Los rios de color carmesi... 29zrdle

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Dom Ago 21, 2011 1:01 am
El tiempo transcurría con toda calma, en las lejanías los disparos y alaridos desgarradores provenientes desde el fondo del alma se extinguían como la luz se acaba en una oscuridad profunda y perturbadora. El pequeño grupo de avanzada ahí presente se mantenía en silencio, mas por miedo a ser descubiertos que por temor a expresar sus opiniones, parecían meditabundos y todos esperaban una señal o eso se había comentado con anterioridad. Los pensamientos de uno de aquellos sujetos no giraban en torno a la recompensa que podía sacar de todo ello o el golpe directo que supondría para el gobierno una afrenta como aquella, sino que, se dirigían a su compañero nakama, se preguntaba cientos de cosas, pero de ellas la más importante era la esperanza de que se encontrara con bien. Esperaba que siguiera libre o cuando menos vivo, no era una persona débil, pero después de la monstruosa demostración de aquel teniente llamado Petrov no dudaba que hubiera enemigos aún más terribles lo que hacía que su preocupación fuera más entendible. Un gran estruendo se hizo presente en un costado de la isla, todo indicaba que quizás, la batalla naval iba a comenzar o que quizás ya estaba en progreso.

No tardo ni un segundo en que la duda se cimbrara sobre los pocos rebeldes aun en pie, si la marina lograba destruir sus barcos o en otra medida crear un cerco a la salida de la isla estarían muertos, era su única vía de escape, eso o simplemente esconderse en el rincón más oscuro esperando a que nadie les descubriera. La cueva frente a ellos les brindaría la perfecta oportunidad de esconderse de la marina, bastaba con colocar un par de hojas que fungieran como camuflaje y de esa manera podrían avanzar sin termo a ser perseguidos o hallados por error, mas eso no cambiaba mucho las cosas, considerando que lograran su objetivo, ¿cómo estarían seguros de que funcionaria?, ni siquiera tenían idea de lo que estaba pasando en las lejanas playas o los demás campos de batallas, quizás los otros sobrevivientes ya estaban escapando salvando sus propios pellejos, era verdad, Kyo no era alguien apático, pero tampoco era un imbécil, en un momento dado si tenía que elegir entre morir con aquel grupo o velar por su seguridad y la de su compañero, no dudaría en hacer un par de sacrificios. Esperaba aun con todo, que no fuera necesario un mayor derramamiento de sangre, suficiente pena sufría la tierra con los ríos teñidos de carmesí que ahora se dirigían al mar con pesadez. La sed comenzó a hacer su trabajo, hacía rato que no probaba el líquido vital de la madre tierra y aquellos andrajosos era evidente no estaban dispuestos a compartir sus provisiones, no tuvo otro remedio que levantarse del sitio donde hasta el momento se había mantenido y comenzar su búsqueda de un rio o cosa similar, los otros presentes únicamente expresaron, que si le descubrían, no debía regresar a aquella posición, cosa que de antemano, ya sabía el pirata.

Sus pasos calmados y serenos hacían un leve eco en el sitio, más que nada por el hecho de estar deshabitado sin persona alguna, acompañado únicamente de árboles y uno que otro cadáver ya siendo almacén de gusanos. Una suave brisa marina, proveniente de los confines del mar era su única forma de refrescarse y de saber, aunque fuera por breves momentos que se encontraba vivo, ante esta panorámica, su ahora chaqueta de la marina, que colgaba a modo de capa de sus hombros, se mecía con suavidad guiada al compás del viento, provocando un vistoso efecto que mostraba elegante al nipón y le daba un porte más serio. Su gorra robada y colocada de manera correcta al frente ocultaba parcialmente su mirada, cosa que prefería por ocasiones, a veces era mejor no cruzar orbes con un enemigo, después de todo a veces las imágenes de aquellos destellos celestes antes de ser mandados a la blancura total eran producto de pesadillas agonizantes en las noches más oscuras y solitarias. Finalmente encontró un pequeño riachuelo a cierta distancia de la posición anterior que mantenía junto a su ahora “grupo” de compañeros en búsqueda de fama.

Miro a todos lados, no se confiaba de aquel silencio tan sepulcral, además ya era un habito regular estar alerta ante cualquier inconveniente que pudiese presentarse en un momento de calma. Habiendo comprobado que todo estaba en orden simplemente se arrodillo un tanto para con la zurda tomar un poco de aquella agua fría y beberla en unas dos o tres repeticiones consecutivas hasta que la sed de su organismo hubo cesado, lanzo un poco de agua a su cara limpiando la sangre seca que permanecía en una de sus mejillas a razón de aquel proyectil desviado que por poco le alcanzo el rostro. Se irguió sin presura y de nuevo reviso sus alrededores, no parecía haber nadie, ni siquiera los animales se mostraban, eso indicaba únicamente, que el evento estaba por terminar para alguno de los dos bandos, seguramente a favor de la marina, dentro de todo, quizás no había sido tan buena idea haber llegado a ese sitio, pero ya era tarde para arrepentirse de lo que pudo haber sido en caso de tomar otra decisión, simplemente habría que continuar delante de una forma u otra. En aquel momento de meditación, algo llamo la atención del joven, una silueta acercándose –Tsk- mascullo livianamente ante su rostro inmutable, tomo la katana de su cadera con la derecha a espera de usarla, pero repentinamente la soltó, ¿por qué iniciar una batalla que bien podía terminar con palabras?, ahora portaba un uniforme de la marina, quizás solo había que mostrarse sereno y desinteresado, por otro lado, estaba en un sitio despejado y solitario, lo que podría verse sospechoso, pero bastaría con alegar que era un enviado a investigar la zona. Su corazón no acelero su paso, se encontraba ya totalmente decidido a entablar conversación con aquella persona, esperaba después de todo no tener un nuevo enfrentamiento, ya estaba cansado de tener que luchar con cada marine que se atravesaba por su mirada.
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Dom Ago 21, 2011 6:51 pm
Su caminata río arriba era constante pero no lo suficientemente rápida para llegar antes del anochecer, es más, ahora mismo el sol que había estado en su cumbre comenzaba a bajar del trono en el cual diviso las sangrientas batallas de Tequila Wolf dando paso a que la Luna comenzara a notarse con su blanco puro y manto estrellado que siempre la acompañaba, cada lapso llevaría a que esto empeorara, así que aprovechando los minutos finales de luz que aún quedaban el marine bajo levemente su guardia para compensar la velocidad perdida por estar atento a movimientos inesperado, contaba con que su gran resistencia fuese suficiente para aguantar un ataque sorpresa de revolucionarios o piratas aún vivos en las cercanías del río por el que transitaba.

~ Esta tranquilidad y en la noche es en parte agradable a pesar de la situación en la que esta la Isla completa...además el río sigue manteniendo su temperatura... ~ conversando como ya se está haciendo costumbre consigo mismo, el pelinegro trataba de ir acostumbrando poco a poco su vista al ambiente que le rodeaba para así llegada la noche le emboscaran de manera tan fácil y penosa como pareció ocurrirle a sus compañeros de institución. Transcurrido ya una hora desde que abandono al su oponente en las orillas de la playa y posteriormente su entrada al frondoso bosque, el luchador de grane estatura parecía llevar aproximadamente un 60% del bosque recorrido, o eso parecía para su percepción de la distancia ya que en primera instancia viajo a la playa rodeando la isla.

~ Buf.... ~ soltando parte del aire en su exclamación de "aburrimiento" por no hacer nada más que caminar, el gyojin armado solo con sus puños logro ver entre los árboles cercanos al río la silueta aparente de un hombre con gorro, no sabía bien de que se trataba pero era la primera vez en hora y media de caminata que divisaba algo que tuviera “vida” ya que ni los animales se podía percibir en las cercanías, quizás porque las balas y cañonazos dañaron su habitad natural debiendo escapar a un sitio más seguro, de lo que no había duda es que la curiosidad esta vez ganaría.

~ Hey tu el que está a la oriya del río…. ¿amigo o enemigo? ~ exclamo el marine acercándose hasta quedar a unos 5 metros sin salir de su medio natural que era el agua, como siempre no había nada mejor que ser previsor aunque ya a esa distancia pudo inspeccionar el atuendo del chico identificándolo como perteneciente a la marina…o por lo menos la ropa.
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Dom Ago 21, 2011 7:25 pm
Una rápida y sensata pregunta fue emitida por el otro sujeto tras lo cual sin mirarle por completo destaco –Si fuera tu enemigo ya te habría atacado, tranquilízate, el bosque ha sido barrido de enemigos por los agentes del gobierno, o al menos eso son los informes que me han dado- su tono le favorecía, no era un gran mentiroso, de hecho era una de las cosas que más mal se le daban, pero, en una situación así, había muchos factores que le daban la ventaja. En primer lugar el escenario de batalla daba la propiedad para que el sujeto fingiera estar desorientado, atemorizado o algo similar, quizás mostrar algo de confusión para hacer más creíble la escena, si eso llegaba a fallar que seguramente sería así, el segundo factor brindaba más protección, llevaba consigo ropas de la marina totalmente limpias, sin mostrar rastro de sangre, cosa de la cual se había encargado con sumo cuidado y que sabía era un comodín a su favor, la noche también fungiría como un factor aliado, al no poderle ver bien del todo no sabría identificarlo con total certeza y finalmente pero no menos importante, él tenía cierta información recabada a través de los sujetos que estaban en la entrada de la mina un tanto alejados de aquella posición, no estaba seguro si lo que le habían dicho era verdadero pero al menos podía fingir ser un explorador recabando pistas.

El silencio se extendió por un breve periodo de tiempo donde algunos estallidos provenientes de la playa hicieron eco rotundo en el plácido lugar, el sonido del rio bajo los pies del marine reconfortaba livianamente aquella carga sangrienta que en los horizontes de la isla parecían no tener fin -¿Y tú de dónde vienes?, ¿también eres un explorador?- elevo un poco su mirada mostrando solamente su rostro parcialmente, la gorra cubría la gran mayoría de su fas, solamente un ojo y parte de la mejilla eran visibles, afortunadamente gracias a la vista desarrollada del pirata pudo observar con cierta facilidad toda la facha de su posible enemigo o aliado, era un hombre alto, demasiado alto a decir verdad, para alguien con la estatura del morocho esa persona era casi un gigante, su cuerpo parecía bien entrenado, quizás se trataba de un luchador pero no estaba seguro, lo que si era seguro al menos para el capitán, era la posibilidad de ser descubierto, cosa que debía ir disminuyendo conforme su dialogo fuera más fluido y seguro, cosa que jugaría en su favor, él sabía bien como mostrarse confiado en otra gente.

-Mi nombre es Kensato, me ha enviado el teniente Mikhail Petrov, miembro de las Velas Argénteas, al parecer un grupo rebelde se ha infiltrado en las líneas de la marina, aunque la situación está controlada se teme que ese grupo tenga un fin específico, por eso hay varios exploradores en la zona, algunos son del gobierno, otros como yo, fuimos enviados para verificar la zona, ¿a ti quien te ha enviado?- mientras hablaba en un tono calmado y un tanto aburrido comenzó a notar algo, aquella persona se le hacía conocida, pero no lograba recordar de donde, tras unos segundos de intenso esfuerzo logro recordarlo vagamente, Loguetown, aquel chico de las espadas, el otro sujeto llamado Cobra que parecía agresivo, sin duda este sujeto que tenía frente a él era el mismo que aquella ocasión hubiese aparecido reforzando a su compañero. Con ello se corroboraba que el gobierno lanzo a todos los marines que le había sido posible, lo que era una mala señal, pues hasta el momento todo indicaba que la caída de los piratas era inminente y que los marines atacarían con todo su poder, para erradicarlos de una vez y por todas.
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Lun Ago 22, 2011 8:16 pm
Un respuesta lógica fundamentada con hechos que tenían una alta posibilidad de que sean ciertos fue lo primero que escucho Seirey de aquel marine desconocido a la orilla del río, hasta el momento todo calzaba de buena forma pero la cautela del Gyojin siempre iba por delante que su confianza hacia extraños, de por sí su viaje hasta tequila Wolf lo realizo en un barco de una tripulación a la que no pertenecía y las ordenes le fueron dadas por un capitán que no era suyo....mejor dicho él mismo era un ente solitario dentro de la institución y así también era reconocido por la mayoría, en estos años de entrenamiento y misiones le habían dado muchos apodos partiendo por "Pez horrendo y desagradable", pasando luego a "Raza Sucia"...lamentable pero cierto, la marina tenía una gran tradición de discriminaciones y vejámenes contra razas distintas en especial si eran diferentes a su prototipo de funcionario, y ni hablar del gobierno en sí que de haber sabido el origen de Seirey claramente no hubiesen querido que entrar entre sus filas.

Lo que si esta noche que comenzaba a cambiar su clima a uno nevado permitía que no fueran notorios sus rasgos de pez tales como branquias y dientes aserrados, quizás la madre naturaleza que el guerrero admiraba quería indicarle que cambios igual de repentinos que la nevason se aproximaban y debía estar atento a ellos, por otro lado que el marine no lo reconociera indicaba que pertenecía a una base distinta a Shellstown o Loguestown en los cuales ya ha estado y conocen por su fuerza y apodo momentáneo

~[ Ya veo, el reconocimiento a empezado y los agentes barrieron la zona...pero de ser así, me hubiese encontrado con alguno de camino hasta este lugar, ellos son listos y saben que los heridos buscarían agua para curar sus heridas e impedir que se infectaran... es raro pero no debo apresurarme en conclusiones]~

Pensamientos algo comunes en alguien que ya antes ha estado en misiones de reconocimiento junto a otros marines buscando a corruptores del bien que solo buscan su propio beneficio personal y fama a costa de vidas inocentes en varios casos, ahora la pregunta sobre su función en el lugar cortaron la reflexión que tenía el pelinegro que sin quitarle un ojo de encima a su compañero de charla le respondería con su tono sereno típico. ~ Yo vengo desde la playa y me ordenaron patrullar e eliminar todo lo que toque el mar o superficie de agua....supongo que entre todos los marines a pesar de ser un simple recluta que me encargo a diario de solo barrer y labores menores......~ hace una pausa para bajar un poco su mirada pues con su altura era necesario para poder ver con quien platicaba ~ ....soy el más indicado por mis "habilidades" ~ palabras más que ciertas aunque ilógicas para quien no tuviera datos del imponente guerrero de los mares, en verdad era cierto que era un recluta como muchos que se dedicaba a labores un tanto indecorosas y de relevancia menor pero que a la hora de batalla en el mar era llamado por los altos mandos para aportar el favor sorpresa contra buques, quien se imaginaria a un Gyojin trabajando para el gobierno que apoya la ventas de los de su raza, la respuesta es nadie más razones de este hecho solo él mismo mencionado conoce.

Ahora seguiría la tanda de presentaciones, algo extraño si se piensa en la situación actual de la isla y la zona en que se encontraban, la razones para que un encargado de reconocimientos tuviera tanta calma eran pocas pero todas igual de validas, que confiara en su equipo, que fuera fuerte como para valerse por si mismo o que fuera un simple novato...de todas ellas la segunda parecía la más apta siempre y cuando estuviera diciendo la verdad ya que el no haber visto ninguno de los nombrados agentes recorrer las cercanías al río no dejaba de inquietarlo.

Mostrando más relajo hablo ~ Mmmm pues ese equipo y teniente no los conozco, aunque no es tan raro con la enorme cantidad de marines que fuimos traídos al lugar para contener a los revolucionarios y piratas que llegaron ellos pensando de improviso......en cuanto a quien me mando la respuesta seria que sabían de mis capacidades como ya te dije y me eligieron, ya que capitán ni superior directo no poseo en esta Isla...~ la historia del marine a pesar de ser verdadera se escuchaba falsa, el porque es simple, un recluta sin superiores directos no era común ya que incluso entre piratas un capitán mandaba a su unidad, sin embargo estando dentro de los apacibles Blue el Gyojin era capaz de mantenerse vivo por su cuenta y pensándolo sería o mejor por las discriminaciones ya antes mencionadas en las memorias del joven. ~ Ahora lo que ando haciendo ya lo dije antes Kensato solo me queda presentarme como se debe, mi nombre es Jihibukai Seirey...un recluta de Loguestwon ~ finalizadas sus palabras se acerco unos cuantos metros aprovechando que el frío y nevada leve soltaban un tenue manto blanco sobre la copa de los árboles y pasto cercano, de este modo era más fácil distinguir el rojo de la sangre en el piso y un cuerpo del otro confirmando las palabras del otro marine, hay revolucionarios infiltrados puesto que varios cuerpos estaban semi-desvestidos.

Deteniendo su paso para estar a una distancia prudente, Seirey haría su única pregunta puesto que lo del chico ya casi parecía un interrogatorio ~ ¿Y tú que harás ahora, continuaras haciendo el rastreo? ~ directo como siempre y de tes serena visible a los rayos de luz que ofrecía la luna a pesar de ser debilitados por el mal tiempo se quedaba el marine verdadero esperando el accionar del sujeto en cuestión.
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Lun Ago 22, 2011 9:01 pm
Todo parecía en orden, las respuestas del marine eran contundentes y lógicas en todo sentido, lo que significaba que no era un revolucionario infiltrado, aunque ahora que lo pensaba bien, ¿por qué un simple marine estaría en aquel sitio?, cabía la posibilidad de que el fuera un agente del gobierno encubierto como un simple recluta para dar la sorpresa en cualquier momento, así que había que ir con cuidado, cuidar cada palabra, cada acto, incluso cada mirada podía ser tomada como una revelación del pirata. Por ahora mantenía su rostro semi oculto a la vista, algo que no debía levantar sospecha pues la altura del otro sujeto sumado al hecho de que portaba una gorra eran factores que beneficiaban a que aquello se mostrara como una cosa natural propiciada por las circunstancias. El gélido escenario comenzó a vestirse lentamente de blanco, un mal augurio para el pelinegro quien mirando a su alrededor apreciaba el espectáculo, cosa extraña, ahí se encontraba, a mitad de una guerra, con cuerpos despedazados y ríos teñidos de carmesí, hablando con un extraño que bien podía atacarle en cualquier instante y aun así, sentía una paz interior bastante agradable, aquella persona por extraño que parezca, le resultaba muy agradable, quitando el hecho de que era su enemigo claro está.

Medito cada palabra de aquel llamado Seirey, la mayoría era fácilmente entendible, pero una parte en específico no le cuadraba del todo, se describía como un enviado especial para eliminar amenazas acuáticas o que pudieran serlo, ¿qué significaba aquello?, tal vez era un artillero o estratega muy hábil, pero eso no tenía mucho sentido, él se había enfrentado a uno con el rango de teniente y aunque sus facultades eran temibles no se mostraba como una gran amenaza para los barcos, solamente aseguraba un poco más de precisión, más lo que decía esta persona era ser una amenaza. Pensó con rapidez y no pudo llegar a una conclusión contundente, lo mejor sería simplemente pasar por alto aquel detalle, intentar aparentar que entendía le pondría solo en evidencia, pero, aparentar que era algo no muy importante podía denotar muchas cosas sin tener que delatarse o hacer dudar al oficial. Fue así que, sin moverse de su lugar pues fue capaz de conservar la integridad exclamo con amabilidad – Si supongo que tienes razón, en medio de todo este caos es difícil conocernos entre todos, cada quien viene de un sitio o de otro, al final de cuentas a veces solo debemos limitarnos a hacer nuestro trabajo- su afirmación se mostraba convincente al menos para el mismo, desde hacía tiempo tenía “encuentros” con la marina, conocía algunos protocolos y ahora mismo solamente estaba copiando uno de los más sencillos que no implicaba mucho problema…ser un robot, mostrarse como alguien obediente y quizás con ello lograría su objetivo de mostrarse como un elemento más.

Era raro que aquel hombre se autodenominara como “un marine libre” sin estar bajo la orden directa de otra persona, lo que envió la atención del espadachín a la única opción posible según su criterio, era un agente del gobierno, parecía la única opción lógica, pero era mejor no apresurar conclusiones, ya se vería más adelante a donde quería llegar. Por el momento solo quedaba enviar la conversación en el destino más conveniente para evitar una nueva batalla –Pues como ya he dicho y como seguramente ya has corroborado, algunos infiltrados se encuentran en el sitio, por ello es conveniente saber quién te ha enviado, me parece raro que no estés bajo la orden directa de nadie pero no creo que seas uno de ellos, o bueno, eso espero- comenzó a reír con suavidad y de manera natural, mas por el hecho de que el mismo se encontraba feliz de que todo marchara bien.

Tocaba ahora responder una pregunta emitida por su compañero, relativamente sencilla, asi que no dudo en responder –Claro, dudo mucho que suceda algo por aquí, pero en todo caso a eso me asigno el teniente Petrov y eso es todo lo que debo hacer, para serte sincero no me molesta, ya suficiente tuve con estar un momento en el campo de batalla- guardo silencio por unos instantes, el ambiente se volvía pesado, sus ropajes se cubrían con cierta escarcha por lo cual con ligeros movimientos corporales acompañados de una que otra barrida con la palma de sus manos servían como limpia de aquella capa blanquecina –Por cierto, ¿no piensas asistir al ataque naval?, la última defensa de los revolucionarios está en una de las costas, o al menos eso escuche antes de que me enviaran aquí, según pude corroborar con el teniente, se realizara un ataque desde el mar, además de esa forma se va a impedir que los barcos piratas huyan, será todo un derramamiento de sangre, todo indica que ganaremos de manera aplastante- devolvió una rápida mirada a los orbes del otro, esta vez dejo ver parte de su rostro exponiéndose un poco más con aquella fas llena de serenidad y acompañada por una afable sonrisa –Espero que no me mal interpretes pero, ¿por qué el gobierno busca algo como esto?, digo, en lugar de esclavos retirados de sus hogares, obligados a trabajar hasta morir, ¿por qué no buscar mano de obra y brindar de paso trabajo a los desempleados?, esta guerra me parece más una declaración de abuso que una muestra de poder militar, no veo el motivo para que una barbarie como esta siga desencadenándose, aunque bueno, soy solo un recluta enviado a una tarea sencilla, no creo que mi opinión tenga mucha validez-

Se rasco parte de la nuca con la zurda, estaba midiendo el tiempo transcurrido, seguramente los otros rebeldes ya estarían distribuidos en todos los sitios, el ataque desde dentro pronto comenzaría, cosa que no le interesaba mucho, solamente le brindaba una oportunidad, los enviados del gobierno, tres en total, deducía que quizás estarían en la zona más retirada de la batalla, si, la base de la marina, el sitio de los esclavos, ahí deberían estar, la protección debería ser moderada, aunque se sabía de infiltrados la marina estaba demasiado confiada en que no podrían llegar hasta ese sitio, cosa entendible si no existiera aquella cueva oculta, pero, con conocimiento de este camino, era fácilmente deducible que uno podía llegar a aquellos lares sin mucho esfuerzo, solo necesitaba medir sus posibilidades, habría que pensar en un buen plan para escapar y seguramente uno de esos sujetos sería un incentivo para salir ileso en caso de ser retenido por los busques navales que evitarían a toda costa, el escape de los rapases que se atrevían a desafiarlos.
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Mar Ago 23, 2011 8:50 pm
El sector del bosque en que ambos sujetos se encontraban ya estaba siendo dominado por la naturaleza y sus veloces cambios de clima, en especial las nevadas cuya capa blanca envía a otro mundo a quienes aún conservaran su vida y cuerpo intactos mostrando un lado más apacible y puro, ocultando de manera momentánea los horrores de la guerra y cadáveres que ahora no eran más que carne en proceso de necrosis por las temperaturas tan bajas que quemaban su piel, y no solo de quienes ya han dejado este mundo, ahora marines, piratas y revolucionados heridos de gravedad o agonizando tendría un ataúd blanco bajo el cual ocurrirían dos finales....sentir como se quema la piel por el frió y la escarcha se posa sobres las heridas o la otra situación en la cual la madre tierra con su infinita compasión los abrazaba en un último sueño blanco, cuidándolos con sabanas de nieve para que su carne no fuese alimento de animales carroñeros que tras cesar la mayoría de los disparo viajan de regreso en busca del botín del día.

El agua del río que llega hasta las rodillas del marine comenzó a bajar su temperatura hasta irse formando diversas y finas capas de hielo con pintas rojas debido a la mezcla de fluidos que existía en el torrente pero que con el paso del tiempo cesaban indicando que las batallas por lo menos han terminado por unas cuantas horas hasta que los grupos se juntaran y rearmaran sus planes considerando sus bajas, o por lo menos eso era lo más obvio tras saber de los revolucionarios que planeaban infiltrase en las bases cercanas a la ubicación de los prisioneros.

La presión en la base era notoria con escuchar las palabras del supuesto marine que para gusto de Seirey hablaba demasiado siendo que era un encargado de revisar la zona y por un compañero en buen estado se detuvo a conversar, desde otro punto de vista cabía la posibilidad de ser Seirey el puesto a prueba, ya que ver a un simple recluta en perfecto estado conociéndose datos de las batallas en las que inclusos tenientes han salido lastimados era sospechoso ~ Tranquilo no soy uno de ellos, se que se ve extraño ver un marine solitario y sin capitán directo pero eso tiene una simple respuesta.....yo no pertenezco ni tengo tripulación ~ sereno menciono como observación el joven gyojin tras las palabras de lo extraño de su presencia en el lugar, no era necesaria esa respuesta pero prefería atar todos los cabos a que luego sea apuntado con un arma por error.

Su turno de recibir respuesta había llegado y la cautela le jugaba siempre a favor para analizar con detalle las acciones, quizás estaba pecando de inseguro ante el uniformado pero como se dice en varias islas alrededor del mundo, "es mejor prevenir que Lamentar", de ese modo y con su oído atento escuchado cada silaba que pronunciara el joven se le vinieron varias ideas más para reflexionar aprovechando la tranquilidad reinante que si no se tuviera conciencia de lo que ocurrió pasaría por un simple paseo y amena conversación. ~ Me imagino lo incomodo del campo de batalla...de paso puedo notar un tela cubriendo parte de tus heridas..... ~ haciendo notar su agudo sentido de observación se acerco unos metros más quedando a solo dos de distancia prácticamente en el sector menos profundo del río que ahora mojaba solo sus zapatos, ¿Extraño?, pues sí, el chico de gran altura y corpulento físico andaba con su calzado albo-azul puesto dentro del agua y sin embargo parecía no importarle en lo más mínimo ya que le generaba comodidad. Dejando de lado su sin igual costumbres no parecía estar a la defensiva esta vez a pesar de estar más cerca...claro esta seria la última prueba para comprobar la veracidad de aquel sujeto frente suyo, un dejo de nerviosismos por la pequeña distancia podría significar muchas cosas, y de esas muchas la gran mayoría serian sospechas.

Continuando luego de dar esos pasos el saber de la formación de los barcos era interesante ~ Pues...no estaba al tanto de aquello ya que no me gusta realizar otras labores hasta terminar bien una misión, ahora mismo me quedan unos cientos de metros para llegar a la base y protegerla, ya que como dices lo más probable es que vayan a emboscarla...además si no me han solicitado para un ataque en el mar confiare en que tienen la situación controlada ~ un copo de nieve se poso en el hombre del pelinegro que sin incomodarle prefirió quitárselo de encima levantando su mano izquierda elevándola hasta el hombro del brazo contrario sacudiendo su pulcro traje que estando en guerra no tenía ni una sola mancha de sangre ni tampoco de tierra, aunque esto ultimo a causa de que solo se mueve a través del agua para sus viajes.

Notando la leve mirada ascendente del chico, su cerebro tuvo un instante de duda, esa mirada la abría visto antes en una de las islas en que ah tenía domicilio, posiblemente sea de una persona que luego quiso en listarse en la marina reflexiono ya que si perteneciese a uno de los pelotones con quien viajo o compartió lo reconocería, pero si entro a servicio luego que el recluta del mar....no habría salido tan poco dañado de una batalla con piratas a menos que fuese un prodigio de la estrategia y personas así Seirey estaba al tanto no serian enviadas en reconocimiento con el peligro que ello implicaba, dudas surgieron....pero no era el momento aún de resolverlas.

Mirada implacable y tranquila escucho más de las palabras del chico que parecía no tomar el peso de la situación, pero palabras que al fin y al cabo eran un debate y tabú entre subordinados del gobierno que solo se dedicaban a cumplir misiones sin chistar ~ Tienes razón en la mayoría de lo que dices, pero te doy un consejo....no digas eso en una zona llena de agentes porque te puede costar la vida si se enteran no estas de acuerdo con los ancianos que manejan la sociedad....yo no soy partidario de la esclavitud de gente inocente, mi pueblo ha sufrido eso en carne propia pero mejor que dialogar y luchar...es ganarse el respeto ~ palabras que el aplica en su vida diaria ya que sin ayuda de humanos ni tripulación ha aumentado su fuerza y pasado de ser el sucio gyojin a se conocido como Pierna Blanca....no siendo un simple apodo respecto a su vestimenta, sino por las capacidades de sus extremidades inferiores con las cuales horas atrás derroto a un pirata de su nivel, con un solo golpe certero.

Dando un leve suspiro observo a su alrededor por última vez para darle más palabras al joven frente suyo ~ ... Ya sabes y tienes mi consejo, pero no esta demás uno más, preguntas y hablas mucho siendo que según el manual, el patrullaje se hace veloz y constante con diferencia de unos cientos de metros de tu compañero, pero no veo a nadie más acompañándote...y ganando el gobierno deben haber una dotación suficiente de uniformados ~ palabras certeras pero que no buscaban insinuar nada cosa que se confirma con el tono sereno en el cual son dichas. Un brisa se cruzo entre ambos jóvenes cuya distancia era estrecha más que nada por opción de Seirey quien ahora podría ver la reacción del momentáneo sospechoso que tenía, la situación era tensa pero quien viera al guerrero de las profundidades notaria su aura de tranquilidad.
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Mar Ago 23, 2011 9:34 pm
El ambiente se tornaba tenso, las palabras del otro sujeto no denotaban que fuera un revolucionario, o al menos eso se veía muy poco probable, según sus reacciones no estaba enterado de los agentes del gobierno que rondaban por el bosque, tampoco estaba enterado de la batalla naval que se realizaría pronto y por si fuera poco seguía un protocolo regular, cosa que, aunque ya había decidido, sirvió para rectificar la afirmación mental del joven, era un auténtico marine, ahora la pregunta era, ¿qué cargo tenia?, para no tener ninguna herida debía ser cuando mínimo un teniente, ¿pero acaso sería posible que fuera un capitán?, o peor aún, un maestro del engaño, un agente del gobierno encubierto, todo ello, cada uno de estos pensamientos tensaban el juicio ejercido por él. –Igualmente tenía que preguntar y cerciorarme- repuso ante el primer comentario del hombre gigantesco, un detalle que no se le pasaba era el sitio donde se encontraba aquel tío, el agua que, a estas temperaturas debería helar hasta el alma misma del marine y sin embargo el parecía encantado de la vida, ¿por qué?, ¿cuál era el motivo?, ¿acaso él tenía alguna habilidad especial?, hacía tiempo en la playa, apenas iniciado el ataque a la isla, un grupo de rebeldes comentaba acerca de unos usuarios de frutas diabólicas, que otorgaban un poder aberrante a quien la ingiriese, ¿pudiera ser aquello vestigio de una de esas místicas frutas?, no estaba seguro, pero al menos por ahora una batalla era lo peor que pudiera planear, sería mejor buscar la opción pacifica, centrarse en su papel y esperar que la suerte sonriese a su favor para salir ileso de todo daño posible.

Un comentario emitido le puso en un estado de alerta máxima, aunque pronto fue erradico aquel sentimiento, simplemente giro un poco su cabeza observándose parte de las vendas colocadas en uno de sus hombros, donde Petrov le hubiere logrado impactar parcialmente un proyectil –Ah sí, es natural, no esperaba salir ileso de esta barbarie pero bueno, al menos he tenido mejor suerte que algunos de mis compañeros- devolvió su mirada elevándola un tanto rumbo a su compañero, no deseaba mostrarse nervioso, aunque realmente, no lo estaba, tenía un don, el don de no perder la calma incluso en momentos tan peligrosos como aquel, era algo que agradecía mucho a los cielos, pero que a veces desearía no tener. La distancia entre ambos locutores se hizo mínima, prácticamente uno se encontraba frente a otro, tanto así que el espadachín debía elevar una buena parte de su cráneo para ver el rostro del oficial quien le superaba en altura al menos por una cabeza y seguramente por más. Pero había surgido un inconveniente, aquel hombre planeaba dirigirse al sitio de los esclavos, donde fungiría de protector, algo que no había tomado en consideración, al menos no hasta el momento, debía pensar en algo creativo, lógico y convincente para impedir aquello, o por otro lado, rectificar sus otras opciones y ladear la balanza a su favor, fue ahí cuando una chispa encendió su cerebro hasta ahora un tanto aletargado –Me parece buena idea, aunque no es algo muy preocupante, los rebeldes son pocos y con unos cuantos agentes del gobierno debería ser suficiente, me preocupa más lo que pudiese suceder en la retaguardia de los nuestros- mostro en su fas una afable sonrisa sin mover un musculo de su sitio.

-Piénsalo, ¿por qué los rebeldes se han infiltrado y vestido de marines?, en la construcción donde se encuentran los prisioneros hay cierta presencia y ya han sido informados de los revolucionarios cubiertos, solo hay un par de maneras de llegar a esa ubicación y en todas existen retenes de marines, ningún otro elemento de la marina podrá ingresar, por lo cual así seas revolucionario o un marine como nosotros, te abrirán fuego, no es algo que me agrade mucho, pero tu bien sabéis, como se maneja el gobierno- sus palabras mostraban fuerza y asertividad, sin basilar ni un solo momento, había usado su ingenio conjugando la información de manera bastante lógica, era bien evidente que la marina haría eso para evitar el ingreso de posibles infiltrados, pero había algo que aquel otro sujeto no sabía y que jugaba a su favor, el “pasaje” secreto, esa era una forma de ingresar sin ser descubierto, por lo cual aquella historia fundamentada en hechos era solo aplicable a los verdaderos miembros de la marina, mas no a los revolucionarios. Ahora se mostraba un escenario bastante bueno para el pirata, si aquella persona avanzaba solo indicaría que estaba loco para arriesgarse a ser atacado por el mismo cuerpo de marina, o ser un rebelde que conocía el pasaje secreto y quien estaba a espera de la señal, cualquiera era una buena opción, una ofrecía distracción, la otra ayuda.

-Por esa razón estoy aquí tomándome un “descanso”, como ya he expresado, no me gusta la situación en la cual nos vemos envueltos, pero es nuestra misión y como tal debemos realizarla, tal vez esto ayude a que el mundo sea un sitio mejor- apenas acabo de emitir estos vocablos su contraparte expreso su opinión, una bastante peculiar a decir verdad, por un momento, solo por un instante, el pelinegro fue capaz de ver más allá de aquel hombre robusto y listo para el combate, se mostraba a un sujeto racional, sentimental y hasta optimista, con ideas, valores y seguramente con compañeros a quienes deseaba proteger, pero…¿por qué?, él pensaba que todos los enviados a este sitio olvidado por la misericordia era gente despreciable, amantes de la esclavitud o simples cachorros obedientes del gobierno, ¿por qué alguien así se dignaba a defender los principios errados de un gobierno ya en decadencia?, no lo entendía, pero le daba mucha confianza el estar hablando con una persona así, tanto que por momentos olvidaba que aquel con quien mantenía una charla era un potencial enemigo que más adelante podía ser un obstáculo considerable a superar.

-Bueno gracias por los consejos, en realidad tienes razón pero sabes, es parte de lo que soy, me gusta expresar mi opinión, de no ser así creo que…me volvería loco- su felicidad en ningún momento fue opacada, ni siquiera en el último recalco del otro, pues con inteligencia y de alguna forma, pudiendo sentir el bosque mismo, como si estuviera en toda armonía con el mismo escenario, comprendía que en unos cuantos cientos de metros existían unas cuantas personas, no sabía el cómo ni el porqué, pero lo entendía –Si lo sé, pero en ningún momento dije que estaba solo, mas haya, a unos trescientos metros esta otro marine en busca de algún infiltrado y por acá a mi izquierda a unos ciento ochenta metros encontraras a otro miembro, si gustas puedes corroborarlo por ti mismo, aunque si ahora me permites un consejo…no te acerques tanto…tal vez ya te lo han dicho pero eres algo intimidante- comenzó a reír con suavidad y en un tono agradable para el oído, por dentro lo único que esperaba era terminar rápido aquella escena teatral, algo le decía que pronto iba a comenzar la contraofensiva por parte de los insurrectos del gobierno y más importante aún, comenzaría su lucha por escapar de aquella isla.
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Miér Ago 24, 2011 8:41 pm
El diálogo entre ambos se estaba extendiendo más de lo debido, y más si Seirey deseaba llegar con tiempo al punto de reunión de los marines y proseguir con este día de trabajo, sin duda los datos entregados por el otro "marine" le eran de utilidad ya que no estaba al tanto del movimiento de los buques para dar el tiro de gracia a los piratas que trataron de buscar fama y a los revolucionarios que deseaban liberar a los prisioneros de Tequila Wolf. Su hipótesis de que era sospechosos quedaba igualada en un 50% con la que era un verdadero marine, pero el futuro comentario de chico dejaría entrever muchas cosas al cauteloso gyojin que de por sí no confiaba totalmente en los humanos, menos en uno que recién conocía en un campo de batalla ~ Puede que los rebeldes sean pocos pero esa no es razón de estar relajados, un buen ejemplo son los tenientes como el que te envió...solo son un ser y ya vez los estragos que pueden crear a una multitud de piratas novatos o débiles ~ deteniendo sus palabras de manera normal cerro sus ojos un momento como pensando en un idea que le llegara de golpe, sin embargo el no verlo, no significaba no prestar atención a las palabras del extraño marine que rebatió de buena forma el porque se veía tan solitario en su caminata de vigilancia.

Ya nuevos comentarios dichos por el chico que se dijo llamar Kensato desequilibraron su balanza en cuanto a sospechas, esto en contra de él porque esa insistencia en que no siguiera el pelinegro su camino era para dudar. Si, podía ser que la parte de salir lastimado al ser confundido con un revolucionario disfrazado fuese factible, pero retenes de la marina en su llegada solo existían en el puerto, y si en este momento se preparaban los barcos para la emboscada la atención estaría puesta en ese mismo sitio dejando otros de lados, y con las bajas y siendo el mismo caso de Seirey en el cual los reclutas más hábiles cruzaban solo la mitad del bosque aproximadamente no habría la dotación suficiente para cubrir todo el enorme puente nevado, raro, simplemente raro.

Abriendo de par en par sus ojos verdes, oscuros como las mismas hojas de los arboles cercanos antes de ser cubiertos de nieve, el luchador giraba su cuerpo unos grados hasta quedar su hombro izquierdo en dirección al orilla del río en que lo observaba el joven, ya no podía dejar pasar más tiempo, la posibilidad de ser confundido con enemigos era cierto pero no por ello sería diferente si se encontraba con marines en miedo del bosque, si es herido estar cerca de las tiendas de médicos era lo más conveniente.

Suspirando ~ ...No tengo opción para cumplir mi misión debo volver, además por el río no creo que haya vigilancia y menos con este clima que baja bastante su temperatura, en caso de ser atacado quédate tranquilo, mientras la dama del río y sus aguas estén de mi lado saldré ileso ~ moviendo su pierna diestra rompe una fina capa de hielo que se formo minutos atrás mientras conversaban, a lo lejos el crujir típico de la nieve daba señas de que alguien o algo se acercaba, o por lo menos el oído del Gyojin logro distinguir aquello, ¿Amigo o Enemigo?, nuevamente la pregunta del millón se hizo presente mientras la pierna antes puesta por delante vuelve a su posición original ~ Creo que no podré irme tan fácilmente....¿Esa herida te impide pelear kensato? ~ susurra con cuidado el marine esperando sea escuchado por el chico cerca suyo, esta era una oportunidad de oro para probar la veracidad de todo lo dicho antes.

A la distancia un revolucionario que se quedo en la retaguardia en caso de haber inconveniente con la entrada secreta detecto a ambos individuos cerca del afluente de agua, no era extraño pues como dijo el mismo hombre-pez ya era demasiado conversar para la situación en la que se estaba. No era un artillero por que acortaba distancia respecto a sus objetivos de asalto tratando de evaluarlos cual león sobre un par de presas, pero eso no podría enterarse Seirey hasta tener al atacante realizando el primer movimiento.

Posición de defensa con las manos puestas en los bolsillos era la que ocuparía el recluta en esta ocasión, extraña pero efectiva si el enemigo no tenía su nivel de entrenamiento en combate físico, siendo esto último la posible forma de confrontación del enemigo ya que un tirador ya baria ejecutado dos precisos disparos en los cuerpo de los dos, o quizás solo de uno, en este momento se quitaría el velo de mentiras del marine herido o se confirmaría su fidelidad al bando dominador de este día.
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Miér Ago 24, 2011 9:29 pm
Repentinamente, mientras la charla giraba en sentido favorable, un dejo de misterio fue producido en el seno del marine contrario, todo indicaba que algo dicho por Kyo levantaba sospechas entorno a su figura, ¿se habría dado cuenta?, no eso no podía ser posible, quizás solamente estaba más seguro de que no era un marine, pero aún no estaba seguro, todo se volvía de nuevo tenso, mas aunque anteriormente. –Supongo que tienes razón, aunque al menos en los rebeldes no he visto cosas interesantes, todos han sido derrotados en su gran mayoría y aquellos que se han infiltrado fue únicamente por la suerte de escapar- se dignó a decir ante el comentario del otro sujeto, las cosas comenzaban a pintar mal, el ambiente ya de por si helado y solitario le producía una mala sensación, no era normal, si la marina estaba atacando la costa o estaba preparándose para ello, ¿por qué tanto silencio?, eso no era normal, al menos no si aún había un grupo contrario…¿y si ya todos fueron derrotados?, entonces estaría solo con aquellos pobres diablos que se habían infiltrado, eso sería una condena a muerte, pero no importaba, él ya tenía su plan definido, saldría de aquella isla endemoniada por las buenas o por las malas.

-No estoy preocupado, como dije, a estas alturas ya todos los agentes del gobierno debieron destruir los focos rebeldes- el marine destruyo una fina capa de hielo que se había establecido en el rio cercano a su ubicación actual. Mas antes de que otra cosa pudiese ocurrir, un enemigo inesperado o al menos inesperado en el sentido de su ataque apareció, se trataba de un revolucionario que se dedicaba a cuidar la entrada de la mina, el único pasaje seguro y desconocido para la marina, la única oportunidad de ponerlos a prueba y ver si eran tan brillantes como se proclamaban. Pero aquel sujeto ponía todos los planes del pelinegro en duda, inicialmente le metía en una encrucijada, por un lado el no atacarlo se vería como parte de muchas cosas, pero en una situación donde Seirey desconfiaba de él solo le haría denotar como un falso marine, por otro lado, atacarlo significaba tener que acabar con su vida, pues incluso dejándolo fuera de combate en aquellas temperaturas era sentenciarlo a un ataúd de hielo. La vida y la muerte, un lado u otro, este era el punto donde las decisiones iban a determinar el rumbo de su historia.

-Claro que no señor- vocifero respondiendo al enorme hombre, su kodachi se mantenía oculta en su espalda, totalmente imposibilitada de ser vista pues los ropajes de marine ahora la cubrían por entero, su katana, era su única opción viable, pues era visible y además sería lo más indicado. Con delicadeza desenvaino aquella magnifica arma blanca y la coloco a un costado de su cuerpo, para algunos podría parecer extraño, según lo que el espadachín conocía de la marina lo regular era que ellos portaran espadas, ya sea largas o gruesas, pero nunca había conocido a un marine cargando una katana, debería esperar que su acompañante deslumbrara aquello únicamente como una extravagancia de Kensato. Ahora le surgía otro problema, la distancia no era mucha, pero no era aquello lo que le preocupaba, sino el mostrar sus habilidades, necesitaba vencer a aquel sujeto de una manera convincente pero a la vez que no expresara mucho de su ser, no tenía entrenamiento cuerpo a cuerpo, por lo cual un golpe directo no era opción, habría que realizar un único corte certero y limpio, no parecía mostrarse ninguna otra opción viable, por lo cual suspiro pesadamente preparándose.

-Yo me encargo- mascullo apenas audible al momento que comenzó a correr a través de la fina capa blanca de nieve plasmando en ella su camino, su velocidad era considerable, pero nada especial, lo cierto es que no estaba usando más que parte de la misma, no quería mostrarse como tal, el revolucionario alterado a ver como se acercaba a su posición comenzó a disparar con muy mala puntería, más que nada porque las manos le temblaban en parte por el frio y en parte por el pánico de enfrentarse a unos marines. La escena duro poco más de unos segundos, con toda sencillez el pirata llego hasta la ubicación de su enemigo y mientras este intentaba recargar su arma elevo su katana para después dejarla caer de manera diagonal –Lo siento- fue lo único que exclamo con suavidad mientras su ataque daba de lleno provocando que un líquido carmesí brotara del enemigo al tiempo que se desplomaba como un costal de papas para dejar de existir. Con toda normalidad lanzo un corte al aire de lado a su cuerpo tirando parte de la sangre impregnada en la hoja de su arma y después la envaino cómodamente girando un poco su rostro hasta dar con el otro.

Apenas pudo hacer este movimiento diviso como otro sujeto, aparentemente un pirata como el, salía de atrás de unos arbustos corriendo a toda velocidad elevando una espada con toda la intención de poner fin a la existencia del fornido marine, pensó en avisarle, pero no sería necesario, si era alguien fuerte lo demostraría dándose cuenta de aquel acto, de otra forma se quitaría un problema de encima con comodidad y sin mancharse las manos. La escena sangrienta era acompañada así pues, de copos de nieve que caían desde los cielos congelando el alma de los presentes, todo indicaba que el final de aquella reunión estaba cerca, las piezas comenzaban a tomar sus lugares cumbres, el tablero de ajedrez marcaba una clara inclinación al bando enemigo, pero nunca se sabe, una sola pieza podría ser la diferencia de una contundente victoria, o de simplemente un empate voraz, cualquier opción era una ganancia, para el hombre de oscuros orbes.
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Jue Ago 25, 2011 8:37 pm
Inmóvil a pesar de la peligrosa situación en la que se encontraba, el gyojin quiso dejar la oportunidad de atacar al revolucionario a pesar de que seria fácil bloquearlo con la fuerza de sus patadas, sin embargo otra oportunidad perfecta como esta no se daría para comprobar la fiabilidad del marine con que se encontró y ha mantenido una charla amena por llamarla de alguna forma que tuviera lógica. Cada vez más cerca se escuchaban las pisadas en la nieve acumulada dejando predecir de manera certera el punto de ataque que optaría el cazador que seria cazado por sus propias presas, era cosa de minutos o menos para que todo ocurriese según el plan bastante improvisado del recluta que a causa de su cautela nunca llegaría a confiar en un 100% en sus compañeros, y menos si estos eran humanos conocidos por sus discriminaciones raciales.

~ Entiendo, con que puedes con esto....es todo tuyo entonces Kensato ~ musita el marine para que su breve mensaje llegue al oído del chico con gorra blanca. Los palpitos del corazón bajaron su intensidad por la calma que se hizo presente por un momentos hasta que el primer movimiento del pelinegro acompañante de Seirey se trato de desenfundar su espada, ahora había más información para analizar ya que sus armas tendría ventaja contra la piel de un luchador como lo era el hombre-pez, si llegara a ser traicionado lo más seguro es que saliera dañado aunque fuese levemente, esto se convirtió de pronto en una apuesta del todo o nada para descubrir la verdadera identidad del auto-proclamado Kensato, y Seirey no estaba dispuesto a perder así que de igual forma estaba a la defensiva ante cualquier imprevisto entre los cuales podía estar el antes mencionado.

Las facultades físicas de aquel muchacho eran buenas, bastantes buenas se podría decir ya que en velocidad podría igualar a Seirey a pesar de tener un buen nivel lo que viene a confirmar la deducción de que su fuerza no era común y corriente, tenia un nivel no de soldado raso para tener un punto de comparación sino que bastante mayor, su manejo del arma se vio básico a simple vista pero el corte limpio que confirió a su objetivo no dejaba lugar a duda que trataba de ocultar su potencia real, algo compresible si era el enemigo y no deseaba brindar más datos fuera de los ya dados sin que se diera cuenta. Ambiente tenso como todo el de este lapso de tiempo se vivió hasta que el pie del pirata encubierto toco el suelo al unisono que el cuerpo del asesinado revolucionario caía sobre la nieve acumulada, comenzando a brotar ese liquido que mueve a los seres vivos de su cuerpo se fue creando alrededor del cadáver una forma tal cual una rosa abre sus pétalos desojándose al morir por vejez o como seria en este caso...el efecto de un tercero que le arranco completamente la vida de cuajo.

Las pruebas estaban a favor del marine encargado de rastreo, el chico probo que no era parte de los revolucionarios al menos tras eliminar uno a sangre fría sabiendo que aunque fuese herido los copos tan delicados de nieve quemarían su piel hasta matarlo lenta pero sin mucho dolor a causa del sueño provocado por el abrazo de la dama de hielo presente en la naturaleza, de momento confiaría parte de su seguridad mientras la conversación se mantuviera, no obstante ese beneficio no podría ser utilizado por la intervención de un segundo revolucionario que de entre arbustos espesos salto al ataque sorpresa, sin duda era más veloz y ágil pues el futuro teniente no pudo percatarse de tal espadachín.

~ Tsk malditos tramposos que atacan en la oscuridad ~ un regaño justificado sale de la boca del pelinegro ya que no era su estilo luchar con gente que recurría a los engaños para triunfar y atacaran por casi la espalda, gracias a la diosa fortuna siempre de su lado en el campo de batalla el gyojin ya presentaba una postura defensiva que había preparado en caso de ser atacado por Kensato, todo se conjugo en una dulce coincidencia que se resolvería con un rayo color blanco que se dirigió al abdomen del atacante en cuanto este estaba a pocos metros de Seirey, tal cual disparo de cañón una certera patada concentrado su poder en la punta de fierro que tenía el calzado blanco del gyojin impacto en el cuerpo del desafortunado revolucionario dejándolo inconsciente mientras su cuerpo sin oponer resistencia era llevado por las corrientes del río que similar al de los avernos transportaba su alma y cuerpo a un destino peor que la vida, la muerte y no una cualquiera pues en unos minutos estaría llegando a la escena final en cuanto a batallas marinas se refiere, una contienda entre los barcos piratas y buques de la marina donde su cuerpo con seguridad recibiría el toque de gracia.

Ahora, ¿Por qué si portaba espada no pudo lastimar a aquel recluta? la respuesta esta en los tamaños, a pesar de estar armado el tamaño de su katana comprado con las piernas del recluta era menor, una sola pierna del luchador mide aproximadamente más de un metro y su poder era completamente devastador cosa que al igual que el otro chico no deseo demostrar en su totalidad para no revelar muchos datos de su estilo, por otro lado el no haber utilizado su máximo potencial fue compensado con la habilidad de su Gyojin Taekwando, el poder de lastimar al doble o más cualquier ser hecho de agua, y siendo que las personas normales poseen un alto porcentaje de ese liquido en su interior no debe serse un genio para predecir las posibles secuelas que ocurran tras ser atacado por uno de los llamados monstruos del mar.

Bajando lentamente su pierna que fue levantada para atacar Seirey volteo admirando el camino que deberá seguir con mayor velocidad desde este punto ~ Es hora de partir río arriba...que haya revolucionarios dejados atrás como señuelos o simple protección es una clara muestra del sacrificio que están dispuesto a realizar, además de que su calidad de batalla no es tan precaria como estime por no verlos en el bosque...~ pensamiento en voz alzada para así ahorrarse la charla y minutos necesarios en volver a expresar su idea a Kensato, el tiempo de relajo se acabo y la caminata volvió a ser la actividad del gyojin siempre siguiendo el curso del caudal ~ Nos veremos otra vez Kensato, pero esa mirada que logre divisar debo admitir que por instantes me pareció conocida, adiós y suerte en tu trabajo de rastreo ~ un hasta luego dicho por el joven que dándole la espalda pero no por ello quitando atención a sus acciones se distanciaba del pirata disfrazado, las sospechas aún abundaban pero no eran momento para ellas ni nada fuera de resguardar lo que le fue encomendado como misión.


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Jue Ago 25, 2011 9:47 pm
Un solo instante y aquel hombre demostró el aterrador potencial que llevaba sobre sus hombros, una simple y alargada patada fue suficiente para dejar destrozado al atacante quien de manera inútil cayo a las gélidas aguas para ser acarreado como un bulto más “Ya veo, este debe ser un luchador, pero, ¿por qué tiene una fuerza tan brutal?, no ha demostrado su máximo potencial, es obvio que no lo haría, es alguien similar a mí, ninguno de los dos confía en el otro” sus pensamientos rápidos y elaborados no eran de asombrarse, aun con lo visto permanecía en completa serenidad, aun a sabiendas que estaba ante un potencial enemigo. Afortunadamente el otro sujeto decidió emprender su marcha de regreso o quizás de vuelta, quien sabe, la cosa era que con lo ya visto sería mejor andar con cuidado, si aquellos del gobierno estaban protegidos por personas como está la tarea sería más ardua de lo prevista. Suspiro con suavidad guardando ambas manos en sus respectivos bolsillos para exclamar con claridad y potencia –Me asombra sus habilidades, me sorprende que no sea un teniente o algo más, pero bueno, supongo que no es momento para charlar- giro un tanto su rostro en dirección a la mina y después lo devolvió al sitio indicado.

Una corriente helada hizo danzar aquella chaqueta de marine llevada a forma de capa, mientras de su nariz se notaba como con cada exhalación se formaba frente a ella una pequeña nube congelada por las bajas temperaturas –Es una persona interesante, supongo que merece algo de la verdad- su tono se volvía misterioso y pesado, extraño además, como si ocultara algo y estuviera listo para declararlo con toda confianza, aunque no lo hizo, simplemente dejo que un breve instante de silencio inundara la zona. Sus labios se movieron lentamente pero tras ello, unos cuantos marines comenzaron a llegar al sitio, eran pocos, simplemente un grupo de búsqueda, se mostraban ansiosos por encontrar a alguien, seguramente a aquel sujeto o quizás a otro. Fuera cual fuera la opción aquellos oficiales se posaron frente al hombre alto y mostraron hablar, cosa que Kyo no pudo escuchar, espero hasta que se fueron y comenzó a reír levemente agachando un poco su cráneo ocultando sus orbes con aquella gorra de inscripciones marines –También es momento de que parta, ya que aquí no parece haber nada más interesante comenzare a rastrear otros lugares-

Dio media vuelta mientras ambos personajes cortaban sus rumbos, fue entonces cuando pudo escuchar aquellas últimas palabras, cosa que le pareció irónica, pues desde hacía rato él se había dado cuenta de ello -¿Ah sí?, bueno no es de extrañar, uno nunca sabe con quién se encontrara en el futuro- detuvo momentáneamente su paso sin girar a dar la cara para comentar de manera finita –Por cierto, ¿podrías saludar de mi parte al teniente Petrov y a su capitana?, diles que les envía saludos…Kyo Kensato, estoy seguro que se alegraran de ello- una suave ventisca elevo una pequeña cortina de escarcha blanca ocultando parcialmente la figura de aquel pirata disfrazado y cuando paso ya no había rastro de su existencia, era como si la misma nieve se lo hubiera tragado en vida dejando solo al hombre llamado Seirey. Ya en las lejanías en la pequeña meseta donde se encontraba la entrada a la mina, el pelinegro le observaba con su mirada privilegiada “Te deseo suerte Seirey, al menos tu causa parece más justa que la de muchos aquí”.

Por ciertos segundos elevo su mirada denotando como los copos de nieve, parsimoniosos caían al suelo con grácil elegancia, debía disfrutar aquellos últimos momentos, pronto comenzaría el verdadero horror. Cerro sus ojos manteniendo aquella posición, sintiendo en su entorno algunas presencias, entre ellas la de aquel tipo de tez blanca “No entiendo, ¿cómo es posible que pueda sentir esto?, vaya, quizás siempre pude hacerlo solo que no tenía lo necesario para aprender a usarlo” de nueva cuenta abrió sus orbes para dar media vuelta y adentrarse de una vez por todas a la cueva avanzando con paso cauteloso por el sitio, la iluminación era casi nula, pero una vez más, su suerte seria guiada por el destino, apenas unos metros adentro encontró una lámpara de aceite que, seguramente pertenecía al revolucionario que había muerto por su acero. Sin lamentarse mucho por ello la tomo con la diestra para avanzar ahora dotado de un poco más de claridad. El sitio era tenebroso, lúgubre y hasta cierto punto daba una sensación de malestar, insectos y raíces brotaban por todo el entorno, varias telarañas colgaban de los techos por lo que, constantemente debía retirarlas a no ser que quisiera manchar con ellas sus ropajes blancos.

Conforme sus pasos se dirigían en la misma dirección, el aire parecía ser cada vez menos, elevándose así la temperatura, cosa que no le desagradaba del todo pues al menos ahora se sentía un poco más cálido. Decidió descansar en una zona un poco más extendida y donde podía reposar al menos unos minutos, no quería dormir, pero la guerra hacia sus estragos, por lo cual cuando menos, descansaría un poco, necesitaba sus fuerzas al máximo si es que deseaba sacar el mayor provecho posible de la situación. Fue así que mientras descasaba tomaba algo de agua que, a decir verdad también había encontrado con la lámpara, el hambre no era problema, pues su alimentación había sido muy buena antes de llegar a la isla. Tomo un pañuelo que llevaba entre sus ropas y con suavidad comenzó a limpiar la hoja de ambas katanas, quería retirar los pocos rastros de sangre que pudieran aun reservar en ellas para usarlas con toda certeza en su próximo objetivo. Así fue como paso el tiempo y llego la hora de partir, con todo preparado tomo aquella lámpara, se elevó y comenzó con su camino, no tenía idea de cuánto más le faltaba para llegar al otro extremo, esperaba no fuese mucho, lo que al menos para él tenía todo sentido, era que si lograba salir antes del ataque naval…saldría de la isla sin encontrar mucha oposición.
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Vie Ago 26, 2011 6:45 pm
Antes de haber comenzado a caminar rumbo a los cuarteles del puerto, el marine no pudo evitar esa curiosidad heredada de su mitad humana que lo llevaba a veces a cometer actos alejados de su acostumbrada cautela presente en sus acciones, volteando su rostro, miraba sobre su hombro el cuerpo del recién abatido revolucionario en cuyas manos se podía notar parte de sus posibles causa de muerte pues un tono azul comenzaba a notarse incluso a la distancia de metros que ya existía, una parte del Gyojin se sentía culpable de su accionar tras dejar morir al sujeto, ya que este grupo temido por el gobierno del que provenía solo deseaba liberar a la gente esclava que laboraría en el puente durante el resto de sus vidas para luego traer a más personas entre lo cuales existían verdaderos inocentes que merecen ver nuevamente a sus seres amados y vivir en libertad. ~ Perdona....~ no se escucho ni un susurro para esta frase, ni un soplido leve hecho por la pronunciación de las silabas necesarias para formarla, lo único que pudo verse de manera poco clara fue los labios del recluta articulando la frase de despedida y condolencia dedicada al enemigo que acababa de sentenciar a muerte, quizás no le devolvería la vida pero por lo menos el peso en el alma del marine sería tanto menor.

Siguiendo su camino escucho las palabras finales del chico con el cual charlaba y que eran más unos elogios para su fuerza, a pesar de no ser vanidoso las acepto con agrado ya que tener a un ser humano que aprecie a otro sin envidia era difícil en estos tiempos de guerras incluso internas. Claramente no logro escuchar lo que susurro el chico pues de improviso su mente actuó de manera extraña como nunca antes ya que un presentimiento de que existía gente cerca se hizo presente, era extraño porque no era una ilusión o idea, en verdad lograba ver sus siluetas en la mente dándose una imagen de su forma y porte que sería confirmado en instantes tras escuchar los gritos de otro grupo de marines.

- Grupo de Marine: He!!!! ¿Tú eres Seirey Jihibukai de Loguetwon cierto? - consultaron gritando a unos metros esperando respuesta sin notar al pirata disfrazado tras Seirey, esto porque los copos de nieve se juntaba para crear la cortina de escape perfecta como si el destino que siempre le daba fortuna al pez esta vez lo compartiera con Kensato. ~ Mmm pues sí, ese es mi nombre y la base a la que pertenezco, ¿Quién los envió? ~ tras responder de manera positiva el guerrero lanzo una pregunta que le informara en parte bajo quien estaría a cargo, al unisonó se escucho tras suyo la voz del desaparecido impostor de marine enviando saludos al teniente que nombro en su presentación y capitana, no siendo descortés el pelinegro solo levanto su brazo derecho en señal de haber comprendido, un gesto que no lograban entender el grupo de marines que no se acercaron más de donde estaban al Gyojin pues a pesar de ser compañeros de institución no confiaban en su persona debido a lo solitario que era y raza a la que pertenecía, discriminación clara y que siempre estaría presente en el corazón de la raza humana.

- Grupo de Marine: Nos han enviado de manera urgente porque se filtro información de un posible ataque a nuestros cuarteles cercanos al puerto, y habían mar cerca sabemos que es de los más indicados para la contención - comento el que parecía ser líder de escuadrón mientras ordenaba que volteara el resto de equipo para volver a las tiendas de campaña y proteger a los heridos, ya tenía una nueva orden que cumplir y como marine que se aprecie debería realizarla de la mejor manera si quería ganar un buen rango dentro de la organización encargada de impartir justicia. ~ Esta bien adelántense, yo seguiré mi transito por el río ya que así ahorro energías y mi cuerpo conserva la humedad necesaria para generar con mayor potencia mis ataques.... díganle a su superior que no fallare, nunca lo he hecho en misiones ~ absoluta verdad hasta el momento, su visión de la vida era diferente de la mayoría que solo profetizaban la justicia absoluta, la de Seirey era una con más sentido de humanidad y basada en algo más importante que la justicia misma...la igualdad entre razas, su mayor anhelo y por ello su carrera por ascender dentro de la marina y volverse más fuerte.

~[ Al parecer Kensato me confirmo bien la información, además gracias a los dos revolucionarios que hemos vencido puedo deducir que estaban cuidando algo importante por este sector...primero iré a controlar un poco las cosas en las tiendas de campaña y luego buscare el punto por el cual lograron entrar a nuestros territorios...el bosque y río descartados...quedan pocas opciones, yo daré parte de la victoria a la marina y así seré reconocido junto con mi raza ]~

Pensamiento que durante estos años al servicio del gobierno ha mantenido firme como convicción, pero que ahora al ver la posibilidad de sobresalir tiene la esperanza de cumplir o al menos estar más cerca de aquello para que los Gyojin sean respetados de la forma que se merecen. El aún recluta podría haber estado envuelto en más reflexiones mientras caminaba por el río sin embargo a la distancia una enormes explosión generada por unos rayos le llamo la atención,..... Nieve, y ahora relámpagos, esto no podía tener causas naturales ya que climas tan repentinos solo calzaban con el Gran line y no con alguno de los tranquilos Blue, sospechoso por decirlo menos ya que un resplandor anaranjado se diviso por segundos tras los ya nombrados rayos, una confirmación que definitivamente fuera de la nieve no existía más fenómenos naturales en proceso ~ Una batalla de esas misteriosas frutas que escuche en la Isla Gyojin…es probable y de paso me demuestra que me falta mucho por crecer, con mi poder actual seria velozmente lastimado por ataques de esa envergadura.. ~ ya no quedaba mucho trecho antes de llegar, es por esto que tras una larga caminata por el río debió salir de su medio natural y optar por un camino construido a base de pisadas constantes en el césped ahora cubierto de nieve, su meta próxima estaba cercana, y sin saberlo hace poco comenzaba a florecer en su interior uno de las habilidades que solo se ganan a base demociones y la fuerza de voluntad de cada uno que en el caso de Seirey sobraban mientras recordara a su familia y raza…el mantra y armadura de Haki.
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