando tan sonrojado que hasta parecía un tomate humeando, por lo que aparto la mirada y se levanto de un salto, para luego observarle de reojo y decirle. - ¡B-buenos días! - Expreso algo titubeante, para luego tomar su capa y dirigirse al baño con bastante apuro. Una vez en el baño, se ducho para enfriar su mente, aunque la imagen de la joven a punto de besarlo no se quitaba de su cabeza, ¿Que rayos le pasaba? No había tiempo de averiguarlo, ya que hoy comenzarían con su viaje.

Una vez bañado y vestido, o más bien semi-vestido, salio del baño y se acerco a la joven, para así decirle algo más calmado y normal. - ¿Nos vamos? - Sentencio esperando a ver cual sería el plan a seguir por parte de la muchacha, ya que este no tenía mucha idea de lo que harían una vez comenzado su viaje, solo tenía en mente el conseguir un par de espadas para poder manejarse en un posible combate, ya que la vida del pirata no era para nada fácil.

Una larga noche.

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Re: Una larga noche.

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