[Pasado] Un día cualquiera

El chico de cabellos rubios estaba allí esperando a que Desmond, su capitán pirata, llegara. Siempre estaba en el puerto las horas muertas, esperando que algún barco llegara con su capitán en él y que, por fin, pudiera convertirse en un autentico bucanero, aunque, realmente, lo que estaba haciendo esos días era perder el tiempo, ya que los barcos que llegaban, o bien eran mercantes o bien eran marines… ¿le habría mentido? Coday esperaba y rezaba porque no fuera así.

- No sé que hacer aquí… la verdad es que me aburro mucho esperando a que ese chico despreocupado llegue. No sé lo que hacer y dudo mucho que quedarme mirando el mar como un idiota ayude, aunque claro, si me voy, puede que llegue y no me encuentre… - dijo el chico para si mismo, como si nadie más estuviera por allí cerca, aunque en realidad el puerto estaba muy concurrido.

El médico llegó a Logue en busca de una tripulación. Con las manos en los bolsillos salió del barco, tranquilo. El aire movía su flequillo y acariciaba su rostro, como si de la mano de un ángel se tratara. Era una sensación agradable, que le reconfortaba de tranquilidad, le hacía recordar su estancia en el cielo. Dulces recuerdos.Sin embargo, tenía que vivir el presente. Mientras seguía andando se encontró con una cara familiar.

Era el rubio que se encontró en aquella isla y que le intento robar. Aquel muchacho que luego iba hablando solo. Un sujeto interesante.-No esperaba encontrarte por aquí.- Le habló, mientras se acomodaba las gafas para observarlo mejor. Al parecer estaba como ausente. Perdido ante la inmensidad del mar, esa que atrapaba a las almas sin rumbo.

El chico de cabellos rubios miró a la persona que le hablaba… le sonaba, aunque al principio no caía en quien podía ser. Después de un rato, se dio cuenta de quien era: era el chico de la batamanta. Luego, se fijó también en la especie de tornillo que tenía en la cabeza y aunque este era bastante notorio en un principio, él no se había dado cuenta… era verdad que podía llegar a ser muy despistado pero, ¿hasta que punto?

- Hola de nuevo chico de la batamanta. Yo tampoco esperaba verte aquí, para ser sincero… de todas forma,s ya que estás aquí, tengo dos preguntas para ti. La primera, ¿para que sirve esa especie de tuerca, tornillo o manivela que tienes? Y la segunda, ¿Qué haces por aquí? - le soltó el Coday, intentando que le respondiera cuanto antes.

Se había quedado como embobado. Azazel alzó una ceja. Sería impresionante explorar esa mente y ver lo que estaría pensando en cada momento. Quizá en ese mismisimo instante su mente recreara a dos monos tocando los platillos o algo por el estilo, porque nunca había visto a un sujeto quedarse en trance de tal manera.- Es una bata a secas, batamanta sería si me pudiera tapar con ella, y no puedo.- Le discutió el argumento de la batamanta, y escuchó las dos preguntas que le hacía. Asi que eso era en lo que habría estado pensando.. Se quedó callado esperando lo que le diría.

Cuando las escuchó, quedó callado, escuchándose simplemente el ruido de los marineros en el puerto y las múltiples peleas que allí se formaban. Al parecer estaba reflexionando las respuestas.- El tornillo es simplemente de adorno.- Dijo, sonriendo infantilmente, mientras lo tocaba con una mano, al parecer, no hacía ruido. Extrañamente otras veces si que lo había hecho.- Con respecto a que hago por aquí, simplemente vine buscando una tripulación. ¿Y tú?, porque que hayas venido a observar el mar no lo veo muy productivo.- Bromeó, mientras se sentaba al lado de él.

Sin embargo, el peliblanco pudo divisar unos cuantos marines, como un escuadrón de 4 o 5 marines que iban a poner punto y final a las peleas que se habían formado allí entre los piratas.

Al parecer, no era una batamanta, aunque en un principio se lo había parecido, ya que la primera vez que lo vio se quedó dormido en el suelo y claro, con ago debía taparse. Luego, le respondió a las dos preguntas que Coday le había hecho y la verdad es que quedó satisfecho, aunque la primera pregunta, la del tornillo, era algo un poco seca… casi sin emoción y que explicaba poco. Bueno, tampoco importaba demasiado, además, el chico de cabellos rubios tenía que darle una respuesta.

- Bueno, pues la verdad es que estoy esperando también a una tripulación. Me dijeron que me quedara por aquí, ya que ellos llegarían algún día, sin embargo, estoy esperando aquí y no pasa nada… levo varios días pasándome y no viene nadie… ¿crees que me habrán dejado tirado? - preguntó el chico un poco desanimado.

Contestó a sus preguntas. Al parecer él estaba esperando a su tripulación, o a la que sería su tripulación. La diferencia entre él y el doctor era que uno la buscaba y el otro la esperaba, aunque no sabía con certeza si aparecería o no.- Lo más probable.- No quería parecer demasiado seco, pero si no habían aparecido ya en varias días, o una de dos, o los habían pillado los marines o habían dejado tirado al chaval.- Sin embargo, también puede que los hayan atrapado los marines. Aunque ninguna de las opciones sea demasiado..Positiva.- Divagó unos momentos buscando la palabra adecuada.

-¿Los de tu tripulación.. tienen recompensa?- Preguntó el loco tranquilo, mientras seguía prestándole un mínimo de atención a los marines, que ya habían esposado a unos cuantos piratas allí presentes. Un marine clavó la mirada en el peliblanco, que sin duda era un sujeto particular por aquel tornillo. Rápidamente Azazel volvió su vista hacia el rubio.- Creo que están empezando a sospechar de nosotros, Coday.- Agregó soltando un suspiro leve mientras miraba ahora hacia el cielo.

El chico de cabellos rubios escuchó las palabras de ese tío con aspecto de doctor loco. La verdad es que él no sabía si tenían o no recompensa, aunque, al aprecer, a simple vista no tenían, ya que nadie había ido a por su capitán cuando estuvo en tierra y entró a la taberna como si tal cosa, así que lo más probable era que no hubieran sido atrapados por los marines.

- Creo que no tenían. De todas formas, cabe una tercera posibilidad y es que se hayan retrasado un poco… ya sabes que algunas veces suele haber tormentas y eso puede llevar a que el barco se retrase unos dos o tres días. - argumentó Coday, intentando encontrar una solución que le gustara más que las otras mencionadas. Luego, continuó. – Creo que tienes razón. Lo mejor será que nos vayamos de aquí… ¿quieres ir a una taberna o te apetece dar una vuelta por la ciudad? Cualquier cosa es mejor a que se nos echen encima por nada. - explicó el chico, esperando la respuesta de su, ahora, compañero.

No, al parecer no tenían recompensa, o eso decía su compañero ahora mismo. Intentaba aferrarse a la idea de que su tripulación vendría y lo llevarían con el. El doctor no quería quitarle la ilusión, para nada, de hecho quizá vinieran, sin embargo.. Veía la cosa un tanto, cruda.-También también- Le respondió asentiendo con la cabeza levemente, tampoco quería hundirle la moral más al chaval si cabía. Al parecer aprobaba el hecho de que que se fueran de ahí, ya que la cosa no pintaba demasiada bien. Se fue a girar cuando se dió cuenta que un pájaro le cagó encima a uno de los marines.

No, no pudo aguantarse. Una carcajada terrible salió de la boca del loco, tan fuerte y con tal estruendo, que se pudo escuchar en todo el puerto de Loguetown.- ¡Hiahiahiahiahai!- Sí, tenia una forma de reir un tanto peculiar. Pero el caso esque desenvainó la espada, cabreado porque se hubiera reido de él. El peliblanco le dió una vuelta a su tornillo, terminando de reir. El marine se iba acercando más y más con la espada.-¡Adelante Coday, te elijo ati!- Comentó poniéndose detrás del rubio, esperando que se cargara a aquel espadachín rápido.

[OFF: Puesto que en pasado, no se puede tener recompensa, me lo cargaré a un estilo un tanto peculiar. A ver si eres capaz de adivinar la acción que va a ejecutar mi pj. Es de un famoso juego.]

El chico de cabellos rubios aguantó la risa mientras se dirigía hacia el marine para aplacar su ira, sin embargo, también llevaba su mano diestra hacia donde estaban los puñales, cogía uno y lo mantenía escondido en el antebrazo, de forma que no viera el arma que tenía, ya que eso podía ser peligroso.

- Lo siento. Perdone a mi compañero, es algo idiota… nació demasiado pronto y ya sabe lo que puede pasar… es más, fíjese en el estúpido tornillo que tiene en la cabeza… de todas formas… ¿no podemos hacer algo para remediar este mal entendido? - dijo el chico mientras se acercaba al marine. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, apoyó su mano zurda en el hombro del marine, aunque esto era para que su objetivo no se echara hacia atrás mientras que, con la diestra, clavaba ágilmente el puñal a la altura del estomago, que tenía escondido y lo volvió a sacar, ahora manchado de sangre. – Nunca amenaces a un pirata. - fueron las últimas palabras del chico antes de darse la vuelta, dirigiéndose donde estaba su compañero y escondiendo nuevamente el puñal ensangrentado.

OFF: ¿Assasin Creed? xD

ON:

El rubio iba hechando excusas y burdas mentiras sobre Azazel ya que no conocía nisiquiera cuando había nacido, pero esto le hacía en cierto modo gracia al médico, ya que el marine se lo estaba tragando. Se mantuvo observando la escena. El luchador de puñales sujetó primeramente a su contrincante y posteriormente, le clavó el puñal que llevaba escondido en el estómago. Aquel recluta soltó algo de sangre por la boca y cayó de rodillas al suelo, terminando de morir ya en el suelo, mientras el peliblanco seguía riendo de manera descontrolado.- Le ha cortado todo el estómago, jajajajaja.- A cualquier humano normal no le haría demasiada gracia eso, es más, le provocaría asco, pero esque el doctor tenia un sentido del humor un tanto..Raro.

Los otros reclutas se quedaron atónitos. No podían creerse que el más fuerte de ese grupo hubiera caido como si nada, y rápidamente se fueron a alertar a las autoridades. El loco, terminando ya de reir y poniéndose más serio, le sonrió al rubio.- Buena jugada Coday. Mas, es hora de irnos de aquí, si mal no vaticino, habrán ido a avisar de unos piratas violentos o en su defecto a traer más reclutas. Lo mejor sería una huida ahora que no hay nadie. Podemos ir a la taberna si gustas.- Le explicó "brevemente" mientras sacaba un bisturí y empezaba a darle vueltas en el dedo, era un tic que le salía aveces.

[OFF: Has acertado xD]

El chico de rubios cabellos pensó que lo mejor sería irse de allí, ya que posiblemente, llegaran más reclutas para detenerlos o, en su defecto, alguna persona más poderosa que simples reclutas, ya que, matar a un marine suponía un grave delito. Fuera como fuera, lo importante era, además de huir, pasárselo bien, por lo que Coday estaba completamente de acuerdo con lo que había dicho su extraño compañero.

- Creo que tienes razón. Vámonos de aquí y busquemos alguna taberna. Con algo de suerte no nos seguirán y no nos meteremos en problemas. Además, me gustaría descansar un poco. Lo de tener que matar personas porque si o simplemente por tontería no me hace mucha gracia… por lo menos por ahora. - dijo el chico de la bandana mientras pasaba de largo al medico y continuaba caminando en busca de alguna taberna.

Sí, lo mejor era marcharse de allí cuanto antes. El médico se acomodo bien las gafas, sonriendo.-Imagínate que viniera un almirante, aunque claro, yo te lo dejaría todo para ti. Me agrada más abrir en canal a las personas una vez están muertas.- Bromeo en lo primero, lo segundo era totalmente cierto, de hecho, su antigua habitación en su casa de Skypie estaba llena de cadáveres diseccionados, cosidos, y el de sus padres. Sin duda el pasado de Azazel había sido contra menos, siniestro. Pero ahora iría a hechar unas bebidas con el rubio.

-Pues vámonos.- Terminó, mientras se iba caminando al lado de él, con las manos en los bolsillos.

OFF: Fin del tema.

Al parecer, aquel chico extraño había aceptado ir con Coday para buscar una taberna y tal vez tomarse algo, aunque lo más importante era salir de aquel lugar antes de que pasara alguna cosa, como que un montón de marines se echaran encima de los dos y les apalearan como perros. La verdad es que, en esta ocasión, el chico de cabellos rubios había disfrutado bastante, aunque no le gustara entablar batalla por cosas que no tenían sentido.

- Si, lo mejor será irse de aquí. No me gustaría que nos encontraran y nos pegaran una paliza por defendernos. - dijo el rubio mientras no paraba de caminar, buscando una taberna donde poder refrescarse el gaznate y, con algo de suerte, ver a alguna que otra chica.

[OFF: Pues eso, fin del tema.]