A la espera 29zrdle

Unirse al foro, es rápido y fácil

A la espera 29zrdle
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Ir abajo
avatar
Invitado
Invitado

A la espera Empty A la espera

Dom Ago 21, 2011 4:56 am
La verdad es que empezaba a replantearse la idea de navegar por el mar con una tabla. No habría tenido necesidad de pedir hueco en alguna embarcación tumbo a Tequila Wolf, y gracias a eso no habría tenido que soportar el hedor de sus integrantes ni el parloteo de su Capitán, por no olvidar que no habría sido cañoneado y, por consiguiente, no habría naufragado y los huevos no le escocerían de la forma que le escocían. Ventajas y más ventajas inalcanzables ahora para el pelirrojo que ya había cumplido con la primera idea. Vaya cagada de idea. Podría haber tanteado, como solía hacer, todas las dichosas opciones, peor claro, eso era el equivalente a estar un día entero de pie mirando a la pared mientras fumaba y pensaba. Y hablando de tabaco, más grave resultaba el hecho de que el agua había mojado todos sus cigarrillos y su mechero…estaba solo, con arena hasta en el culo y sin nada que fumar. Una cagada mayúscula, desde luego. Pero claro, habiendo viajado en una tabla el resultado habría sido el mismo…así pues la mejor opción era la de mantenerse en la habitación de la taberna hasta que sus nakamas volvieran. Tendría que haber pensado en eso antes, mucho antes…maldita su suerte y malditas sus prisas y las de sus compañeros. Ojalá a su Capitán le hubieran disparado en el culo, podría reírse con él y patearlo, y le dolería, y él se aguantaría mientras el luchador le recordaba que con él en la batalla no habrían ocurrido tales cosas…bueno, sí que habrían ocurrido porque aún era posible que el disparo fuera dado por el propio pelirrojo. Minucias inservibles las que ahora rondaban por su mente al instante despejada por la visión que se presentó frente a él. Sus carmesíes orbes centellearon y algo parecido a la felicidad se dibujó en su rostro, aunque solo relajó el entrecejo. Junto a una pendiente que conectaba con la entrada al largo puente que tanto caracterizaba una isla, aunque el pelirrojo seguía sin comprender qué tenía que ver un puente con un lobo alcohólico, se localizaba un tonel de casi su altura lleno de agua, posiblemente para echar un trago o refrescarse. Se acercó a la estructura y se asomó para comprobar que el agua, por suerte, se encontraba en buen estado. Si algo era seguro es que la gente que estaba en plena guerra no volvería allí a beber un poco de agua y tampoco nadie estaría en la zona para echar alguna ojeada desleal. Con presteza se deshizo de sus prendas, quedando completamente desnudo, y se lanzó al interior del barril. El agua no estaba muy fría, cosa que ayudó a hacer el baño más ameno. El chapuzón no duró ni un minuto pues el pelirrojo solo buscaba deshacerse de la molesta arena. Una vez acabado su baño dedicó el siguiente minuto a mojar sus ropas para que estas se deshicieran también de la arena.

Acabada la dichosa tarea volvió a vestirse con sus empapadas y frías ropas, ahora estaba congelado, pero al menos no le picaban los huevos. La ausencia total de sol o calor no ayudarían a que las ropas se secaran antes, el ir al campo de batalla tampoco. No tenía ganas de combatir, solo quería salir de aquella dichosa isla con los suyos para poder seguir durmiendo. Retomó el camino hacia la pendiente sin subirla, únicamente alcanzándola y dejándose caer sobre el duro, pero no arenoso, suelo. Las vistas no eran prometedoras, mucho menos sin tabaco, los aullidos de dolor y el entrechocar de las armas así como el intercambio de disparos tampoco relajaba mucho, y sin tabaco era mucho peor. Ante la ausencia de nicotina el pelirrojo ocupó la mente con distintos pensamientos, empezando por el hecho de la falta de seguridad de que sus compañeros siguieran vivos o enteros…podría ser que los Gear Skull hubieran caído en combate y solo él, víctima del sueño, estuviera vivo. La verdad es que confiaba en la fuerza de los suyos, pero tampoco era un ignorante y bien sabía que la Marina iba con ventaja en la guerra. El mayor problema quizá era el desconocer cómo ponerse en contacto con sus compañeros. Estar en la isla no le aseguraba encontrárselos. Confiaba en estar en la única entrada y salida de Tequila…el puente estaba inacabado así que no podía haber otro extremo, pero sí que podría haber otras zonas por donde escapar. Suspiró pesadamente intentando no pensar y buscando relajarse. La espera iba para rato y no tenía tabaco. Escapó del mono y de la incertidumbre como siempre hacía; pensando en tetas.
avatar
Invitado
Invitado

A la espera Empty Re: A la espera

Dom Ago 21, 2011 6:37 pm
Después de haber pasado un largo rato fuera de combate por obra de un Marine, el peliazul se levantó con la cara cubierta de nieve. Había caído sobre un gran montículo de ésta, o quizá durante el tiempo que estuvo desplomado allí le había dado tiempo a la ventisca de enterrarlo hasta el cuello. Se retiró la nieve de la ropa y el cabello antes de ponerse de pie. La arena no era mejor, ya que se le había metido en la botas y le molestaba bastante. Se sacó una y luego la otra, vertiendo el contenido de la playa de vuelta a ésta. Le dolía el trasero por el impacto, además de tener la espalda congelada. Para su suerte el abrigo tan grueso que llevaba había servido para que no se muriera en medio de esa playa blanquecina. Duque, su mascota, no demoró en ir hacia él, completamente emocionado al ver que su amo se encontraba ya en mejores condiciones. -¿Y a ti qué te pasa? ¿Pensabas que me iba a morir tan fácil?- Espetó mientras reía y lo abrazaba. Sabía que nadie se preocupaba más por él que su amigo de cuatro patas.

Terminó de alzar su cuerpo hacia arriba, tambaleándose las primeras dos veces, pero a la tercera ya parecía haber recuperado el equilibrio, aunque tampoco le hacía demasiada confianza. -¿Dónde está ese pescado uniformado?- Se preguntó a sí mismo. Sinceramente no le importaba, lo único que quería era largarse de aquel lugar antes de que otro mastodonte como el anterior decidiera ser un obstáculo. Pero había otra cosa que debía de hacer, y esa era buscar a su compañero Lance. Por esos momentos él era completamente inútil para hacer una misión de rastreo: su estomago le dolía al igual que los pulmones, además de que estaba delicado.

Dirigió la mirada hacia el canino.- Duque, necesito que vayas a buscar a Lance. Tú eres mejor para esas cosas que yo, siempre das con él, como si pudieras localizarlo sin importar dónde se esconda. Yo me encontraré con ambos en la bodega, ¿vale?- El lobo dio vuelta y comenzó a correr en busca de Lance, no sin antes ladrar como si dijera “entendido”, dejando al joven solo. Como ya no tenía que mortificarse por el asunto del médico empezó a caminar por la playa antes de dirigirse al punto de encuentro que ambos piratas habían definido.

Seguía molesto por haber sido derrotado tan fácilmente, en especial por un pescado gigante, pero ya no había nada más por hacer. Estaba tan enojado, tan frustrado y lleno de otras emociones negativas que llegó a un lugar completamente diferente sin darse cuenta. Lo sorprendente fue que en todo ese transcurso las heridas no le torturaron, como si el odio pudiera más.-Cuando vuelva a ver a ese pescado lo asesinaré…- Dijo en voz alta, para que cualquiera pudiera escucharlo. Los Marines se encontraban ocupados peleando así que lo último que harían sería ponerle atención a él. No hablaba en serio, por supuesto, pero estaba tan irritado que sólo maldecirlo y hacer amenazas vanas lo hacía sentir mejor.
avatar
Invitado
Invitado

A la espera Empty Re: A la espera

Mar Ago 23, 2011 12:01 pm
Las vistas del lugar eran magníficas a pesar del ordenado caos que parecía reinar en la isla; Tequila Wolf, mezcla de animal o bebida ¿significaría que dicho licor sacaba lo peor de las personas al excederse en su trago? Ni lo sabía ni quería saberlo, el alcohol no le apetecía en ése momento y el Tequila era algo que solo había sorbido una vez en su infancia, dejándole el recuerdo de un ardor en el paladar que le anestesió la boca a los pocos segundos. Algo tan horrible que le bastó para saber que no volvería a degustar el cristalino líquido en su vida.
Caminó tranquilamente por el puente, aún en construcción desde hacía setecientos años, esquivando los trabajadores que aún permanecían ahí dando lo mejor de su vida para llevar a cabo magnánima edificación sin saber, a ciencia cierta, cuál sería el resultado o mejor dicho, el porqué de emprender tal proyecto. Nadie lo sabía, quizás ni los ingenieros que idearon el proyecto ni el Tenryuubito que se obcecó en destrozar la vida de tantos civiles y esclavos por un desvarío de rico.

Su gabardina negra se mecía con la brisa, los cristalinos ojos azules de la joven morena de imponente físico miraban a su alrededor sin cesar, pestañeando de vez en cuando y tomándose la libertad de mirar el cielo nublado, uno de sus favoritos, dejando de andar para, con las manos en los bolsillos de la gabardina, perderse en sus pensamientos, con la mente en blanco y las pupilas fijas en el vuelo de las gaviotas, que gritaban ensordecedoramente, recordando a todo el mundo que estaban rodeados de agua y una mala caída podía ser desastrosa. Pasados unos minutos, o segundos, no tenía el concepto de tiempo muy arraigado aún, bajó la mirada al frente y retomó el paseo calmado entre el gentío, caminando de lado cuando el camino se estrechaba y no veía necesario -ni se atrevía siquiera- pedir a la gente que le permitiera el paso. Ellos estaban ocupados con sus quehaceres, ella solo estaba de paso visitando el lugar, curiosa por saciar sus ansias por visitar todas las islas y ciudades posibles aunque eso le llevara una vida entera.

Solo paró cuando, tras largo rato paseando, se tropezó con lo que parecía ser el final del puente inacabado, con pilares y unos forjados de hierro que sujetaban el esqueleto del puente hasta nuevo aviso, quizás esperando que secara el cimiento de sujeción de las piedras o simplemente, para evitar que la gente se metiera en medio y cayera al agua o destrozara el suelo fresco. Dicho forjado llamó la atención de la morena, que sacando la mano derecha del bolsillo, se levantó el cuello de la gabardina y cerrando la cremallera, ocultó su rostro, solo dejando a la vista sus preciosos ojos, que tanteaban el enjambre metálico con una tranquilidad precisa, acariciando la estructura mientras en su mente, cálculos asomaban por su cerebro, pensante...
avatar
Invitado
Invitado

A la espera Empty Re: A la espera

Mar Ago 23, 2011 4:23 pm
La neblina ya apenas se notaba en el ambiente debido a la ligera nevada que ocurría en todo Tequila Wolf. El viento sin embargo, era algo que no se podía dejar pasar. Este pasaba a través de toda la construcción, silbando a través de la zona, por la cual se escuchaban levemente de fondo disparos provenientes de la batalla que se estaba llevando a cabo en el otro extremo de la isla. Los marines que vigilaban el lugar eran pocos, ya que prácticamente todas las fuerzas habían sido enviadas a la lucha, sin embargo iban aumentando progresivamente debido a un aviso de espías infiltrados entre los miembros de la marina. Algunos barcos se podían avistar a lo lejos, aproximadamente 5, los cuales habían sido dejados por la marina para salvaguardar la construcción, eran navíos de guerra, con al menos una decena de cañones repartidos por ambos lados y el símbolo de la marina en sus velas.

Arsen y Seicer estaban a menos de 100 metros de distancia el uno del otro, fácilmente visibles el uno del otro, y a su vez, los dos eran visibles para Tabris. Mientras tanto, un pequeño grupo de marines, al menos 3 de ellos, avanzaban con prisa cerca de Arsen, caminando a unos cuantos metros de su espalda, aparentemente vigilando sus espaldas, una forma muy sospechosa de desplazarse para los que supuestamente tenían el control de la zona.
avatar
Invitado
Invitado

A la espera Empty Re: A la espera

Vie Ago 26, 2011 6:32 pm
Un minuto y dos minutos, quizá tres y perdió la cuenta. ¿Cuánto llevaba ya esperando a que sus ropajes se secaran? De poco servía el nublado tiempo que dominaba el lugar, tampoco era útil el fío viento que buscaba despegar sus húmedas prendas pegadas a su piel. ¿Encogerían? ¿Y si encogían? Quizá lo hicieran y en tal caso los calzoncillos le apretarían los huevos, y se le escocería el culo, y también se le ceñiría la camisa, y le oprimiría el cuello, y se ahogaría, la sangre no le subiría a la cabeza, pero tampoco le bajaría a los huevos, y se quedaría en su tripa, y engordaría… ¿Y entonces qué? Pues no lo sabía, la verdad, y tampoco la vista de un puñetero puente en la puñetera nada no era para nada inspirador. Menos aún fue la visión de un individuo desconocido charlando con un perro y de aspecto malherido… ¿No podía ir a curarse a un sitio normal? Comentó algo sobre una sardina, ¿se habría quedado sin comida? ¿Le habrían robado el almuerzo? Todo podía ser posible…pero nada fijo acudía ahora a la mente del pelirrojo que volvió a despistarse con una nueva presencia, en esta ocasión de una mujer. Totalmente embutida en negro, cara incluida, estaba tan inmersa en el puñetero puente como él en sus puñeteros calzoncillos. Al menos los suyos eran más interesantes…o eso creía. Al final dio igual, lo que debería de ser un lugar vacío parecía estar ahora repleto de gente.

Observó con atención el movimiento de un grupo de Marines que, de forma inquieta, se acercaban a la espalda del hombre de la sardina. Y ahora llegaba lo difícil…él era un Pirata, ellos Marines, por lógica debían de combatir, ellos intentar arrestarle y él intentar matarlos. Algo sencillo desde luego…¿pero qué eran los otros dos? Nada sabía del primer desconocido salvo que odiaba las sardinas, y de la extraña mujer lo poco que podía apreciar era atención por un cacho de metal llamado puente. Eso lo dejaba en medio de una posible trifulca igualada, pues si los dos sujetos mencionados eran Piratas estos quizá combatieran junto a él, o totalmente injusta, si eran Marines estaría jodido. En fin, tocaba arriesgarse…odiaba arriesgarse con la ropa mojada, más aún cuando el cuerpo le pedía nicotina…¿tendrían cigarrillos? Era un buen motivo para acercarse, desde luego…el mejor motivo que tenía, por no decir el único. Suspiró pesadamente emprendiendo la marcha en dirección al grupo de hombres, deteniéndose a un par de metros del hombre de la sardina.


- Esto…¿tenéis tabaco y fuego?- Preguntó educadamente el pelirrojo.
avatar
Invitado
Invitado

A la espera Empty Re: A la espera

Dom Ago 28, 2011 8:42 pm
Otra vez se hallaba en la misma situación de hace un rato, a punto de ser arrestado por Marines. Por estar tan adentrado en su soliloquio nunca sospechó que alguien pudiera estarlo siguiendo, y ya era tarde para irse. Tendría que pelear. Vio a la mujer vestida de negro y al hombre de cabellera rojiza. Esperaba que fueran revolucionarios o piratas, ya que de esa forma podría combatir más fácilmente, sumando a eso el hecho de que estaba malherido, y aunque había podido ignorar ese dolor ya volvía a molestarle. Todavía sentía la catastrófica patada, la cual lo había hecho temblar desde sus cimientos.

Revisó su cuerpo y se alegró al ver que no le habían quitado la cadena filosa con la que se había estado defendiendo. Estuvo un rato inconciente y era una isla llena de malhechores, por eso le sorprendía que nadie le hubiera robado nada. Lentamente ubicó sus manos en la cintura, sufriendo un ligero espasmo de dolor en los dedos. –Rayos… creí que la rigidez ya se me había pasado por completo.- Se dio una palmada en el rostro. Si no hubiera enviado a Duque a buscar a Lance lo tendría ahí para brindarle apoyo.

Cuando quitó la mano que obstaculizaba su vista se percató de que el rojizo se estaba acercando a él. ¿Qué quería? Tal vez había caído en la misma conclusión que él. Pero no fue así, el extraño estaba pidiendo algo diferente de lo que se imaginó. ¿Tabaco? ¿Se lo estaba preguntando a él? Se sintió ofendido. Arsenio no tenía el aspecto de ser un fumador, además de que era joven para tener esos vicios. Pero no podía darle una mala contestación, sería desperdiciar ayuda que le era tan indispensable.

-Creo yo tengo. Un minuto.- Recordó que ese abrigo que portaba no era de él, se lo había quitado a un rebelde. Por lo general esos sujetos fumaban, sin mencionar que tenían una salud deplorable, así que esperaba que el anterior dueño de esa prenda también lo hiciera. Buscó en los bolsillos que se encontraban en el interior y halló lo que quería. Había cigarrillos y una cajetilla de fósforos, además de un pedazo de papel, el cual ni siquiera leyó; sólo lo hizo bola y lo botó. –Eureka. Aquí tienes.- Dijo, sonriendo y extendiéndole la mano en la que sostenía los cigarros y cerillos en lugar de acercarse más, como si quisiera que se los llevara lejos.

Parecía que con ese pequeño regalo ya lo tendría de su lado. Ahora esperaba que la otra figura también se acercara. Aunque parecía estar más entretenida en observar ese puente, al cual él no le hallaba el menor atractivo. De hecho nada allí le parecía visualmente agradable. Por un segundo se le olvidó que el enemigo estaba cada vez más cerca. Guió su otra mano hacia su cinturón, liberando la cadena y cerrando su puño para que no se le escapara de los dedos. Se meció tenuemente. Esperaba poder aguantar un poco más, al menos hasta salir de la isla o llegar a una zona segura.
avatar
Invitado
Invitado

A la espera Empty Re: A la espera

Vie Sep 02, 2011 11:48 pm
Los marines observaron al par de piratas de una manera muy extraña, como si les tuvieran miedo. Observaron con mucha cautela como se pasaban cigarros y cerillas, sin decir ni una palabra. Los 3 hablaron entre sí luego de eso, entre susurros imposibles de escuchar para Arsen y Seicer, hasta que uno de ellos tomó la delantera y se dirigió a ellos.- N-no sois del gobierno ¿C-cierto? - Preguntó con terror en su voz, la cual era grave, profunda, y tartamuda. Era un sujeto de unos 60 años, con barba de varios días, o quizás meses, poco cabello y el rostro muy marcado por arrugas. Otro de los marines se acerco a su compañero, parándose a su lado mientras se cubría de la nieve con un pesado abrigo.- Somos esclavos, hemos escapado gracias a los revolucionarios, ayudadnos por favor, queremos salir de aquí, queremos vivir fuera de la construcción - Dijo casi en lágrimas. Este no pasaba de los 20 años, un chico que ni siquiera parecía tener desarrollada su barba, de piel negra y bastante alto, quizás llegando a los dos metros de altura. El grupo completo no parecía estar muy estable mentalmente. Los dos que hablaron se mantuvieron frente a Arsen y Seicer, esperando una respuesta de su parte a las plegarias que habían dicho, mientras el otro aún guardaba una distancia prudencial, de aproximadamente 3 metros de sus compañeros.
avatar
Invitado
Invitado

A la espera Empty Re: A la espera

Mar Sep 06, 2011 12:22 am
Off:

Se estaba impacientando ya que quería una respuesta pronto, saber si le iba a ayudar a enfrentarse a esos Marines o no. La mejor alternativa parecía ser correr con todas sus fuerzas, pero con el viento iba a ser difícil. Pero fue una total sorpresa la siguiente novedad que llegó a sus oídos. Al parecer él no era el único que andaba por ahí robándose la ropa de los demás. Los tres Marines resultaban ser un grupo de esclavos liberados por la armada de revolucionarios. Se sentía totalmente aliviado tras oír eso, ya que su mente estaba trabajando a mil por hora buscando las vías de escape. Sí, ellos no eran los únicos que querían marcharse de ese asqueroso lugar. Aunque había estado poco tiempo ya tenía suficiente. No había podido dar un respiro sin sentir la sombra de los Marines.

Pensó en la contestación adecuada. No le servía para nada transformarse en un ogro, eso era mala imagen para él. Sí, aunque posiblemente esos sujetos no iban a salir con vida de ese lugar, en caso de que existiera esa minima oportunidad no quería que al ver su fotografía en algún cartel les viniera a la cabeza “el fastidioso chico que no quiso ayudarme”. Todavía no sabía muy lo que era ser un pirata, se podía oler a distancia. Cuando ostentaba un titulo nobiliario nunca tuvo un tropiezo y no iba a comenzar en ese momento.

Tenía que decir algo, ya. Podía ir empezando revelando que no era del gobierno. –Claro, los voy a ayudar y no, no soy del gobierno, soy un pirata. Cualquier publicidad es buena.- Lo primero fue dicho con un tono casi heroico y lo segundo fue más bien un murmullo. Regresó su cadena al lugar asignado en la cintura. Dudaba que esos hombres pudieran intentar atacarlo, y no podía decir que su historia era falsa dado a su aspecto demacrado.

Estaba por ordenar que comenzaran a moverse, debido a que ese sitio no era seguro.- Bien, ¿qué estamos esperando exactamente? Por cierto, mi nombre es Arsenio Markov.- Dijo, guiñando el ojo y dándose la vuelta para guiarlos. Esperaba que no hubiera más oponentes que encarar ya que su cuerpo seguía dañado y el maldito aire frío sólo servía para empeorarle todo. No era su día, eso no había ni que decirlo. Suspiró y llevó las manos a su cabeza. El pelirrojo no era de mucho apoyo. Más le valía saber pelear o de nada le convenía tenerlo de su lado.

Cerró sus ojos con fuerza, como si quisiera desparecer de ahí. Los ladridos de Duque, los escuchaba en su cabeza. Estaba tan cansado que ya alucinaba, o eso creyó hasta que sintió que algo se frotaba contra su pierna. Los abrió y ahí se hallaba su mascota. Se inclinó para quedar a su altura, mirándolo a los ojos y poniéndole atención al animal. Era difícil comprenderlo cuando estaba tan alterado. Por lo que entendía no había podido encontrar a Lance, pero en el camino pudo ver a un conocido, un conocido en peligro. Sin darle un segundo para proporcionarles una explicación a los recientemente liberados esclavos y al pirata pelirrojo, el lobo huyó, queriendo indicarle el camino a su amo. –Debe ser importante.- Musitó, y luego se marchó con el animal sin preocuparse más del grupo que dejaba atrás. Duque había logrado transmitirle la intranquilidad.

[Salgo del tema]
Contenido patrocinado

A la espera Empty Re: A la espera

Volver arriba
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.