~~ La Chica, el Marine y el Gato ~~

Se dirigía hacia el lugar donde se había quedado de ver con sus próximos compañeros de viaje. Traía consigo una pequeña bolsa y dentro de ella algunos pequeños víveres como frutas, agua o algúna que otra pieza de pan. No sabía lo que sucedería con ella en compañía de aquellos dos, por lo que debía ir aunque fuera un poco preparada. La chica caminaba por un parque, no se quejaba del clima, era bastante agradable a pesar de contar con sol; por alguna razón la chica prefería los días nublados. Al estar caminando por dicho parque, frente a ella, a unos cuantos metros sentado en una banca; ahí estaba, el amor de su vida. Sintió como su corazón se aceleraba, incluso había dejado de caminar simplemente para contemplarle. A la vista de la joven aquel ser era todo lo que había buscado, lindo, tierno e inspiraba ganas de jalarle los mofletes; no podía pedir más.

-KYYAAA!!!! que lindoo!!!.-

Dijo aventando la bolsa que cargaba y corriendo hacia el sujeto sentado en la banca; en realidad iba sobre el pequeño nekito, ya que al tipo no le presto atención alguna. Tomó con cuidado sin permiso ni aviso al felino en sus manos, para después acercarlo a su pecho y abrazarlo; si, ese pequeño gato se había convertido en su primer amor a primera vista. Separó por unos intantes al neko de ella y lo alzó para verle sus ojitos lindos de felino; ahora debía buscarle un nombre y una excusa para contarles a sus compañeros para que la dejaran cuidar de el.

´´Tal vez y con un lo amor será suficiente, y si no... siempre se recurira a los ojitos de chivo a medio morir como última opción´´

Pensaba para si mientras abrazaba entusiasmada al animalito de nueva cuenta.

Se encontraba en su mundo ideal lleno de fantasías, un mundo donde solo habitaban ella y el felino; además de Burai y Jones quienes se encargarían de bañarlo, alimentarlo y limpiarle la popo, claro estaba; ella se encargaría de darle el cariño a su amorcito. Pero de pronto, aquel mundo comenzó a derrumbarse, a desvanecerse cuando la voz de un joven rompió con la fantasía. Con el neko en brazos, la joven giró su rostro en dirección de donde había provenido aquella pregunta. Observó a un joven de cabellera negra y mucho más alto que ella. La chica no tardó en adivinar quién era pues al mirar hacia atrás del peli negro, observó la banca vacía; conclusión?, supo que era el chico a quien le había quitado de forma amistosa (?) el animalito que caraba ahora con ella.

-He?... yo...- Si, la chica esta vez no encontraba excusa para sus acciones. -La preguta más bien sería... porqué dormía con semejante angelito en brazos?, su descuido pudo haber puesto en peligro a este animalito.- Decidió cambiarle la pregunta descaradamente mientras frotaba su nariz con la del tranquilo y agadable neko. -Pudieron haberlo secuestrado!!.-

Terminó diciendo mientras abrazaba de nueva cuenta al gato, pero esta vez de una forma un tanto posesiva. Yami jamás había tenido mascotas, por lo que le resultaría muy difícil saber cuando ostigaba al pobre gato, debido a que, lo que para ella era ´´darle amor´´, para el pobre animal podría significar sofocación, al grado de querar escapar de la jovén rubia; algo que aún no sucedía, pero tampoco se descartaba.

-Por cierto, el qué pienso hacer con el es obvio...yo sí! pienso cuidarlo..-

Dijo por último como niña pequeña sacandole la lengua a la persona que trataba de quedarse con lo que era suyo, o al menos era suyo en su mente, una mente que muchas veces daba aires de rareza, y otras parecía la de una persona normal; pero con todo y eso, así era ella.