Por el puerto.

Mar Ago 23, 2011 1:01 pm

Las olas del mar que rodeaba la isla de Shimotsuki se agitaban levemente, con el va y ven de costumbre que poseía un mar en calma, iluminado por un sol que calentaba levemente la superficie ya que eran mas o menos las 4 de la tarde, tiempo en el que este comenzaba a posarse en el horizonte para dar cabida en unas horas a la luz de la luna en su sustitución como era de esperarse, de su cálida su cálida energía.

Desde el puerto a penas se podía observar a la distancia un pequeño punto negro que se acercaba con lentitud hacia la orilla, objeto que no se dejo identificar con claridad hasta que estuvo a un alcance considerable de la vista, que permitiría ver que el pequeño bote de remos, algo maltratado por los años y contantes golpes de las olas, siendo este manejado por a lo que se podía visualizar, un joven que se movía desesperado de aquí para aya en el pequeño y gastado transporte, y no era para menos, este se estaba hundiendo y en joven desesperado con cubeta en mano intentaba sacar el agua del navío para por lo menos ganar tiempo a llegar al muelle.

-Vamos no me hagas esto!...-Decía el joven de plateada cabellera mientras sacaba el agua del bote sin mucho éxito ya que los orificios que este tenia en el suelo introducían mas agua de la que este podía sacar. No paso mucho tiempo hasta que el joven opto por dejar la nave agarrando sus pocas pertenencias en una bolsa que amarro y posiciono a su espalda, para irse a nado a el muelle que no estaba a mas de 25 metros de distancia- Ese viejo ratero me vendió un bote en mal estado, la próxima vez me fijare en el fondo del bote antes de comprarlo-Decía mal humorado mientras nadaba hacia la orilla que estuvo casi deshabitada cuando este salio empapado del agua, algo decaído en lo que oprimía sus ropas para quitarse algo de agua de encima, sin importarle que algunos le observaren, mas simplemente se quedo parado observando los negocios del muelle en lo que estaba situado al lado de un barril custodiado por un marinero que se preparaba para ir a pescar en un pequeño bote pesquero, sin prestarle mucha atención al peli plata que estaba a 3 metros de este.

Mar Ago 23, 2011 2:14 pm

Ya habían pasado unos cuantos días desde que el rubio había salido de Shelltown hacia el mar en busca de su próxima isla objetivo: Shimotsuki. Era extraño ya que previamente ya había recorrido la isla de Dawn en el pasado pero nunca se le había ocurrido viajar un poco hasta esta isla tan famosa por su dojo. El rubio ya llevaba varias islas recorridas y poco a poco se le empezaban a acabar si seguía así tendría que ir a la Grand Line para conocer sus misteriosas islas. Aunque para una persona seria muy difícil navegar sola por esas aguas y casi imposibles en un pequeño bote. El pirata debía buscar un barco más grande que pueda soportar esas difíciles corrientes, sus climas tan extraños y esos tiempos largos sin llegar puerto, un barco que realmente resista bastante. También tenia que buscar una tripulación, unos nakamas para que se dividan las responsabilidades, los trabajos, para divertirse en las noches de aburrimiento y soledad, para charlar y vivir aventuras. Si había algo que necesitaba seguro para ir al Grand Line era un navegante, debería dejar de navegar como lo estaba haciendo sin experiencia y casi sin orientación, un navegante que supiera en cualquier momento donde estaban y que sepa llegar a todos los lugares, un navegante digno de una tripulación pirata.

Para la suerte de Kagami las aguas del East Blue estaban calmadas esos días en los que se encontraban solo el y su bote. Aguas que permitían navegar tranquilo hacia la siguiente isla sin necesidad de pensar que podría ser el fin de alguien. No hubo olas grandes o tormentas poderosas. Pasaba alguno que otro pez nadando cerca del bote pero nada que llame la atención, ninguno de un tamaño considerable. Lo único que podía ser un cambio en ese paisaje que ya aburría de tanto verlo era la llegada de un pelicano un tanto grande, su tarea era simple vender el diario por el mar. Las noticias eran normales sobre política la mayoría o ascensos en la marina. Siempre estaban los carteles de recompensas, cada vez nuevos piratas eran los que aparecían, se notaba que esta era la era pirata. Una de las noticias mas importantes que se pudo leer fue una que no tan lejos de su posición actual se estaba llevando a cabo una gran lucha entre piratas y marines en Tequila Wolf. No explicaba mucho pero la noticia estaba.

Luego de tanta espero y de tanto deseo de poder llegar a lo lejos se podía ver un pedazo de tierra un tanto grande que se agrandaba cada vez más al acercarse, era una isla, la isla que estaba esperando llegar el luchador: Shimotsuki. Fue ahí cuando hizo la pequeña vela que tenía su bote y remo a más no poder, a toda fuerza, a toda velocidad, a toda maquina. Algo detuvo el esfuerzo del pirata ya que con uno de los remos había tocado algo duro, al verlo no era un coral sino que un pequeño bote de madera un poco mas sencillo del que tenia el pirata en este momento. Aunque sus ansias de llegar, ya que estaba tan cerca de la isla, hizo que ignorara el pequeño bote y continuara remando hacia el puerto de la ciudad.

Una vez ahí ato su pequeño bote al puerto, y alzo la mirada el rubio mirando toda la ciudad.

“Por fin llegue” Pensó el rubio tapándose del sol con la mano para que le hiciera sombra.

Mar Ago 23, 2011 8:41 pm

La brisa salina chocaba con suavidad en el rostro del joven peli plata que comenzó a caminar calmadamente por el muelle alejándose así de la orilla del mismo y del pescador que se disponía a subirse a su bote para ir a laborar, a pesar de que pronto iba a llover, algo que posiblemente casi nadie tenia en mente al ver el cielo completamente despejado.

-Pequeño lluvasno mas inoportuno se avecina...-Dijo mientras caminaba el chico de plateada cabellera que aun sacudía su camisa negra para sacarle algo de agua, hasta que desistió de la idea al ver el cielo y sentir el aire. Sin darse cuenta este había hablado en voz alta mientras pasaba por el lado de varios pueblerinos y un joven de rubia cabellera, logrando la sonrisa burlona de los pueblerinos al escucharle, sin poder evitar disimular el impulso de reírse de este por el comentario que para ellos era irracional.

En el rostro de del joven no hubo inmutacion alguna a pesar de que se reían de este mientras caminaba lentamente y ponía la bolsa en la que llevaba sus pertenencias encima de su cabeza como si quisiera evitar que agua le cállese, mas no obstante las risas callaron cuando no pasado un minuto de que este hubiese hecho el comentario, las nubes comenzaron a formarse rápidamente como por arte de magia, siendo estas creadoras de leves gotas de lluvia que comenzaron a caer suavemente en la tierra y el mar del lugar, así cubriendo de un gris oscuro el cielo, que únicamente permitía ver la lluvia creciente que había iniciado de la nada, callando así a los pueblerinos que le observaban con la boca abierta mientras entraba en una taberna el joven del que se habían burlado.

La taberna era oscura apenas iluminada por dos faroles que permitían visualizar la barra donde estaba el barman y 4 mesas donde solo una de esas estaba ocupada por un anciano de unos 90 años de edad que estaba ebrio y aun con botella en mano, al lado del barman estaba la camarera del lugar, una señora pelirroja y regordeta, con muchas pecas en el rostro, que se acerco al joven que había ido a sentarse a la mesa mas apartada del lugar y en la que menos luz llegaba, con el fin de ir y ver que quería el peli plata que observaba un menú con tranquilidad. Una cerveza y una hamburguesa fue ordenada por este y no duro en recibir en mas de 10 minutos su pedido, que sin preámbulos comenzó a disfrutar, sacando también ya estando solo y con la camarera alejada de este. un papel viejo y mojado.

-Así que pusieron recompensa por mi cabeza...Tsk ... Ni siquiera sabia que era la hija de un comodoro...-Recordaba el joven su presunto crimen, el cual no era mas de haber pasado una buena noche con la hija de una persona de poder, algo que le otorgo una recompensa injusta y descarada según el joven pero igual por lo menos se conformaba con haber salido bien en el cartel de se busca y haber pasado una buena noche con una chica de alcurnia.

Mar Ago 23, 2011 10:23 pm

El sol brillaba a todo su resplandor en Shimotsuki con la llegada del joven de traje blanco, pocas nubes eran las que surcaban el cielo así que parecía que iba a ser un buen día en la ciudad, en el mercado del puerto. Para esta ocasión el pirata no tenia que hacer compras, solo las típicas que puede realizar cualquier que se encuentre navegando por los mares. Comida, talvez ropa nueva, un lugar para pasar la noche, por suerte ninguna reparación para el bote. Cosas que eran necesarias pero tampoco que le costarían mucho. Ya los días en alta mar eran aburridos solo, aunque prefiriese de vez en cuando esa soledad ya que le permitía estar tranquilo. El único libro que tenia ya lo había terminado pero no se cansaba de leer una y otra vez esos versos de un poema hermoso que estaba tan bien elaborado por un poeta que ya no estaba en la tierra pero había dejado su obra para que todos la admiren y la conozcan.

El rubio se metió las manos en los bolsillos dejando el saco un poco por encima de las manos. Ahora observando el puerto se noto como estaba muy activo. Los negocios de pescadería parecía que habían regresado sus botes del mar con redes y redes de pescados frescos para vender. Había varios de los que había podido divisar Kagami en su viaje a la isla, una especie de truchas de varios tamaños, algunas parecían de medio metro de largo. Una buena pesca para ellos o eso pensaba el rubio ya que no conocía la pesca normal o media para poder calificar si fue buena o no. Varios de los negocios de frutas y verduras se encontraban los dueños gritando a toda voz sus precios bajos, sus rebajas y sus ofertas. Era una pelea entre los comerciantes por ver quien vendía. Algunos gritos cambiaban al instante al escuchar que el vendedor de al lado lo tenia mas barato. También había que destacar que había varios barcos de gran tamaño que bajaban cajas y cajas de madera que su contenido era misterioso ya que no la abrían en el puerto sino que simplemente las bajaban del barco.

Luego de esa rápida mirada el rubio empezó a caminar por el puerto para ver mas de cerca a las personas comprar y a los vendedores gritar. El pirata caminaba con una sonrisa en su rostro ya que le resultaba muy gracioso ver como se peleaban por un cliente algunas personas que talvez luego de su trabajo podían ser grandes amigos. Caminando un poco se pudo ver unos cuantos vendedores que tenían una manta en el piso en la cual tenían accesorios como pulseras o cosas así, nada de gran valor pero se las empeñaban en vender su mercancía también. Otro puesto era uno de vasijas que talvez no vendía mucho pero su vendedor era el mas entusiasmado en promocionar sus vasijas de tamaños extraños pero según él de buena profundidad. Aunque la llamada de atención que tuvo Kagami fue la de varias risas a lo lejos. Muchas personas se empezaron a reír por alguna razón. Interesado el luchador fue a ver de qué se trataba, que era lo que causaba tanta risa a la gente.

No fue mucho lo que camino cuando de repente el cielo tomaba un color gris y luego se transformo en negro, cayeron gotas, pequeñas y tranquilas pero no tardo mucho también en incrementarse la cantidad y el tamaño, la lluvia y la tormenta habían llegado a Shimotsuki. El pirata alzo la mirada hacia el cielo dejando que la lluvia le pegara en el rostro y que su pelo empiece a mojarse completamente. Tuvo suerte de que la lluvia no llego cuando estaba en su pequeño bote porque sino hubiera sido muy difícil llegar a salvo a Shimotsuki. Aunque eso no hizo que reaccionara como muchas personas del lugar que salieron corriendo tapándose la cabeza como si esa agradable lluvia los estuviera matando, solo los estaba mojando pero esa era una reacción común en las personas y lo había aprendido el rubio en sus viajes.

Camino tranquilo el rubio por el puerto esquivando a las personas y a los vendedores que cubrían y levantaban toda su mercancía para que no se eche a perder. Los trabajadores del barco, como hombres fuertes y que no le tienen miedo a una lluvia, solo se pusieron algo encima de la ropa y siguieron sacando las cajas aunque un poco mas rápido que antes. Aunque la caminata de Kagami lo hizo detener al ver una taberna. El estar tanto tiempo en el mar hacia que las ganas de tomar una bebida crecieran y esta podía ser una buena posibilidad de tomar algo bueno como la ultima vez en Shelltown. Su paso siguió seguro, firme y tranquilo hasta llegar a la puerta de la taberna.

Al entrar en esta taberna, un poco lúgubre por la falta de luminosidad de la misma, se pudo notar a una señora un tanto pasada de peso, un anciano muy animado para decir la verdad y un joven de cabellos plateados en el fondo de la misma. No había muchas personas pero estaba bien ya que podía estar mas tranquilo. El rubio se sentó, cruzando las piernas y apoyando una de las manos en la mesa, en una de las mesas libres entre el anciano y el rubio. El anciano estaba tomando grandes tragos de una botella que tenia en la mano pero el otro estaba sentado observando un papel. No parecían muy emocionados aunque alguien como el anciano nunca se podía esperar que pudiera hacer. La señora se acerco a la mesa donde estaba el pirata y con un tono muy particular le pregunto cual era su pedido.

-¿Tiene una carta o menú de casualidad?- Pregunto el rubio esperando comer algo diferente y preparado ya que no se podía comer cosas de gran preparación en un pequeño bote.- Si ya se lo traigo- La señora se fue atrás de la barra y se agacho buscado el menú pero parecía que no lo encontraba así que iba a tardar un rato esto.

Mientras tanto entro una persona más a la taberna, un hombre de barba candado, un peinado con un hopo hacia arriba, ropa negra desarreglada, bastante delgado y al parecer energético ya que al entrar se sacudió todo el agua que traía en cima. Se sentó en la última mesa libre. Aunque no se iba a quedar así parecía.

-¡¡¡Señora!!! Un ron de los fuertes como siempre- Grito este señor a la señora que aun buscaba el menú para dárselo al pirata.- ¿Tienes dinero Jack?- Pregunto la señora como si lo conociese desde hace mucho tiempo.- ¿Cómo me puedes preguntar eso? Pensé que éramos amigos, aunque no importa ya lo tendré- Se levanto de su asiento, metió su mano en el bolsillo sacando un mazo de cartas y fue ahí que volvió a gritar.- ¡¡¡¡¡Anciano, rubio y el plateado del fondo, los reto a una partida de poker!!!!!- No había necesidad de gritar si la distancia eran tan corta pero el lo hacia igual. El rubio empezó a ignorarlo pero una partida de poker le llamaba realmente la atención.

Miér Ago 24, 2011 1:26 pm

La camarera había vuelto a la barra junto con el barman después de haberle servido al peli plata que a pesar de las apariencias del lugar o tal vez por el hambre que tenia se encontraba la comida que había pedido como un deleite a su paladar, tal vez por que ya estaba harto de tener que comer únicamente pescado o simplemente que la comida estaba realmente deliciosa.

La taberna a pesar de que habia personas en esta era muy tranquila por lo que al entrar un sujeto e rubia cabellera atrajo las miradas de los presente, que le observaban a tranquilidad como este caminaba hasta una silla para sentarse a una mesa de distancia del peli plata que escucho como a cada paso que el nuevo individuo daba, la madera del suelo rechinaba y daba un sonido medio hueco, algo que le habia resultado agradable, ya que le gustaban las casas o cosas hechas con madera.

-Mmmm deja ver...Creo que ahora necesitare un bote nuevo y provisiones, antes de mi nuevo viaje...-Dijo en susurro el joven que terminaba de darle el ultimo bocado a su alimento, mientras pensaba el plan a seguir, teniendo en cuanta que tendría que abastecerse antes que nada, pero iba a esperar que el agua pasara antes de ir en búsqueda de lo que necesitaba. Tras guardar su cartel de se busca simplemente se dispuso a darle otro sorbo a su cerveza, dejando a si a media jarra su bebida en lo que posicionando su codo izquierdo sobre la mesa, apoyo su mejilla en la palma de su mano izquierda, para visualizar algo aburrido a los presentes, incluyendo el nuevo individuo que había entrado al lugar, dando a llamar las miradas y conseguir la atención de los presentes con facilidad. A pesar de ser una persona extravagante por lo que se observaba a primera vista según el concepto del peli plata, el nuevo individuo al cual la camarera le había llamado Jack, parecía tener un poco de sabiduría, en el termino de las apuestas y juegos de asar, ya que sin preámbulos invito a los presentes, exceptuando a los empleados del lugar a una partida de poker, con el fin de ganarles dinero.

-Lo siento pero paso, yo no se jugar al poker...-Dijo el joven que observaba tranquilo la escena, siendo cierto que no sabia no únicamente del poker, si no de ningún juego en realidad, su vida de esclavo no le había permitido aprender en ningún momento nada que no tuviese que ser con el trabajo forzado y el dolor de los latigazos cuando le arrancaban la piel de la espalda, así que sin interés volvió a dar otro sorbo a su bebida y se limito a observar a los presentes con tranquilidad.

La lluvia había aumentado en su caída, dejándose escuchar con claridad, mas sin impedir que las conversaciones se dieran a entender con claridad. Por un lado al joven le hubiese gustado no tener que rechazar la idea de jugar pero se apostaba dinero, en algo que nunca había jugado ni siquiera visto, tampoco era del tipo que apostaba sin saber de algo así que prefería observar lo que arian y como jugarían estos para ver por primera vez algún juego, y saber a que se referían con eso del poker.

Miér Ago 24, 2011 9:01 pm

El escandaloso cliente que había llegado último al bar observaba a todos los clientes con ojos grandes y moviendo su cabeza para todos lados viendo los ojos de cada uno como si se tratase de un gato que veía un rato y que todos sus reflejos estaban con el ratón sin sacarlo de vista. Aunque su cara de frustración fue bastante grande cuando el joven de cabellos plateados de la mesa de al lado le dijo que no sabia jugar, este famoso Jack hasta refunfuño que no supiera jugar ya que significaba una persona menos a la que sacarle dinero, claro si es que ganaba él. Pensándolo bien era raro que alguien no supiera jugar al poker ya que era un juego conocido en todas partes del mundo y era muy famoso porque se basaba en apuestas, uno de los juegos preferidos por los piratas para apostar sus tesoros. Jack se acerco al joven de al lado de Kagami y apoyo una pierna en cima de una silla y lo miro muy serio.

-Puedo reconocer si la gente me miente chico- Dijo muy serio observándolo directamente a los ojos como si buscara algo.- Pero pasas, parece que dices la verdad. Aunque los demás no se van a acobardar ¿verdad?- Volvió a decirle a los presentes alejándose de la mesa del chico y parándose en frente de los otros 2.

El pirata lo observo de arriba abajo, de la punta de los pies hasta su cabeza. Era muy delgado para decir la verdad así que podía llegar a ser por falta de comida o porque era su metabolismo así ya que realmente estaba delgado. Con su pedido anterior se podía saber que tomaba ron con frecuencia, entonces esa misma bebida era la que le estaba destruyendo ya que a veces es mejor dejar un vicio para sobrevivir. Aunque el rubio le sonrió a este señor lo que hizo que este le mirara tan fija que poseía.

-¿Qué me ves chico? ¿Vas a jugar o no?- Dijo un poco molesto por la sonrisa de Kagami.- Por supuesto que si, nunca me niego a una partida de poker- Dijo el rubio cerrando un poco los ojos que le formaba ahora una mirada picara, un poco obstinada o de superioridad, una mirada para que supiera que no iba a jugar con un principiante.- Yo también me anoto. Hic- Dijo el anciano, que dentro de poco seguramente iba a estar completamente borracho, al escuchar al pirata.- Perfecto, ¡¡¡traiga las cartas señora!!!- Dijo Jack gritándole a la señora no como una orden sino que estaba ansioso por jugar.-Ya va Jack no me apures- La señora se hizo respetar dejando completamente callado a este señor.

Dejo de buscar el menú para agarrar las cartas que tanto deseaba Jack y fue ahí donde encontró el menú. Estaba debajo del mazo de cartas en una pequeña estantería por donde la señora paso varias veces pero no lo vio. Ahí fue que trajo ambas cosas entregándole el menú al pirata y el mazo a Jack. Este Jack se sentó en la mesa del rubio justo en frente de él y empezó a mezclar las cartas como si se tratase de un crupier de un casino. Se notaba que no era su primer juego y que su experiencia podía llegar a traer problemas porque era un juego para que los tramposos se luzcan.

-¡¡¡Anciano!!! Acércate que no falta mucho para empezar- Le grito Jack a señor que a penas sabía donde estaba. Aunque se acerco a la mesa y se sentó a la derecha de Kagami, entre medio de los 2.

Mientras tanto el rubio empezaba a abrir el menú y observar los platos que servían en el lugar. No se le ocurría que pedir, había varios platos sabrosos y que parecían bastante buenos pero no se decidía. Hubo uno que lo cambio y que estaba decidido que iba a pedir ese plato, algo en su interior le dijo que pidiera ese plato e iba a tener que seguir ese instinto. Un plato que no había comido antes de un animal que hace mucho que no veía y que nunca había probado. Sus ansias culinarias crecieron de un momento a otro y tuvo que seguirles el juego.

-Señora ya me decidí, tráigame un pato a la naranja con una botella de vino- Dijo entusiasmado el rubio esperando que su decisión haya sido buena y que no tuviera que arrepentirse de lo que había pedido.-A la orden- Dijo la señora rápidamente yéndose a prepararlo.- Veo que tienes dinero para pedir algo así chico, espero que te quede aun dinero al final de la partida ajajajaja- Dijo riéndose el señor aun con su tono de voz fuerte a lo que el rubio lo ignoro completamente dejando el menú a un costado.-Bueno señores ¿Empezamos?- Dijo Jack apurando el momento del juego.-Obviamente que si- Dijo el anciano intentando aguantar la borrachera.- Cuando gustes- Dijo el rubio esperando que empiece el juego.

Sáb Ago 27, 2011 12:32 am

La mirada del sujeto que había invitado a jugar al poker a los presentes, se mostró frustrada con la respuesta que le había dado el joven de plateada cabellera que no había cambiado su postura, mas si su mirada, que ahora parecía medio cansada y a su vez penetrante, como si estuviese a la expectativa de algún movimiento por el sujeto que había sido rechazado, dado a que por la frustración visualizada y la imagen que había dado de si mismo, de no ser una persona de muy implacable procedencia y tendencias, era mejor permanecer con la guardia alta, mas aun así no mostrar dicha acción.

-Y este de que va?-Pensó el joven al ver como el jugador posicionaba su pierna derecha en una silla que estaba ubicada en frente de este, para acto seguido observarle a los ojos y recibir la mirada tranquila del joven que le escuchaba hablar sin decir palabra alguna, ante sus comentarios. Por suerte este desistió de la idea de querer que este participara en el juego que intentaba armar, dado a que se alejo del joven en busca de comenzar con los preparativos con el fin de iniciar cuanto antes, después de haber preguntado a los demás si se iban a unir al juego o no, para ya habiendo tenido una respuesta de estos, pidió de manera satisfactoria a la camarera que le pasara las cartas, algo peculiar que le iso pensar al muchacho de que ese señor tenia por costumbre el jugar muy regularmente en dicho lugar, dando a entender que tal vez era muy bueno en dicho juego, ya que se le notaba mucha confianza en si mismo ante todo el asunto.

-Camarera sírvame por favor el postre numero 14 por favor, se ve apetitoso-Dijo el joven mientras observaba el menú y se terminaba su cerveza. Tras haber pedido dicha orden simplemente espero a que la camarera fuese a hacer lo que este había pedido, después de que esta asintiera al escucharle.

El pedido llego después de que el el hombre de rubia cabellera recibiera el que este había pedido antes que el peli plateado, mas este simplemente sin dar cabida a no mostrar asombro por el plato que le habían llevado, no pudo evitar decir con alegría- AAAAH con que este es un flan!!... que divertido se ve... a que sabrá?... Ummmm delicioso!!...-Decía el joven que no se había dado cuenta de la mirada de la camarera que aun no se había alejado de la mesa y permanecía observándole con algo de asombro y desconcierto debido a la reacción que según ella estaba algo exagerada, ya que era un postre común en todo el mundo, mas era una reacción común por parte de ella y casi cualquier personaje que le hubiese escuchado, pero no para el joven que ni cuanta se había dado de dicha reacción ya que se limitaba a probar y deleitar su paladar con el postre del cual solamente había escuchado de su difunto padre, que en paz descansaba, ya que era imposible para un esclavo haber siquiera visto algo parecido y mucho menos probarlo, y por obvias razones la alegría del muchacho no era partidaria al disimulo.

A pesar de que el joven se deleitaba con su postre algo le saco de su trance y fue escuchar que iban a comenzar la partida, por lo que sujetando su plato en mano y sin dejar de comer mientras observaba, se mantuvo alegremente callado, con el fin de saber de que iba el tan afamado poker.

Dom Ago 28, 2011 1:38 am

Tardo un poco el pedido que había echo el rubio a la señora del bar. Se lo trajo en un plato común y corriente aunque parecía sabroso ya con solamente verlo. Cuando puso el plato en frente del rubio todo el aroma de la comida pudo atrapar la nariz de Kagami. Su olor daban ganas de empezar a comer ya que lo hacia parecer muy sabroso. Así que el rubio no tardo en tomar sus cubiertos muy elegantemente mientras la señora destapaba el vino que había pedido. Muy elegantemente como acostumbraba cortó un pequeño pedazo de pato y lo comió inmediatamente. Su textura, su sabor, su fragancia, eran perfectos. Una comida muy sabrosa era la que estaba comiendo Kagami y que estaba masticando en ese momento. Cuando termino de tragar ese pedazo que corto, bebió un trago de un vino que no era tan malo y era un poco dulce pero le faltaban unos años para que sea mejor, luego levanto la mirada mirando a la señora del bar que ya se encontraba detrás de la barra.

-Gracias por la comida, es muy sabroso- Dijo el rubio agradeciéndole por la comida a la señora que le había preparado su comida.

Aunque ahora la comida debía esperar un poco ya que la partida de poker estaba por empezar y el rubio debía estar concentrado para no perder en ningún momento. Fue ahí cuando el que al parecer se llamaba Jack empezó a repartir 5 cartas para cada uno. El anciano tomo sus cartas en seguida de que la quinta estuviera en cima de su montón. En cambio el rubio y Jack esperaron un momento observando la reacción del anciano. Su reacción era difícil de medir ya que posiblemente estaba borracho así que podría hacer señas falsas sin que quisiera. Al final de todo no tuvo reacción ninguna, así que ahí fue cuando Jack tomo sus cartas. Como buen jugador de poker que era no dio a entender si le había tocado una buena mano o no. Era otra persona jugando al poker, ya no gritaba sino que hablaba tranquilo y calmadamente.

-La apuesta inicial es de 25 Berries ¿Les parece compañeros?- Pregunto el jugador a los demás jugadores de la mesa.- A mi me parece bien- Dijo Kagami seguro de que le iba a ir bien ya que era un jugador desde hace mucho a este juego. Aunque no pareciera Kagami pudo notar que se le había levantado el costado del labio al anciano formándole una sonrisa que borro rápidamente.- A mi también me parece bien- Dijo el anciano a la pregunta del jugador.

Kagami hizo un movimiento de manos haciendo sonar los dedos. Luego tomo las cartas y las miro detenidamente. No dio ningún indicio de nada ya que sabía que el jugador lo estaba observando, así que solo las observo y las sostuvo en la mano. Su mano había sido 2 dieses, un as de trébol, una k de corazones y por ultimo un 3 de pica. El primer turno era de él así que debía apurarse.

-Paso- Dijo el rubio esperando que sus compañeros hagan algo en sus turnos. El siguiente turno era el del anciano que al igual que el rubio lo paso. Por ultimo era el de Jack que hizo lo mismo que los anteriores. Por ahora era una mano tranquila pero había que ver como continuaba.

Era el momento de pedir cartas y el rubio pidió 3 cartas. Había cambiado las que no eran los dieses por otras 3 cartas. El anciano al parecer en si mismo y seguro de si mismo cambio solamente una carta. Las posibilidades de que le había tocado una mano buena crecían solo con ese indicio y con la sonrisa de antes. En cambio el jugador cambio 3 cartas al igual que Kagami. Las nuevas cartas del rubio era un nuevo as pero esta vez de corazones. Luego un 3 de corazones y un 8 de diamante, cartas inservibles para decir la verdad. Viéndolo de otra manera Kagami ya tenía 2 pares, por ahora era suficiente para participar y para ver las cartas de sus compañeros.

Empezó Kagami aumentando 5 Berries al poso. A lo que ambos lo igualaron. No se aposto nada mas. En el momento de mostrar las cartas Kagami había ganado. Sus 2 pares le ganaron al par de dos que tenía el anciano y al par de reinas del jugador. Realmente no se esperaba Kagami que ganara tan fácilmente pero si seguía así por el resto del día esto iba a ser muy fácil. Ahora Kagami ya había ganado 90 berries solo con esa mano. Hubo algo extraño en la partida que no lo entendió Kagami, si el anciano tenia tan malas cartas, ¿Por qué había aceptado aumentar esos 5 berries y por que solamente cambio una sola carta? Le resultaba extraño al rubio pero no importaba porque iba ganando.

El jugador empezó a tomar todas las cartas de la mesa inmediatamente y volvió a mezclarlas. Mientras tanto Kagami juntaba su dinero en pilones y arrojaba al centro de la mesa 25 Berries más. El anciano copio al rubio poniendo 25 berries mas en la mesa, a lo que Jack, dejando de mezclar, puso otros 25 en la mesa. Ya estaban todas las apuestas iniciales en la mesa y estábamos todos listos para jugar.

La mano de Kagami ahora era casi perfecta ya que le había tocado 3 reyes, un as de corazones y por ultimo un 9 de trébol. Así como el era el primero el decidió pasar de turno esperando que sus rivales cayeran en la trampa que se le estaba formando en la mente. Así fue como el anciano y el jugador pasaron de turno al igual que Kagami, no le había salido la estrategia que tenia pensada porque no picaron el anzuelo pero todavía tenia una oportunidad de que se pueda lograr.

Ahora en el momento de cambiar cartas Kagami solamente cambio una sola de ellas como había echo el anciano hace un momento. Su cambio fue el 9 de trébol y la que le toco fue el rey que le faltaba para tener poker de reyes. En cambio el anciano ahora cambio 4 cartas mostrando que no le había tocado nada en su mano y el jugador siguió sacando 3 como antes. A la hora de las apuestas Kagami prefirió no arriesgarse y aposto 15 Berries mas. Esto al parecer asusto a los 2 ya que decidieron no apostar.

Kagami solamente había ganado el poso pero iba bien como pensaba si seguía así iba a ganar sin problemas pero acá había gato encerrado ya que le resultaba bastante raro todo.

Mar Ago 30, 2011 9:59 pm

OFF: Bueno ya pasaron más de 48 hs y de verdad tengo que seguir avanzando. Perdón por no poder esperarte más tiempo. De verdad tenia pensado una mini trama un poco mas larga, diferente y hasta un poquito mas de acción pero bueno en otro momento será.

ON:

Parecía estar de suerte el rubio. Sus cartas talvez no eran tan buenas pero las de sus compañeros parecían peor ya que estaba ganando. El rubio se caracterizaba por ser una persona con mucha fortuna para todas las cosas (amor, juego, luchas, problemas, etc.) aunque ahora la que estaba teniendo era muy grande ya que sus cartas malas le estaban dando la victoria en un juego tan simple como era el poker para el rubio. Aun el rubio no estaba jugando al 100% ya que hacia mucho tiempo que no jugaba pero si jugaba en ese porcentaje era capaz de hacer trampa sin que se dieran cuenta, de mentir y ganar igual. Una partida de poker no era tan estratégica como podía ser una partida de ajedrez que gana siempre el mejor estratega, sino que en este juego de cartas ganaba el mas pícaro o que hacia creer al enemigo que sus cartas eran las mejores.

Es así como en las siguientes jugadas, Kagami gano la mayoría de estas destrozando completamente el juego de Jack y del anciano. Sin tardar mucho Kagami se daba cuenta de los tics de cada uno de ellos, así que no era muy difícil determinar las cartas que poseía cada uno. Así Kagami cuando perdía algunas de las jugadas no perdía mucho dinero y ellos ganaban muy poco o lo del otro. El rubio era una persona muy inteligente en todos los aspectos y muy astuta, estaba muy bien entrenado para ser así y ese entrenamiento rindió sus frutos a pesar de ser en un juego de cartas insignificante, pero verlo jugar a Kagami en el truco podía decir mucho de su forma de luchar y de enfrentar la vida. Siendo así que era precavido, inteligente, observador, una persona con suerte pero a la vez fuerte. Una combinación extraña que el combinaba a la perfección durante toda su vida y es por eso que le decían el observador.

-NOOOOOOOOOO… ¿Cómo puede ser que pierda otra vez? Si tenía una mano tan buena… Esto ira a mi historial de poker. Aun tengo oportunidad de ganarte rubio, no te confíes- Decía Jack enojado, frustrado y cansado de perder contra el rubio mano tras mano de poker.- Eres bueno hijo, hic. Eh? Se me acabo el vino parece, hic- A pesar de que estuviese jugando el borracho parecía mas interesado por su vino que por la partida de poker. Talvez era una persona adinerada o no pero a veces se pasa mejor el tiempo con una botella de vino que con una partida de poker.- Es solo suerte, aun pueden abandonar señores- Les decía Kagami a los 2 mostrando que seguía confiado de que no iba a perder contra ellos 2 en este juego.- NUNCA- Gritaron ambos confiados en el poco dinero que tenían pensando que aun podían dar vuelta el partido.

La última de las manos de poker al rubio le toco una mano privilegiada. Solo le falta una carta para una escalera real y esa era el as de corazones. Esa mano podía ser muy beneficiaria o la perdición del rubio ya que en el cambio de cartas sino tocaba ese as seria una perdida muy grande, hasta psicológicamente podría afectar a cualquier jugador. Una posibilidad mas podría ser que toque otra carta de corazones y tendría un flush pero eso era muy poco, comparado con la escalera real. Aunque el momento de la acción final se acercaba. Así fue como en la última mano todos los presentes cambiaron una sola carta. Extraño para decir la verdad, todos tenían una buena mano al parecer ya que las señas de cada uno lo decía, aunque Kagami confiaba en su suerte es por eso que no vio la carta que le dieron, la dejo en la mesa sin darla vuelta.

-Apuesto todo lo que me queda- Dijo Jack emocionado con su mano, al parecer su mano realmente era buena.- Igualo apostando todo- Dijo el borracho serio al parecer rápidamente se le iba la borrachera. Ahora Kagami tenía varias opciones. Igualar la apuesta, apostar todo lo que tenia que era igual que el anterior pero usando todo el dinero así termina rápido el partido o irse al mazo. Confiado y casi cerrando los ojos Kagami dijo: -Voy con todo- Parecía seguro de si mismo aun sin saber su carta.

En el momento de dar vueltas las cartas el anciano mostró un poker de 8 una buena mano sinceramente que tranquilamente podría ganar. Jack prácticamente tomando todo el montón de dinero mostró una escalera de color que terminaba en un Rey. Una mano excepcional y por último era el turno del rubio. Mostró primeramente las 4 primeras cartas que ya había visto y ahora el turno de mostrar esa carta que le faltaba ver. El movimiento de darla vuelta fue lento pero cuando se pudo ver el otro lado de la carta todos los presentes se habían sorprendido. Era el as de corazones. Nadie lo podía creer, Kagami había ganado todo el dinero y ya era un ganador.

-NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO… Eres muy bueno chico… nadie me ha ganado así nunca en mi vida, parece que me falta mucho por igualarte. Felicidades lo haz ganado muy bien- Dijo Jack mostrando todo su odio al principio y luego mostrando su buen corazón.- En eso tiene razón, has ganado limpiamente y nos has destrozado. Felicidades- Le dijo el borracho a Kagami que ahora este se encontraba guardando el dinero.- Gracias señores fue un honor jugar con ustedes y fue muy divertido-

Así fue como Kagami llamo a la señora y le pago a Jack un ron, al borracho un vino y al joven de cabellera plateada un flan mas. Todos le agradecieron por el gesto del rubio que ya se encontraba comiendo su pato que realmente estaba muy sabroso. Al terminarlo se despidió de todos y abrió la puerta del bar. Ya no se encontraba lloviendo, el sol había salido y mirando al mar había un arco iris enorme. Al final de todo no había sido un mal día. Kagami salio del bar buscando algún lugar que lo aloje en esta ciudad.

Por el puerto.

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