[Pasado] Un encuentro curioso

La nueva recluta de la marina había sido enviada a el Reino de Lyneel, más por curiosidad que por otra cosa. La chica yacía en una especie de bote pequeño viajando, puesto que las aguas de ese mar no eran agresivas en comparación del Grand Line. Su casi nula vestimenta hacía que tenga un tanto de frío viajando por dicho lugar, aquella mini-falda que dejaba la mayoría de sus piernas al descubierto y su blusa que dejaba la mayoría de su pecho de igual manera al descubierto. Su pelo ondeaba como una bandera por aquella intranquila brisa, pero era algo que no le molestaba en lo más mínimo a la chica, la cual seguía tranquila observando el gran reino al cual tenía que llegar. El bote pequeño se pudo acercar lo suficiente como para llegar hasta el puerto, en el cual simplemente la chica se dispuso a salir del mismo para luego proceder a amarrar aquél medio de transporte. - ¡Aquí te quedas! - Dijo con tono alegre mientras empezaba a caminar hacia dentro del Reino.

Observando aquél castillo desde las lejanía pudo levantar una cierta curiosidad de qué se encontraría ahí dentro e ideas locas de si algún día podría vivir en un lugar como ese. Andando por el puerto caminaba observando hacia todos los lados, con suma curiosidad indicando como si todo lo que pasara en aquella isla representara de suma importancia para ella. - ¡A investigar! - Dejó salir aquellas palabras con cierto tono de alegría mientras saltó en su mismo lugar, para empezar a correr más allá del puerto, en búsqueda de más personas.

Al tanto de caminar pudo ver otro barco anclado al puerto, el cual no sabría deducir de quién se trataba, más no le pondría importancia a ese asunto por dicho momento. Sus piernas avanzando de manera lenta pudo ver un sujeto de pelo-rojo con apariencia tenebrosa a juzgado de la chica. Su curiosidad fue más grande que el temor de hablarle, por lo que, la chica empezó a correr hacia el chico, trotando con rostro alegre mientras que sus senos se balanceaban de arriba abajo por el movimiento de su cuerpo. - ¡Monstruo!... Digo... ¡Hola! - Realizó un comentario con aquella personalidad infantil que siempre dejaba mostrar, mientras que llevó su dedo a sus labios para indicar un rostro de curiosidad. - Etto... ¿Quién es usted?. - Dijo inocentemente mientras esperaría un comentario por parte de aquél sujeto de extraña apariencia.

El hombre de extraña apariencia no tardó en responder las palabras de la chica, las cuales habían cuestionado el nombre del mismo. "Vladimir Von Her", nombre de aquél sujeto que andaba por casualidad en la misma isla que la peli-rosa, algo le sorprendió, y era el "Von" de su apellido, puesto que de igual manera ella igual poseía tal apellido. Sus cristalinos ojos analizaban de pie a cabeza al sujeto con suma curiosidad, teniendo aquél dedo en sus labios aún. - ¡Ooooh! - Dejó salir una muestra se sorpresa sonriendo de manera amigable, mostrando aquella blanca dentadura de par en par. - ¡Julieth Von Lust! - Dijo con el mismo tono empleado en el comentario anterior no quitando su mirada de aquél joven. Tenía cierta curiosidad en saber qué hacía aquél sujeto en la isla, tan solo esperaba que el mismo no quisiera apoderarse del castillo, pues lamentablemente le arruinaría sus sueños con un insaciable dolor de cabeza como ella lo sabía provocar. Una fría brisa hizo que la chica temblara un poco las piernas a la par que observaba hacia el mar, había lamentado el no haber traído su abrigo o chaqueta para no pasar por una dificultad de tal calibre, todo simplemente por su actitud despistada. Otra cosa que golpeaba la mente de la chica, es que no sabía si ese sujeto se trataba de un pirata, pues tan solo al verlo a él y al barco era de esperarse tal cosa, aunque no era bueno sacar conclusiones sin antes preguntar.

Después de haber dejado un tiempo para que el chico pueda decir algo antes la presentación de la misma, ella volvió a mostrar aquella cara de duda, la cual mantenía observando al sujeto y analizándolo lo más que podía desde su punto de vista. - ¿Qué hace usted en esta isla? - Dejó salir aquellas palabras con el mismo tono que es utilizado para preguntas curiosas. Si decía que era un pirata, no podía decirle que ella es una marine, puesto que tallaría su propia muerte, no era una chica que supiera pelear, al menos no por ahora... Y eso meritaba guardar silencio si se trataba de un criminal, pero ¿será en verdad un criminal? o tan solo ¿un colega?, esas preguntas era de suponer que se las respondería el mismo peli-rojo, así que sus suaves labios quedarían en silencio para escuchar las palabras de aquél sujeto.