Prueba de Fuego

Al parecer, los tres compañeros de Yushu habían alcanzado el barco, de una u otra manera, y estaban listos para zarpar. Fatigados por la carrera, o por la pelea, ninguno estaba en condiciones de hacer algo más que el gyojin que verdaderamente no había hecho nada hasta entonces.

El barco comenzó a voltear, tomando un rumbo indefinido, solamente con la meta de salir a mar abierto y escapar del humano ígneo de la costa. El fuego necesitaba alguna superficie firme e inflamable para avanzar, y el aire no podría considerarse firme, por lo cual, suponía el joven pez, saldrían del rango de ataque del Marine en pocos momentos, solamente necesitaba pasar el muelle y estarían a salvo.

El navío tomaba velocidad gradualmente, impulsado por el viento, dejando atrás el muelle. – ¡Ya vuelvo!- Grito el tritón mientras se lanzaba desde el barco al mar. ¿Su objetivo? Poder utilizar su habilidad sobre el agua con mayor potencia y así, en mayor o menor medida, defender el barco de los ataques flamígeros hasta que salieran de rango. Yushu observaba al joven, que aun se encontraba en la bahía, preparándose para cualquier ataque o movimiento que este efectuara. Mientras tanto, el barco, a espaldas del joven Gyojin, se alejaba más y más.

La situación comenzaba a írsele de las manos al Marine quien, asombrado, observó con detalle como sus llamaradas eran detenidas por nada más y nada menos que el cuerpo de Desmond quien, en un intento por defender su barco del destructivo torrente de llamas, había optado por interponerse y recibir todo el daño él mismo. Si salía del Puerto tardaría bastante en recuperarse y, de no ser atendido inmediatamente, unas cuantas cicatrices adornarían su cuerpo para siempre. Mas no sería así, el Capitán de la Marina pondría fin de una vez por todas a una insignificante banda que, en un futuro no muy lejano, seguramente daría grandes problemas a la Marina. Las llamas rodearon su cuerpo y, nuevamente, se acumularon en su diestra. Una terrible explosión a su espalda le hizo evadir de su mente el ansiado deber para dirigir su atención a los nuevos sucesos acontecidos en la zona del Puerto.

La casa en la que anteriormente se había introducido uno de los individuos de la tripulación de Desmond había explotado, en conjunto a un par de viviendas más, generando un incendio de grandes proporciones y una clara discordia entre los ciudadanos del Puerto y la ciudad en general de Logue Town. Aquello era inadmisible. Dejando de lado la fuga Pirata, el Capitán se dirigió en pos de auxiliar a los afectados por el incendio, por suerte y a simple vista no parecía haber ningún herido…lo cual no quitaba que aquel acto pudiera ser perdonado. Demostrando un dominio sobre su Akuma que ni él mismo esperaba, las llamas del incendio abandonaron los restos quemados de las viviendas y se dirigieron hacia el pelirrojo, rodeándolo velozmente y formando un torbellino de llamas que, finalmente, adquirió la forma de una enorme esfera de unos tres metros de diámetro y cuya apariencia recordaba a la de un Sol. El calor que emitía tal esfera era inconmensurable y dejaba bien claro que, ahora, el Marine iba muy en serio.

- ¡¡Desmond, bastardo, no saldrás vivo de Logue Town!!- Y, efectivamente, ahora el Marine iba a matar. Podía tolerar que se le atacara a él, podría recibir innumerables golpes que no se quejaría en ningún momento. Pero arriesgar la vida de inocentes era un asunto muy contrario a lo que el Marine entendía por Justicia y, todo aquel que la incumpliera, sería castigado. Portando la enorme esfera ígnea en su diestra realizó un poderoso salto a la par que el Sol en miniatura se despegaba de su mano en dirección al barco del Capitán Pirata. Si aquel ataque daba de lleno en la embarcación esta quedaría reducida a cenizas…y sus tripulantes no acabarían mucho mejor.

El cuerpo del cocinero no le respondía bien tras las carreras que se había marcado llevándose un susto, de aquellos que te dejan pálido, con los ojos abiertos de par en par y con la boca abierta, cuando una esfera gigante de fuego casi aplasta el barco donde se encontraba, que de no ser por su Capitán en esos momentos estaría destrozado – Bien hecho, Desmond – Dijo Seishin como palabras de ánimo al que se había convertido en su héroe a la par que trataba de levantarse – Deberían hablar de esto en los periódicos, fijo que te vas a hacer algo más famoso... ¡Jajajajaja! - Comentó con una amplia sonrisa el moreno después de haberse levantado del suelo de la cubierta del barco y acercarse a su compañero terminando por soltar algunas carcajadas. Tras poder sentirse aliviado, algo más descansado y seguro se remangó antes de encaminarse hacia la cocina – ¡Os haré una comida para reponer fuerzas! – Exclamó antes de desaparecer tras la puerta que daba al interior del barco.

[OFF: Ripster y Balmung os toca, que posteen los de mi tripulación no es demasiado necesario considerando que están ya en el barco menos Yushu que está en el agua y puede llegar al barco en cualquier momento. Nada nos retiene en la isla, así que o posteais diciendo o haciendo una última cosa o me marcho ya de forma definitiva, esto se está alargando demasiado para mi gusto.]

[OFF: Y finalizo este tema con...]

Por fin el barco de los piratas de Kutouken no Desmond había zarpado de Logue Town; afortunadamente no había sufrido ningún daño por lo que su próximo destino, Grand Line, no sería un viaje obstaculizado para el galeón pirata.

Yushu que permanecía en el agua al ver como la Marina desistía en su empeño de capturarlos subió a la embarcación de oscuro casco. Por fin los cuatro emprendieron el rumbo hacia Grand Line. Quizá allí los peligros que les esperaban fueran aun mayores pero la decisión ya estaba tomada y el rumbo no sería cambiado.